CONTRA LA
CORRIENTE:
Tito Domínguez Lara
Tenia que ser,
después del frustrado intento de robar el triunfo electoral al candidato de verdadera oposición, tenía
que venir el reconocimiento a regañadientes
obligado ante el triunfo contundente de una masa de votantes dignos e
indignados ante el desastre en que
sumieron al país durante más de 70 años. Desde el final del gobierno cardenista
hasta nuestros días. Saltando de un Estado Social que intentó desarrollar
un capitalismo nacional competitivo frente al capital trasnacional,
con una repartición más equitativa de la riqueza, con un Estado poseedor
de las empresas estratégicas para apoyar el desarrollo nacional y el mercado
interno. Ese capital nacional, “cuenta
chiles” como lo llamó Rafael Galván, fue entregándosegradualmente como socio
menor o prestanombres del capital trasnacional.
En los últimos treinta años a la fecha,
los gobiernos neoliberales obedecen los dictados del capital financiero y
comercial trasnacional, cuya divisa es la privatización, la entrega de los
recursos naturales a esas empresas trasnacionales y recortes presupuestales.
Terminado el Estado
Social trae consigo la derrota y fragmentación de la clase obrera, la anulación
de sus derechos, recorte de todo, a la salud y a la educación principalmente,
aumento de la tasa de ganancia concentrando la riqueza en pocas manos y
extendiendo la pobrezaa la mayor parte
de la población, se trabaja cada vez más
a cambio de menos.Se desata el saqueo
del dinero público, la corrupción y la violencia ejecutada al alimón por el
Estado y el crimen organizado, dejando un país convertido en cementerio, un
escenario desolado que invita al caos y
a la violencia. Esta revolución pacífica por la que votó la mayor parte de la
sociedad, no puede ir tan profunda; la rebeldía
violenta va más lejos, pero con
menos gente detrás.
Debemos ser
conscientes de que el eje central de este movimiento es el liderazgo de López Obrador,
ganado a pulso, pero que al mismo
tiempo que traza la línea directriz ,
dicho movimiento no es homogéneo, como casi toda agrupación aun mismo las religiosas. Este movimiento es un arrejunte abigarradode
individuos y tendencias más o menos afines al movimiento. La mayor parte de la
gente que votó está con Morena, pero no está dentro de Morena.
Otros, genéticamente traen el ADN del sistema
corrupto, y ven la oportunidad de subirse al tren del cambio pero siguen viendo
y aplicando la concepción deque la
política es la forma de seguir robando y
haciendo demagogia. Por eso se oponen a bajar
esos sueldos insultantes y la resistencia a asumir su trabajo como empleados de la
sociedad y como servidores públicos, de ahí
su prepotencia y sentirse por encima de la sociedad y que merecen un trato
especial. Ya se ven los jaloneos y las resistencias, más adelante vendrá el
abandono. Los que votamos por este cambio debemos exigir y apoyar que se
cumpla, y vigilar el comportamiento de
esos morenitas de primera y última hora.
La otra tendencia,
la izquierda del movimiento, hacia la cual se inclina López Obrador, sabe, que
muchas de la realización de las
propuestas tocarán los intereses de los capitalistas nacionales y extranjeros.
Y que habrá que deshacer las reformas peñistas entreguistas y antipatriotas y
recuperar lo que pertenece a la Nación. Sanear y dar un marco legal a los procesos electorales para que no sean
tan sucios, tan onerososcomo desconfiables. Seamos conscientes de que en
este sexenio del cambio, no se resolverán
los graves problemas generados
por el sistema y sus gobiernos.
Si bien no se puede
emprender una lucha frontal contra el
capitalismo, se debe diseñar una política y un marco legal regulador para que la actividad económica
que tiene carácter social, se extienda a la sociedad entera y paliar esas
desigualdades extremas, regular esa ambición desmedida de acumular dinero como la que se vive en nuestro país, donde 16 empresariosposeen: ¡143 mil millones
de dólares! Y mientras, más de la mitad del país vive en la pobreza o pobreza
extrema. Si no se entiende esto, es invocar al caos y a la violencia otro
primero de julio.
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