N-P-439/JUL.018/..
Columna
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Por Carlos Lucio Acosta
VERACRUZ (EUM).- Los entonces
candidatos a la presidencia de la república y a la gubernatura de Veracruz,
Andrés Manuel López Obrador y Miguel Ángel Yunes Linares, coincidieron en
definir un mismo tema relativo al futuro del país y del estado.
Ninguno de los dos salieron
por la tangente, omitieron respuestas o en el último de los casos fingieron
demencia senil.
Ambos asumieron una posición
seria, realista y con la firme convicción de obtener el triunfo electoral y
luego el constitucional en situación adversa, desfavorable.
Un reportero preguntó al
entonces candidato del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), si
en seis años podía enderezar el país en
materia política, económica y social.
López Obrador, después de
mirar y sonreír al periodista, respondió con la tranquilidad que le caracteriza.
“Yo soy político, no mago” y
luego emplearía la frase, “para que el país salga de la actual situación en la
que lo hundieron, se necesitan unos seis sexenios, 36 años aproximados,
caminando en la misma dirección”.
Semanas después, otro
comunicador preguntaría al candidato al gobierno de Veracruz, si dos años son
más que suficientes para sacar al estado del bache económico.
Yunes Linares respondió en
forma tranquila sin antes dejar escapar una sonrisilla maliciosa.
“Yo soy político, no mago ni
santo para hacer milagros” y en los siguientes segundos complementó la
respuesta. “Se requieren unos cinco sexenios cuando menos con la misma
orientación política para regular su estado financiero…Mínimo unos treinta
años”.
El país y el estado enfrentan
serios problemas de carácter más económico que de relieve político.
La tarea no es nada fácil por
el monto elevado de la deuda contraída en los gobiernos de Patricio Chirinos
Calero, Miguel Alemán Velasco, Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa.
Los intereses generados por
la falta de pagos puntuales, mantienen de rodillas al país y al estado.
No hay mucho margen de
maniobra para alinear a la banca de desarrollo, comercial y acciones en la
Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Las tasas de interés sangran
en forma discreta la economía del país y del estado.
Esto no es de preparame unas
garnachas y luego unos chiles rellenos.
La economía es el tendón de
Aquiles de todo sistema de gobierno.
Andrés Manuel López Obrador y
Miguel Ángel Yunes Linares no nacieron ayer, conocen los altibajos de la
política, saben a la perfección de lo que hablan y de lo que hacen. Los dos
dominan la entraña del poder como que surgieron de las fisuras del decadente
Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El jugar con más de 125
millones de habitantes del país o con los 8 millones 112 mil 505 habitantes de
Veracruz, puede acarrear consecuencias de alto peligro social.
Yunes Linares deja una deuda
estimada en más de 109 mil millones de pesos, contraída con empresas y
prestadores de servicios, por bursatilizar en impuesto de la tenencia
vehicular, y para pagar compromete las participaciones federales de los
próximos treinta años, cinco sexenios.
De acuerdo al Observatorio de
las Finanzas Públicas de la Universidad Veracruzana (OFPUV), la deuda estatal
asciende a 115 mil millones de pesos.
Sin embargo, algunos hilos
sueltos se niegan a precisar de una buena vez a cuánto asciende la deuda real
de Veracruz.
Para cinco instituciones
bancarias comerciales la cifra se eleva a 509 mil 200 millones de pesos,
distribuidos en la siguiente manera: 4 mil 100 millones a Interacciones; mil
500 millones a del Bajío; mil 100 millones a Afirme; una primera emisión de mil
millones de pesos y otra segunda emisión de 500 millones a Mifael y mil 400
millones a Inbursa.
Andrés Manuel López Obrador
recibirá una deuda estimada de un poco más de los 10 billones 58 mil 800
millones de pesos, de acuerdo al segundo informe trimestral emitido por
Finanzas Públicas de la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La diputada local del Partido
Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), María del Rocío Pérez Pérez, por
el distrito de Cosoleacaque, declaró en la última semana de julio que Veracruz
debe pagar 263 mil 831 millones de pesos por concepto de amortizar la deuda y
cubrir intereses, durante el período de enero a diciembre del 2018.
La situación financiera del
país y del estado, no se ve del todo fácil.¿Qué medidas a corto, mediano y
largo plazo adoptarán los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y de Cuitláhuac
García Jiménez, para salir del paso?
Eso se lo dejamos de tarea,
¿de acuerdo?
Sólo para tus ojos . . .
El gobierno de Veracruz
adeuda más de diez mil millones de pesos al Instituto de Pensiones del Estado
(IPE), documentó recientemente la Coalición de Pensionistas Independientes del
Estado de Veracruz (Copiev).
carlos.lucioacosta@rocketmail.com
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