PENSAMIENTO POLITICO De Atenas a penas Xalapa

·        Juan Fernando Romero Fuentes

Que el mal gobierno le trae aflicciones al pueblo,

 y que el buen gobierno todo lo pone en orden y a punto.

Solón

Ahora que parece ser que la cantidad de dinero con que algunos candidatos contaron, es la que decide no sobre los elegidos, sino sobre los candidatos a ser electos, es conveniente recordarnos a todos el origen de la democracia.

Hay asuntos que actualmente nos parecen triviales o que los consideramos como  simplemente dados y no merecen ningún cuestionamiento; sin embargo, ni las cosas humanas privadas ni la res pública siempre han sido como lo son ahora. El origen del pensamiento occidental en la Grecia de los siglos VI y V a.C surge con  una enorme fuerza: sus resultados los vivimos dos milenios y medio después, y aún sigue conservando su vigor, particularmente en lo que se refiere al desarrollo del uso de la razón como interpretación del orden del universo. Amables lectora y lector, acompáñenme en este rápido viaje por el tiempo y el espacio, a:

La Grecia de los siglos VII al V, a.C. El bello azul del mar mediterráneo baña sus costas pobladas de blancas casas que ascienden sobre las rocas, mientras se escribe en letras áureas: el orden y la igualdad son los principios del mundo. Un pensamiento extraordinario, no sólo en el plano político, sino en el mental y cultural, ya que el enorme salto conceptual del carácter normativo del orden respecto a la idea Homérica de los dioses cuyas intenciones eran las que marcaban el destino de los hombres, queda superado en aquel aparentemente sencillo conjunto de ideas. Es una de las épocas mas hermosas de la humanidad, tres siglos de creatividad como no se han repetido; sin embargo, no se debe suponer que el pensamiento filosófico haya sido el producto de las circunstancias políticas que llevaron a la democracia, sino que la fuente de la democracia es la filosofía.

La Atenas del año 600 a.C. En la polis griega la muchedumbre se arremolina: van a presenciar entusiasmados una obra de Esquilo. En este fértil medio que combina tragedia con política, se fundan profundamente las bases de la democracia moderna. La maravillosa idea desarrollada en la Grecia de Solón respecto a que el orden debía ser el principio del mundo, no queda limitada a la política y la filosofía: también se extiende a las artes plásticas, la literatura, la medicina, el urbanismo y la cartografía, donde el triunfo del orden - y de la razón- es absoluto.

Con Solón, en Atenas, 594 a.C.  Al caminar por los sombreados senderos, el gran político y filósofo considera por primera vez al Estado como un conjunto cuyas partes, los ciudadanos, estaban relacionados entre sí con la regularidad de un sistema regido por un orden, al que sólo había que organizarlo, ya que los ciudadanos eran iguales en el sentido jurídico, no así en el sentido político. Desarrolla así, el concepto de "eunomía" que intenta descubrir en medio del caos, el principio de un "orden bueno".

Solón dividió a los ciudadanos en cuatro grupos conforme a sus ingresos. Aunque en las asambleas populares todos los ciudadanos libres podían votar, el acceso a los cargos estatales superiores estaba reservado a los "nobles". En esta época en Grecia, la armonía del Estado presuponía el mantener determinadas proporciones en la relación entre ricos y pobres.

Con Anaximandro, en Mileto, 547 a.C. Es de noche, el filósofo de la naturaleza observa con atención la bóveda celeste y extiende la idea del Estado como un sistema de derecho de los hombres, al Kosmos, que originalmente significa el orden legal de las cosas. Este pensador -en medio de una guerra civil- ya distingue un poderoso elemento democrático, la idea de igualdad. Esta idea de la igualdad de las partes del sistema y el cambio regulado de los predominios dentro de él, reaparecerá medio siglo más tarde en el pensamiento político.

Con Clístenes, en Atenas, 508 a.C. Es mediodía, frente al Partenón, en su discurso al pueblo como filósofo y político de largos cabellos, con voz atronadora, desarrolla el concepto de "isonomía" es decir, el "orden entre iguales" que establece la igualdad de todos los ciudadanos libres y regula el cambio temporal del ejercicio del poder;  en contraste, la eunomía de Solón había garantizado el predominio permanente de la nobleza, mientras que las reformas de Clístenes reforzaron el peso del pueblo. El proceso político y el intelectual estaban íntimamente ligados: la isonomía era un vástago de la filosofía y más precisamente lo fue del pensamiento político.

Con Jean-Pierre Vernant en Frankfort, 1962 d.C. Escribe agachado en su escritorio de madera (todavía sin Internet) el eminente grecólogo: "Ahora la polis aparece como un universo homogéneo sin jerarquía, sin escalones ni diferenciaciones". Se refiere al sistema político creado por Clístenes, quien instituyó en la asamblea popular al Concejo de los Quinientos, un órgano político que representaba a todos los ciudadanos libres que podrían a la vez votar y ser votados

La Atenas veracruzana en el 2013 d.C. En esta ocasión Tlanestli recibe este brevísimo repaso de la historia de las ideas fundamentales que ayudaron a crear el pensamiento científico y le dieron su peso a la razón, esbozo donde se intenta mostrar que no solo la práctica política ha tenido una evolución, sino también la teoría en la cual se basa. En efecto, estimados lectores, la influencia recíproca entre filosofía y política, al menos en su nacimiento, le debería otorgar a esta última un mayor rango valorativo, comparado con su actual desprestigio.

Desafortunadamente, o debido a las desgracias auspiciadas por la Diosa Fortuna, muchos de los actuales políticos viven aún en la época de los primeros griegos, los irrazonables, hace más de dos mil quinientos años.

Xalapa, Ver. 2 de agosto  del 2013.

fernandoromero.fuentes@gmail.com

Bibliografía: Jost Herbig, La evolución del conocimiento. Del pensamiento mítico al racional. Ed. Heder, Barcelona, 1996

Jean-Pierre Vernant, Los orígenes del pensamiento griego, Paidós, Barcelona,  1992