viernes, 28 de mayo de 2021

Entre el amanecer, el caos y Manuel Gámez




TEPETOTOTL

 Manuel  Gámez Fernández

Por Fernando Hernández Flores*


Es la Villa de Martínez de la Torre, el lugar que lo vio nacer en el año de 1950, y precisamente con el tiempo, se fue nutriendo de sabiduría con los hermosos paisajes de esa Región del Totonacapan. Tuvo una formación universitaria y desde su juventud participó en revistas académicas hasta verse involucrado en la investigación educativa. Un día abrí mis puertas y, “El fuego me encendió / corrió un velo de recuerdos rojos como un corazón de durazno / el agua fue buena y amable sensación / fresca mañanita que impregnó todo el cuerpo / la tierra movió los montes y tras el Cerro Quebrado / abrió un horizonte esmeralda de presagios / y el viento, siempre impaciente / sopló hacia las márgenes del sentimiento / y encontró las cavernas sin fin / donde ya no salió…” (Pág. 15) 


Es “Entre el amanecer y el caos”, la obra poética reciente del maestro Manuel Gámez Fernández, escritor y artista plástico martinense, entre otras actividades que realiza tan apreciable apasionado de las letras, quien conoció de cerca la problemática de los ingenios azucareros extintos como son el Ingenio Independencia y el Ingenio Libertad, de los cuales solo quedan estructuras que transmiten un pasado glorioso del oro dulce que era cortado muy de madrugada por los jornaleros y trabajadores del campo en una parte de Misantla y también del municipio de Martínez, que eran donde estaba sembrada la gramínea, mientras su padre realizaba el conteo de las entradas y salidas en el Ingenio Independencia.


Sus vivencias y sus andares en los contextos que oportunamente visitó, ya sea de niño, de joven o en edad adulta, están plasmados a través de sus letras libres, en letras que embellecen cada paisaje que comparte el autor, sobre todo a quienes tiene el encuentro con él, desde su libro, el cual nos encamina desde el amanecer al caos. Manuel Gámez es un filósofo, un  humanista, un existencialista, un creador de escenarios a quien le fluye de manera natural la creatividad. Gámez Fernández es un hombre de ciencia y un enamorado de la vida, de su esposa Liz, de la música de vanguardia que escuchara desde las primeras dos décadas de su vida y a quienes les dedica un capítulo como viajero musical.


Manuel Gámez en Autorretrato, expresa: “Quisiera volver a pintar mi autorretrato / la imagen que me mira / y que yo miro / ambos retraídos del mundo / ajenos al paso de los segundos / retraídos y absortos / como pensando en muchas cosas...” (Pág. 108) Y es en esas cosas tan lúcidas y que confunden como va transitando de lo blanco a lo oscuro, de la vida a la muerte, de la alegría a la felicidad, así como a la incertidumbre. Leer al poeta Manuel Gámez es darse permiso para enriquecer el espíritu con la experiencia y conocimientos de un hombre que viene siendo mi cuasi paisano.


Por lo tanto, para encontrar un Testigo como Gámez Fernández, te preguntarás: “¿Qué pasará después / en este subterráneo / cuando los abuelos / tengan siglos / de haberse devorado? / ¿Cuándo seamos parte / del cuerpo de la  tierra / y la raíz del árbol / se hunda en nuestras manos? / ¿Qué pasará después / si aún dejamos algo?” (Pág. 143) En esta ocasión les compartí unos breves y esperemos se acerquen a la obra completa del maestro Manuel Gámez Fernández, es un trabajo realizado por Editorial Foro Fiscal. 


Antes de terminar les comentó, que el libro se presentó en el salón del Colegio de Veracruz el día 27 de mayo. Los comentarios los realizaron el joven editor Víctor Manuel Vázquez Reyes y el poeta Edgar Aguilar, con la intervención musical de Orvil Paz y en la conducción de Ana Hazel Zúñiga Ríos.


(*) Escritor de un rincón del Totonacapan, Tepetototl, Ave de la Montaña. Correo: venandiz@hotmail.com Twitter @tepetototl

jueves, 13 de mayo de 2021

La huelga ferrocarrilera de 1958-1959: interpretación necesaria en el mes del trabajo.


Javier Ortiz Aguilar


                                                                                                    A

                                                                                                              Don Ciro Reyes Alcalá;

testigo y actor de esta

                                                                                                                 gesta libertaria.  

 

 

 

Los acontecimientos pasados pierden cada día peso en la memoria colectiva. Por ello es obligada la actividad del historiador, pues su tarea es repensar el pasado acorde con las necesidades y proyectos de su presente o su realidad temporal. Así puede explicarse las necesidades de la sociedad en la cual vive y a la vez las las distintas concepciones del pasado y, las diversas visiones del futuro. “la historia –afirma Pierre Vilar—es una ciencia en permanente construcción”

          Siguiendo esta tesis, revisamos en este mes que se conmemora el día del trabajo, la gesta heroica de los trabajadores ferrocarrileros en los años de 1958 y 1959; y por supuesto la solidaridad combativa de los maestros, telegrafistas, electricistas y petroleros, al pliego de peticiones.

          El movimiento obrero mexicano es producto de la dinámica generada en Chicago. En esta ciudad industrial los obreros norteamericanos se manifiestan  el 1 de mayo de 1886,  para demandar la jornada laboral de ocho horas. La represión es inmediata: el 4 de mayo la policía reprime violentamente la manifestación, y los ocho dirigentes fueron ilegalmente condenados, tres encarcelados y cinco condenados a muerte. Posteriormente las organizaciones obreras internacionales acuerdan la conmemoración de esta lucha el Primero de mayo.  Más tarde se declara esta fecha como el Día internacional del trabajo. Solo Estados Unidos y Canadá no conmemoran esta fecha.

          En México, desde la industrialización porfirista surgen las movilizaciones obreras exigiendo una nueva sociedad que proteja los derechos de los trabajadores. El 22 de septiembre de 1912 se funda la Casa del Obrera Mundial. Y es presamente esta organización anarquista, integrada por obreros petroleros, electricistas, mineros y ferrocarrileros la que conmemora  el día internacional del trabajo, por primera vez en México, en el año de 1913. Por supuesto no sólo recuerda una lucha obrera, sino también exige la renuncia de Victoriano Huerta, por usurpar el poder y asesinar al presidente legítimamente electo

          Los ferrocarriles, más tarde,  son los protagonistas en todas las facciones revolucionarias. Es por ello que los trabajadores del fiel forman parte, desde los inicios revolucionarios, en la construcción del estado nacional.

          En el sexenio del Gral. Manuel Ávila Camacho, la dirigencia ferrocarrilera entra en conflicto con la Central de Trabajadores de México, e inicia pláticas con los llamados entonces sindicatos industriales: petroleros, electricistas y mineros con el fin de formar otra central obrera: La Confederación Única de Trabajadores. Esta es la primera ruptura del control sindical. La respuesta no se hace esperar, en 1945  hay un intento de dividir el sindicato ferrocarrilero, pero la resistencia de los tranviarios logra detener la agresión, y conservar la unidad. En 1948 en el sexenio del. Lic. Miguel Alemán Valdez, los ferrocarrileros convocan una manifestación contra el alto costo de la vida y la devaluación del peso frente al dólar, Los dirigentes, Luis Gómez Z y Valentín Campa, son acusados de fraude y encarcelados. No obstante, la represión aumenta la voluntad de ser libres.

 

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          El origen del conflicto entre Estado y sindicatos independientes es producto de dos acontecimientos ocurridos en 1954. El primero, el inicio de la guerra fría; que crea un choque entre los dos países aliados: Estados Unidos y la Unión de Repúblicas  Socialistas Soviéticas. El origen de este acontecimiento se encuentra en el fin de la Segunda Guerra Mundial. Japón, único sobreviviente de los países del Eje mantiene la guerra contra el mundo. Estados Unidos decide terminar el cola guerra  lanzando dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Otra versión considera que era un mensaje sutil a la URSS, “esto te puede pasar si atentas contra el orden capitalista”. El problema surge cuando la URSS continúa su carrera armamentista y explota una bomba atómica en Siberia, Este hecho condiciona la llamada “guerra fría” que se inicia con el juicio a los esposos Rosemberg, un matrimonio norteamericanos, de afiliación anarquistas, acusado de ser el autor intelectual del robo de la fórmula de la bomba atómica; el robo es obra de un familiar cercano de los esposos Rosemberg, quien  trabajaba de barrendero en el centro de investigación, La acusación es tan falaz que hasta el mismo Papa protesta ante la arbitraria condena. Toda esta estrategia represora está fincada en la existencia del enemigo externo, conformado por organizaciones anticapitalistas y nacionalistas que defendían la soberanía nacional.

          En 1954 el Estado mexicano instaura el Modelo de Desarrollo Estabilizador o Modelo de Desarrollo Oligopólico, que rompe la política de crecimiento heredado por la Revolución Mexicana y la alianza con las masas obreras y campesinas de nuestro país. Se abandona pues la política encaminada al desarrollo interno, para establecer alianzas con el capital trasnacional vinculado con el capitalismo criollo. Así la modernización nacional queda inmersa en la guerra fría.

          En este ámbito las fuerzas avanzadas del cardenismo, la clase obrera industrial se empiezan a manifestarse, en contra de la política trasnacional. El movimiento estudiantil del Politécnico, de la normal rural, las manifestaciones del Movimiento Revolucionario del Magisterio encabezado por Othón Salazar, los telegrafistas, los electricistas, petroleros y por supuesto los ferrocarrileros. En esa crisis del modelo de desarrollo surge la huelga ferrocarrilera de 1958 y 1959.   Acontecimiento que pone en evidencia la crisis de la política cardenista, provocada por la guerra fría y anuncia sin proponérselo el talón de Aquiles del nuevo modelo estabilizador.

          Las citadas huelgas son reprimidas y las organizaciones sindicales independientes son sustituidas por comités sindicales sometidos al estado, pero no para apoyar la consolidación de la soberanía sino para apoyar a la industrialización trasnacional. Max Ortega, en la Revista Mirada Ferrocarrilera de septiembre-diciembre de 2019, sostiene que el modelo corporativo instituido por Cárdenas no cambia en la modernización simplemente articula los intereses del estado con la nueva forma de acumulación privada del capital.

 

--2—

 

          El nuevo modelo parte de una falacia: el Modelo de Crecimiento con inflación había cumplido su función histórica de crear las condiciones de mercado, mediante el apoyo a los grupos de trabajadores (obreros, campesinos y de servicios. En las nuevas condiciones, la alianza se desplazaría al capital trasnacional y a la burguesía nacional integrada ya al nuevo orden mundial. El proceso se inicia  que eleva proceso se inicia el 28 de agosto de 1948, con la acusación  de fraude, que presenta Jesús Díaz de León, Secretario General de STFRM,  a la Procuraduría General de Justicia, contra Valentín Campa y a Luis Gómez Z., dirigentes de la protesta por la devaluación del peso. El 13 de octubre expulsan a Campa y Gómez Z, de las filas sindicales, Con la acusación y el apoyo del ejército y los leales al sindicato  oficial, el  14 de ese mes, asaltan el edificio y toman la representación  oficial. Jesús Díaz de León, apodado “el charro”, por su vestimenta, deriva el nombre a la acción, el charrazo, y  charro es el adjetivo que se  extiende a todos los dirigentes sometidos al gobierno

          En este contexto surge el movimiento ferrocarrilero, el 2 de mayo de 1958 con la fundación de la Gran Comisión Pro Aumento General de Salarios, organización que demandaba un aumento salarial de 350 pesos. No pedían el acostumbrado tanto por ciento, porque sólo beneficiaba a los que más ganaban, como los funcionarios. El Comité Ejecutivo sindical disolvió a es Comisión. Y el 30de mayo entregó el pliego de peticiones donde solicitaban únicamente doscientos pesos.

          El descontento cundió rápidamente. La estación de Torreón propone una asamblea general, y esta se realiza en Tierra Blanca Veracruz. Los delegados principales son los de la Sección de Matías Romero, Oaxaca, la Sección 12 de Jalisco, la 26 de Tonalá y la 28 de Veracruz. En esta concentración se firma el Plan del Sureste y se construye la nueva figura sindical: Demetrio Vallejo. Dirigente de la estación de Matías Romero.

 En el documento  expresa dos demandas fundamentales: el reconocimiento del comité electo por la base los trabajadores del riel y el aumento de 350 pesos. Como la empresa no responde, el día 26  a las diez de la mañana los trabajadores  inician un paro de dos horas, el   27 de junio extienden el paro a cuatro horas, al otro día el paro dura seis horas,  el 29 el paro es de ocho  horas y el 30 de diez. En ese momento, López Mateos, Presidente de la República, decide la intervención del gobierno federal

Max Ortega afirma en el artículo citado: “El primero de julio el presidente de la República y la representación de los trabajadores insurgentes acordaron un aumento de 215 pesos mensuales a 58 mil 578 trabajadores de los FNM y cien pesos mensuales para ocho mil 647.”

Evidentemente este acuerdo y el triunfo de loa vallejistas en las distintas secciones del Sindicato ferrocarrilero, dan una fuerza significativa  a los dirigentes huelguistas; que les permite desconocer al comité sindical.

Con la intención de personalizar el problema, Samuel Ortega Hernández renuncia el 8 de julio a su función de Secretario General y lo cede a Salvador Quezada Cortez, No obstante la Convención Democrática elige a Demetrio Vallejo, formándose asì un poder sindical paralelo.

          En esas circunstancias los vallistas comunican a la empresa el 23 de julio, que si no reconocen a la dirigencia democrática se irían a la huelga general. El aviso se cumple y la huelga estalla a las diez horas del dia 10 del mismo mes. El gobierno invita a la discusión. Las negociaciones suspenden el paro pero no logran el acuerdo. La reanudación del paro se inició el 1 de agosto, con una duración de tres horas; el dos de agosto cinco horas. El gobierno reprime pero los trabajadores paran todo el sistema, el tres de agosto. El gobierno cede y vuelven las negociaciones.

          No obstante el gobierno establece una estrategia que funciona: primero logra la unificación de las corrientes políticas que tenían discrepancias secundarias con (Vallejo Luis Gómez Z., Manuel Moreno Cárdenas y David Vargas Bravo), segundo aislar el movimiento ferrocarrilero de organizaciones tradicionalmente aliadas, y por último la campaña de prensa en contra de la insurgencia obrera.

          Y concluye Max Ortega: “En febrero de 1959 las revisiones contractuales fueron usadas por el Estado para aislar políticamente al sindicato. Apenas firmado el convenio el Estado, por medio de la empresa, inició una fuerte campaña de prensa en contra de la dirección y la organización sindical. Con la represión y la derrota ferrocarrilera de marzo de 1959 concluyeron, finalmente, siete meses de contrainsurgencia estatal.” 

 

--3—

 

          Las enseñanzas de este movimiento social son interesantes principalmente para los preocupados por las ciencias sociales. En realidad es un movimiento complejo que pone en evidencia elementos:

1.     El movimiento social es producto del cambio drástico del modelo de desarrollo surgido de la dinámica de la Revolución Mexicana por otro, impuesto por el cambio de la  organización mundial de la economía.

2.     El cambio económico divide la estructura de poder heredada por la revolución. El conflicto subterráneo crea las condiciones para la insurgencia de las organizaciones de masas cardenistas.

3.     La aniquilación de estas fuerzas es la necesidad para la industrialización dependiente.

4.     Las organizaciones insurgentes surgen de los polos de desarrollo de la república mexicana.

5.     El sindicato de ferrocarrileros es el más importante de los sindicatos industriales

6.     La destrucción de la corriente democrática  del Sindicato de Trabajadores Ferrocarriles de México, conserva la subordinación del sindicato a los proyectos del Estado. Por lo tanto lla bandera de independencia sindical es la meta de la lucha de los trabajadores.

7.     La encarcelación de Vallejo y compañeros se convierte en bandera del Movimiento Estudiantil Popular de 1968. Gracias a este movimiento los ferrocarrileros presos recuperan su libertad.  Y surge la apertura democrática que permite la relativa democracia

 

En este mes, que se anuncian grandes cambios, surge la pregunta ¿Cuál será la conducta de los sindicatos en esta coyuntura?

FORTIFICACIONES ESPAÑOLAS

 


Raúl Hernández Viveros

 

El Fuerte de San Juan de Ulúa, salido como de un cuento 😊 – Rasca Mapas

 

Para José Emilio Pacheco

Durante varios años, los ingenieros españoles que dirigieron las obras de San Juan de Ulúa, después de elegir el islote comenzaron a ordenar a la multitud de indios y negros esclavizados, en cuadrillas seleccionadas para el objetivo de cavar los estribos. Entre los pantanos abrieron zanjas profundas, donde colocaron rocas enormes como cimientos. Algunos oficiales de Hernán Cortés, tuvieron el tiempo necesario para ubicar a los constructores totonacos, quienes tenían la experiencia y el conocimiento de las obras edificadas en la zona sagrada de Quiahuiztlan,  Cempoala, y el Tajín.

Fue bastante fácil ubicar a estos indios expertos en dichos materiales y labores, porque eran reconocidos en dichos menesteres. No obstante, los hombres más cercanos a Hernán Cortés, en toda la región buscaron y localizaron a los albañiles que integraron la formación de cadenas humanas. Miles de brazos y manos trasladaron las rocas, y la arena que era transportada desde las orillas del mar; pegaban con sílice y caliza dentro de los laberintos de piedras, y acomodaban las lajas, con el polvo de coral entre las orillas del islote.

Fueron varios años que se gastaron en la edificación de las murallas, y los techos de la guarnición. Entretanto miles de barcos cruzaron el océano Atlántico hasta llegar a La Habana, a pasar algunos días de escala, para la descarga de mercancía, pipas y garrafas de vino, productos de alimentación como embutidos, piernas de jamón serrano, bacalao seco, y aceite de oliva.

El buen tiempo fomentaba la edificación. Frente a las costas, a lo lejos aumentaba el tamaño de las naves que al día siguiente se colocaban al costado de la más alta muralla diseñada por la arquitectura española, y moldeaba ya la figura de la Fortaleza de San Juan de Ulúa. De inmediato, motones de indios y negros extraían  de las bodegas los materiales de construcción. Fue aquella mañana de Semana Santa que tuvieron que diseñar estructuras peligrosas, con las que alzaron las decenas de cañones, bolas de hierro y barriles de pólvora que acomodaron en las azoteas. De las alturas se podía contemplar cualquier nave que apareciera en alta mar. Al distinguir que se trataba de una bandera de España, la multitud de albañiles y soldados exclamaban en coro:            

-¡Viva la madre Patria!

Pero cuando la insignia no era española, los oficiales alzaban los banderines de alerta y sonaban la campana de la torre más alta, mientras los indios y negros escapaban en dirección de las afueras de la ciudad de madera, que era entonces la Vera-Cruz, para esconderse entre la manigua y los árboles más cercanos que daban sombra a la alfombra de pasto verde. Bajo  la cerrazón de los arbustos, y el alto forraje, se alejaban del peligro, sin el mínimo temor a los cocodrilos que dormían en las orillas de los pantanos.

Por su parte, los soldados hispanos preparaban minuciosamente cada uno de los cañones, y los oficiales a través de sus catalejos sacaban las cuentas sobre la distancia, contabilizaban los metros que separaban la fortaleza con las naves invasoras de los piratas, quienes asolaban las costas en búsqueda de oro, plata, alimentos, y principalmente de agua pura que nacía y brotaba de los transparentes manantiales y las fuentes vírgenes.

Las piezas de artillería comenzaron a vomitar el fuego, provocado por la pólvora y el tronido del lanzamiento de las bolas de hierro. Como si se tratase de saludos, las naves enemigas contestaron con el disparo de sus cañones sin parar hacia los muros. Al anochecer, el capitán pirata comprendió que ni siquiera podían aproximarse ante la potencia de los cañones recién instalados en las alturas de las murallas. Con la aparición de las estrellas, finalizaron la escaramuza y el intercambio de proyectiles. Al día siguiente, sobre el firmamento, entre la frontera que divide el mar con el cielo, las naves desaparecieron ante la presencia de los primeros rayos del sol.

Los trabajos y los días prosiguieron durante muchos meses, hasta alcanzar la majestuosidad de un castillo con sus torres inexpugnables, bodegas inmensas y muros de varios metros de altura. Aquel domingo, los representantes de la iglesia católica, las máximas autoridades españolas de la Vera-Cruz, y la Corte encabezada por el Virrey, asistieron a la misa en que se inauguró la Fortaleza de San Juan de Ulúa.  Era un baluarte para defenderse de los ataques de piratas o fuerzas enemigas de otro imperio.

Durante miles de viajes, las naves cargadas de lozas y adoquines, llegaban desde La Habana. Con este material se construyó el malecón y la calle principal de la Vera-Cruz. Las casas de madera fueron transformándose en habitaciones de paredes y techos protegidos por la argamasa y las tejas. También en pocos meses, las manos expertas de los indios y negros edificaron la iglesia y los fortines situados enfrente de la Fortaleza de San Juan de Ulúa.

Sobre las murallas de la Aduana se encontraban colocadas las enormes argollas de acero, en las cuales atracaban las naves procedentes de la Madre Patria. Para algunos viajeros les resultaba fascinante contemplar las imágenes rescatadas en los recuerdos de los puertos de Cádiz, Cartagena, Santo Domingo y La Habana. Fue la reiteración de técnicas, diseños y planos inventados por los ingenieros hispanos, que se ajustaron a la arquitectura de los bocetos cuando se fundaron dichos puertos. En el centro de la Vera-Cruz, luego de los trabajos forzados durante casi un lustro, apareció el edificio del Hospital de la Beneficencia Española.

Los habitantes, desde el principio fueron bautizados con el nombre de jarochos, porque se notaban orgullosos de su pequeña y hermosa ciudad, y principalmente debido al diseño de sus vestimentas que eran una mezcla de lo andaluz y lo prehispánico. Al poco tiempo, hubo un ciclón que superó la fuerza de los anteriores; derribó palmeras y arcos que señalaban los límites a la entrada de la Vera-Cruz. Después de cinco días llegó la calma, y el sol volvió a demostrar todo su esplendor.

Los indios y negros participaron en el levantamiento de las casas destrozadas por el mal tiempo, en la reconstrucción de los barrios pobres, y volvieron a levantar algunas casas de madera. Mientras en las bodegas de la Fortaleza de San Juan de Ulúa, se protegieron y albergaron muchas jornadas a los damnificados. Posteriormente las hileras de albañiles construyeron las murallas que resguardaban a la población.

Un día, casi al atardecer, entre la neblina, brotaron las naves repletas de piratas. En el silencio nocturno descendieron, y abordaron decenas de botes que se introdujeron sigilosamente alrededor de las murallas. Al amanecer un grupo de escaladores logró saltar hasta la entrada principal. Los vigilantes dormidos ni siquiera sintieron el filo de los cuchillos que les cortaron de un tajo la garganta. Abrieron la puerta principal, y de inmediato la tropa maltrecha de escorias humanas, penetró por todas las habitaciones en búsqueda de cualquier persona, o cosa que tuviera algún valor o representara un poco de placer y diversión.

Durante dos semanas se apoderaron de la guarnición militar, aprehendieron a las autoridades municipales, e impusieron el toque de queda. Con el saqueo de todo lo que significara poder vender o intercambiar en los mercados piratas del Caribe; ofrecieron un homenaje a la rapiña y al horror de la matanza. Fue un sábado cuando descubrieron en una bodega las pipas llenas de vino y aguardiente de uvas. Por varios días se olvidaron del saqueo, porque la bacanal en honor a Baco; la celebración duró más de una quincena, hasta que devoraron las últimas aceitunas y los restos del jamón serrano.

En la memoria de los piratas, se pudo recrear el esplendor de las fiestas romanas, y por tantos excesos, organizaron el primer carnaval que recorrió la calle mayor de la Vera-cruz. En la macabra diversión, los indios y negros, a su vez recordaron los ritos desprendidos del pasado con sus danzas, disfraces, sacrificios y veneración a sus ídolos de piedra. Solemnidades y ceremonias de aztecas y africanos, elaboraron los polvos de pintura, y comenzaron a transformar la piel de sus rostros.

En la tercera semana de abril, el lunes continuaba escuchándose el rumor de los ronquidos en todos los rincones de la Fortaleza de San Juan de Ulúa; rumor que llegaba hasta  cualquier parte de la Vera-Cruz. Por la resaca nadie pudo siquiera alzar la vista hacia el cielo, y descubrir la aproximación de las figuras minúsculas que señalaban los barcos españoles en el firmamento. Tampoco pudieron escuchar el rumor de las olas que cruzaban los botes, de igual manera que lo habían practicado, casi en secreto, los piratas. Al amanecer, ni siquiera los perros percibieron el avance de las tropas que se aproximaban en las orillas, sólo los cocodrilos se sumergieron, en el lodo de los pantanos. Los indios, negros, los loros y los pájaros guardaron silencio, delante de los arcabuces, los uniformes militares, y las banderas amarillas con la corona pintada de rojo.

Antes del anochecer, las naves de los piratas fueron devoradas por el fuego que provocaron los expertos en este tipo de trabajo militar. Al poco tiempo, los comandos hispanos invadieron la Fortaleza de San Juan de Ulúa. Revisaron cada una de las habitaciones, las bodegas, y  los salones. De igual forma, con el filo de las navajas y las espadas degollaron los cuellos de los usurpadores, sin distinción de su juventud o vejez. Fue la primera vez que el pavimento y algunos muros se pintaron de rojo por la sangre derramada.

Otra vez, los vientos huracanados y la tormenta descendieron desde el cielo.  Por lo menos, la prolongada lluvia, fue suficiente para lavar y borrar cualquier vestigio de estos sacrificios humanos. Sin embargo, sucedió algo que nadie pudo registrar en las páginas de la historia, y tampoco siquiera algún artista pintó y rescató la dimensión de aquellas escenas extraviadas en los reflejos del mar, que se repetían en su planicie el azul, y las tonalidades de  algunas nubes blancas en el cielo.

Todo fue tan rápido, entre el ir y venir de carretas repletas de cadáveres, que cargaban las hileras de indios y negros; las descargaron hasta formar las montañas de muertos que alcanzaron varios metros de altura. Por la hambruna de tantos años de esclavitud, sus bocas se les llenaron de saliva, y sin pensar en las consecuencias, aceptaron el llamado de sus antepasados que les hizo reaccionar en lo más profundo de sus pensamientos. En lugar de hacer fogatas con madera, pasto seco y paja, lentamente las miles de manos de indios y negros, en forma involuntaria comenzaron a  destazar los primeros difuntos.

Varios nativos lograron memorizar el aprendizaje en la preparación las piernas de jamón serrano, porque algunos cocineros españoles les mostraron la forma de curtirlas. Al aderezarlas comprendieron la técnica en el añejamiento de dichos fiambres

  En pocas horas devoraron la carne sucia y pestilente; consiguieron saciarse hasta  el amanecer del nuevo día. Emplearon varias jornadas en destazar los cuerpos, y elaboraron los bisteces de carne salada. Entre los alimentos estaban los embutidos, salchichas, y pasteles de carne, y se devoraban en una tabla. Los indios y negros también realizaron los restos de una barbacoa, inventaron sus piernas de jamón serrano con las mejores extremidades de los muertos. Después otros cientos de indios y negros cavaron enormes fosas, en donde acomodaron los restos de esqueletos y cráneos. Y de esta manera, también como si fuera parte de un designio divino,  iniciaron  el peregrinaje hacia otros lugares sagrados, guiados por las estrellas,  y los movimientos de la luna.

Cuando se enfrentaron al mal tiempo, se ubicaron en zonas de refugio, que fueron los lugares elegidos para la edificación de fortines y ventas. En Xalapa, construyeron el convento de San Francisco, el Hospital, la iglesia y el cuartel de San José. Luego prosiguieron su marcha hacia lo que sería la población de Perote, en donde se detuvieron para levantar la fortaleza que bautizaron con el nombre de San Carlos, en honor del Rey de España. Hasta este lugar se acabaron los bisteces de carne salada, y fue el instante en que los indios y negros desaparecieron ante la epidemia de la influenza española. Nadie quiso escribir esta historia de construcciones, esclavitud y sacrificios; de extraordinarios arquitectos y albañiles, que ya habían dejado su impronta en algunos edificios prehispánicos.

Mucho tiempo después, en un sitio especial de la fortaleza de San Juan de Ulúa, los descendientes de indios y negros, llegaban a celebrar sus ritos frente a la enorme verdadera cruz, que fue construida por las manos extraordinarias de sus antepasados. A un lado de este lugar, miles de nativos se arrodillaban a orar delante de algunos símbolos pintados y diseñados con fragmentos de caracoles, polvo de huesos humanos y caliza en las murallas. A lado de la cruz, se establecieron las imágenes y colocación de varios emblemas, que se registraron para la comprensión de los indios y negros de esta historia.

 

 

La Fortaleza de Perote - Formato Siete

 


 

Final feliz

 


Manuel Gámez Fernández

 

Me terminé el ron

Me termine el wiski

Me terminé el mezcal y el tequila

Solo me queda una café con leche que tomaré

Con un pan de Xico

Y me iré a dormir.

 

 

 

Marca

 

 

El vivir deja una marca

Una huella que camina paralela al caminante

Un sonido de cascos que golpean el sendero

El vivir detiene el caminar de las estrellas y detiene todo

Porque el momento es eso, un espasmo en el existir

Y las vivencias quedan marcadas en el reloj del pensamiento

Por siempre se quedan las marcas y las cicatrices del silencio.

Esperanzas que fortalecen

 

 


De Alicia Soto Palomino

 

El 23 de abril se celebra el día internacional del libro, en otras ocasiones esta fecha la había pasado efectuando actividades relacionadas con la promoción de la lectura y escritura. En algunas ocasiones  había realizado talleres con jóvenes y niños, vinculando  la lectura con la ciencia, las artes y actividades lúdicas en un ambiente festivo.

 

En esta ocasión, las circunstancias en las que tuve que recordar este día fue muy distinto, pues desde las siete de la mañana tuve que formar parte de una larga fila de personas que esperábamos que nos administrarán la vacuna contra el covid 19.

Parecía que todo iba estar muy bien, puesto que en días anteriores se había estado realizando esta actividad para todos los docentes de manera ágil y  eficaz, por ello, tenía la confianza de salir pronto de esa empresa y dirigirme a celebrar el día internacional del libro con los promotores de lectura y mi familia.

 

A las 9:00 de la mañana el sol comenzaba a iluminar y calentar el espacio circundante de la zona Universitaria, las colas se hacían cada vez más extensa, las preguntas del por qué no se avanzaba, no llegaban. Después un maestro encargado de la comunicación por parte de la SEV nos dijo que no había vacunas en el espacio del nido del Halcón. No sabía la razón y  lo único que nos pedía,  era esperar nuevas indicaciones.

 

Estuvimos cerca de cuatro horas más, esperando  sin movernos y nadie  nos informaba nada. Los rumores eran diversos… Cerca de las tres de la tarde logramos avanzar hasta la entrada del campo de la USBI, parecía que nos habían permitido entrar al paraíso pues los árboles verdes nos brindaban su sombra y frescura. Nos ubicaron bajo un puente y nos colocaron en zigzag y ahí estábamos más  de 200 personas, juntas codo a codo. Confiando en que recibiríamos la anhelada vacuna. De repente, una nueva voz se levantó y nos comunicaron que se habían terminado las vacunas que debíamos esperar tres o cuatro horas más... En ese momento sentí que las esperanzas me faltaban, que todo el esfuerzo, el optimismo se estaba derribando; de pronto nuevamente las voces se alzaron y comenzaron a surgir ímpetus de inconformidad, los ánimos ya se estaban transformando y pasaban súbitamente de una calmada resignación  a un vigoroso reclamo.

 

Finalmente nos condujeron hasta   las mesas de registro. Después de entregar los documentos y firmar, nos hicieron pasar  al recinto del nido del Halcón. Fue como si nos transfirieran  a otra dimensión, después de tanto sufrimiento de pasar tantas horas  bajo el intenso sol, sin comer, sin tener los servicios necesarios para ir al sanitario o sentarse a descansar. Llegamos al paraíso. Al descender por los escalones del graderío un ambiente nuevamente de confianza inundó cada una de las almas de los que estábamos ahí. Con una organización magnífica nos condujeron rápidamente a la administración de la vacuna, las orientaciones adecuadas y la espera para las reacciones de ésta. Para ello, ya habían transcurrido nueve horas y media. Todo esto me ha dejado claro  que una vez más los docentes contamos con  tolerancia, paciencia, optimismo y que necesitamos un trato similar tanto de las autoridades como de la sociedad. Porque eso,  nos permitirá  salir adelante de cualquier situación  adversa que se nos presente.

 

Gracias por confiar en nosotros y tengan por seguro que muchos docentes comprometidos con nuestra vocación, retribuiremos la confianza depositada.

 

Cualquier día es propicio para seguir celebrando el día internacional del libro. Todos los días que tengamos la oportunidad de estar con los libros debemos aprovechar para seguir fomentando el amor por la lectura, escritura y la tolerancia, de esta manera estaremos construyendo  mejores escenarios y estaremos preparados para los requerimientos del mundo actual.

 


 

Cuando la ficción se vuelve realidad

 


Susana Daniela García Sánchez

La literatura cuenta con los temas suficientes para dar abasto a toda clase de gustos. Uno de los géneros que ha tomado gran popularidad es la literatura de fantasía y ciencia ficción, esto se debe a los múltiples escenarios e historias auténticas que sus protagonistas van viviendo, y que, en contraste con nuestra realidad, su posibilidad de pasar, en la mayoría de los casos, resulta casi nula. A pesar de eso, no significa que no se hagan intentos por lograr que estas situaciones fantásticas puedan ser una verdad.

          De entre los eventos más comunes que encontramos en la ficción está el poder volar, una idea que le surgió a Leonardo Da Vinci hace más de 500 años. Y, aunque en la mayoría de las historias esto se ve como un hecho imposible, los humanos han buscado la manera de lograrlo, y, si bien aún nadie puede volar por sí mismo, sí existen objetos con la capacidad de hacerlo. Recordemos a Alberto Santos Dumont, quien fue un inventor que se adentró en el mundo de la aviación, siendo el primer hombre en volar en un avión con un motor aeronáutico. Hoy, gracias a las aeronaves, las personas pueden apreciar, desde las alturas, una parte de la naturaleza y del mundo, estando aproximadamente a once mil metros de tierra firme.

          También, una de las aventuras más grandes concebidas por los hombres, que han generado en los niños el deseo de ser astronautas, son las historias sobre el espacio exterior: ir a la luna, a otro planeta o viajar en una nave espacial. Ray Bradbury, en varios de sus cuentos pertenecientes al libro El hombre ilustrado, nos da a imaginar el cómo sería otro lugar fuera de la tierra, desde el espacio hasta otro planeta. Laika, una perra labrador, fue el primer ser vivo en estar en órbita, en 1957; poco después, en 1961, llegó el momento para Yuri Gagarin, quien fue el primer ser humano en viajar al espacio.

          Por otra parte, los viajes en el tiempo son algo que no hemos vivido en la realidad, pero es un tema muy popular en la ciencia ficción, incluso bastante recurrente. La máquina del tiempo es una reconocida novela de H. G. Wells, publicada en 1895, donde se habla de un científico que viaja años, muchos años, al futuro. Suena difícil de suceder, sin embargo, en la actualidad existen investigaciones que, aunque iniciaron con Albert Einstein, se han interesado por esta cuestión, un ejemplo es Nathan Rosen, quien hizo un experimento para medir la posición y el impulso que ayudaría a conocer la realidad física. De hecho, gracias a ellos existe la teoría del puente de Einstein-Rosen, de 1935, conocido también como agujero de gusano. Esta sería una forma de viajar en el espacio-tiempo.  Algunos científicos más cercanos a nuestra época, que han realizado investigaciones para tratar de dar más información sobre estos viajes en el tiempo, son: Stephen Hawking, quien decía que incluso hay varias teorías para viajar en el tiempo, como los ya mencionados  agujeros de gusano, viajes a la velocidad de la luz u órbitas alrededor de agujeros negros; Ben Tippett y David Tsang, quienes han propuesto un modelo matemático que hace que esto sea posible, generando un bucle espacio-temporal, a partir de materia ordinaria y densidad de energía positiva.

          En correlación con lo anterior, el término “inteligencia artificial” lo introduce John McCarthy en 1956, se refiere al hecho de poder crear máquinas inteligentes y, en ocasiones, un cierto nivel de autonomía en los artefactos. En la ciencia ficción podemos ver esto con Isaac Asimov, quien publica Yo, robot, en 1950, en donde conviven los robots y realizan las actividades comunes de los humanos. En el 2014 SoftBank Robotics presenta al robot Pepper, que fue creado para cohabitar con los sujetos; algunas de sus cualidades son poder identificar el leguaje y reconocer las emociones de las personas.

         Un mundo feliz de Aldous Huxley, es una novela publicada en el año 1932, es una historia que involucra muchos temas, pero cabe mencionar que se desarrolla en el futuro, en donde la reproducción humana se da sin contacto humano y el feto crece fuera del cuerpo de su madre. En nuestros días, existe la fecundación in virtro por sus siglas FIV, que es una técnica de inseminación, en donde se realiza la fecundación fuera del cuerpo de la mujer, para después transferir el embrión al útero de la madre. Esta forma de concebir vida se dio por primera vez en 1978.

          Los ejemplos anteriores sólo son algunos de los muchos que podemos encontrar en el devenir cultural, ya que la imaginación es tan amplia que puede crear nuevos escenarios, nuevos aparatos, nuevas ideas, entre otras cosas. La literatura de fantasía y la de ciencia ficción tienen una característica maravillosa, en la que los límites que tenemos como seres humanos desaparecen, básicamente todo es posible. Y en ese gran espacio de cosas que podrían pasar, sigilosamente se abre una brecha para la realidad, en donde la tecnología y la ciencia se actualizan para crear un mundo con nuevas visiones y capacidades.

          Ahora bien, si analizamos cada ámbito de nuestra vida diaria, podemos notar que todo se relaciona con todo, lo cual es extraordinario, pues esa conexión hace que se despierten múltiples intereses: materiales, científicos y literarios. En los casos anteriores, ver cómo la física y la matemática se vinculan con la literatura. Podría ser al revés, donde los interesados de las ciencias se adentren en el mundo de la literatura, por las posibles situaciones comunes que presentan.

          Una conocida frase que se le amerita a Julio Verne, dice: “todo lo que una persona puede imaginar, otras podrán hacerlo realidad”. Y aunque parezca difícil de creer, ya ha sucedido, lo que nos dice que es posible que vuelva a ocurrir. Es increíble lo que la ciencia ha logrado a través de los años, lo que antes parecía imposible ahora parece realidad; lo que aún no podemos imaginar, tal vez algún día se llegue a materializar. Debido a que nuestra estancia en la tierra es limitada, posiblemente no estaremos para ver como algo real lo que ahora sólo podemos imaginar o leer en libros.

          Sí, la lectura abre caminos a nuevos conocimientos, nos da la pauta para ver nuestro entorno de diversos modos, ayuda a que el interés de hacer mejoras en la sociedad crezca, y no sólo en cuestiones sociales, sino en cada disciplina del saber. Pues, incluso como humanos, podemos desafiar aquello que creemos imposible de pasar. A su vez, se debe reconocer que gracias a la tecnología, a la ciencia y a las investigaciones, se ha concebido un mundo distinto: real e imaginario. Pero, sin olvidar que detrás de todo esto está la mente humana, que se entusiasma con el hecho de poder lograr algo único, algo que no ha sido tangible en el pasado.

          Tal vez, los autores que se mencionan en los ejemplos pensaron que todo lo que escribieron no sería más que un libro que narraba sucesos que sólo existían en sus mentes, o tal vez lo escribieron con la visión de que alguien intentaría materializar aquello que estaba escrito en sus textos. No tenemos certeza de eso, pero sí podemos decir que sería increíble y satisfactorio poder ver cómo otros son partícipes de volver realidad lo que sólo estaba plasmado en letras.

          Existen muchas maneras de estimular nuestra imaginación, de intentar visualizar lo que aún no conocemos, de tal manera que antes de poder ver algún aparato, lugar o situación ficticia hecha realidad, se pueden hacer prototipos o simulaciones, creadas a partir de teorías que se acercan a un conocimiento verdadero. Se puede tomar en cuenta a quienes hacen los bocetos para la creación de algún nuevo robot, alguna nave o cohete, entre muchos objetos más. También se puede ver en las películas basadas en algunos libros de ciencia ficción, que tratan de darnos una idea del cómo sería todo lo que engloban esas historias, aunque no son precisas y algunas tiene adaptaciones diferentes; muchas otras procuran hacer lo posible por plasmar, de forma visual, escenas de lo que aún no hemos sido testigos como seres humanos.

          Las obras de cualquier género despiertan la creatividad, pero también generan conocimientos, el cómo elegir qué leer va de acuerdo con los gustos y necesidades del lector; pero, es un hecho, podemos encontrar lecturas de todo tipo y para toda persona. Y, aunque muchas veces leer sea una situación que se hace por gusto, ese gusto se puede expandir lo suficiente como para hacer realidad lo que otros ven como inalcanzable, recordando siempre que todas las disciplinas tienen algo en común y podemos complementar una con otra.

          A partir de esto, podemos decir que, aunque Da Vinci tenía la idea de que las alas harían volar a los humanos, Sir George Cayley diseñó y construyó objetos con alas, con el fin de hacerlos volar, siendo esto alrededor es 1799 y 1853.  A Wilbur y Orville Wright, en 1903, se les atribuyó la creación del primer avión; y, como anteriormente se mencionó, fue Alberto Santos Dumont el primer hombre en pilotear un avión. Otro ejemplo es George Devol, quien en 1945 creó el primer robot con fines industriales, para dar paso a los robots autómatas. En 2021, ya se cuenta con Sanbot Robots, una empresa en la que los robots son productos que asisten a las personas que requieran entretenimiento e incluso cuidados. Así, podemos ver que aquello que solía ser ficción, ahora es una realidad.