Ángel Rafael Martínez Alarcón
En el presente año
del 2018, San Rafael Guízar y Valencia, quinto obispo de Veracruz, y patrón de
los obispos de la provincia eclesiástica de México; dos efemérides importantes
que conmemorar, en el 26 de abril, los 140 años de su nacimiento y el seis de
junio de 1938, 80 años de su partida a
la Casa del Padre Celestial. Sólo le bastaron 60 años de su presencia física, en esta mundo terrenal. Y toda una
vida consagrado al ministerio sacerdotal, en particular en la misión de
evangelizar y 18 años como quinto obispo de Veracruz. Supo también de la pena
del exilio de su querido México, Estados Unidos, Guatemala y Cuba, fueron
naciones testigas de su peregrinar.
La
biografía de San Rafael Guízar y Valencia, es muy vinculada la historia
nacional, nace en 1878, dos años antes había arribo al poder ejecutivo el
General Porfirio Díaz, luego de 55
largos años de inestabilidad política, dos imperios: Agustín de Iturbide y
Maximiliano de Habsburgo; tres naciones
invadieron al territorio nacional: España, Francia y Estados. Así como la
perdida del 50 % del territorio nacional. Ni Antonio López de Santa Anna ni
Benito Juárez García, no lograron la estabilidad política como lo realizó Porfirio Díaz, y por espacio de 34 años de
gobierno, se inauguró una era de estabilidad política y económica del país. El
Presidente Porfirio Díaz,
perteneció la generación liberal, pero
con una aptitud más conciliadora, recordaba sus años de formación en el
seminario de su natal Oaxaca. El porfiriato tuvo mucho respecto hacia la
jerarquía de la Iglesia Católicas Apostólica Romana.
Fueron sus padres don Prudencio Guízar y Natividad
Valencia, en Cotija, Michoacán, diócesis de Zamora, la familia Guízar y Valencia, estuvo formado por once hijos;
tres de ellos consagrados a la vida religiosa. Su fe de bautizó dice a la letra: En Cotija, Michoacán (MÉXICO), a veintisiete de
abril de 1878, yo el Presbítero, Agustín Covarrubias, T. de cura, exorcicé,
puse óleo, Sagrado Crisma y bauticé solemnemente a un infante que nació un día
ha en esta, púsele por nombre Rafael, hijo legítimo de Prudencio Guízar y de
Natividad Valencia. Fueron sus padrinos Juan González y Benigna Valencia,
cónyuges, a quienes advertí su obligación y parentesco espiritual y lo
firmé". Agustín J. Covarrubias, una rúbrica.
Así niño Rafael Guízar y Valencia, crece durante la dictadura de Díaz, su
formación religiosa, ordenación sacerdotal. También en la Revolución
Mexicana tiene una destacada
participación, sobre todo en la decana trágica, en 1913, cuando es asesinado el
apóstol de la democracia Francisco I
Madero. En esos años, el joven sacerdote
tiene que exiliarse primero en sur de los Estados Unidos de Norteamérica, luego
en la sureña nación Guatemalteca, y más tarde en la Isla de Cuba, la recién
liberada nacional del colonialismo ibérico.
En
Cuba, Su Santidad Benedicto XV, lo
designa como nuevo obispo de Veracruz, tras el fallecimiento del obispo Joaquín Arcadio Pagaza, el obispo-poeta. El
enero de 1920, Rafael Guízar y Valencia, asume la responsabilidad del obispado
de Veracruz, su llegada estuvo marcada por uno de los temblores más fuertes que
se haya recordado en el país. También otro acontecimiento que marcó su obispado
como fue la persecución federal contra la Iglesia Católica, durante la
presidencia de Plutarco Elías Calles,
entre 1926-1929; y la persecución estatal del Gobernador Adalberto Tejeda
Olivares, entre los años 1930-1931, ambas persecuciones se en marcada en el
articulo 130 constitucional de 1859 y 1917. En su labor pastoral le dio mucha
importancia al seminario, en espacio para formar a los futuros sacerdotes, hoy
el resultado es el beato Ángel Darío Acosta Zurita y el siervo de Dios Marín del Campo.
Desde 1951,
se inicia el proceso de canonización, en enero de 1995, San Juan Pablo II, lo
beatífica, para el 26 de abril del 2006,
SS Benedicto XVI, lo canonizo, es decir lo declaró santo de la Iglesia. Cfr:
http://media.wix.com/ugd/41de79_3cd2a611703a4bce906a82394be7bde2.pdf
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