viernes, 15 de enero de 2016

Editorial


Bienvenido 2016

Una buena manera de iniciar 2016 es dar la bienvenida a dos escritores, integrándose al equipo de colaboradores: Ana Marcela Montero Aldana, autora de varios libros, entre otros El petirrojo y el cristal mágico, y; el poeta martinense Carlos Morgado Zárate. Tlanestli desde hace más de un lustro ha tenido como Misión constituirse en foro de expresión literaria, educativa y cultural abriendo sus páginas a escritores noveles y consagrados, sometiendo a criterio de sus lectores la creación literaria, tal vez más que para un crítica, el propósito sea buscar promover, incentivar los dos procesos necesarios para el desarrollo social: escribir y leer.
El sentimiento y emoción integran la edición, en lo poético: Manuel Gámez Fernández, Eliana Cervantes Castillo, Xitlalli Domed, poetas; Poesía, ensayo, cuento y en general la narrativa son formas de expresión para satisfacer esa necesidad de comunicación del ser: Raúl Hernández Viveros, Ángel Rafael Martínez Alarcón, Víctor Manuel Vásquez Reyes, R. Romero, Alberto Rafael León Ramos y Gilberto Nieto Aguilar comparten aquí: ideas, formas de pensar abordando algunos problemas sociales inherentes a la educación o economía, también aspectos existenciales del individuo: insensibilidad…

Con la esperanza de contribuir desde este ámbito literario, en la creación un ambiente de esperanza, solidaridad, respeto, cordialidad se edita este primer ejemplar del naciente año invitando a nuestros lectores sugieran, propongan o sencillamente envíen sus comentarios directamente al sitio electrónico tlanestli.blogspot.com, al correo tlanestli_amanecer@hotmail.com apoyando así esta labor editorial: Feliz año 2016.

El velorio


R. Romero
Apenas podía dibujarse una sonrisa sarcástica, es más, solamente se adivinaba, una irónica y sombría sonrisa llena de odio y aversión, paradójicamente llena de sinceridad.
La hipocresía me parecía repugnante, decenas de caras, rostros de abnegación fingida, de dolor simulado o evocado por otros problemas, posiblemente banalidades a las que somos tan afectos, por todos lados actitudes similares.
Esa representación tan grotesca y encima de eso un féretro tan fino con el valor de medio año de mi salario… que asco, que terror… Dentro de éste un cuerpo de un ser que parecía plastificado, una cara llena de arrugas en el cual fácilmente se podía leer una vida tormentosa llena de angustias y decepciones.
Era una verdadera fiesta de voluptuosos y sinvergüenzas, de descarados mezquinos, mujeres hermosas con el cabello recién peinado y maquillaje exagerado, perfumes caros, ropa fina, comida y bebidas cargadas de azúcar, café rancio a manera de broma.
Lo único que brillaba en aquel espectáculo infernal eran esas flores blancas, infelizmente cortadas para ser vendidas a esos pedazos de seres descritos.
Avanzaba con paso firme y tranquilo entre la multitud, llegué a un punto a unos tres metros de distancia de la gente y una carcajada se escapó de lo más profundo de mi ser, todos voltearon asombrados, consternados, seguramente porque sabían que había descubierto el fraude en su comportamiento, poco a poco caminé hacia el féretro y cada paso retumbaba por el tacón de cuero de mis zapatos, mi sonrisa se tornó evidentemente maléfica, y de pronto comencé con tono arrullador «pobre señora, que suerte que ya se fue» cambiando la entonación resalté «¡la tía merecía morir!» … todos impactados me prestaban atención petrificados, y señalándoles con un dedo trémulo que apuntaba de lado a lado subí poco a poco la voz, llegando a una intensidad donde les gritaba «¡que repugnantes, que hipocresía, que asco, me da tanto asco que comparta sangre con ustedes malditos miserables, arpías indecentes, la dejaron morir de hambre mientras en su loca rapiña no dejaron ni un libro!» ya con voz aflautada y burlona reprochaba «y ahora compran una caja con estos hermosos detalles, miren, miren a la tía» levanté bruscamente la tapa y un hombrecillo saltó sobre mí, no alcanzó a tocarme cuando le asesté un puñetazo que le llevo al suelo «¡pobre imbécil!»  «¡No te dan asco a ti también tía, no te da asco tener reunida a tanta gente que no veías desde hace décadas! ¡A unos ni siquiera los conoces jajajaja!» reía estrepitosamente y mis ojos relampagueaban «¡que inmundos pueden resultar algunos seres!» jadeaba en ese momento mientras apretaba los puños.
Desquiciado empujé el féretro contra la pared y cayó de esa base tan extraña, la tía rodó por los suelos, gritos de mujeres y brazos me sujetaban sin ni siquiera darme cuenta en qué momento se acercaron.


« »

Los pensamientos se abultaban, apenas podía contener la euforia por dentro aunque aparentemente denotaba estar completamente sereno, reflexionaba dibujando palabras con los labios «¿Será eso la envidia? ¿La ira por no poder ser como ellos?» 

Poesías para Liz


Manuel Gámez Fernández

Todas las sonrisas

Me acuerdo que vimos los dos el arco iris a lo lejos
Como un pedazo de sueños
Lo vimos desde el auto bajando de los cerros
Y nos sentimos felices como una sonrisa
Hoy pienso en cada momento contigo saltando en la existencia
Atravesando los arroyos de una tarde amorosa
O de un amanecer amarrados en sueños de arena
Hicimos el amor sobre el hielo cuando éramos focas
Y nos besamos volando en el aire siendo mariposas
Un día se rompió la cama de nubes donde te amaba
Y el cielo cedió para sonreír con nosotros
Éramos novios o amantes o solo nos encontramos
En el patio de nuestra verdad
No lo sabemos
Todas las sonrisas nos señalaron el camino del amor
Que nos revela un destino de sentimientos engarzados..


Taciturna princesa

Vuelvo los ojos al ayer cabalgando
A la sombra de una torre de fuego
Donde se incendian las paredes
Donde las nubes son rojo celofán
Donde hay música que se consume en el humo
Donde tiemblan las flautas
Y las cítaras tiernas se aman
Donde es capaz la golondrina de anidar
En una nube de invierno
Donde la soledad tiene ojos de luna
Vuelvo los ojos para encontrar los tuyos
La inmensa laguna de sentires
La poza inmensa que guarda toda luz que calla todo.

Si en el amplio verdor del campo estás ya dibujada
Y las olas del arroyo te nombran
En cada tropiezo cuando avanzan
Y en la grandeza del amor surges como una dama
Y los cantares de joven te sujetan
Pequeño ser que atas tus alas de ángel incierto
Jovencita adorada por los gorriones y los petirrojos
Princesa del silencio
Princesa taciturna
Mujer que escucha
Las olas inmensas de sus sentimientos
En busca del amor verdadero.


Por eso

¡Por eso no me gusta que te alejes¡
¡Porque pierdo la luna!
¡Me vuelvo ciego!
¡No miro más el cielo!

Mi corazón laguna
De lágrimas celestes
Tiembla y tristea
Mis pensamientos viajan lejos
Y aunque ya no te vea
Te llamo y te presiento.

Y mis ojos sin sueño
Abiertos y perplejos
Te cubren de besos.


Búscame

Búscame en tu memoria
Sediento de ti
Búscame aprisionado en laberintos de miradas
Muerto en tus manos
Acércame a tus labios transparentes
A tu pensamiento de espacios vítreos
Escúchame en tu sueño como si bajara de una campana
No me olvides ni un nanosegundo
Ni siquiera porque ya me olvidaste
Mejor desátame de estos crueles pensamientos
Y dime que me quieres como yo
Ahora te quiero..


Cofradía

Entre tú y yo existe una cofradía.
Podemos herirnos un día
Pedir por internet que nos alivien el alma
Buscar un corazón que sea marítimo
Abrazarnos para no tener miedo
Caer dormidos en murales de sueños amorosos
Cortarnos a navaja los pensamientos
Incendiar cada mañana el amanecer
Y como un milagro descubrir que somos seres unidos
Inseparables amorosos sin retorno.

Podemos ignorarnos media nube y regresar al cielo
Porque la necesidad de amarnos nos incendia
Y forma atardeceres.

Entre tú y yo
La cofradía que tenemos
Nos inunda de anhelos.


Temerosa Odisea

Cabalgar como un loco
Ser un jinete en corcel desbocado
Volar a las estrellas
Salir del corazón de la roca y explotar.

Amar, amar como un desesperado
Forzar el corazón hasta quemar la huella de la mano.

Comer arena y cales
Ser hombre de alma fósil
Y dura materia de soles.

Ser el cuidador de todos tus sueños
El que viaja en cada línea de tus dedos
El que está libre de miedos.

Ser el orador de tus plegarias
El que solo te adora y te desea
El que se multiplica para que lo veas
El que enciende su cuerpo como tea
Temerosa odisea.


Gonzalo Aguirre Beltrán, 1908-1996; a 20 años de su muerte



Ángel Rafael Martínez Alarcón


El calendario cívico veracruzano del mes de enero, tiene un número importante de efemérides luctuosas de veracruzanos distinguidos: académicos, políticos, escritores. Para empezar un tres de enero de 1993, fallecía en el puerto de Veracruz, el escritor xalapeño Sergio Galindo, (1926-1993) Fundador de la editora de la Universidad Veracruzana, en tiempo del rector Gonzalo Aguirre Beltrán. Para mismo tres de enero del año 2001, muere el ex gobernador de Veracruz, Marco Antonio Muñoz Trumbull, (1914-2001). Un ejemplar gobernador caracterizado por su honorabilidad y honradez, misma que hoy carece la clase política de Veracruz. El cinco del mismo mes fallece el Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán (1908-1996)  otro gran político y rector de la UV que se caracterizó por su honradez y seriedad científica. Un año más tarde muere el arqueólogo Francisco Beverido Pereau (1917-1997) Investigador de la Universidad Veracruzana.
El 23 de enero de 2003, fallece el normalista, antropólogo, historiador y funcionario publico: José Luis Melgarejo Vivanco (1914-2003). Cuando era funcionario del Gobierno del Estado, encabezado por  Antonio M. Quirasco, entre los años 1956-1962, el segundo sexenio en la gubernatura veracruzana, invitan a Gonzalo Aguirre Beltrán para asumir el cargo de Rector de la Universidad Veracruzana, su presencia fue transformadora para nuestra Universidad.

El  viernes cinco de enero de 1996, por la noche dejó de palpitar el corazón de uno de los veracruzanos más universales, don Gonzalo Aguirre Beltrán, sólo faltándole quince días para cumplir ochenta y ocho años de haber nacido. Su lamentable deceso ocurrió en las instalaciones del Centro de Especialidades Médicas de la ciudad de Xalapa, los motivos propios de su edad, sólo un par de horas estuvo ingresado. Cabe destacar que su última actividad fue presentarse a trabajar en sus oficinas del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social en la unidad Golfo, localizadas en la calle de Antonio Nava y las avenidas Encanto y Lázaro Cárdenas; uno de las últimas instituciones fundadas por él. Donde tuve el gran privilegio de ser uno de los últimos becarios, para escribir la tesis de licenciatura en historia, y obtener el grado académico expedido por la Universidad Veracruzana.
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            El Doctor Gonzalo Aguirre Beltrán, nació el 20 de enero de 1908, en los últimos años de la dictadura del General Porfirio Díaz; en la ciudad de Tlacotalpan de Díaz, pues el héroe del dos de abril de 1867, en camino de buscar la presidencia de la República, tuvo una agradable estancia en el pueblo de Tlacotalpan, en compañía de su familia, donde también nacieron un par de hijos del matrimonio de Porfirio Díaz y su esposa sobrina  Delfina Ortega. Con esos antecedentes la Tlacotalpan, fue una de las ciudades consentidas del dictador Porfirio Díaz.
Hijo del médico Gonzalo Aguirre Beltrán, su padre fue un destacado médico originario de Otatitlan, en la Cuenca Baja del Papaloapan. El médico Aguirre Beltrán ejerció su apostatado médico con pasión y gran entrega en favor de los más necesitados de un entorno. A su muerte los pobladores de la Cuenta del Papaloapan, le honraron levantando un busto a su recuerdo en el parque principal de la ciudad Tlacotalpan, a don Gonzalo Aguirre Beltrán, padre y también médico; sin duda el primer maestro de Gonzalo, hijo.
            En un homenaje al Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán, en la Escuela Técnica Tres de la ciudad de Xalapa, una adolescente le preguntó al homenajeado cómo había sido de niño; don Gonzalo respondía con la gran sencillez que le caracterizaba: un niño muy enfermizo, por haber nacido en el trópico humedad mexicano, pero que gracias a los cuidados de su padres, logró sobrevivir a más de ochenta años.
            Por obediencia y amor a su padre, siguió la carrera de medicina en la Universidad Nacional de México, justamente en los años de la lucha por la autonomía en 1929, un par de años más tarde egresa de la Universidad Nacional Autónoma de México, con el grado de médico. El año de interno lo realiza en la cuidad de Huatusco, en el centro de Veracruz, en la región cafetalera por excelencia. Estancia que marcaría su vida personal como profesional, ahí contrae matrimonio .
Su obra escrita fue vasta:
El Señorío de Cuauhtochco. Luchas agrarias en México durante el Virreinato. Primera edición, Ediciones Fuente Cultural, México, 1940. La población negra de México. Estudio etnohistórico. Primera edición, Ediciones Fuente Cultural, México, 1946. Problemas de la población indígena de la Cuenca del Tepalcatepec. Primera edición, Editorial Instituto Nacional Indigenista, México, 1952. Instituciones indígenas del México actual (en colaboración con Ricardo Pozas) Primera edición, Editorial Instituto Nacional Indigenista, México, 1954.•Programas de salud en la situación intercultural. Primera edición, Editorial Instituto Indigenista Interamericano, México, 1955.  El proceso de aculturación. Primera edición, Editorial Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1957. Cuijla. Esbozo etnográfico de un pueblo negro. Primera edición, Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 1958. La universidad latinoamericana y otros ensayos. Primera edición, Editorial Universidad Veracruzana, Jalapa, Veracruz, 1961. Medicina y Magia. El proceso de aculturación en la estructura colonial. Primera edición, Editorial Instituto Nacional Indigenista, México, 1963. Regiones de refugio. El desarrollo de la comunidad y el proceso dominical en mestizo América. Primera edición, Editorial Instituto Indigenista Interamericano, México, 1967. Traducción al inglés, Editorial The Society for Applied Anthropology, Washington, 1979. Teoría y práctica de la educación indígena. Primera edición, Editorial Secretaría de Educación Pública, México, 1973. Obra polémica Primera edición, Editorial Casa Chata, México, 1976. Lenguas vernáculas. Su uso y desuso en la enseñanza. La experiencia de México. Primera edición, Editorial Casa Chata, México, 1983.
Antropología Médica. Sus desarrollos teóricos en México. Primera edición, Editorial Casa Chata, México, 1986. Zongolica: Encuentro de dioses y santos patronos. Primera edición, Editorial Universidad Veracruzana, Jalapa 1986. Crítica antropológica. Hombres e ideas. Contribuciones al estudio del pensamiento social en México. Primera edición, Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 1990. Pobladores de Papaloapan. Biografía de una hoya. Primera edición, Editorial Casa Chata, México, 1992. El negro esclavo en Nueva España. La formación colonial, la medicina popular. Primera edición, Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 1994. El pensar y el quehacer antropológico en México. Primera edición, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, 1994. Cuatro nobles titulados en contienda por la tierra Primera edición, Centro de Investigaciones y Estudios en Antropología Sociales, México, 1995.
            El Fondo de Cultura Económica, el Instituto Nacional Indigenista (INI), la Universidad Veracruzana (UV), el Gobierno del Estado de Veracruz (GEV) y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS)   en 1992, publican  una colección de 15 volúmenes denominada Gonzalo Aguirre Beltrán. Obra Antropológica.
            Su actividad de funcionario público la inicia como Director de la Dirección General de Asuntos Indígenas, Secretaría de Educación Pública, 1946. Director del Centro Coordinador Tzeltal- Tzotzil, Instituto Nacional Indigenista, 1951. Rector de la Universidad Veracruzana, 1956. Diputado al Congreso de la Unión, 1961. Director de Instituto Indigenista Interamericano, 1966. Subsecretario de Cultura Popular y Educación Extraescolar, Secretaría de Educación Pública, 1970. Director del Instituto Nacional Indigenista, 1970. Delegado General de la Secretaría de Educación Pública en el Estado de Veracruz, 1978. Así como su carrera de científico social en varias instituciones educativas del país.



Adentrándome a las olas del amor.


Eliana Cervantes Castillo

La entrega absoluta hacia
Los amores pasajeros es como el
Vaivén de los vientos de una
Surada o una Tormenta en alta mar
Cuando es algo tan intenso vale la
Pena ser un náufrago en islas desiertas.




Miradas color rosa
Dos señoritas plenamente capaces de amar
Y cautivar a cualquier caballero
Decidieron sin palabras caer en un hechizo,
Fue tan fuerte su atracción tan implacable su deseo
Que tan solo el mirarlas causaba pánico a la sociedad
Pero en su mundo que era tan ajeno a los demás
Escribieron su propio cuento con todo
Y su encanto.