viernes, 11 de octubre de 2013

El Movimiento Estudiantil popular de 1968 en Jalapa.




Javier Ortiz Aguilar.


Desde los primeros años de la década de los sesenta, la economía mexicana muestra el carácter dependiente del capital externo. En consecuencia, la disidencia empieza a desplazarse de la “clase obrera industrial” a los sectores medios de la sociedad. Los médicos residentes del Hospital 20 de noviembre en el Distrito Federal, anuncian una serie de conflictos entre las clases medias, destacándose entre ellos, los movimientos universitarios. Todo ello dentro del ámbito de la llamada guerra fría
            En el proceso por definir el carácter de la crisis, existen discrepancias. Algunos afirman que la crisis es del sistema y otros asumen que del modelo. No obstante, en 1964, la estructura de poder, sin mayores consideraciones, impone como presidente de la república, a un hombre de ultraderecha, el Lic. Gustavo Díaz Ordaz. Las consecuencias no se hacen esperar, se organizan movimientos estudiantiles que muestran su poder de convocatoria y su eficacia: gobernadores destituidos, como en Puebla, rectores obligados a renunciar, como el Dr. Ignacio Chávez en la UNAM. En 1965 existe el primer intento de tomar violentamente un cuartel militar en Chihuahua, y dos años más tarde el surgimiento de la guerrilla en Guerrero.
            En el ámbito internacional, aparte de las intervenciones militares en Asia, África y América Latina, el triunfo de las Revolución Cubana y la proliferación de movimientos de liberación nacional, coexisten tres concepciones opuestas: la certeza de la izquierda, en un futuro libre de miserias, ignorancias y debilidades: “La firme creencia, escribe Guillermo Villar, de estar luchando porque las promesas de equidad, de bienestar para todos los mexicanos, tantas veces cacaraqueadas y tantas veces escamoteadas llegaran a ser realidad. Era la utopía al alcance de la mano. La utopía posible”[i]. Y por parte en las universidades europeas se gesta una crítica radical a la modernidad. La contracultura norteamericana invade las culturas excluidas y subordinadas del mundo suburbano de las ciudades mexicanas. “(…) el juego de lo fingido como tarea de la cultura nacional se ahonda y hace crisis como todo el sistema. Se llega al apogeo de los símbolos carentes de contenido:”[ii] En ese contexto surge y se desarrolla el movimiento estudiantil de 1968.
UNO.
            Los estudiantes universitarios de Veracruz parecían espectadores ante la represión ferrocarrilera, la revolución cubana, y las consecuentes movilizaciones por la liberación de los presos políticos, la exigencia del respeto a la soberanía nacional de los países del tercer mundo. En mi opinión son tres acontecimientos los creadores de las condiciones de posibilidad.
Jalapa Tiene una tradición ejemplar de lucha obrera: las gestas proletarias durante el gobierno del Coronel Tejeda[iii]. No obstante las luchas por una democracia moderna emergen en los primeros años de los sesenta. Desde los primeros años, estudiantes, intelectuales y artistas crean organizaciones de izquierda que enarbolan tanto las banderas de la soberanía nacional como la libertad de los presos políticos[iv]
Así el 68 encuentra a los estudiantes universitarios. Pero es importante subrayar tres acontecimientos que cran las condiciones de posibilidad de la participación activa de estudiantes y sectores populares en la construcción del tránsito a la democracia Esos acontecimientos son:
La fundación de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos. Las Federaciones estudiantiles de los estados de Baja California, Zacatecas, Michoacán, Veracruz. Chihuahua, Oaxaca, Monterrey, Chiapas y Nayarit, dos federaciones universitarias, Puebla y Michoacán, la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos y la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, las sociedades de alumnos de Economía y Ciencias Políticas de la UNAM y la de la Escuela Normal Superior de Puebla,   convocan.  a una reunión nacional de estudiantes que se realizaría en la ciudad de Morelia durante los días 15 al 17 de mayo de 1963.  El producto de esta reunión: la Central Nacional de Estudiantes y la “Declaración de Morelia”, donde dan cuenta de las luchas estudiantiles y la necesidad de una reforma educativa tendiente al desarrollo de la ciencia y la  tecnología que rompiera las relaciones de dependencia con el vecino del norte.
Esta organización que congrega a 250 delegados con una representación de 100 estudiantes, permite una comunicación inmediata de todo movimiento. La información se traslada en todo el territorio. Los universitarios entramos a esta dinámica nacional.
Crisis de la Federación Estudiantil Veracruzana. La máxima representación estudiantil del estado, no tan solo funciona como la formadora de los cuadros de la clase dirigente, sino también como un recurso de control del movimiento estudiantil del subsistema educativo medio y superior. El control entra en una etapa de crisis en el congreso estudiantil celebrado en Tuxpan, con el fin de renovar el comité directivo. La negativa de reconocer las delegaciones de las escuelas que conformaban la Facultad de Pedagogía, Filosofía, Letras y Ciencias, con el argumento de que era una Facultad, genera una discusión que deriva en un desconocimiento del congreso por la mayoría de las Facultades de la Universidad Veracruzana y un respetable número de escuelas preparatorias y secundarias. El mismo proceso se repite en el congreso de la Federación Estudiantil Veracruzana, celebrado en Orizaba en el año de 1966. Así, en este año la función de control estudiantil desaparece tanto en la UNAM como en la UV. Las bases recuperan la capacidad de definir su organización y rumbo.
Puebla 1964. El gobernador poblano prohíbe la venta de “leche bronca”, solamente pasteurizada. La medida provoca malestar, en primer lugar, porque el Gobernador es propietario de la pasteurizadora, y en segundo lugar, porque esa empresa compra a la leche a menos del 50% del costo de la leche no procesada, y eleva el costo a los consumidores. La protesta no se deja esperar. Los manifestantes sufren la represión. Los estudiantes universitarios inician una huelga exigiendo la desaparición de poderes en el estado. La Central Nacional de Estudiantes Democráticos convoca a una reunión de emergencia con la finalidad de organizar el apoyo nacional a la lucha popular de Puebla. Una delegación de estudiantes veracruzanos asiste a esta reunión celebrada en Morelia, donde se acuerda la organización de manifestaciones en todos los lugares donde existiera una sección de la CNED. Así el 19 de octubre de 1964, unas decenas de estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras, Derecho, Artes Plásticas, Escuela Artículo Tercero Constitucional, salen del Estadio Jalapeño con dirección al Parque Juárez, donde se realizaría el mitin de protesta. Pero a la altura del Palacio Municipal el cuerpo de granaderos envuelve a los manifestantes, los reprime y detiene a los presuntos dirigentes. La Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias inicia una asamblea permanente hasta la salida de los alumnos detenidos. El gobernador poblano cae y los estudiantes toman conciencia de su fuerza.
DOS
En un ambiente con una incipiente organización estudiantil independiente, Jalapa recibe el 1968.
Los primeros meses del año, estudiantes universitarios veracruzanos se unen a la llamada Marcha por la libertad, convocada por la CNED. La marcha pretende recorrer la marcha del ejército de Hidalgo; por ello inicia en Dolores Gto., para terminar en Morelia. En esta emblemática ciudad se exigiría la libertad de los dirigentes estudiantiles presos. La estrategia gubernamental consiste en enfrentar a la sociedad contra los manifestantes, mediante el uso de los medios electrónicos. La estrategia falla y el ejército detiene la marcha kilómetros después de Salamanca.
En mayo de 1968 corre un rumor, nunca desmentido, de la incapacidad financiera del gobierno del estado, para cubrir la segunda quincena a los trabajadores de la Universidad Veracruzana, el aguinaldo; además de no garantizar el pago puntual de los salarios. Trabajadores de la Biblioteca Central de la Universidad Veracruzana se reúnen para tomar las medidas pertinentes.
Posteriormente se convoca a una reunión en el Aula Clavijero  de la Facultad de Filosofía y Letras. Los primeros asistentes se convierten en organizadores de base de sus centros de trabajo, y generalmente son los electos como delegados a la incipiente organización laboral. Pronto el aula resultó insuficiente y las asambleas se trasladaron, primero al Auditorio de la CROC, ubicado en la calle Zaragoza y posteriormente al Sindicato de Salubridad,  junto al Seguro Social. Aquí se constituye la Coalición de Trabajadores al Servicio de la Universidad Veracruzana, con una dirección colectiva. La asamblea elige “(…) al arqueólogo Juan Eloy Antonio (delegado del museo de Antropología), Dr. Héctor Castañeda Bringas (delegado de la Escuela Preparatoria Artículo Tercero Constitucional), Etnólogo Roberto Williams García, (delegado del museo de Antropología), Mtro. Antonio Ocampo Chávez, (delegado de la Escuela Preparatoria de San Rafael Ver.), Sr. Erasto Parra Hernández, Pagador de la Facultad de Filosofía y Letras), y el Lic. Carlos Abreu Esquivel ((delegado del Departamento de Enseñanza Media de la U.V.). La Comisión de Prensa a cargo de Raúl González, estudiante de periodismo, con el apoyo de Javier Ortiz Aguilar y Judith Velázquez Barragán (delegados del Seminario de historia Contemporánea de Veracruz).[v]  El pliego de peticiones consiste: 1. Pago de las quincenas en tiempo y forma, 2. Aumento salarial del 30% a los trabajadores cuyo salario fuera de menos de $ 1000.00; 20% a los salarios mayores de $1000 y menores de $ 3 000, y 10 % a los salarios mayores de $ 3000.00. La respuesta fue el cese de los representantes[vi] La respuesta fue la suspensión laboral de los miembros del comité de la Coalición, y la promesa de responder el pliego el 25 de septiembre.
En los trabajos de Huelga nos informamos de la trifulca 23 de julio en las inmediaciones de la Vocacional “Isaac Ochoterena” en la ciudad de México y la represión policiaca. La manifestación de protesta del 26 de julio, y la continuación de la represión de los granaderos. Esa provocación obliga a los universitarios y politécnicos a la organización de la huelga. El dos de agosto quedan formalmente redactado los seis puntos del pliego petitorio. Los trabajadores en lucha, sabiendo que perderían los avances en sus demandas económicas, votan el 7 de agosto, un poco más de la mitad en favor del apoyo al movimiento estudiantil de la capital mexicana. Este acuerdo divide al movimiento. Se forma el Frente Pro Libertades Democráticas con el apoyo unánime del Comité de Huelga Estudiantil.

TRES

En las nuevas condiciones el gobierno estatal propone la entrega de las instalaciones educativas cerradas por el movimiento, ofreciendo mejorar las condiciones laborales de acuerdo con las posibilidades financieras del estado de Veracruz. La Coalición acepta por dos razones, una para conservar la organización laboral y otra, para apoyar el movimiento estudiantil popular.  Cuando se entregan las instalaciones, los estudiantes la ocupan, quedando en un periodo de indefinición, ni huelga ni trabajo.
El 26 de septiembre los estudiantes llevan a cabo la manifestación en defensa de los derechos conculcados y las libertades democráticas. Esta manifestación es reprimida en la calle Lucio entre Juárez y Enrique. “En esos momentos de desesperación e impotencia, un estudiante de la carrear de filosofía de nombre César (…) gritó: ‘Hay que aguantar compañeros, estamos haciendo historia’. Sus palabras, aunque eran de aliento (…) nadie las atendió porque todos corríamos para escapar de los macanazos.”[vii]
Con la represión en Jalapa se prepara el genocidio del 2 de Octubre.





[i] Villar González, Guillermo. “La utopía posible”. En Valenzuela Herrera, Lulio (Coordinador) El 68 en Xalapa y el liderazgo estudiantil en la Universidad Veracruzana. Jalapa, 2009
[ii] Gómez-Jara, Francisco A. “Subcultura no. Contracultura!. En Aroche Parra, Miguel. 53 poemas del 68 mexicano. México, Editora y Distribuidora Nacional; 1972
[iii] Cfr. Domínguez Pérez, Olivia. Política y movimientos sociales en el tejedismo. Jalapa, Universidad Veracruzana / Centro de Investigaciones Históricas; 1980
[iv] Cfr. Andrade Guevara, Víctor Manuel. Transformaciones de la izquierda política en Jalapa. México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social – Centro de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana; 2007 (Testimonios 1) 19-20
[v] Ortiz Aguilar, Javier. “A cuatro Décadas del 68.  Un testimonio de una  generación anterior”. En Valenzuela Herrera, Lulio (Coordinador) Obra citada 86
[vi] Ìdem 87
[vii] Martínez Lara, Pedro. “Hay que aguantar compañeros estamos haciendo historia” Idem 188

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