miércoles, 8 de febrero de 2012

Editorial

¡La patria es primero! Pablo Boullosa en su obra: Dilemas clásicos para mexicanos y otros sobrevivientes, entre sus proposiciones, expresa: “Es evidente, entonces, que la educación es una condición de la libertad, porque sin educación se vive permanentemente oprimido. Los pueblos de México e Hispanoamérica se han liberado casi todos, de las peores dictaduras, pero esa liberación está incompleta cuando se vive preso de la ignorancia. Inclusive si se tiene dinero, poder, belleza o doctorado, la falta de conocimientos puede ser una terrible limitación.” Por su parte, en el artículo Max Weber burocracia y educación, publicado en esta edición, el investigador Héctor Martínez Domínguez destaca muy particularmente el proceso de dominación, los tres tipos de dominación legítima; dominación racional, dominación tradicional y dominación carismática, y una de sus conclusiones a la que llega es que aquel que ocupará los lugares más privilegiados del poder, será quien tenga a) Las mejores posibilidades, cualidades para desempeñar un cargo de gobierno. b) Quien pueda coexistir mejor en los reacomodos del poder, c) Quien ofrezca mejores posibilidades de integrar a otras expresiones y formas de trabajo colegiado en todo tipo de decisiones y problemas que se les plantee. El dilema, en consecuencia, se presenta cuando asume el poder alguien con falta de conocimiento, incluso si posee belleza, dinero o doctorado –como sugiere Boullosa. Si bien nadie puede ufanarse de un amplio conocimiento en el universo disciplinario –todólogos-, sí es deseable para el caso en el que se encuentra inmerso el país, que la ostentación de poder recaiga en aquel que posea conocimiento más allá de lo empírico, de su entorno regional –aldeano. La problemática social actual referente a: educación, salud, seguridad, economía, pobreza, ecología…, reclama soluciones, por ende de gente con formación científica, no con educación simulada, tampoco se requiere profesionistas certificados por organizaciones o instituciones que no figuran en los rankings internacionales. El perfil para asumir el poder y conducirnos hacia libertad en todos los órdenes, además de adquirirlo con legitimidad exige conocimiento, ese conocimiento preponderante a todo compromiso político, económico: ya históricamente fue resumido de manera trascendental por Vicente Guerrero ¡La patria es primero!

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