miércoles, 3 de febrero de 2016

Editorial


Misericordia

Se exageraría al afirmar necesidad de fe y esperanza hoy más que nunca constatándose esta aseveración al releer el Eclesiastés Capítulo I: "Lo que fue, eso mismo será;  lo que se hizo, eso mismo se hará:  ¡no hay nada nuevo bajo el sol!" y ante acontecimientos de tiempos actuales, similar a otros también difíciles, la fortaleza se obtiene en esos valores teologales sin importar época ni qué religión se profese.
Contra toda opinión y con todas las controversias, debates, la fe católica forma parte de la cultura mexicana y la visita del Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, originario de Buenos Aires Argentina, consagrado a la Compañía de Jesús, sucesor de Benedicto XVI y jefe del estado Vaticano, indudablemente fortalecerá la fe y esperanza de millones de compatriotas, y gente que se dará cita en la visita a nuestro país.

Entre sus diversas decisiones y acciones debe subrayarse la convocatoria a celebrar el año de la misericordia: El Pontífice de la iglesia católica, latinoamericano, anunció el Año Santo así: “queridos hermanos y hermanas, he pensado a menudo en cómo la Iglesia puede poner más en evidencia su misión de ser testimonio de la misericordia. Es un camino que inicia con una conversión espiritual. Por esto he decidido convocar un Jubileo extraordinario que coloque en el centro la misericordia de Dios. Será un Año Santo de la Misericordia, Lo queremos vivir a la luz de la palabra del Señor: 'Seamos misericordiosos como el Padre'”. Evidentemente la misericordia va más allá de lo teológico, es un reclamo social ante  la realidad. Deseable sea escuchada la propuesta en aras del bien común, y bienvenido el mensaje por venir.

Idilio en un cementerio


Emilio, los  chistes y la muerte
Fabio Morábito

                                           
                                                            Aurora Ruiz Vásques
Con el fin de seleccionar nuestra próxima lectura, daremos al libro de Fabio Morábito Emilio, los chistes y la muerte, una hojeada y ojeada veloz,  para tener una idea general del tema y su tratamiento.
Fabio Morábito nació en Alejandría (1955), Egipto, hijo de padres italianos, por lo que permaneció en Milán y su idioma materno es el italiano, A la edad de quince años, llegó a  la ciudad de México para radicarse en este país, donde permanece. Desde luego, a esa edad tuvo que aprender el español, y empezó a escribir poesía, ensayos, cuentos que es lo que más le atraía. Y lo demuestra sus tres libros de cuentos (La lenta furia, La vida ordenada y Grieta de fatiga); todos en español. También se dedicó con éxito a las traducciones. Siendo ya poeta y cuentista consagrado, se atrevió al cambio, y comenzó  a experimentar con la novela, donde avanza suavemente con seguridad. Toma la novela no como un cuento extendido   sino extenso, no abultado artificialmente, y escribe la obra Emilio.los chistea y la muerte que salió en España (2009). Está dividida en tres capítulos breves y concentrados. Resulta una novela  erótica de iniciación o de aprendizaje que me  recuerda Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco, El lector de Bernhard Schlink y alguna otra.
 Narra la historia de un niño de doce años, Emilio, que deambula por un cementerio memorizando los nombres de los muertos y jugando al creer registrar  chistes con su detector de chistes. En sus recorridos por el Cementerio, al cual asiste con frecuencia, pues está de vacaciones, cerca de su casa y no tiene amigos con quien pasear, se encuentra con una mujer fantasmagórica de 40 años, Eurídice, que hace seis meses  perdió un hijo de la misma edad que él, y que también con frecuencia lleva margaritas a la tumba de su hijo, estableciéndose una relación poco común entre ellos, maternal ─ erótica. Emilio, es inocente, es muy apegado a su madre a la que todo le cuenta.  Y asiste al cementerio como a un parque a distraerse en memorizar los nombres de los muertos. La señora de las gafas oscuras, vestida de negro,  Eurídice, le atrae, la busca, la espera. Ella lo abraza, lo besa y lo conduce a espacios solitarios del Cementerio casi en ruinas, lleno de maleza y de bosque, con  pretexto de que la acompañe a buscar un lugar para orinar. Ella casi se desnuda sin importarle que Emilio pueda verla. Más adelante se sientan simulando que se lastimó un pie, se quita las medias mostrando sus muslos carnosos, Emilio enrojece. Ella lo invita a acariciarle los tobillos.
En los diálogos que surgieron con la señora, le preguntó cómo se llamaba él y le contestó que dentro del cementerio no podía decir su nombre, porque no lo había encontrado en los nichos y los muertos lo llamarían para morir. La señora le contestó que ella si podía decir su nombre porque  ya lo había visto.
─”Sí, vi su nombre en el bloque trece o en el catorce…no, en el catorce. Es el tercer nicho de la penúltima hilera.de derecha a izquierda: Eudídice Lozano.
─Me estás tomando el pelo, no puede ser que te acuerdes con tanta precisión.
─Tengo una memoria por arriba del promedio.
Cuando un nombre me llama la atención puedo recordar exactamente dónde lo vi.
Ella lo observó  algo intimidada.
─¿Y por qué mi nombre te llama la atención?
─Por la historia de Eurídice y Orfeo, cuando él baja al mundo de los muertos para rescatarla.
─¿Se acuerda?
No.
Orfeo amaba a Eurídice ─dijo él─ Ella muere, y los dioses, que quieren mucho a Orfeo le dicen que podrá bajar al mundo de los muertos para traerla de vuelta a la vida, a nadie más le han permitido hacer eso.  Pero le advierten que cuando traiga a Eurídice de regreso, no vuelva la cabeza para mirarla hasta que ella esté a salvo bajo la luz del sol. Orfeo baja al mundo de los muertos y cuando Eurídice lo sigue por el oscuro pasadizo, le entra la duda si ella lo está siguiendo de verdad, gira la cabeza y la pierde para siempre.
─¿Quién te contó esta historia?
La leí, es de la antigua Grecia,” pag. 13-15

Fabio Morábito relaciona la narración con la mitología Griega para  darle mayor interés a la novela.
Los personajes están bien caracterizados responden a su cometido y el ambiente de soledad del cementerio en ruinas, es propicio para encontrar escondrijos ocultos. Aunque Emilio carece de malicia, es un niño todavía.
Todo es simbólico, el encuentro con el monaguillo con cara de niña, representa otra faceta del amor entre los hombres la homosexualidad.

Cuando traspasa el suelo y se adentra al subsuelo donde encuentra la cisterna,  haya el peligro y vive la muerte del albañil que lo perseguía lo ve  flotando en la corriente. Pasa momentos angustiosos en que  pone todo su ingenio para salir adelante con valentía. Sí pudo, sintió que crecía, había superado la etapa  de infante a adulto, creía comprender las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, tenía deseos.
            El lenguaje coloquial que emplea Morábito, es sencillo sin mayores descripciones, metáforas o frases poéticas, siendo él poeta por excelencia. Los diálogos que construye son excelentes, expresivos y amenos.
Morábito generalmente sitúa sus obras en un ambiente sórdido y trata la soledad, la muerte la inocencia y el sexo,  (que no tiene edad) con unos personajes de la vida diaria.
Su prosa se hace simbólica y representativa y yo creo, sea su mayor mérito.

Podríamos seguir contando la historia narrada hasta el final, pero será el propio lector el que descubra, en la prosa aparentemente sencilla, el trasfondo que le confiere Morábito.

La producción literaria de Morábito es vasta:
Ensayos:
El viaje y la enfermedad
El lenguaje materno
Cuentos:
Gerardo y la cama
La lenta furia
También Berlín se olvida
Grieta de fatiga
Los pastores sin ovejas
Cuando las panteras no eran negras.

Morábito, Fabio (2009) Emilio, los chistes y la muerte. Barcelona. España: Fondo de Cultura Económica. Impreso en México.











¿Podemos ser felices?


Silvia Isolda Ramírez Pitta
Ser feliz es una aspiración inherente al ser humano desde siempre, y al dia de hoy permanece vigente. Es posible que, incluso, con  mayor fuerza y necesidad que nunca y más hondamente sentida, a causa de los tiempos difíciles que nos toca vivir.
Hace algunos días tuve la oportunidad de escuchar a Ramón Durón, “El filósofo de Güemez”, en una de sus conferencias acerca de la felicidad, en el auditorio del SNTE. El tema y la forma de abordarlo recibieron grata respuesta de las personas que se dieron cita esa tarde, y que en todo momento mantuvieron la atención y el interés. Precisamente esa reacción en el público, generada en parte por la personalidad del conferencista y acentuada por las temáticas abordadas, es la que me motivó a escribir estas líneas que hoy  comparto con los lectores.
¿Es posible ser felices? Si la respuesta es un si, ¿cómo lograrlo? Temo que para eso no existe una fórmula infalible, sin embargo recuperaré algunas ideas del conferencista, que, salpicadas de mi experiencia como terapeuta, podrían resultar de alguna utilidad para quienes buscan alcanzar la felicidad y compartirla, pues la felicidad se nos da sólo cuando la buscamos sin egoísmo posesivo; no como algo, una cosa; la felicidad es una especie de regalo que se disfruta con los demás. Al margen del contacto con nuestros semejantes, la felicidad es imposible: viéndose en el estanque Narciso satisface su vanidad. Nada más; no podemos decir que sea feliz.
¿Cómo se nos podría impedir la realización de un deseo que vive en lo más íntimo de nuestro ser?
Esa aspiración, ese deseo de nuestro yo profundo, no puede y no debe ser defraudada, pero ya lo dije, ser feliz no es una posesión egoísta, es una posibilidad que debe abrazar a las personas que están cerca de nosotros, a quienes comparten nuestros espacios y nuestro tiempo.
Ramón Durón se refirió a tres cualidades que son características de una personalidad madura, apta para dar y recibir los dones de una vida feliz,
Primera cualidad: Ser agradecidos. ¿Por qué? Y agradecidos,  ¿con quién? Aquí ya hay una alusión a que no estamos solos, a que tenemos que estar agradecidos con alguien a quien se dirige nuestra gratitud. En última instancia, ese Alguien es el  principio universal que lo gobierna todo y al que nos sentimos ligados. Esto no debe extrañarnos, pues este sentimiento lo encontramos incluso en pensadores  ateos , que sienten que la naturaleza es una totalidad y que tenemos que estar agradecidos a la vida, de la que somos, cada uno de nosotros, una pequeña parte.
El que es teísta piensa en Dios; el que ama la naturaleza, piensa en el gran Todo Universal.
El agradecimiento es una forma de reconocimiento profundamente sentido, por algo que hemos recibido gratuitamente. Porque en efecto, las cosas más grandes no las compramos, ni as adquirimos por intercambio, simplemente se nos dan. La vida misma, el afecto de nuestros padres, de la familia, de los amigos; la sonrisa de un niño, la magia de un atardecer, la belleza de un cielo estrellado, la inmensidad del mar… y podríamos enumerar tantas y tantas.
Una segunda cualidad analizada por el filósofo de Güemez  es la solidaridad. Esta forma de ser solidarios se expresa en el abrazo; “un abrazo es estar corazón a corazón”. Por lo tanto es la forma humana por excelencia de acortar la distancia entre yo y el otro. ¿Cuántas veces este gesto fraternal nos ha hecho sentir fuertes y que no estamos solos? Sin duda muchas veces.
En ocasiones no nos atrevemos a ser felices, posiblemente por un sentimiento de culpa que nos acompaña consciente o inconscientemente  y somos nosotros mismos los que saboteamos las oportunidades de alcanzar cierto grado de felicidad.
Otra forma de sabotearnos es aplicar un mecanismo de evasión, por ejemplo el posponerla. Mientras estudio pienso que seré feliz al graduarme; cuando me gradúo creo que la felicidad llegará al momento de tener un empleo; cuando tengo un empleo pongo mi felicidad en la adquisición de un vehículo, una casa o en otras cosas materiales; si tengo sobrepeso, digo que seré feliz al adelgazar; si no tengo una pareja digo que seré feliz cuando me quieran y así sucesivamente. Inventamos tantos requisitos según inventamos nuevas carencias.
Ser feliz es un derecho de todo ser humano; pero no me refiero, claro está a una felicidad absoluta. Tal felicidad no corresponde a nuestra condición. La nuestra es, diría yo, una felicidad episódica, pero aún así, nos servirá para vivir intensamente las cosas bellas y valiosas de nuestra existencia. Encontrar esas cosas, son las oportunidades que debemos aprovechar.
Por último, como tercera cualidad y cuya importancia mayúscula ha sido reconocida siempre el filósofo destacó  el amor, cualidad que de alguna manera engloba, a las otras dos, pero reclama ser descrita en algunos de sus caracteres más específicos. Afirmó Ramón Durón: “el amor es la fuerza del bien que todo lo puede y todo lo transforma”. En otra parte de su plática, precisó: “Hacer las cosas con pasión.” Se entiende que pasión, en el contexto de sus ideas, no es lo que normalmente entendemos por el término, sino la capacidad de comprometernos con todo lo que somos, cuando luchamos por cosas por las que vale la pena luchar.
A las ideas del filósofo yo añadiría: la capacidad de valorar todo lo que somos y todo  lo que poseemos, en lugar de  acentuar nuestras carencias.

Como han visto los lectores, para el filósofo de Güemez, es posible ser felices. Los que creen en la otra posibilidad, la de no serlo, la de aceptar que hemos venido sólo a sufrir y a padecer, éstos, no requieren razones para argumentar en favor de esta hipótesis negativa.

La nota que desapareció de la libreta


Gilberto Nieto Aguilar
Mientras saboreaba un café, en la mesa contigua un grupo de maestras de primaria discutían algunos asuntos relativos a su trabajo. Había palabras y expresiones que a cada rato repetían, como “planeación”, “estrategias didácticas”, “portafolio de evidencias”, “planeación argumentada”, “ambiente escolar y de aula”, “estilos de aprendizaje”, “apoyo de los padres”, y algunas otras que quizá se me escapan en este momento. 
Les escucho decir que el curso de evaluación interna estuvo excelente, justo antes de la sesión intensiva del Consejo Técnico, como lo aplicaron los docentes de secundaria. “Lástima que nosotros, los maestros de primaria, no lo hicimos así”. Reconocieron que las dos semanas de actividades académicas que llevaron en secundarias debieron ser productivas, pues fueron muy pertinentes los temas tratados para resolver necesidades y exigencias de la Reforma.
Entre las cosas que escuché me llamó la atención un relato que hizo una de las maestras, de segundo grado, sobre uno de sus alumnos, de escasos siete años. Dijo que llegó la mamá del niño a preguntar a la maestra cómo iba su hijo en las tareas escolares, a lo que la profesora repuso: “precisamente estaba recordando que le envié una nota hace un par de días respecto al desempeño escolar de su hijo, y él no me ha entregado su firma de enterada”.
La madre dijo que no había recibido nota alguna, y la profesora acudió al expediente del alumno para revisar cuál era el contenido del mensaje. También llamaron al menor y le pidieron su libreta de apuntes. El niño la mostró y dijo con una sonrisa encantadora que la maestra no había escrito nada en ella. La mamá dudaba de la profesora, pues su hijo negaba el hecho y además no existía tal nota en su libreta... 
Escuchando el relato me preguntaba qué importancia podía tener un comentario dirigido a los padres y anotado en una libreta, si la madre en persona estaba allí, en la escuela y frente a la maestra.
–Una nota similar a la que guardo en el expediente escribí en el cuaderno de su hijo para que usted o el papá la leyeran, la firmaran y supieran lo que hoy vino a preguntarme. Después de leerla, ustedes debían decidir cómo platicaban con su hijo y si debían venir a la escuela por más información y acordar en común alguna estrategia de apoyo. Es una forma de establecer comunicación con los padres, por eso me interesa saber qué pasó.
Yo también quería saber qué pasó, así que agucé mis sentidos para escuchar lo que sucedió en el momento que pasaron a registrar el cuaderno del niño. Después de revisar minuciosamente la libreta, madre y maestra comprobaron que la hoja fue arrancada con mucho cuidado.
– ¿Ve usted?–, dijo la maestra.
–Sí. ¿Y qué hago en un caso como éste?– preguntó la madre de familia, con un gesto de impotencia.
–Le sugiero que además de revisar los valores que practican como familia en casa, reflexionen con su hijo las razones por las cuales nos quiso engañar a todos…, y numere las hojas de la libreta para que el niño no vuelva a quitar alguna.
Yo me quedé pensando en esta historia. Un niño de siete años, con una sonrisa encantadora, fabricando una situación para negarle información a su mamá y obtener  impunidad en una posible falta de responsabilidad, es algo así como mirar nuestros vicios pasando de una generación a otra (con la debida proporción de un escenario real entre adultos). Pensarán que exagero, pero el caso es una arenita en las playas de México. Ese niño está acumulando aprendizajes y experiencias para su futuro, de lo que vive y recibe en su casa y en la escuela.
Es un asunto de casa y familia, pasando al aula y al ambiente escolar. Entonces no nada más son importantes la asistencia y puntualidad de niños y profesores en la escuela, el recurso de los cuadernos y los libros, las buenas prácticas docentes y el ambiente escolar estimulante, los materiales didácticos y las instalaciones físicas del inmueble. En la educación de niños y niñas también son determinantes los aprendizajes y experiencias que reciben y viven en sus casas, junto a los saberes que reflexionan en las aulas.

gilnieto2012@gmail.com

Elecciones competitivas: Aliento a la participación ciudadana.




Marcelo Ramírez Ramírez

El desenlace de la contienda electoral el cinco de junio del año en curso, tiene el carácter aleatorio inherente a la lucha por el poder, cuando las fuerzas políticas guardan cierto equilibrio que dificulta el pronóstico de un ganador seguro. La ambigüedad de la situación provoca inquietud al interior de los equipos políticos, lo cual es comprensible, pero desde otra perspectiva, dicha ambigüedad puede verse como un signo alentador. En escenarios anteriores, con un candidato fuerte, que llegaba avalado por la decisión previa de su partido, (o de quien efectivamente decidía), la decisión final del electorado quedaba marcada por la inercia y únicamente tenia la función de legitimar el proceso. En la elección para gobernador de este año, representará un papel fundamental en la percepción ciudadana – y por lo tanto para la orientación del voto –, la crisis económica, el incremento de la pobreza, la falta de expectativas para los jóvenes, el sentimiento generalizado de inseguridad, la pobre calificación que se otorga a la clase política. En este adverso clima social, la renovación de los representantes populares pierde su índole de mero ritual y transforma las campañas de proselitismo en un verdadero examen que deberán aprobar los candidatos ante la ciudadanía. En su recorrido, estarán obligados a acreditar, a través del debate serio, de propuestas realistas y de compromisos concretos, su solvencia política para gobernar en circunstancias particularmente difíciles.

Se ha venido hablando de la “mini gubernatura”, expresión que parece condesar con acierto e incluso con aire festivo la realidad, por tratarse de un periodo de dos años. Sin embargo, si bien dicha expresión enfatiza la brevedad temporal del mandato, soslaya lo que políticamente puede ser esencial en esos dos años de gobierno. Y lo esencial consiste, según mi particular punto de vista, en sentar las bases para reorientar la administración pública. Esto en el ámbito interno; en lo relativo al panorama nacional, quien gane la gubernatura estará en condiciones de favorecer la corriente política a la cual pertenece o se inclina, para participar en la lucha por la presidencia del 2018. Como lo saben muy bien los observadores y analistas de nuestra vida pública, hay momentos políticos decisivos para preparar el futuro y la etapa 2016 a 2018, es uno de ellos. Es esta circunstancia la que concede significado al proceso electoral en marcha. El peso específico de la masa electoral veracruzana posee un valor estratégico en los planes de quienes se proponen construir el futuro político del país.
        
El breve análisis expuesto, según el cual la victoria es una posibilidad efectiva para dos o más candidatos, dependiendo del posicionamiento que puedan consolidar a lo largo de las campañas, tiene como presupuesto la participación ciudadana en una proporción capaz de echar abajo las predicciones de la mercadotecnia electoral. Si es así, seguramente esta óptica será compartida en todo o en parte por los candidatos y sus asesores, lo cual puede favorecer un escenario de confrontación de ideas y proyectos de calidad superior al que estamos acostumbrados. En tal hipótesis, la ambigüedad, desconfianza y dudas con que ha iniciado el proceso electoral desde sus etapas preliminares puede enfocarse con espíritu positivo. La crisis política de los partidos daría paso a  la oportunidad de rehacer su imagen y, por otra parte, haría de los independientes, no un fenómeno exótico, sino un factor para el desarrollo democrático de la sociedad. Más allá de las filias y fobias personales, o de los intereses y compromisos con tal o cual candidato, debe reconocerse, en quienes son o se perfilan como los mas seguros contendientes por la gubernatura, las cualidades indispensables para enriquecer la contienda con un debate argumentado, serio y congruente con su visión partidista o doctrinaria. Un debate esperado por la ciudadanía que la motivará a mayor participación y que dará respaldo social a las políticas públicas del nuevo gobierno.

Los personajes de quienes dependerá el contenido y sentido de la discusión y aportación de propuestas durante las campañas, son viejos conocidos  de los veracruzanos. Tal es el caso de Héctor Yunez Landa, candidato del PRI y sus aliados; de Miguel Ángel Yuñez Linares, muy probablemente el candidato de la alianza PAN – PRD. También Gerardo Buganza Salmerón se puede considerar muy probable candidato, además de Juan Bueno Torio y  acaso uno o dos más. El candidato de Morena independientemente de quien obtenga la nominación, llevará consigo la responsabilidad de difundir tesis y planteamientos del partido recientemente creado por Andrés Manuel López Obrador. De esta manera, queda garantizada la pluralidad de enfoques y proyectos. Tal pluralidad entraña, por otra parte, un peligro que no puede dejar de reconocerse: la fragmentación del voto. Si así sucediera, la experiencia obtenida servirá para prever  las complicaciones futuras con el diseño de instrumentos electorales más adecuados.

Quisiera destacar un hecho especialmente alentador, por lo que representa como receta para conjurar fantasmas y prejuicios ideológicos. Me refiero a la firme y digna actitud del Presidente Nacional del PRD, Agustín Basave Benítez, quien logró sacar adelante su propuesta para la alianza de su partido con el PAN, anteponiendo el criterio político a los intereses facciosos. Ya señalé, en articulo anterior, que no se trata de crear un hibrido ideológico, una especie de centauro o algo semejante; las ideologías no pueden mezclarse cuando las separa, como en este caso, un abismo en la conceptualización del ser humano, de la sociedad y el destino de ambos. Los que se ponen de acuerdo sobre la solución de asuntos muy específicos para bien de los ciudadanos, son los políticos que suscriben los acuerdos bajo determinadas condiciones que, de ninguna manera, afectan la identidad y autonomía de sus respectivos partidos, ni sus personales convicciones.

He expuesto aquí una forma de ver el actual proceso electoral, marcado, sin duda, por el deseo de un cambio positivo en la competencia electoral de la cual depende la renovación de la clase gobernante. Este deseo tiene fundamento objetivo – personalmente así lo espero –, pero también estoy consciente del riesgo, de que, una vez más, la inercia sea más poderosa que el impulso del cambio. Pueden prevalecer las clientelas, el desánimo ciudadano, el abstencionismo, la indiferencia. La libertad política de los ciudadanos entraña la promesa de transformar la realidad social, pero esta promesa se cumple sólo si cada uno acepta la responsabilidad de hacer buen uso de ella.









                                                                                                                      

De Memoria de mis vuelos


Víctor Manuel Vásquez Gándara

"Nutrir el espíritu puede ser tan importante como alimentar el cuerpo"
Nuccio Ordine
Atenas Veracruzana, Enero 28, 2016
Apreciada Doralicia
Estimada Guadalupe
Amigo Rafael Mario
Compañeros y amigos de la Academia Mexicana de la Educación, Sección Veracruz
Poetas de las organizaciones Iniciativa poética y Casa de Cultura El Manantial, A. C., Remembranzas
Amables asistentes
La existencia de lectores de poesía es escasa, en teoría, creadores de éste género literario en consecuencia, son menos aún en número, convirtiéndose por lo tanto el placer, gusto, hasta cierto grado elitista, destinado sólo para un grupo selecto de la sociedad, prueba de ello es este acto al algunos se ofrecieron a sí mismos la oportunidad de estar aquí: felicidades.
En la lectura de este género he hallado declaraciones de amor, desencantos, agradecimientos a la vida también reclamos; amor filial, amor materno, en general diversos y diferentes tipos de expresiones. Satisfactoriamente la mujer cada día se atreve más a compartir sus sentimientos, emociones y sensaciones enriqueciendo el acervo bibliográfico. Esto último no es nuevo, ejemplo de la afirmación lo constituye obra de Sor Juana Inés de la Cruz, pensadora mexicana orgullo nacional en literatura también, Pita Amor o Rosario Castellanos.
Mi acercamiento al bello arte literario poético ha sido circunstancial, ustedes conocen parte la historia, estableciendo amistad con creadores, citando entre ellos, sin orden alguno, a: Guillermo Landa, Héctor Aguirre Rodríguez, Roberto Murrieta Burela, Juan Hernández Ramírez, Hermilda Chavarría Londoño, Milton Susilla Cervantes, José Luis Miranda Rosario, Esther Mandujano, Javier Sicilia, Alberto Paulín Rodríguez, Isabel Lagunes Grajales, Benito Carmona Grajales…por supuesto quines nos acompañan hoy. Debo mencionar también, sólo una muestra a promotores culturales, periodistas y comunicadores: Raúl Hernández Viveros, Marco Antonio Figueroa Quinto, Arturo Benjamín, Luis Gerardo Martínez, Nestora Palafox.
Y en este orden de ideas me halaga sobre manera, ésta tarde compartir la mesa con destacadas escritoras: Guadalupe compañera en los comentarios y Doralicia, Alma de colibrí, autora de Memoria de mis vuelos por diversas razones, entre otras debido a la sensibilidad característica femenina, su amor y pasión por las letras, literatura, específicamente, poesía y por involucrar a esta Casa de la Educación de la Academia Mexicana de la Educación Sección Veracruz en la presentación de su obra.
Adentrándome ya en nuestro propósito, leí en primera instancia a Doralicia, en las redes sociales a través de amigos comunes. Benito Carmona y Marco Antonio Figueroa Quinto, quienes difunden y comparten la obra de la poeta. A ellos debemos estar aquí al vincular a la Academia con Doralicia: gracias.
Al tener en mis manos el libro, cuestión de enfoques, costumbres, aprecié más el contenido, deteniéndome en algunas poesías, releyendo algunas otras o dejando volar la imaginación entre palabra y palabra. Una de estas mañanas abrí el libro dejando al azar la elección. Metamorfosis, imposible no pensar en Kafka. Leo encontrando la relación; el amor, la pasión transformadora, motivando perder los sentidos...
La obra de Alma de colibrí es prolífera. En cien páginas Memorias de mis vuelos recoge más de un medio centenar de ideas transformadas en canto, vertidas en forma de poema. Es un libro para dedicar algunos instantes de nuestra existencia recordando a Jorge Luis Borges, brindarse el placer de la reflexión o ¿por qué no? Buscar Responder a los  cuestionamientos planteados por Emma Rodríguez en su artículo Leer nos hace más felices publicado el domingo anterior en la revista española El País semanal: ¿Cómo nos sentimos y qué cambios experimentamos?, ¿Tiene un cambio transformador?, ¿Nos hace ver nuestras contradicciones, deseos? Estas preguntas, respecto a leer, las he parafraseado aceptando el desafío planteado por la escritora citada, confirmando su validez, similar a uno de los  propósitos de la educación: al leer debe darse la transformación. Por ejemplo al leer el poema: Para una amiga, encontramos una respuesta a las preguntas planteadas:
Para concluir cito al maestro Sergio Pitol a quien el destino me ha hecho conocer su trayectoria en Cultura de Veracruz dirigida por el escritor de oficio y lector experimentado Raúl Hernández Viveros y también, leyendo dos o tres libros del ganador del Premio Cervantes 2005 o visitándole en su casa invitado por Humberto Hernández Gálvez. El maestro Sergio Pitol fue homenajeado por la Universidad Veracruzana publicando en una gran cantidad de libros, 52 para ser exactos, Biblioteca del universitario, de diferentes autores un editorial dedicado principalmente al libro, en el destaca diferentes aforismos e ideas y sólo rescato para compartir con ustedes el placer de haberlo leído una y otra vez. Mostrando humildad cita: En una obra de Mijaíl Bajtín leí una aseveración en que pocos han reparado. Dice este excepcional teórico ruso que el más grande don que el mundo nos ofrece al nacer es una lengua acuñada, desarrollada y perfeccionada por millares de generaciones anteriores. Hemos, los humanos, recibido la palabra como una herencia mágica. Uno sabe quién es solamente por la palabra. Y nuestra actitud ante el mundo se manifiesta también por la palabra. La palabra, tanto oral como la escrita, es el conducto que nos comunica con los demás. Le permite salir a uno de sí mismo y participar en el convivio social.
Concluyo, retomando la idea, hoy en esta fiesta de la palabra leer a Doralicia permitirá salir de nosotros mismos y participar en el convivio social.
Gracias






SOY LA MUJER TIERRA


Juan Hernández Ramírez


Soy la mujer tierra,
la madre del árbol.
Soy la mujer tierra,
hermana del agua.
Soy la mujer tierra,
hermana de la luna.
Soy la mujer tierra,
hermana del viento,
Soy la mujer tierra,
madre del hombre.

En mis entrañas crece
el fuego de la semilla
para alimentar a las criaturas
que de mis entrañas han nacido.
Sobre mi ombligo
el agua y el sol
maduran el fruto
que el viento acaricia
y el hombre y la bestia consumen.




Soy la tierra
soy el sueño de los pueblos originarios
donde el espíritu del hombre canta
caminando por los montes.

Los ruidos y los silencios
son espejos en las aldeas
construidas con mi carne.
Los espejos se hicieron de ausencias,
lenguas que se desvanecen,
bosques de raíces mutiladas,
colibríes que mueren
por beber la muerte
en las flores azules envenenadas.

Los arroyos corren muertos,
las ardillas tienen hijos de dos cabezas.
El corazón del maíz tiene cáncer
y hiere  la sangre del hombre.






¿De quién es el ruido?
¿De quien es el silencio?
El ruido es de las máquinas.
El ruido lo hace el cemento
al convertirse en muro.

El ruido lo hace el dinero
al querer comprar
lo que no se puede comprar.

El silencio es de la palabra,
la palabra con rostro de carnaval

que ha olvidado el milenario saber.

LA MEXICANIDAD GLORIOSA DE JOSÉ MARTÍ














José Martí






INSTITUTO DE RELACIONES CULTURALES
MEXICANO-CUBANAS
“FLORES MAGÓN-MELLA”

Prof. Wilfrido Sánchez Márquez  



28 de Enero de 2016





J
osé Martí el héroe nacional de nuestra hermana República de Cuba, el poeta sublime, el luchador social extraordinario, radicó en nuestro país durante varios años, en el lapso de su estancia en México se integró plenamente a la vida y a la problemática nacional de un Estado en proceso de cambio convulsivo de su régimen social, el de la dictadura al liberalismo.
Su participación activa al lado de los constructores del régimen liberal mexicano fue muy intensa a grado tal que nos dejó los escritos que reflejan su honda mexicanidad:
“¡Oh México querido! ¡Oh México adorado, ve los peligros que se acercan!
¡Oye el clamor de un hijo tuyo que no nació de ti!...Tú te ordenarás, tú entenderás, tú te guiarás, yo habré muerto, ¡Oh México, por defenderte y amarte!
“José Martí vino por vez primera a México, donde desde hacía algún tiempo vivían sus seres queridos, llegó a Veracruz el 8 de febrero de 1875”, cuando solamente habían transcurrido 8 años del fin de un conflicto armado que duro 13 años y que concluyó en 1867 con el triunfo del liberalismo y la expulsión definitiva de nuestro territorio del ejército francés.
Del puerto de Veracruz, se trasladó por ferrocarril a la capital de la República.
“Era la media noche cuando el tren entró en la estación de Buenavista. Ahí lo esperaba don Mariano, (su padre), a quien acompañaba un buen vecino y amigo, don Manuel Mercado que ocupaba el puesto de Secretario del Gobierno del Distrito Federal”.
Su contacto con los intelectuales de aquel tiempo, se hizo a través de la Revista Universal, que era nido de liberales; ahí se relacionó con la realidad mexicana, con los hombres de la Reforma y con los pensadores liberales mexicanos, entre éstos: elMaestroGuillermo Prieto, el poeta indígena Manuel Altamirano, Ignacio RamírezEl Nigromante,” Juan A. Mateos, orador, novelista y dramaturgo, Hilarión Frías y Soto, Juan de Dios Peza, Justo Sierra, Francisco Bulnes, y otros más”; también se integró a la masonería mexicana, cuyos miembros participaron destacadamente en la formulación del ideario del liberalismo y en la lucha armada que después de tres años concluyó con la expedición de las Leyes de Reforma y la instauración del régimen liberal en el Estado Mexicano.
En 1884 escribió un artículo sobre la personalidad y la ejecutoria de Benito Juárez:
“Ese nombre resplandece como si fuera de acero bruñido; y así fue en verdad, porque el gran indio que lo llevó era de acero, y el tiempo se lo bruñe…A Juárez, a quien odiaron tanto en vida, apenas habría ahora, si volviese a vivir, quien agradecido, no le besase la mano. Otros hombres famosos, toda palabra y hoja, se evaporan. Quedan los hombres de acto; y sobre todo los de acto de amor.  El acto es la dignidad de la grandeza. Juárez rompió con el pecho las olas pujantes que echaba encima de la América todo un continente; y se rompieron las olas, y Juárez no se movió.”    
Después de la muerte del Presidente Juárez, surgió un serio conflicto entre los aspirantes a ocupar  la presidencia de la República; las ambiciones desatadas pusieron en peligro la estabilidad del país; ante esta situación Martí expresó:
“Oh México querido! ¡Oh México adorado, ve los peligros que se acercan! ¡Oye el clamor de un hijo tuyo, que no nació de ti! Por el norte un vecino avieso se cuaja…Tú te ordenarás, tú entenderás, tú te guiarás: yo habré muerto, Oh México, por defenderte y amarte”.
“En cada uno de sus escritos, Martí hablaba como mexicano. México le había ganado y penetrado hasta lo más íntimo de su ser, sintiendo sus tragedias y sus luchas como propias”.
Al finalizar su primera estancia en nuestro país y retornar a su patria expresó:
“…digo adiós a este México a que vine con el espíritu aterrado y del que me alejo con esperanza y con amor, como si se extendiera por toda la tierra el cariño de los que en ella me han querido”. (1° de enero de 1887).
En 1891 Martí escribió sus Versos Sencillos que dedicó a su íntimo amigo Manuel Mercado; en unos de sus cuartetos escribió:
Tiene el conde su abolengo,
Tiene la aurora un mendigo,
Tiene ala el ave: ¡Yo tengo
Allá en México un amigo.
Cuando retornó a México, se instaló en la casa de su amigo entrañable Manuel Mercado. Allí estrecha sus relaciones con Gutiérrez Nájera. Entre los asiduos interlocutores se encontraba el poeta Amado Nervo quien dejó escrita la siguiente constancia: “Lo conocí, nutrí mi espíritu con su verso radiante; y, oyendo hablar al patriota, creí en la libertad…”.
Cuando Martí consideró haber cumplido la misión que lo trajera a México, y ya había sembrado la semilla de la independencia en Cuba en nuestro país, donde dejaba constituidos dos nuevos clubes revolucionarios: el Josefa Ortiz, de damas y el Miguel Hidalgo integrado por caballeros, retornó a Cuba para incorporarse y encabezar la lucha por la independencia de su patria.
El 18 de mayo de 1895, un día antes de su muerte en combate, tomo la pluma para escribir al fraterno amigo Manuel Mercado, una carta (inconclusa) que ha sido catalogada como el “Testamento de José Martí. En la primera parte de este documento se lee:
“Campamento de Dos Ríos, 18 de mayo 1895.
Mi hermano queridísimo: Ya puedo escribir, ya puedo decirle con qué ternura y agradecimiento y respeto lo quiero, y a esa casa que es mía, y mi orgullo y mi obligación; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y ´por mi deber…de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan los Estados Unidos por las Antillas y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso”.
Al día siguiente, el 19 de mayo, “cuando el sol se encontraba en el cenit iluminando a la vega de Dos Ríos, Martí montando su corcel blanco, revólver en mano, de cara al enemigo,…se lanzó sobre los cuadros españoles agazapados en la maleza: una descarga cerrada, humo y olor a pólvora, todo gira a su alrededor, y se desploma sobre la tierra Cubana, atravesando el pecho y el cuello por las balas españolas”.
Martí lubricó con su sangre generosa toda su obra. “Y aquel cuerpo pequeño comenzó a crecer, agitarse y extenderse por sobre el continente americano y por sobre toda la faz de La Tierra”.
Recordemos de Martí el siguiente cuarteto:
NO ME PONGA EN LO OSCURO
A MORIR COMO UN TRAIDOR
¡YO SOY BUENO Y COMO BUENO
MORIRÉ DE CARA AL SOL”

José Martí, el poeta

L
os vínculos entre las aspiraciones del pueblo cubano y las luchas independentistas de José Martí con el ideario de la revolución iniciada en el Asalto al Cuartel Moncada, son muy estrechos, a grado tal, que podemos afirmar que ambos movimientos libertarios son partes de un mismo proceso histórico.
El conocimiento, el análisis, la comprensión y la evolución de las maneras de pensar, sentir, decir, escribir y actuar de José Martí durante su multifacética vida, son indispensables para valorar objetivamente las metas y los propósitos alcanzados por él durante su fructífera existencia, su presencia en el pueblo de Cuba durante su desarrollo histórico y la influencia que el libertador y poeta ha ejercido en los pueblos de América Latina y del mundo subdesarrollado.
De la premisa anterior, se desprende la necesidad de dar respuesta a las preguntas: ¿Quién fue, cómo fue y qué hizo José Martí?
Para resolver estas interrogantes, imaginariamente acudimos a él solicitándole sus datos personales. A manera de tarjeta de presentación nos entrega uno de sus libros titulado “VEROSOS SENCILLOS”. En este poemario encontramos dispersos los versos que bosquejan un autorretrato del autor:
“Amo la sencillez y creo en la necesidad
De poner el sentimiento en formas llanas y sencillas”.
“contra el verso ornado, el verso natural”
I
Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar los versos del alma.
II
Yo vengo de todas partes
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los momentos, monte soy
Oculto en mi pecho bravo
La pena que me lo hiere:
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él calla y muere.
V
Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.
VII
Estimo a quien de un revés
Echa por tierra un tirano:
Lo estimo si es un cubano
Lo mismo que aragonés.
XVII
¡Arpa soy, salterio soy
Donde vibra el Universo:
Vengo del sol, y al sol voy:
Soy el amor: soy el verso!
XXIII
No me pongan en lo oscuro
A morir como un traidor.
¡Yo soy bueno y como bueno
Moriré de cara al sol!
XLIV
Tiene el conde su abolengo:
Tiene la aurora un mendigo:
Tiene ala el ave: ¡Yo tengo
Allá en México un amigo!.
Entre los aspectos integradores de la personalidad de Martí, destacan el de luchador social y el de poeta. Ambos se entrelazan formando una unidad indisoluble.
Su antología poética refleja, en su mayor parte, una realidad, la realidad del pueblo… y está escrita en una forma y lengua sencilla, fácilmente comprensible y apropiada al nivel de enseñanza-aprendizaje, a las experiencias cotidianas y al ambiente familiar del pueblo, a sus tradiciones y al habla popular, al respecto decía:
“O la literatura es cosa vacía de sentidos o es la expresión del pueblo que la crea”.
Martí era partidario de una literatura que facilite al pueblo, aún en condiciones sociales y culturales adversas, encontrar acceso al arte. Clarifica su ideario poético, expresando:” Para andar entre las multitudes, de cuyos sentimientos y alegrías, el poeta quiere hacerse intérprete, ha de oír todos los suspiros, presenciar todas las agonías, sentir todos los goces e inspirarse en las pasiones comunes de todos…Es preciso vivir entre los que sufren. Por grande que sea el poeta, antes de que pueda encontrar los sonidos vigorosos que alientan los corazones, anuncian los grandes sucesos y los inmortalizan, fuerza es que el pueblo goce, bendiga, maldiga, espere y condene. Sin estas condiciones, el poeta es planta tropical en clima frío. No puede florecer”.
En la introducción de sus VERSOS LIBRES, nuestro poeta dejó esta autoevaluación de su poesía:
“Estos son mis versos. Son como son. A nadie los pedí prestados…La poesía tiene su honradez, y yo he querido siempre ser honrado…Así como cada hombre trae su fisonomía, cada inspiración trae su lenguaje. Amo las sonoridades difíciles, el verso escultórico, vibrante como la porcelana, volador como un ave, ardiente y arrollador como una lengua de lava”.
En lo que toca a las masas populares de indios, negros, mulatos y mestizos… Martí   atribuía una importancia singular a las etnias indígenas; también exigía la integración plena del hombre negro a la nación y a la sociedad.
Los problemas del negro cubano le fueron familiares desde la infancia. En el poema suyo evoca un recuerdo de niñez, en el que describe la importación, el tratamiento y el castigo cruel de los esclavos negros:
XXX
El rayo surca, sangriento,
El lóbrego nubarrón:
Echa el barco, ciento a ciento,
Los negros por el portón.
El viento fiero quebraba
Los amácigos copudos;
Andaba la hilera, andaba,
De los esclavos desnudos.
El temporal sacudía
Los barrancones henchidos:
Una madre con su cría
Pasaba, dando alaridos.
Rojo como el desierto,
Salió el sol del horizonte;
Y alumbró aun esclavo muerto,
Colgado a un seíbo del monte…
Un niño lo vio, tembló
De pasión por los que gimen:
¡Y al pie del muerto, juró
Lavar con su vida el crimen!

Martí percibe y expone con hechos la función social del arte y de la estética y los expresa nítidamente en el texto siguiente:
“Lo que ha de hacer el poeta de ahora es aconsejar a los hombres que se quieran bien, y pintar todo lo hermoso del mundo de manera que se vea en los versos como si estuviera pintando con colores, y castigar con la poesía, como un látigo, a los que quieren quitar a los hombres su libertad, o roben con leyes pícaras el dinero de los pueblos, o quieran que los hombres de su país los obedezcan como ovejas y les laman las manos como perros”.
La problemática social es una constante en la poesía martiana.
Esta corriente tiene manifestaciones extraordinarias en otras ramas del arte como la pintura, la música, el teatro y la danza.
Martí aspiraba a la conformación de una sociedad justa, humanista y equitativa. Sus ideales ahora tienen vía de realización plena en la Cuba revolucionaria cuyo pueblo ha traspuesto el cincuentenario de su lucha heroica y ejemplar hacia el socialismo. Concluimos con una de las expresiones de mayor fuerza, forma y contenido de la escuela poética martiana, mundialmente conocida y admirada: “La Rosa Blanca”.

XXXIX
Cultivo una rosa blanca
En Julio como en Enero,
Para el amigo sincero
Que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni ortiga cultivo:
Cultivo una rosa blanca.