lunes, 10 de marzo de 2014

Xalapa, Tú y siempre, tú


Andrés Salomón Rodríguez

Que hermosa eres a pesar de tus quehaceres
y tus deberes y,
¿Por qué no decirlo?
También de tus quereres.

A pesar de tu crecimiento, desorbitado, desordenado,
creado por quienes te han enajenado
para alcanzar con lo ganado
un sitio social y económico deseado.

A quienes te conocimos en mediados del siglo veinte,
daba gusto, mucho gusto, verte

Tus plazuelas, tus callejones, tus parques y tus cerros.

Eras en verdad un macetón cerrado y
florido de la Patria.

Tus flores son divinas
podían observarse en cada esquina.

Tu clima era envidiable,
aunque necesitaba del impermeable.

Tu sol era, aunque tímido y discreto,
muy reluciente y coqueto.

Tu cerro del Macuiltépec te descubre en tu hermosura,
y cobija con ternura tu neblina pasajera.

Como marejada
se elevan a tus plantas
el Cofre y el Pico de Orizaba.

Te has ganado el respeto y cariño
de gobernantes y niños,
te añoramos cuando falta
tu humedad y tú cariño.

Oh bella e inolvidable, ciudad capital,
has sufrido el mal del cambio epocal.

Tú, Xalapa, hoy eres más que ayer,
Atenas de Veracruz.
Sigues concediendo, cultura, delicadeza y luz.

Roma la chica, podrían llamarte,
pues igual que a Salamanca,
tres colinas te sustentan
y describen tu paisaje.

Tu añejo parque “Los Berros”,
inspiración de poetas, escritores y paseantes,
le sirvió de biblioteca a muchos, muchos estudiantes
que preferían el trinar de las aves expectantes.

Tu siempre estarás presente,
con tu paseo de “Los Lagos”,
recinto de trovadores, estudiantes cantadores,
que afinaban sus guitarras para llevar,
serenata
al amor de sus amores a la mujer anhelada,
y en sus bolsas, casi nada.

En ti se forjan
los que con buena cabeza,
se acercan con entereza,
a conocer tu belleza
y tu sabiduría.

tus noches de luna, Xalapa,
reflejan tus callejuelas,
y nos hacen recordar
hasta las penas ajenas

Cuando se desciende del altiplano
a pie, coche o aeroplano,
se observa el pavimento
sobre los cerros cercanos,
cercanos al firmamento.

Ah como has dado cobija a estudiantes
de todas partes, que han llegado a ti anhelantes
de saber y de vivir,
y que han podido conseguir,
con esfuerzo y corazón
un puesto grandilocuente:
gobernador, presidente…

Oh, Xalapa, de mis días tristes,
Amores incumplidos y tardes sin esperanza,
como has logrado que viva
con amor y con bonanza.

Tú y siempre, tú Xalapa,
has superado temblores, admitido detractores,
impulsando forjadores.

Y también tú,
en tus noches de luna,
has cobijado en esquinas,
pórticos y zaguanes,
los románticos afanes
de jóvenes de provincia,
quienes, con cierta malicia
buscan unir emociones
juntando sus corazones

Quinta “Lalita”
Municipio de Villa Emiliano Zapata
Veracruz, México
Invierno 2010
XXXVII Aniversario de vida profesional

Seudónimo “El Sereno”

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