domingo, 11 de marzo de 2012

DE CÓMO ENCONTRÉ A LA RAÍZ DE JALAPA

Rosa Amelia Pedraza Pérez

Plantas que curan, plantas que matan vemos las plantas y de sus propiedades nunca sabemos.

Difícilmente vemos en las medicinas de patente la imagen de una planta. Pocos saben que algunas de estas medicinas se producen con extractos naturales o sustancias sintetizadas a partir de éstos.  Pocos tienen en su memoria a las antiguas boticas, como selvas conservadas en frascos de diferentes tamaños, colores y formas, guardando hojas, tallos, raíces, flores o semillas para preparar el remedio que cure alguna enfermedad.

De esa época, cuando Xalapa era un punto de descanso de los viajeros en el trayecto de Veracruz a la ciudad de México, evoco a la raíz de jalapa. Esta planta medicinal cuyo nombre está asociado a nuestra ciudad debido a que se dice, abundaba en sus alrededores. De ahí que se extraía en grandes cantidades en época de la colonia. Fue tan famosa como purgante que era exportada por toneladas a Europa. De ese entonces se dio a conocer el nombre de nuestra ciudad al mundo. Tanto fue así, que las raíces de esta planta quedaron impresas en el  escudo de armas otorgado en 1791 por Carlos IV, al elevar a rango de Villa, a la que entonces debió ser una pequeña población. 

En este maravilloso escudo se ven el casco y el caduceo propios del dios Mercurio. Dios romano de la abundancia, el comercio y la comunicación. Tres cualidades heredadas a la ciudad de Xalapa y resaltadas por una cornucopia o cuerno de la abundancia que derrama flores y frutos sin fin. En ambos lados del escudo lo adornan hojas de palma y laurel, simbolizando la victoria y la fe.

En el centro de la heráldica vemos la imagen de cinco cerros y una estrella brillando encima de ellos. Una orla dorada a manera de marco lleva la palabra Xalapa y, en medio de cada dos letras, una raíz de dicha planta.

Con el tiempo la importancia de la planta pasó a segundas. Su memoria quedó en los libros, la población creció y cambió con personas que llegaban de fuera y personas que se iban a radicar lejos. Ya nadie sabía dónde encontrar la planta. A finales de la década de los setentas, parecía extinta y me puse a buscar su rastro para tratar de encontrarla.

Busqué en libros de historia, botánica y farmacognosia para obtener su descripción. A partir de muestras botánicas secas, prensadas y guardadas en gavetas de herbario quise darme una idea de su apariencia para poder identificarla en el campo. Una planta voluble que crece como enredadera. Pertenece a la familia botánica de las convolvuláceas. La misma familia del camote o batata, raíz tropical, dulce y comestible.

Se le reconoce por sus hojas en forma de corazón y flores alargadas como trompetas.  Cinco pétalos  unidos en una corola del tono rosado más maravilloso que he visto. Suave como el terciopelo, del rosa mexicano más puro. Cinco estambres exsertos, blancos como la nieve. Las raíces redondas, obscuras y acres.

Resultado de la búsqueda en el herbario,  me di cuenta que había confundidas dos o más plantas, muy semejantes entre sí pero distintas al fin y al cabo.

Salir al campo y traerla para conocerla fue lo último que hice. No sin muchos intentos fallidos, porque la planta que encontré en Xalapa con las características buscadas, ¡no tenía raíces gruesas!

Pero al final la persistencia obtuvo su recompensa y la encontré más allá de Xalapa, porque definitivamente la raíz de jalapa no es de Xalapa. Crece en parajes silvestres, en acahuales y orillas de caminos a más de 1750 metros sobre el nivel del mar, en la parte alta de la montaña, 400 metros más alto que la ciudad de Xalapa. Ahí donde los encinos se encuentran con los pinos, donde el camino lleva a la cima del Cofre, donde la neblina parece eterna.

Finalmente, logré traer la raíz a Xalapa y su cultivo, infructuoso, se intentó en el jardín botánico. Eso ahora ya no importa mucho porque sé que vive en donde siempre lo ha hecho. Ahora es objeto de investigación en los laboratorios de la Universidad, ya no como purgante sino para tratar la cisticercosis, enfermedad parasitaria que afecta hasta el 13% de la población rural.

Ahora conozco muy bien a la planta y ¿saben? Las raíces que adornan nuestro escudo pertenecen a otra planta.


2 comentarios:

Ginés López González dijo...

La raíz que figura en el escudo debe de corresponder a la que era originalmente la verdadera raíz de jalapa, la de la planta descrita por Linneo en 1753 como Mirabilis jalapa, ahora denominada por algunos "jalapa falsa", pero por entonces denominada en las oficinas de farmacia Jalappae radix [raíz de Jalapa] tal como se puede ver en la Materia medica de Linneo. Las hojas no están bien dibujadas, pero se puede ver que son opuestas. La planta que ahora se llama jalapa no fue descrita hasta 1830, en el volumen 1 de Pharmaceutisches Centralblatt por el botánico Wenderoth, en un artículo titulado Ueber die Abstammung der Jalapenwurzel [sobre el origen de la raíz de Jalapa], y se basó en la planta identificadas, por equivocación, como Convolvulus jalapa que le había enviado un tal Dr. Schiede. No se sabe cómo, tal vez porque resulta más eficaz como purgante que la original, esta segunda "jalapa" se ha apoderado por completo del nombre. Resultará interesante averiguar qué especies de dondiego de noche del género Mirabilis (familia de las Nictagináceas) crecen todavía silvestres en los alrededores de la ciudad, si es que todavía hay alguna.

Orlik dijo...

LA Mirabilis jalapa abunda como planta orbamental en áreas verdes públicas y jardines privados, además de que crece de manera espontánea en baldíos por su amplia capacidad de dispersión. Muy interesante esta publicación. Una felicitación a Rosa Amelia!!!