TRISTEZA MÍA
Alberto Rafael León Ramos
Y la noche triste
Y yo triste
Tú triste
Los dos tristes
Seguiré triste hasta que
no vea tu cara linda,
Linda luz mía que me
llena todo, todo lo cambia
Ya sé que no me amas
igual que ayer, ni mucho menos igual que antier, ni antes de antier, todo eso
lo sé, cada vez tu amor se va disminuyendo.
Lo que pasa es que estás
huyendo de mi, de mi amor, yo sé que este amor te hace tanto daño y tan feliz
que no sabes, si pecar o morir. Yo pecaría primero y después moriría por ti, tu
tal vez pienso, morirías primero antes que pecar conmigo, huyes de mi, pero lo
entiendo eres joven, vives otro mundo y yo otro, somos tan distintos pero los
dos nos queremos amar. Tenemos miedo.
Tu triste
Yo triste
Y la noche triste
ADELICIA
Ella tan linda tan
tierna,
Con su lunar en la boca,
Quisiera volar hasta la
luna tierna
Y gritar desde ahí: ámame
que mi corazón se enferma.
Mi boca loca espera de su
boca tacita
Un beso a sabor a tiempo,
a tiempo y sin tiempo,
Despacio que quiero
comerte a besos, no terminar esta cita,
Estar así, no desesperes
pues me gusta despacio y con sabor al viento.
Verme todos los días en
ti,
Ser todo para ti, y tú
para mí,
Deseo, con un deseo
profundo que llegues a mi mundo
Y ser, ser, mi ser y yo
tu ser, espero oír esa palabra: sí.
Pero eres de otro, tu
corazón late por él
Por él late tu corazón,
el mío se cansa de latir
Y me tengo que ir, con mi
corazón en la mano
Y mis esperanzas y
sueños, se aprestan a partir.
El hombre sueña con el
amor eterno,
No todo se alcanza en la
vida, menos al amor eterno.
Yo te digo si algún día
quieres volver, aquí estaré yermo,
Esperando
con mis labios a sabor a viento, atentamente: yo, tu amor eterno.
CONTRADICCIÓN
Me gusta ver las nubes,
Me gusta ver las piedras,
Me gusta ver a las
gentes,
Me gusta simplemente hacer el amor a ciegas.
¿a quién le gusta
platicar con el viento?
¿a quién le gusta bailar
con el destino?
¿a quién le gusta
enamorar al tiempo?
¿a quién le gusta oír al
color?
Todo se ha perdido, se ha
llegado a la nada,
Nada nos satisface, mucho
menos tener todo,
Todo es por lo que nos
jugamos la nada,
Dime cuando vas a
entender que no hay modo de ser todo
Odio la monotonía, esa
vida de diario,
Me gusta vivir un minuto
más,
Me gusta leer algo nuevo
siempre,
Siempre estamos en dialéctica,
¿Por qué siento que nadie
entiende?
Tal vez yo no entiendo,
pero aun así siento que nada es igual
Igual a nada, nada, nada…
Siento
la muerte cerca y la deseo, me voy a casar con ella.
MARINA
Ella se prestó a partir
hacia el lugar donde no hay dolor, ni sufrimiento, ni amargura
Llegó la niña blanca, la
tomó de la mano y se la llevó
Su familia la extraña
mucho, a ella la más risueña, la más alegre, las más bella.
Yo, la extraño de
sobremanera. Aquí le rezo, la recuerdo, la extraño y más que eso, la angustia
me tritura el pecho.
¡Hooo! Hermosa niña de
ojos grandes y felices, de boca grande y dientes blancos,
De gran corazón y
pequeños pies… ¿cuándo te volveré a ver?
No era la hora, díscola.
Te quiero decir que te
quiero tanto, tanto, tanto, mucho, mucho y mucho…
Ahora ya no me escuchas
¿o si?, ahora ya no me vez ¿o sí?
Lo cierto es que tal vez
te vea pronto, tal vez te vea tarde, pero ahí estaré contigo
Algún día, en alguna
hora, juntos otra vez para ser felices, como tu solo sabes serlo.
Ver tu rostro, niña en
primavera,
A-mén.
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