jueves, 13 de octubre de 2011
Los valores en el aprendizaje
Por Raúl Hernández Viveros
Lo universal es entendido y
lo singular es conocido por el sentido
Santo Tomás de Aquino
Introducción
Luis Villoro define que la “Actitud” es un viejo término utilizado inicialmente por la psicología social y adoptado luego por la filosofía. Se refiere a una disposición adquirida que se distingue de otras disposiciones por su “dirección” favorable o desfavorable hacia un objeto, clase de objetos o situación objetiva”. Frente a esta propuesta se fortalece la necesidad de mantener actitudes en la vida. Llegar al reconocimiento de los sentimientos que dan valor a las de las características que favorecen la disposición hacia o en contra de objetos o situaciones. Las actitudes se basan en la creencia y en el afecto. De esta manera se valoran las cosas que nos rodean y pueden agradar o causar rechazo.
Es importante separar los sentimientos y causas del rechazo o aceptación, y destacar lo positivo de un primer sentido de valor. La atracción forma parte del deseo y el interés en algo duradero y no circunstancial. Se distingue el valor intrínseco como la sustancia de las cosas, y extrínseco que no pertenece a la naturaleza propia; el primero refleja la experiencia vivida, y el segundo propicia la realización de otra situación.
La posibilidad del asombro, el ingenio y la metáfora que consolidó la “tarea inventora del hombre nuevo que ve en la obra de arte no un objeto fundado en relaciones evidentes para gozarlo como hermoso sino un misterio a investigar, una tarea a perseguir, un estímulo a la vivacidad de la imaginación”.
Por los datos percibidos se identifica a la actitud, y por las vivencias destaca la postura que se dispone ante la condición de contemplar las cosas. El papel de la memoria, resulta fundamental, porque permite con la experiencia del valor ingresar al conocimiento, y dudar de las situaciones y objetos. Es el objetivo del aprendizaje basado en la transmisión de los valores; “ampliar indeciblemente el campo de lo que se puede pensar”. El saber objetivo vislumbra las cualidades valorativas del juicio de la realidad. La descripción de los datos, hechos, y las informaciones obtenidas representan en las imágenes a prolongación e internalización de las propiedades del mundo.
Aprender para conocer
En este encuentro con la realidad las personas aprenden cuando se plantean dudas, formulan hipótesis, y obtienen conclusiones. Existe cierto temor a lo desconocido, cuando se producen modificaciones y reestructuraciones en su conducta. Es necesario que se conciba al alumno como una totalidad, y entienda al aprendizaje como un proceso; sobre todo que parta del reconocimiento de la complejidad del ser humano. Por lo cual, en las prácticas pedagógicas, se proyecta la concepción del ser humano, mediante el aprendizaje, vinculado a la realidad.
El aprendizaje grupal implica ubicar al docente y al estudiante como seres sociales, integrantes de grupos; buscar el abordaje y la transformación del conocimiento desde una perspectiva de grupo; valorar la importancia de aprender a interaccionar en grupos, y a vincularse con los otros, Aceptar que aprender es elaborar el conocimiento, ya que éste no está dado ni acabado. Implica considerar que la interacción y el grupo son medio y fuente de experiencias para los sujetos que posibilitan el aprendizaje.
Dentro de la relación profesor-alumno es fundamental obtener una capacidad crítica y las acciones correspondientes para modificar, nuestras actitudes que incidan en los procesos sociales. La participación de los alumnos es decisiva ya que durante el proceso de aprendizaje “enseñan”, es decir intervienen en los procesos de aprender de aprender del profesor, y en la búsqueda de aprender para conocer.
Aprender para hacer
Las características del proceso enseñanza-aprendizaje permiten el análisis del proceso enseñanza-aprendizaje que se refiere a los contenidos. El examen de las condiciones que se representan en el aprendizaje. La exploración de la importancia del trabajo grupal. Por su parte, la evaluación en su dimensión grupal implica todo un replanteamiento del aprendizaje. En el trabajo grupal se propician actitudes que ponen en juego mecanismos de defensa, tales como: racionalizaciones, evasiones rechazos a cumplir con las tareas.
Debe ubicarse una metodología que deberá llevarse a cabo frente al grupo, en donde se razona la realización de un análisis de expectativas de los participantes en el curso, taller o seminario; para diagnosticar intereses y aspiraciones y compartir el logro de los objetivos del curso. Además de tomar en consideración el horario, asistencias como criterios de acreditación. Al mismo tiempo, se presenta la explicación del programa, tareas, metodología del trabajo, responsabilidades de los participantes y del coordinador, etc. La evaluación debe revisarse constantemente durante el curso. El propósito de cada sesión es revisar lo más importante del logro de los aprendizajes.
Después de varias sesiones o bloque también se efectúa la revisión y reflexión del trabajo grupal. Al término del curso se recomienda realizar una recapitulación como un balance de carácter general. La evaluación final va de acuerdo al proceso grupal que se fundamenta con: la autoevaluación, la evaluación del grupo, los participantes, el coordinador, y en lo relativo con los aprendizajes. Se lleva a cabo un análisis con las siguientes preguntas: ¿Qué aprendizajes de los que se plantearon se alcanzaron? ¿Qué aprendizajes de los planteados no se alcanzaron? ¿Qué aprendizajes no planteados en el programa consideran que se alcanzaron? ¿Qué factores propiciaron la consecución de aprendizajes?
La evaluación privilegia el aspecto formativo cuando se exponen y discuten la elaboración de trabajos. La evaluación de la experiencia grupal es un proceso de enseñanza-aprendizaje que tiene como meta que alumnos y profesores valoren la conciencia de que se adquieren nuevas situaciones de aprendizaje.
El aprendizaje a vivir juntos
La docencia como práctica educativa necesita ser evaluada. En ciencias sociales la evaluación es particularmente difícil. La observación del profesor participante permite describir, explicar y analizar situaciones. El profesor convierte su indagación en una investigación activa. El valor que tiene la observación participante radica no solo en el tipo de datos que aporta, sino en el hecho de ser una metodología de interacción, de vinculación con la práctica educativa y docente que establece las bases para el uso de otros instrumentos de recopilación de datos.
La investigación de la práctica educativa por parte del docente, es un proceso encaminado a la descripción, explicación y valoración de todo aquello que sucede en el aula. Requiere de un estudio técnico de los comportamientos sociales implicados en la enseñanza. Los factores esenciales en la investigación participativa aplicada a un proceso de grupo son: la participación es un proceso importante de desarrollo personal y social; la investigación participativa que está orientada a procesos reales de transformación es parte fundamental del proceso educativo.
Dicho análisis es una condición necesaria en la investigación participativa porque se acompaña de ciertas cualidades: Que sea descriptivo, dialéctico, crítico, histórico, biográfico, y autoevaluativo. La entrevista puede ser de dos tipos: abierta donde el entrevistador tiene libertad para hacer las preguntas, existe flexibilidad, posibilita una investigación más amplia. En la cerrada ya están previstas las preguntas, el entrevistador no puede alterar el orden. La entrevista en situaciones de evaluación es para obtener información muy valiosa respecto a las expectativas del alumno y del grupo.
El análisis de situaciones grupales detecta aciertos o desaciertos que se suscitan en el grupo, como conflictos, evasiones, resistencias, etc. Que se aborde y ofrezca la oportunidad de que en la medida en que coadyuve a mejorar el proceso puede resultar una experiencia provechosa de solución. La acreditación tiene que ver con los aprendizajes más importantes en un programa; se concreta a partir de la elaboración del currículo. Se trata de hacer una selección de conocimientos y las habilidades que se pretende promover en el estudiante.
. Planear la acreditación significa llevar a cabo un análisis de los objetivos terminales de un curso y de esta acción deriva necesariamente la determinación de un conjunto de evidencias de aprendizaje, las cuales pueden asumir características como exámenes, trabajos, ensayos, reportes prácticas, investigaciones de campo, etc.
¿Cómo planear las características que debe reunir el resultado de aprendizaje? ¿Cómo definir los criterios de apreciación y cómo abordarlos con el grupo a fin de que la acreditación posibilite algunos elementos de la evaluación del mismo proceso de aprendizaje? La evaluación y la acreditación son conceptos complementarios.
Algunos instrumentos en plan de acreditación de los aprendizajes: Examen a libro abierto. Este tipo se aplica muy poco, sin embargo, se utiliza para practicar una evaluación cualitativa capaz de canalizar creatividad, juicio crítico y manejo de material bibliográfico. Bajo la concepción del aprendizaje grupal el alumno puede optar por trabajar en equipo, para resolver un problema.
Examen temático o de composición. Técnicamente este tipo de examen es difícil de construir. Ya que la calidad de estas pruebas depende del manejo de la información, de cómo hacer un planteamiento, aplicar principios, leyes, normas o nuevas situaciones para fundamentar el pro y el contra de un argumento. Ensayo, mediante este producto se pueden explorar resultados de aprendizaje que implican procesos mentales superiores, expresando ideas o creando propuestas heurísticas.
Se considera que los estudiantes conozcan la precisión del enunciado de las hipótesis, la calidad de los argumentos. Su capacidad de observación. Es un escrito breve en donde el alumno lo expone con mayor libertad para organizar y seleccionar contenido, lenguaje y estilo de redacción, sin seguir un plan riguroso, tiene que tener cierta extensión y sobre todo intentar un poco la originalidad. La personalidad del autor se hace presente en los ensayos de carácter subjetivo, estableciendo así una comunicación directa y casi familiar con el lector, pero en los ensayos objetivos y formales la subjetividad permanece en segundo plano.
Trabajos, este tipo de instrumento proporciona evidencias para: ampliar conocimientos, profundizar en un tema, comparar puntos de vista, desarrollar habilidades y hábitos de investigación. Algunas características técnicas que debe reunir un trabajo con propósitos de acreditación son: la delimitación de las indicaciones que orienten, en términos generales las características del trabajo.
Diversos autores han tipificado de diferente manera los objetivos de aprendizaje, en función del tipo de enseñanza que se pretende lograr. Por ejemplo, se analiza los aprendizajes de tipo cognoscitivo, de tipo afectivo y de tipo psicomotriz. Otros estudiosos destacan el aprendizaje de contenidos, de métodos, habilidades o destrezas, y actitudes y valores.
Con el aprendizaje de los vínculos de socialización se concibe la formación integral del alumno como la esencia de la misión de toda institución educativa. Es indispensable la configuración adquirida por la personalidad del individuo, como producto de los aprendizajes significativos que ha logrado a lo largo de su vida. La descripción de estas cualidades integra la actitud de valorar el razonamiento, que da sentido al aprendizaje.
La formación Integral debe abarcar tres aspectos generales: la tarea de cada profesor consiste en contribuir a la construcción de estos rasgos. La adquisición de la información. El desarrollo de las capacidades, y el desarrollo de la subjetividad, son proporcionadas en todas las escuelas, consiste en tres aspectos fundamentales: adquisición y manejo de información, desarrollo de capacidades, desarrollo de la subjetividad
A veces la información que obtenemos en la escuela es para olvidarla, de hecho se nos olvida. Por lo tanto, se deben conocer los lenguajes y comprender la información para manejarla. El desarrollo de las capacidades es más importante que la adquisición de información. Se adquieren habilidades del pensamiento, destrezas físicas o motoras, por medio de métodos y hábitos.
Con el desarrollo de la subjetividad se adquieren actitudes y valores. Los objetivos de aprendizaje de cada materia, corresponde a los objetivos de aprendizaje y qué aspectos se deben de tomar en cuenta para redactarlos. Para conocer, comprender y manejar los contenidos. Conocer es el primer nivel del aprendizaje informativo, se refiere al conocimiento de cosas, hechos, contenidos, ideas, que existen o existieron, sin llegar a una mayor profundización o comprensión de los mismos.
El aprendizaje de tipo memorístico se ubica dentro de este nivel. La exposición magisterial es básica para que los alumnos tengan este primer contacto con los contenidos o información del curso. Aunque también es posible, y recomendable, que este empalme se complemente a través de otros medios, como lecturas directas, audiovisuales, asistencia a conferencias, películas, y otras propuestas.
El segundo nivel del aprendizaje informativo se refiere a la comprensión a fondo de los contenidos o ideas que se están viendo en el curso. Para lograr una mejor comprensión en los contenidos, es preciso complementar las exposiciones con otras técnicas de trabajo; por ejemplo, con la técnica de interrogatorio, que ayuda a detectar y evaluar los niveles de comprensión. Con los temas en que hay dudas o lagunas significativas, el docente detecta y ubica el nivel de aproximación en la valoración.
El tercer nivel del aprendizaje informativo se refiere al manejo de los contenidos, y se les pide a los alumnos que redacten un ensayo sobre un tema o que expongan ante el grupo una visión general del mismo; se les está pidiendo que demuestren que pueden manejar esos contenidos, para lo cual es indispensable que los hayan entendido previamente. El profesor detecta cuando el alumno es capaz de utilizar los conceptos en un discurso propio o avanza sobre la técnica expositiva. Los objetivos de la formación son, como ya se mencionó: conocer, comprender y manejar la información.
La escuela no está solo para informar, sino también y sobre todo para formar. En el nivel básico (preescolar y primaria), esta distinción es muy clara, ya que el niño, además de aprender a leer, a sumar y multiplicar, va a formar y estructurar su personalidad a través de la interacción con sus maestros y compañeros, mediante de las normas de la vida escolar. Cuando se conocen, comprenden y manejan estas normas, métodos y procedimientos, el estudiante ejercita sus habilidades y destrezas
Se debe recurrir a la herramienta necesaria para obtener; proceder y manejar la información, que es el lenguaje. Por ejemplo, para Vigotsky , el dominio del habla es el proceso psicológico superior que distingue el desarrollo específicamente humano. En cambio Piaget, analiza la capacidad de asimilación que está determinada en gran medida por la capacidad del manejo de la lengua. Para Bruner el principio narrativo descansa en el dominio de la lengua.
El aprendizaje consiste esencialmente en la categorización que ocurre para simplificar la interacción con la realidad y facilitar la acción. La categorización está estrechamente relacionada con procesos como la selección de información, generación de proposiciones, simplificación, toma de decisiones, construcción y verificación de hipótesis. El aprendiz interacciona con la realidad organizando las entradas según sus propias categorías, posiblemente creando nuevas, o modificando las preexistentes. Las categorías determinan distintos conceptos. Es por todo esto que el aprendizaje es un proceso activo, de asociación y construcción.
Otra consecuencia es que la estructura cognitiva previa del aprendiz, sus modelos mentales y esquemas, es un factor esencial en el aprendizaje. Ésta da significación y organización a sus experiencias y le permite ir más allá de la información dada, ya que para integrarla a su estructura debe contextualizarla y profundizarla.
Para formar una categoría se pueden seguir estas reglas: definir los atributos esenciales de sus miembros, incluyendo sus componentes esenciales; describir cómo deben estar integradas sus componentes esenciales; definir los límites de tolerancia de los distintos atributos para que un miembro pertenezca a la categoría. Bruner distingue dos procesos relacionados con la categorización: aprender los distintos conceptos, e identificar las propiedades que determinan una categoría.
Sin el conocimiento y manejo del lenguaje, no sería posible el acceso de la persona a los aprendizajes En las instituciones de educación superior no se trabaja ni se estudia mucho, sino que, muchas veces, se piensa que informar es formar: que si el alumno sale informado, por consecuencia sale también formado.
¿Qué entendemos por formación? Al señalar los objetivos formativos de aprendizaje, tiene relación con la formación intelectual, humana, social y a la profesional del estudiante. La formación intelectual se refiere a la adquisición de métodos, habilidades o destrezas, actitudes y valores de tipo intelectual. Es el ámbito de la razón, entendimiento, y el pensamiento.
Dentro de esta formación intelectual podemos incluir objetivos como los siguientes: que el alumno aprenda a pensar, razonar, analizar, sintetizar, deducir, abstraer o inducir; leer y comprender lo que lee, que sepa resumir y esquematizar.
Aprenda a preparar exposiciones, a exponer sus ideas; expresar sus ideas por escrito, clara y correctamente; investigar, experimentar, comprobar o refutar sus hipótesis. Discutir con otros, fundamentar lo que dice, aceptar las ideas de los demás, a modificar su posición cuando deba hacerlo; que le guste aprender.
El profesor se lo plantea como parte de su plan de trabajo, y los toma en cuenta como guías y orientadores al momento de elaborar su planeación didáctica. Uno de los mayores defectos de la educación superior es el ser extremadamente expositiva. Al ver la lista de los posibles objetivos encaminados a la formación intelectual, es patente que la técnica expositiva, por sí sola, es incapaz de siquiera acercarse al logro de este tipo de objetivos. El profesor que se los plantea como parte de su proyecto docente tiene que usar otras técnicas o recursos más útiles. Con este tipo de objetivos formativos, no se lograrán introduciendo otros contenidos durante el curso escolar, sino mediante la manera de trabajar los puntos incluidos en los planes de estudio.
Aprender a ser
Uno de los objetivos formativos trascendentales es el que se refiere a la formación humana del estudiante. Se basa en la adquisición o el fortalecimiento de actitudes y valores por parte del alumno como persona con una potencialidad en proceso de desarrollo. Dentro de esta formación humanista se incluyen objetivos como fomentar la honestidad, el sentido de responsabilidad, el valor civil, el sentido de justicia, la búsqueda continua de la verdad: que el alumno respete a los demás compañeros y docentes. Hay que promoverle una actitud de superación continua: que busque hacer bien las cosas con espíritu de profesionalismo; suscitar la búsqueda de la calidad y la excelencia.
Con estas perspectivas se descubre la diferencia entre el entendimiento y la comprensión. La dignidad para aprender a hacer como vinculo de la formación profesional. El aprender a vivir juntos como el descubrimiento del otro en los proyectos comunes en la vida. Aprender a ser representa el desarrollo global del cuerpo y la mente. No obstante resulta imprescindible volver a insistir en el aprender a convivir para alcanzar el triangulo del hacer, participar y llegar a reconocer de lo que somos capaces a partir del ser.
Conclusiones
En los cuatro pilares de la educación se perfila la estructura del conocimiento por la adquisición de los instrumentos críticos de la comprensión para influir en la sociedad, y participar y cooperar en las actividades humanas. Aprender a ser significa mejorar la personalidad, la autonomía de juicio y de responsabilidad personal.
A través de la comprobación de los objetos destacan las cualidades y aparecen las carencias que son reales. Desde esta actitud se aproxima a la parte esencial de la cultura y la educación para comprender el mundo, y principalmente a tomar la decisión de participar en la construcción del conocimiento.
Cada persona descubre sus deseos y necesidades para crear un proyecto de vida, o aceptar la construcción de una imagen ideal como identidad personal. Hay que intentar la representación de comprender el aprendizaje y la enseñanza para abrir el diálogo con posturas diferentes, plurales y transparentes. Desde el punto de vista impersonal entender el interés general.
Los valores se transmiten por la educación y la cultura; logran llamarse superiores. Se puede transferir y ser imitados, son incontrovertibles, pueden revisarse y permiten comunicarse a la sociedad. El encuentro o descubrimiento de nuestros valores ciudadanos significa la revelación de que todas las personas podemos participar en el ámbito público.
Hay que aportar los elementos que perfilan los valores y normas que impulsan la representación de cada persona en la sociedad. Donde las virtudes privadas se transforman en públicas, y es el espacio en el que está el bien común. Con su proyección se legitiman los preceptos y leyes. Los valores que dan sentido a la vida respaldan la educación y la cultura. El origen social y cultural de la conducta individual y colectiva del sujeto es solo un ejemplo del fenómeno de la internalización de normas y valores que representan la preservación, desarrollo y evolución de la sociedad.
Bibliografía:
Bauman, Zygmunt, El arte de la vida, Paidós, Barcelona, 2009
Canañes Vidal, F., Textos de los grandes filósofos, Herder, Barcelona, 1979
Eco, Umberto, Obra Abierta, Planeta, Barcelona, 1984
Gadamer, Hans-Georg, La actualidad de lo bello, Paidós, Barcelona, 1991
Kant, Emmanuel, Crítica del juicio, Espasa-Calpe, Madrid, 1998
Frondizi, Ensayos filosóficos, Fondo de Cultura Económica, México, 1986
Villoro Luis, El poder y el valor, Fondo de Cultura Económica, México, 1997
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