lunes, 16 de abril de 2012

Editorial

 “… nadie puede enseñar a otro a crear;
a los más, a escribir y leer.
El resto, se lo enseña uno a sí mismo tropezando,
cayéndose  y levantándose, sin cesar.”
Mario Vargas Llosa
La crítica literaria, como toda evaluación, es necesaria, diríase hasta obligada, a pesar de ello dentro del medio literario es poco común. Es más cotidiano el halago, la adulación, quizá por el temor a la réplica, poco se  realiza, pero finalmente al transcurrir del tiempo llega.
La objetividad no tiene cabida en el análisis de las obras literarias, si se considera la posición del crítico: lector o escritor está imbuido dentro del medio, forma parte del mismo, es actor, no existe independencia mental y enfoca, de manera regular, su apreciación en uno de los diversos aspectos de esa integralidad que conforma  un trabajo.
La forma y el fondo, son alcanzados por los consagrados y pocos son aquellos que poseen la autoridad para enjuiciar, no sólo la literatura sino la metaliteratura, implícita en cada obra.
El tránsito entre el respeto y el desprecio por la creación es complejo, finalmente la literatura, como una de las bellas artes, posee infinidad de expresiones y autores cada uno con sus limitaciones, experiencias, convicciones, plasmadas consiente e inconscientemente en el desarrollo de ese trabajo intelectual.
La vida personal del escritor provoca antipatía o fascinación, predispone a externar criterios siendo más sano leer, analizar el producto y posteriormente abordar la biografía de su autor, pero con el fin de entender teniendo como referencia el contexto de donde surgió.
La literatura es expresión filosófica, ideológica, cultural, intelectual, axiológica…, sirviendo de parámetros para clasificar al autor desde una perspectiva, no dejando de ser limitada, reductiva.
Es innegable la existencia de una calidad intrínseca percibida por expertos, pero también por noveles, y a la postre es la que hace trascender a través de la historia: en esa coincidencia, si no total, se erigen los clásicos de la literatura.
En definitiva, la literatura como expresión de arte, axiológica, transita en la bipolaridad donde se vuelcan emociones y sentimientos, además del raciocinio e inteligencia, oscilando –no sus fines: el arte- entre el odio y el amor, lo perverso y lo virtuoso, la crítica y la lisonja, objetividad imposible porque finalmente goza –por fortuna- de la libertad de expresión.

El magisterio y el cambio social.

Por: SILVIO HUMBERTO BIBIANO VENTURA.

La sociedad mundial enfrenta en estos últimos veinte años, una crisis generalizada, producto de un sistema capitalista que a decir de los expertos está dando muestras de un agotamiento a partir del cual no se vislumbran respuestas para resolver las urgencias que día a día se agudizan cada vez más; en forma permanente se incrementa el número de pobres en el planeta, los recursos naturales se agotan en forma vertiginosa, los daños al medio ambiente cada vez son mayores, los movimientos sociales se multiplican en distintas latitudes, entre otros síntomas.
Frente a ese panorama caótico, aparece como una de las vías para crear nuevas condiciones sociales, la educación. Los esfuerzos internacionales para establecer sistemas educativos más eficientes están orientandos por las políticas diseñadas por organismos como la OCDE, el Fondo Monetario Internacional, quienes sugieren crear modelos acordes a sus intereses.
Dentro de ese contexto, en particular nuestro país lleva a cabo desde hace ocho años un plan de reforma educativa con el propósito de ubicarnos en una perspectiva de mejores rendimientos escolares en educación básica. Dicha reforma hasta el momento no muestra muchos resultados, situación que nos lleva a identificar algunos factores cuya intervención resulta central para alcanzar los propósitos; hablaremos en este caso de la figura del docente.
Para poder determinar en que medida existe un grado de conciencia ideológica del papel del magisterio como agente del cambio social, es necesario revisar brevemente el perfil histórico que este sector ha tenido desde su aparición como grupo con identidad propia, así como su participación en los grandes momentos sociales que nuestro país ha vivido en los XIX y XX.
En su texto que se refiere  al trayecto histórico del magisterio mexicano, Ávila Carrillo (1994) dice que desde el último tercio del siglo XIX se configuró un magisterio  cuya característica fue “la segmentación como grupo”. Es decir, que en el transcurso del Porfiriato, aparecen definidos dos grandes sectores: el maestro que sostuvo una buena relación con el Estado y la burguesía capitalista incipiente, y por el otro lado, un educador que se integró al pueblo y logró identificarse con sus  problemas; en este último se trata de aquel maestro que se desempeñó en comunidades rurales. Es así como cada segmento se identificó con ideologías distintas: el primero con el liberalismo (positivista) y el segundo con el pensamiento anarco-sindicalista (racionalismo).
En este sentido, es posible que como una consecuencia de tal identificación de su papel social, se observe en las luchas de la Revolución Mexicana entre 1910-1917, una parte del magisterio haya participado al lado de los revolucionarios que defendieron la causa de la burguesía nacional y por el otro, al grupo de maestros rurales identificados con la verdadera causa de la revolución, quienes demandaron una transformación social y por tanto, la reivindicación del derecho de las clases más necesitadas que era la mayoría.
Durante este periodo, la participación magisterial se observa regionalizada y orientada más bien por la ubicación de cada maestro, es decir que no se actúa como grupo organizado hasta ese momento; tal circunstancias aparece en la medida en que el sector se incrementa y que las necesidades laborales les son similares y por tanto, les obliga a presentar sus reclamos en un frente común y así demandar mejores condiciones de vida como gremio.
Aunado a ese crecimiento como grupo que tiene una labor comunitaria, el magisterio se convierte en un grupo “pensante” y por ello, ejerce una gran influencia con la población. En esa medida el sistema político naciente, se interesa en absorberlos y tenerlos como aliados, con el propósito de contar con su apoyo para afianzar su control de la sociedad. Así, los intentos por corporativizarlos se pueden localizar en los años 30´s del siglo XX, cuando grupos de maestros sienten la necesidad de organizar sindicatos regionales y a través de ellos, demandar mejores salarios además de algunas prestaciones sociales tal como otros trabajadores. Cabe mencionar que actúa como punta de la lanza en esta tarea Vicente Lombardo Toledano, quien aprovechando su discurso “socializante” y su buena relación con los trabajadores de otros sectores, los canaliza hacia un acercamiento con el Estado.
El reconocimiento del magisterio como un grupo organizado se lleva a cabo durante la etapa cardenista (1934-1940), periodo en el cual el corporativismo sindical alcanzó su “máxima expresión; la táctica aglutinadora entre obreros y campesinos que llevó a crear a la CTM y la CNC, quiso hacerse extensiva con el sector magisterial, sin embargo, debido a las diferencias ideológicas del propio magisterio, donde militaban distintas formas de pensar, no lo permitieron de inmediato.
En estos años, los sindicatos magisteriales regionales demandaron: incrementos salariales, seguridad en el empleo, pensión de vejez, pago expedito de sueldos, asistencia social (médicos-medicinas), cese de actitudes represivas por parte de las autoridades educativas (inspectores, Direcciones Generales).
Para 1940 militaban en las filas magisteriales grupos de distintas orientaciones ideológicas, situación que hacía muy difícil la unificación de todo el sector en un solo grupo organizado.
No obstante estas circunstancia objetivas, con el inicio del gobierno de Manuel Ávila Camacho, se inicia la política de “unidad nacional”; en primer término, debido a las condiciones internacionales (Segunda Guerra Mundial) que así lo exigía; desde esa perspectiva era necesario estar unidos para enfrentar agresiones externas, y en segundo lugar, porque los grupos de trabajadores cada vez exigían mejores condiciones de vida con grados distintos y frente a ello, la única táctica que el gobierno considero para enfrentarlos era coptando tales movimientos mediante el control de los líderes para unirlos y así, evitar las negociaciones de un cúmulo de líderes regionales situación que resultaba más complicado.
El Estado Mexicano mediante sus mecanismos de gobierno, inició una tarea envolvente para llamar a la unidad a los sindicatos magisteriales más representativos y así, bajo la protección gubernamental se convocó a un congreso nacional en la Ciudad de México, del 24 al 30 de diciembre de 1943. El 30 de diciembre, de ese año el SUNTE, el SMMTE, el STERM, el SNATE y algunas otras pequeñas organizaciones de maestros deciden integrar el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), nombrando a Luis Chávez Orozco, como primer Secretario General; el 15 de marzo de 1944 se expidió un decreto presidencial que reconocía como único sindicato magisterial al SNTE.
A pesar de esa aparente unidad, al interior del mismo tanto lombardistas, pro-comunistas, leales a Chávez Orozco y una corriente democrática, enfrentaban una lucha en defensa de sus intereses grupales.
Hasta aquí; el SNTE se vislumbró como un organismo pro-gobiernista porque aceptó las políticas oficiales sin enfrentarlas dado que surgió como órgano supeditado al Estado. Aunque esta actitud se hace más evidente, 1945, cuando su nuevo Secretario General Gaudencio Pereza Esquiliano, declara su apoyo a la pre-candidatura presidencial de Miguel  Alemán Valdés y con ello, autoriza la incorporación de un gran contingente magisterial a las tareas de apoyo político como parte del naciente Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Esta política entreguista y de sumisión se ve obstaculizada por una acción que constituye una primera muestra de que al interior del SNTE existen grupos que no están de acuerdo con esta actitud; los maestros del D.F. en demandas de mejoras salariales realizan paros sin consentimiento del CEN del SNTE.
Más tarde, en el ll Congreso Nacional celebrado en marzo de 1949, se elige como Secretario General del SNTE a Jesús Robles Martínez, quien centraliza la vida política del sindicato, hace ostensible su alianza con el gobierno en turno y somete a las secciones del país a un control basado en la corrupción y el anti- comunismo. A pesar de esta restricción los sectores progresistas del SNTE inician una lucha para contrarrestar tal ofensiva y en 1951 fundan el Frente Nacional Unificado Magisterial (FNUM).
Con esta acción es importante observar que una vez más, se definen claramente dos tendencias dentro del gremio magisterial: los retardatarios pro-gobiernistas y los disidentes con actitudes democráticas y “progresistas”. Resulta significativo señalar que la sección 9  del D.F., el magisterio de Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Michoacán y Guerrero, son grupos que durante un lapso de 60 años logran mantener actitud de lucha y enfrentamiento a la corrupción y a la antidemocracia sindical  del SNTE.
En ese ambiente de tensión; la cúpula del SNTE si bien ha sufrido pugnas internas por el poder  en ningún momento ha intentado dar entrada a corrientes verdaderamente innovadoras. Al  robles- martinismo lo sustituye el jongitudismo, grupo que a punta de metralletas y con golpeadores profesionales, se apropian del control del sindicato el 22 de septiembre de 1972. La toma por asalto, con una actitud netamente gansterial ilustra el tipo de personas que a partir de ese momento, representarían al magisterio nacional durante casi 17 años.
Con la llegada de Carlos Jongitud Barrio a la Secretaria General el SNTE, el organismo sindical cae en un esquema corporativo de alianza nunca antes visto; los lideres magisteriales tienen la facilidad de incorporarse al ejercicio del poder político porque el SNTE recibe su cuota, la cual se traduce en cargos políticos; presidencias municipales, diputaciones locales, federales, senaduría e incluso gubernaturas.
La base magisterial sometida a los designios de los lideres corruptos, ve cada vez más alejada la posibilidad de resolver sus necesidades salariales y de prestaciones sociales; ahora, suma una exigencia más a sus demandas: democracia sindical. Como esa voz no tiene respuesta, crece la disidencia en un principio desarticulada, como en antaño, regionalizada; la propuesta se une y en diciembre de 1979, reunidos en el Primer Foro Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas del SNTE, en Tuxtla Gutiérrez Chiapas, se integra la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas del SNTE (CNTE), organización que como parte del SNTE, tendrá como propósito exigir un incremento salarial del 30%, descongelamiento de sobresueldos, incrementos porcentuales por cada región y lucha por la democracia al interior del SNTE.
Con esa corriente ideológica se inicia la lucha intensa entre los grupos “vanguardistas” y la CNTE en casi la totalidad de las secciones del país; en algunas secciones se muestra con mayor fuerza debido a las condiciones locales que enfrentan. Sin embargo, este segmento abandera causas en los estados de Michoacán, Guerrero, Tabasco, Chiapas y Oaxaca cuyos movimientos masivos sacuden las bases sindicales sumando a otros grupos como de la sociedad padres de familia y estudiantes en los años 1980 a 1982. En casi todos, a pesar de la cerrazón oficial y la pasividad del CEN del SNTE, las luchas internas obtienen triunfos significativos.
El movimiento que viene a marcar el final de una etapa más de un sindicalismo sometido se genera en XV Congreso Nacional del SNTE efectuado en febrero de 1989, donde los maestros de la CNTE llevan como propuesta demandar el 100% de incremento salarial y exigir democracia sindical rechazando el servilismo frente al Estado y al PRI.
Por otra parte, como una señal importante que muestra la aplicación de una política globalizada, está el hecho de que en Europa, Asia y América se vive una crisis donde los trabajadores del magisterio y de la educación en general, son amenazados gravemente por las políticas del FMI y del Banco Mundial organismos que sugieren una restricción del financiamiento y una reorganización de los sistemas educativos para corresponder a las necesidades generadas por el capitalismo hacia el final del siglo XX.
Dentro de ese ambiente, la gran movilización magisterial de 1989 se produce como un efecto de las restricciones que el Estado lleva a cabo en el financiamiento educativo, siguiendo los dictados de la banca mundial; además de la exagerada cerrazón a una vida democrática a nivel nacional y en particular, al interior del propio SNTE.
Este movimiento magisterial llegó a su punto agudo en abril de 1989 y en el mes de mayo, la intervención del gobierno como mediador permitió un acuerdo entre la CNTE y el SNTE; este hecho logró el reconocimiento formal de la existencia de la CNTE y por tanto, significo un triunfo del sector progresista del magisterio.
En esa etapa, entre otros efectos de la lucha sindical, el gobierno consideró que Carlos Jongitud Barrios ya no era útil al sistema, pues había perdido el control del SNTE al permitir que la Coordinadora lo hubiese rebasado en su capacidad de gestión frente al Estado. Por lo tanto, el entonces Presidente de la República Carlos Salinas de Gortari, el 23 de abril de 1989, le solicitó la renuncia al “lider vitalicio de Vanguardia Revolucionaria”.
Aunque el nombramiento de la nueva líder fue acordada por el propio gobierno y no por las bases, al ascenso de Elba Esther Gordillo Morales representó un nuevo periodo en la vida sindical del magisterio. Desde esa fecha los grupos disidentes se han incrementado y continúan mostrando su rechazo a una dirigencia que se ha convertido en un grupo corporativo que se vende al mejor postor con tal de mantener sus privilegios.
Ahora bien, el balance que se puede hacer de todo este recorrido histórico es interesante si aceptamos que a pesar de la corporativización del Estado y del férreo control interno del sindicato, las fuerzas democráticas y progresistas se han multiplicado a lo largo de estos años y por tanto, la educación continúa con el papel de ser posible vía para alcanzar el cambio social que la sociedad requiere y que sólo será posible en la medida que el magisterio actúa en forma consciente y con sentido crítico hacia el sistema económico, político y social, que actualmente se vive. Es necesario asumir una conducta más activa para convertir a la escuela y al magisterio nacional en un verdadero factor de cambio; esto implica pasar de una educación neutra a una educación comprometida con la sociedad formando a las nuevas generaciones con valores, actitudes y competencias que les permitan en un futuro inmediato, participar con sentido crítico y propositivo con el propósito de construir una sociedad más justa, igualitaria y democrática.
Por su parte, en ese contexto, en un ambiente de mayor democracia el magisterio podrá cumplir un compromiso con las nuevas generaciones, mediante el ejemplo, sumando su esfuerzo con otras fuerzas progresistas que coadyuden a construir una sociedad más humana, incorporando acciones dirigidas a la transformación social de nuestro país.  

Xalapa., Ver., febrero de 2012

Todos los ríos van al mar, pero éste no se desborda


Por: Gilberto Nieto López

Estamos, nuevamente, en un momento histórico clave para nuestras vidas y el rumbo que tomará el país durante los próximos años. Y digo “nuevamente” porque, a pesar de contar con una escasa vida electoral que se remonta únicamente a dos procesos de elección presidencial, hay personas que han votado hasta en diez ocasiones o más tratando de mejorar las expectativas de vida con sólo una acción expedida cada seis años.
Éste proceso electoral, para algunos, no ocasiona atención debido a una falta de representatividad con respecto a los intereses colectivos y la búsqueda del bien común que necesita toda civilización para prevalecer; quizá haga falta algo para verse incluido, algo que los encargados en dirigir –las propuestas– deben considerar.
Tratando de instruir al joven Felipe II de España, el filósofo, humanista y pedagogo Juan Luis Vives expresó, mediante un diálogo entre Flexíbulo y Grinferantes (Diálogos sobre la educación, siglo XVI), que «… no es lo mismo fingir modestia que sentirla. Lo fingido alguna vez se descubre o manifiesta; lo verdadero permanece siempre. Fingiendo modestia, alguna vez en público o en privado harás o dirás inadvertidamente –que no siempre serás dueño de ti mismo– algo conque declares el fingimiento, y cuantos lo conozcan te aborrecerán tanto y aún más cuanto antes te amaran». Estas palabras no sólo pueden adherirse al ámbito electoral inmediato que vivimos sino a nuestras vidas cotidianas, sociales o laborales, porque lo que hagamos –bueno o malo– tiene repercusiones para todos: seres humanos, planeta y naturaleza (Morin, 2003).
Cualquiera que sea nuestro proceder –social, político, laboral, etc.– irremediablemente nos remite a la educación, ya sea formal, de hogar e informal. Pero esta educación está siendo afectada por un sinfín de circunstancias propias y ajenas a nuestra realidad social.
Si arrojamos objetos en la vía pública, con qué calidad moral exigimos a nuestras autoridades que desazolven; si nos cruzamos el semáforo a toda velocidad en ámbar, sabiendo que podemos obstaculizar la vialidad, por qué nos criticamos a nuestras autoridades cuando detienen el tránsito vehicular para pasar; si no regresamos el cambio, cuando la señora del mercado nos da de más, cómo podemos juzgar a nuestras autoridades cuando toman dinero del erario para cuestiones particulares. Tal vez estos ejemplos cotidianos no sirvan para constituir una mudanza social contundente, pero recordemos que los grandes cambios pueden tardar en darse hasta varias generaciones después del detonante, pauta para la cual surge una cuestión ¿en qué generación comenzó, o comenzará, el cambio para nuestro país?
Hay demasiadas cosas buenas en nuestro país. Pero, a veces, lo que dejamos de asumir como responsabilidad sobre pasa los buenos designios de muchos, lo cual deja entre ver que de los propósitos a las acciones hay un enorme trecho. Por tal motivo, hasta qué punto es válido esperar a que un hombre o mujer candidato venga a resolver de raíz la problemática nacional, si los problemas de una sociedad multicultural como la nuestra no se solucionarán con decretos, edictos o leyes.
Un par de proverbios chinos dicen que «cuando dos hermanos trabajan juntos, las montañas se convierten en oro», entonces, qué resultados obtendremos cuando todos trabajemos juntos, en un mismo sentido con verdadero compromiso social que alcance beneficios para todos. Pero «antes de iniciar la labor de cambiar al mundo, da tres vueltas por tu propia casa», de manera que comprendamos realmente qué debemos cambiar intrínsecamente para exigir –ya con fundamentos– a los políticos, maestros, profesionistas, amigos y connacionales que luchemos para mejorar las condiciones de vida de nuestro país, que luchemos para cambiar las conciencias y eliminar las barreras que nos tienen varados, ajenos a aquel tan anhelado primer mundo. Si «todos los ríos van al mar, pero éste no se desborda», entonces depende de nosotros forjar el tipo de río que deseamos llegue a ese tan vasto, glorioso y maravilloso mar llamado México.

gnietol@hotmail.com

Democracia, libertad y paz. Por la participación estudiantil

Por: Luis Gerardo Martínez García
Escritores por la Educación, A.C.
A mis amigos y maestros
 Gilberto Nieto Aguilar y Avelino Reyes Pech
La escuela le enseña al alumno el concepto de democracia, pero no lo deja participar. Su posición de entidad paternalista y protectora le sirve como barrera. Los alumnos tienen acceso restringido en la toma de decisiones de la escuela. Podría parecer que la escuela teme a la participación de los niños y adolescentes. Y no estoy afirmando que los profesores sean culpables, me parece que en complicidad, los adultos hemos creado esa tendencia: padres de familia, profesores, supervisores, autoridades educativas, profesores y dirigentes sindicales. Todos restringimos la participación del alumno, a la mera repetición de los conceptos (y en el mejor de los casos memorización). Pero la acción no es permitida. Eso evidentemente lo llevan a la indefensión (en su propia formación).

Aunado a esto, podemos afirmar que se está coartando la libertad del alumno. Dijo Savater a Amador: “En la realidad existen muchas fuerzas que limitan nuestra libertad, desde terremotos o enfermedades hasta tiranos. Pero también nuestra libertad es una fuerza en el mundo, nuestra fuerza. Si hablas con la gente… Te dirán ¿pero de qué libertad me hablas? ¿Cómo vamos a ser libres, si nos comen el coco desde la televisión, si los gobernantes nos engañan y nos manipulan, si los terroristas nos amenazan, si las drogas nos esclavizan, y si además, falta dinero…” En ese contexto caótico y complejo, la contribución de la escuela a la restricción de la democracia y la libertad es clara.

¿El alumno sólo puede participar en la venta de productos a la hora del recreo, en la venta de boletos para una rifa, en mencionar las efemérides el día lunes en el acto a la bandera? Esa ni es participación, ni es democracia. Es prueba clara de restricción de la libertad. Y así los formamos. El actuar de los adultos en la escuela también puede ser acertado en tanto piense en el alumno como aquel sujeto que se forma en contextos diversificados, adversos y encontrados. En correspondencia con nuestro interés, que él se forme desde una perspectiva ética. El propio Savater escribió “Podemos optar por lo que nos parece bueno (…) De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar. A ese saber vivir, o arte de vivir si prefieres, es a lo que llaman ética…” Culmina Savater.

Si educamos en la escuela con libertad, y democracia como dos de las alternativas de saber vivir (o arte de vivir), podremos enfrentar como reto el actuar éticamente. Sin olvidar que la paz, como categoría, también nos reclama ser pronunciada. Así, entonces, podremos empezar a hablar de la paz. Una categoría a la que le hemos rehuido constantemente. Por asociación, visualizamos Paz con su categoría antagónica, Guerra. Es más,  las vemos como algo lejano; en el imaginario colectivo las pensamos en otra dimensión geográfica: Irak, Irán, Israel; y en otro tiempo y espacio: la primera guerra mundial, la segunda guerra mundial, la guerra fría. Sólo que ahora la realidad mexicana (entiéndase también veracruzana) está rebasando la educación escolar; es urgente pensar en la paz, a partir de un clima de guerra en el que vivimos de forma latente. La paz vinculada a la libertad.

El propio Octavio Paz escribió “La libertad no es una filosofía y ni siquiera una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: Sí o No.” La libertad, insistimos, formará carácter, formará conciencia, formará decisión. Y estas no pueden quedar olvidadas en su pura función mediata, al momento del examen; tienen que ser parte del alumno, de su vida. Recordemos que Paulo Freire decía Educación es praxis.

Si a la fecha democracia, libertad y paz no son parte del lenguaje escolar; empecemos. Enfrentemos la escuela (sus actores directos y secundarios) a lo desconocido. Jorge Volpi afirma en su libro Leer la mente: “Enfrentarse a lo desconocido, en cambio, revitaliza el cerebro: de ahí la relevancia estética de lo incierto –la obra abierta de Eco- o la fascinación que experimentamos por el suspenso, el misterio, el reto”. Imaginemos los rostros de los alumnos (y sus expectativas) al saber que serán parte del grupo que toma decisiones en su escuela; poder votar y ser votado, poder hablar y ser escuchado. Imaginemos a los maestros viendo a sus alumnos como sus pares al momento de diseñar un proyecto o defender un derecho; el maestro tendrá la oportunidad de ver que sus alumnos no memorizan para el examen, más bien, aprenden para la vida. Entonces podremos decir orgullosos, estamos formando los hombres verdaderos, como aquella obra literaria de Carlo Antonio Castro.

ESCUELA PÚBLICA Y EDUCACION

Por: AVELINO REYES PECH
Carlos Ornelas, miembro del Consejo Mexicano de Investigación Educativa según se lee en forros de uno de sus numerosos libros, al hacer una introspección  histórica y los proyectos que compiten por la supremacía ideológica y política en el país y en la educación cita : el corporativo (el del orden existente, a pesar de los múltiples cambios que ya se experimentaron en la política y en la economía); el neoliberal (que pone el énfasis en el mercado), y el democrático y equitativo, que se apoya en la democracia política y en aspiraciones de equidad social. Sin embargo, la difusión publicitaria y el morbo han terminado por hacer de un documental producido por la asociación civil “Mexicanos Primero”,  que preside el empresario Claudio X González, un juicio poco fundado sobre las escuelas, los alumnos y los maestros de nuestro país.
Codirigido por un promotor de cine documental, mundialmente conocido por sus premios en ese campo artístico, hijo del autor de una obra clásica literaria de México, y un vocero de una empresa televisiva,  este reportaje ha sido abundantemente explotado en el campo sólo político y no como una exposición de un conflicto social como originalmente justificó Juan Carlos Rulfo, director fotográfico de esta cinta que ha sido publicitada morbosamente por unos que la defienden, otros que la ignoran y por quienes le atribuyen fines que en nada contribuyen a la reflexión: revitalizar el debate sobre la educación y la movilización de los sectores implicados en ella, propiciar un debate más amplio entre los actores sociales del proceso educativo.
Si la intención original fue provocar la discusión de un problema en el que se funda el desarrollo nacional, tal objetivo hasta ahora ha sido muy pobre. El filme, lejos de promover esa intención, más parece exacerbar la cara oscura de un fenómeno sociopolítico y está sirviendo como motivo para desviar la atención  de la opinión pública tan necesitada de reflexión en tiempos en los que se debe  hablar sobre el futuro económico, social y político del país, entre los que el servicio público de la educación es tema vital;  tal parece que con este documental, se pretende ocultar el resultado de las políticas educativas de los gobiernos de los últimos años. En lugar de hablar de las carencias del sistema educativo; en vez de discutir las políticas públicas que han violentado la vida de los mexicanos; se recurre, como la historia demuestra, a satanizar a individuos en lugar de exponer las causas reales de los bajos niveles educativos: las condiciones de vida del 60 % de los mexicanos.
Se persiste en el un error grave de difundir la idea de que la educación se  mejorará sólo con funcionarios “eficaces” “honestos” apolíticos convirtiendo un asunto de política en un manejo administrativo, reviviendo la tesis porfirista de “poca política, mucha administración” “orden y progreso”. Se exacerba la acción o inacción de personas individuales por la posición relevante que ocupan en la vida partidista o dentro del gobierno, los sindicatos, los partidos políticos o las cúpulas empresariales.
Como Ornelas, educadores muy distinguidos, hombres de la cultura y muchos funcionarios de la OCDE cuyas mediciones se usan como sustento de descalificaciones de nuestro sistema educativo mexicano, han coincidido en que el proceso educativo es tan sólo reflejo de las condiciones de vida de un país; es efecto y no causa de lo que se dice combatir.
En los últimos años han proliferado escuelas privadas convirtiendo un servicio público en espacios de inversión; por algo los capitales entraron al área educativa primero por las universidades, con la misma tendencia que el Sr. Felipe Calderón Hinojosa comenzó el anuncio de un programa de becas en una universidad privada. La premisa ahora no es  el futuro del país, sino la rentabilidad económica. Se da la impresión de que el objetivo es servirse de  la buena fe de muchos mexicanos para difundir el discurso de que la calidad de la educación se resolverá cuando no existan sindicatos, seguridad laboral ni ataduras a la libre expansión del  mercado y que éste puede crecer al margen de las políticas del empleo y del salario, por ejemplo; convertir la educación no en un mecanismo de desarrollo nacional sino de privilegio de los “más aptos”. No estamos abogando por que las cosas sigan igual como hasta hoy; tampoco somos partidarios de que el magisterio no tenga responsabilidad; claro que la tiene y no poca. Pero es impensable buenos maestros castrando su creatividad pedagógica, convirtiéndolos en operadores de dictados ajenos o manteniendo al Estado fuera de las decisiones que son el sustento de la vida nacional en su conjunto. Escuela pública y educación son responsabilidad del Estado Mexicano y a él corresponde su desarrollo y no su combate o abandono.
areyespech@yahoo.com


EL OTRO Y YO

 
Por:Aurora Ruiz Vásquez

En una madrugada fría y con neblina, se escucharon los gemidos de la mujer que daba a luz su primer hijo, al que con dificultad le cortaban el cordón umbilical que lo unía al  vientre de su madre. Parecía que todo había terminado, cuando se asomó la cabeza de otro ser que no esperaban.
Al darse cuenta la madre  que había tenido gemelos, se alarmó pensando en su marido que no tenía deseos de ser padre. Era un hombre rudo, alcohólico que fácilmente se encolerizaba y arremetía a golpes.
 –Y ahora, ¿qué voy a hacer? –dijo la mujer aterrorizada
La comadrona que la atendía, queriendo tranquilizarla, le ofreció una solución.
–No se preocupe señora, si usted lo permite, me llevaré al niño lejos; será un regalo de Dios para mí, yo que vivo sola.
 Con la aprobación de la atribulada mujer, la que fungía como partera, rápidamente lo envolvió en su rebozo y partió sin saberse nunca más de ellos.
Cuando el padre conoció al recién nacido, no dio muestras de ningún afecto, sino de celos, pues éste le restaba  la atención que le diera su mujer. El niño Ismael fue criado por su madre con muchos cuidados dada su pequeñez y salud quebrantada, pero creció sintiendo un vacío en su corazón e incubando un rencor hacia su padre; admiraba a su madre y aborrecía al padre. No le gustaba ver a su madre humillada y maltratada, soñaba con crecer e independizarse y salir de ese medio que lo asfixiaba. Así, se aplicó en la escuela, estudió por su cuenta, creció en todos sentidos, forjándosele un carácter fuerte y decidido. No toleraba imposiciones, amaba la libertad y deseaba conocer otros lugares, sin sentir temor alguno. Ya adolescente, y relacionado con varios amigos, decidió separarse del estrecho medio familiar; quería ser grande para poder rescatar a su madre del tirano.
Ismael  una noche no llegó a la casa, partió en busca de aventuras. Se confundió entre la multitud de las ciudades, sorteando peligros de los que gracias a su inteligencia, salía ileso. Pronto encontró trabajo en una empresa editorial y eso le permitió seguir estudiando para poder cultivarse y desarrollar su inteligencia. Terminaba el día agotado y se arrellanaba en un sillón. Una vez se quedó profundamente dormido y empezó a soñar que se encontraba en el vestíbulo de un hotel cuando de pronto, fijó la mirada en un desconocido cuyo parecido a él era extraordinario: moreno,  del  mismo perfil,  pero aparentaba una edad menor que la suya, de cabellos negros ensortijados, complexión idéntica. Otra diferencia visible,  era su manera de vestir que revelaba una condición económica diferente. Se quedó observándolo  con curiosidad, hasta que entre la gente lo perdió de vista.
Despertó sobresaltado e intrigado, por ese sueño tan singular. Para olvidarlo, se entregó a  sus actividades habituales, sin embargo, la idea no se apartó de él durante muchos días, pensando lo que sabía; que todos tenemos un doble en la vida, pero haberlo visto en el sueño tan real, era fantástico. Los sueños fueron recurrentes con el mismo tema en situaciones diversas. En una ocasión platicó con su doble cuando soñaba, intrigado con el parecido. La misma voz se confundía con la de él y en esa madeja, ya no percibía si era él quien hablaba o el otro y esto lo atormentaba demasiado.
Pasado un tiempo, le llegaron noticias de que su padre había muerto en un accidente automovilístico, entonces, sin mayor sentimiento de dolor por él, emprendió el viaje de regreso para reunirse con su madre; no le fue fácil, pero lo logró. La encontró algo enferma y demacrada. En largas veladas y en un ambiente cálido, tuvieron la oportunidad de platicar ampliamente. Ismael se explayó en los pormenores de sus andanzas del tiempo que había permanecido fuera de casa y entre otras cosas, le contó el incidente de los raros sueños que había tenido donde una persona idéntica a él como una  copia de sí mismo se presentaba.
 La madre, inmediatamente lo asoció con el hermano gemelo y después de calmar su turbación, pensó relatar a su hijo lo sucedido hace años, pero no se atrevía. Viendo Ismael que la madre algo escondía, insistió en que se sincerara externando sus temores y no sin dificultad, relató a su hijo lo sucedido paso a paso.
–Por qué lo callaste, madre...¿ tanto era el terror que te inspiraba mi padre que tuviste el valor de negarte a ti misma?
El silencio fue la respuesta.
Por otro lado, el niño que había nacido minutos después,  llamado Zamná también  tenía clavado el aguijón de la duda desde el momento que un día vio en un parque a su doble con un parecido idéntico. Cuando trató de enfrentarlo  éste abordó un taxi y se alejó dejándolo intrigado.  Le dio al suceso una interpretación de misterio, algo mágico estaba sucediendo, tal vez alguna premonición. Él creía ciegamente en todas esas cosas, por influencia de su madre –la que lo había criado– la que curaba con rezos, hierbas y técnicas tradicionales de sus antepasados. La aparición se apoderó de él y lo acompañó en todo momento, atormentándolo. Soñaba con su doble en situaciones difíciles y comprometedoras. Espantado, no tenía calma, hasta que decidió dentro de sus escasos recursos, investigar si era posible que alguien se pareciera tanto a otro, como si fuera la misma persona en un espejo. Un amigo lo convenció de que podría tener un hermano gemelo.
 –¡Imposible! soy único,– decía
 Sin embargo, le entró la duda y empezó a cuestionar a su madre en todas formas y en todo momento.
Ella evadía las respuestas, dando explicaciones ilógicas y fantasmales
Una noche tormentosa, esta señora invocó a los espíritus en medio de plegarias, sollozos y quema de plantas milagrosas. Pidió por que aminorara la furia de la tempestad y se apartaran de su hijo las ideas que lo torturaban.
“No tiene más madre y familia que yo, que lo he criado.” murmuraba a gritos.
Casi enloquecida, levantando los brazos  dijo con fuerza: ¡no permitáis que revele la verdad!.
–¿A qué verdad te refieres?... Dímela, te lo suplico
La mujer, derrotada, con toda calma, como si lo dijera sonámbula o poseída, relató la historia con detalle, faltando a su promesa. No pudo más, se sentía vieja y agotada.
Enterado y sorprendido, en completa confusión, Zamná  se prometió encontrar a su hermano y a su madre biológica ¿cómo?, no lo sabía, pero lucharía para ello. Sabiendo el lugar donde nació, como pudo, se trasladó de inmediato allí; localizó la dirección y se dedicó a rondar la casa, procurando no ser visto y esperó con nerviosismo. Ya casi era de noche, cuando vio salir una persona. Era él, su hermano gemelo, estaba seguro. Siguió en guardia pues no se atrevió a enfrentarlo. Se prendieron las luces de la casa y una señora se vio  cerrar la ventana y  correr las cortinas. Seguramente era ella, su madre –a la que no conocía,  rápidamente desapareció de su vista. Sintió una sensación que lo ahogaba.
 Se fue a dormir y al día siguiente, continuó la guardia. Ismael salió muy temprano, seguramente al trabajo, Zamná se aseguró que nadie más hubiera en la casa y se acercó con decisión, tocó la puerta y esta se abrió al momento por una señora amable, que de inmediato no relacionó el parecido, pero cuando él habló, lo escuchó como si hubiera sido Ismael, le llamó la atención y la intrigó, por lo que observaba todos sus movimientos; algo le dictaba su corazón. Zamná se presentó como vendedor de libros y quiso demostrar su mercancía que en realidad, era mínima. Pidió a la señora un vaso con agua, ella fue diligente a la cocina, nerviosa  presintiendo algo. Regresó con el agua y siguió la demostración a la que poco interés mostraba la señora pero Ismael insistía como hacen los vendedores, hasta que fue despedido sin ninguna venta.
Zamná caminó hacia un parque cercano y se detuvo en una banca para pensar. Ya había conocido a su madre, era ella y quedó impresionado, faltaba que ella lo reconociera, seguramente algo la había inquietado. Faltaba encontrarse con el hermano y no sabía como, pero estaba muy cerca de hacerlo.

Al día siguiente, volvió a la casa de su madre temprano, cuando Ismael todavía no salía al trabajo, tocó el timbre y él fue precisamente quien le abrió. Se vieron uno al otro  por un instante, hasta que dijo.: ¿Qué desea? Traigo una información para la señora, que me pidió ayer cuando vine a visitarla, acerca de unos libros que le interesaron.
 Espere, y gritó a su madre: “Mamá, aquí te buscan, ¿desde cuando te interesas por los libros?”
–Voy, contestó la señora y se apareció secándose las manos.
Pase –dijo la madre al supuesto vendedor.
 Como Ismael no se separó, llegó el momento en que estuvieron reunidos los tres. La señora muy nerviosa, comprobó una vez más sus sospechas, le brillaban los ojos de alegría y segura estaba que tenía enfrente a sus dos hijos, el corazón se lo decía. y sin pensarlo, se acercó a ellos temblorosa, dándoles un fuerte abrazo y dijo:
_ Vénganse a desayunar, que el café se enfría, ya tendremos tiempo de platicar.

De panzazo, un documental polémico.

Por : Manuel Gámez Fernández
De primera impresión, parece desafortunado que el documental “De panzazo” tienda a devaluar la educación mexicana. Y afirmo que tal vez en algunas acciones tomadas, incurre en faltas graves, por ejemplo, al manipular a los niños entregándoles cámaras para que filmaran a sus maestros , recurso policiaco que pudo ser sustituido con una simple entrevista con los niños y padres involucrados ¿bien hecho o mal hecho?¿buen ejemplo para el futuro de esos niños? Eso depende del criterio de cada uno.
Considero que sigue el mismo estilo del documental “Presunto culpable” donde se cuestiona con dureza el aparato de justicia mexicano, sin embargo, aún cuando salieron los trapitos al sol nada ocurrió, porque realmente no se trata de un análisis de fondo, sino de una cinta que por encimita muestra lo que todo mundo sabe, pero no propone nada efectivo para mejorar. De panzazo incurre en la misma dinámica amarillista, generalizando situaciones que no son generales, pero que sirven para propósitos que no son muy claros.
Recordemos que el joven Carlos Loret de Mola fue el único comunicador que defendió la ignorancia de Peña Nieto, no es necesario describir los hechos ya que se trata de una vergüenza sin precedente. Con lo cual exhibió su propia ignorancia y no pudo librarla ni de panzazo. Algunas de las cifras que se manejan en el documental no coinciden con las informadas por la SEP, por ejemplo, la eficiencia terminal, que las estadísticas oficiales reportan en un porcentaje de 95 % para primaria, mientras que la película expresa que de cada 100 niños que ingresan solo 64 terminan.
Tenemos un sistema educativo ineficiente y voluptuoso, es cierto. Don Jesús Reyes Heroles dijo con su clásico y fino humor que la SEP se parecía a un elefante reumático. Actualmente el elefante sigue existiendo, con un millón ochocientos mil maestros y más de 34 millones de alumnos, atendidos en doscientas cincuenta y tres mil escuelas, que forman el monstruo, sin embargo, muchos trámites administrativos se han mejorado, y las enfermedades han mutado hacia la indiferencia educativa, el control sindical y la politización de los quehaceres, tanto docentes como administrativos. Otros males lo han infectado.
Decisiones tomadas sobre las rodillas y cientos de programas inventados por la realeza intelectual del altiplano, unido a la parsimonia sindical que en sus truculentos trámites atrasa la impartición del servicio educativo y se opone sistemáticamente a las reformas , han acumulado durante más de 50 años muchos vicios y costumbres adversas al desarrollo sano de la educación.
Por otra parte, una descentralización educativa fracturada y parcial que no se cuestiona y que se acepta pasivamente, es la más clara señal de que el problema educativo es tolerado y asimilado por todos: gobiernos estatales y municipales, investigadores, intelectuales, padres de familia, docentes, sindicatos, medios de comunicación, etc. aceptando la inmovilidad y falta de autonomía para realizar transformaciones educativas de fondo en los estados, sin estar supeditados a la batuta del centro. Esta antigua llaga educacional tiene también su impacto en los resultados que se comentan. Porque en las escuelas, observamos nuevamente que el poder centralizado les impide moverse libremente y ser autogestivas e innovadoras ya que primero tienen que obedecer lo que se ordena desde las oficinas centrales, cerrándose así un círculo vicioso que se padece día con día.
No considero válido satanizar el trabajo de los maestros. En este aspecto el director Juan Carlos Rulfo y el codirector Carlos Loret de Mola demuestran su ignorancia del sistema educativo mexicano y de su enorme complejidad, no saben nada de la problemática de las escuelas unitarias, bidocentes o tridocentes,(aunque visitó una multigrupo no sabe que en primaria conforman más del 40 por ciento del total de las mismas), nada de las escuelas indígenas, nada de los servicios de CONAFE para la atención de microlocalidades dispersas y marginadas, nada del servicio de la telesecundaria, nada del telebachillerato, nada de la infraestructura de las escuelas mexicanas en particular de las que están en zonas marginadas rurales y urbanas, nada de los maestros que se están formando en las escuelas normales, nada de los programas educativos y libros de texto, nada de la educación para los adultos, nada de la problemática que enfrentan los maestros al ser ubicados muy lejos de sus hogares, y nada del problema socioeconómico de los padres de familia, que en gran parte son de escasos ingresos y de baja educación, pues así es nuestro pueblo mexicano, y así trabajan miles de maestros, en medio de la pobreza y la marginación.
En un artículo publicado hace cuatro años en un diario estatal expresé textualmente “…Ante este mensaje de la realidad veracruzana nos preguntamos ¿los maestros donde están? Y ¿en que condiciones trabajan?.
Para saberlo tomamos la estadística oficial del ciclo escolar 2006-2007 y obtuvimos el número de  maestros de educación básica que trabajan en municipios señalados con condiciones de marginación alta y muy alta y calculamos cuánto representan del total y como se distribuyen regionalmente.
De este breve análisis  llegamos al siguiente resultado: 32,400 maestros que laboran en escuelas de preescolar, primaria y secundaria, que representan el 34 % del total de docentes de educación básica, se encuentran trabajando en municipios de alta y muy alta marginación, en otros términos, un poco más de la tercera parte de los maestros se encuentran en esta agobiante situación...” esto pasa solo en Veracruz, a nivel nacional la problemática se multiplica por treinta y dos.
Para conocimiento del director e iniciado co-director de documentales, existen cientos de artículos publicados que abordan las contrariedades educativas de nuestro país, que obviamente, no los conocen. Desde hace veinte años, una compilación de Gilberto Guevara Niebla “La catástrofe silenciosa” presentó el diagnóstico crudo de la situación del sistema educativo mexicano. Apenas en el 2011, el mismo autor publica en la revista Nexos el artículo “El rumbo perdido”, donde hace un certero recorrido por la educación mexicana en las últimas décadas destacando el poder inaudito que ha adquirido el Sindicato, desarticulando decisiones educativas de la SEP y abarcando posiciones de poder público en diferentes ámbitos donde “actualmente controlan diputaciones, senadurías, secretarías estatales de educación, la dirección del ISSSTE, la dirección de la Lotería Nacional, etcétera, además de detentar un poder extralegal de co-gobierno sobre la educación nacional”.
Ni que decir de los textos e investigaciones de Pablo Latapí, Carlos Muñoz izquierdo, por citar algunos y la propuesta de cambios que en años recientes realiza el Doctor Eduardo Andere M. en diferentes estudios como : “La educación en México : un fracaso monumental ¿Está México en riesgo?” “México sigue en riesgo: el monumental reto de la educación”, “¿Cómo es la mejor educación en el mundo? Políticas educativas y escuelas en 19 países”,”El poder de aprender : escuelas que piensan”, “Finlandia : el éxito en PISA y más allá comienza en primaria y más atrás”, entre otros. Igualmente los centros de investigación educativa de mayor tradición, ubicados en el IPN, la UNAM y el Centro Latinoamericano de Estudios Educativos, tienen una gran producción de conocimiento sobre los problemas de la educación en el país.
Por supuesto que existen maestros deficientes, algunos agresivos y de malos hábitos, igual que en todos los medios profesionales, hay malos y hay buenos, bien preparados y mal preparados. Solo que los maestros se encuentran expuestos a la sociedad y son muchos, por lo cual se advierten más sus errores. Coincidimos en que los malos deben ser desterrados, aunque esta determinación debería de aplicar en los diferentes ámbitos de la educación y de toda la administración pública.
Nuestra mayor desgracia ha llegado al compararnos internacionalmente con los países miembros de la OCDE, los cuales, como se sabe, presentan desarrollos distintos al de México, incluyéndose de Latinoamérica únicamente Chile, (aunque para la prueba PISA se han agregado otros), lo cual evidentemente explica porqué nuestro país ocupa un último lugar en los resultados. Solo por dar algunos ejemplos, en el grupo de miembros se encuentran países como Alemania, Finlandia Francia, Suiza, Japón, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, alrededor de 33 países donde se cuentan algunos de los que México en diversas épocas adoptó o adaptó sus modelos educativos. Por supuesto que lo deseable sería tener un mejor desempeño en la prueba PISA y ocupar un mejor lugar en el ranking de los países participantes, pero eso parece ser que va unido al desarrollo económico y social, y la cultura de cada nación, lo cual no nos ayuda mucho y no es válido echarle la culpa a los maestros mexicanos por los desastrosos resultados. Es cierto que se puede aprender de estas experiencias internacionales, pero no deben ser un parámetro para calificar a los maestros.
Es importante romper el mito manejado públicamente con mucha frecuencia, de que los malos resultados en PISA significan baja calidad educativa, ya que esa prueba solo determina competencias y habilidades en tres campos disciplinarios (matemáticas, ciencias y lectura), no abarca la totalidad de las disciplinas que están incorporadas a la educación básica, tampoco representa como ya dijimos un referente válido para evaluar la educación mexicana, ni tenemos información sobre el carácter predictivo que pueda tener sobre el desempeño de los jóvenes al egresar de una carrera.
Mi opinión personal es que en los resultados que seguiremos obteniendo en PISA los avances serán graduales y pequeños. Aunque cabe reflexionar que tan benéfico es para nuestra educación que estemos fanáticamente empeñados en obtener mejor resultado en PISA, dedicando tiempos extraordinarios, dos meses antes, para preparar a los niños y jóvenes en esta prueba, lo que me parece un disfraz que oculta las verdades educativas comentadas en párrafos anteriores, y disimula el modelo de educación que realmente tiene el país. Mientras las otras naciones cuentan con los modelos educativos apropiados para obtener mejores resultados.
Cabe anotar que en otras mediciones del trabajo escolar los resultados son diferentes, sin que esto busque justificar los bajos desempeños; podemos encontrar en las estadísticas oficiales de los últimos 10 años que existe una sensible mejoría en los siguientes indicadores educativos de preescolar, primaria y secundaria: a) tazas netas de escolarización o atención a niños y jóvenes en edad para cursar los diferentes grados escolares b)deserción, lo que significa menor abandono escolar c) reprobación, menos niños y jóvenes reprobados y d) eficiencia terminal, culminación exitosa de la primaria y la secundaria en el tiempo establecido. Asimismo, los resultados de la prueba Enlace reportados por la SEP, indican que durante el período 2006-2011 tanto en primaria y secundaria como en media superior se obtuvieron incrementos, algunos muy considerables, en todas las pruebas aplicadas de matemáticas, español y habilidad matemática. ¿Esto tiene algún significado?.
Otro mito que la misma OCDE ha manejado y que se ha instaurado como una verdad, es que el aumento de presupuesto para la educación del país no corresponde con un aumento en su calidad o en el desempeño escolar de los niños. Por lo menos existen dos falacias encubiertas que pueden ser esclarecidas.
Primero, es necesario considerar el tiempo que se requiere para madurar un cambio en la maquinaria educativa, si bien, en un año se incrementa el presupuesto, su aplicación específica y los beneficios que se esperan no llegan de inmediato. No esperemos resultados de un ciclo escolar a otro, ya que esto no ocurre, en ocasiones los cambios son generacionales. En el caso de una reforma educativa y de otros programas sus impactos llevan varios años. Muchos programas se truncan porque se les reduce o termina el presupuesto y sus efectos no se concretan. Por eso es importante considerar el tiempo de maduración aún cuando se tenga asignado un presupuesto. Sin embargo, este hecho no es asimilado cuando a la ligera se critica que no hay mejora educativa a pesar del aumento de los recursos presupuestales. Pero lo más grave, y esto lo saben todos los maestros, pero no los directores del cortometraje en comento, es que el presupuesto que se asigna para la operación de las escuelas, su mantenimiento, equipamiento, reparación de espacios educativos, sanitarios, espacios deportivos, material didáctico, papelería, pago de limpieza etc. etc., para las cosas elementales de una escuela, siempre es INSUFICIENTE, de hecho las cuotas escolares que se colectan a través de las asociaciones de padres de familia son para cubrir este déficit permanente de recursos presupuestales.
El segundo aspecto está referido a la fracción del presupuesto que realmente impacta en el servicio educativo y sus resultados. Es verdad que se otorga un cuantioso presupuesto para la educación mexicana, pero también es verdad que más del 90 % se aplica en pago de salarios, otra parte en un conjunto programas establecidos centralmente y otra muy pequeña, para desarrollo de innovaciones educativas. Entonces ¿donde queda el impactante aumento de presupuesto? Seamos claros, sirve para cubrir otro déficit que tiene el país y que sigue siendo de cobertura desde el nivel preescolar hasta el superior, tenemos enormes lagunas en este aspecto y el problema crece cuando se vuelve obligatorio un año más para preescolar y tres de bachillerato, por lo cual, los recursos para educación seguirán aumentando hasta que se tenga la cobertura completa.
Un aspecto muy insistente del co-director Loret de Mola es la evaluación a los docentes, como si por arte de magia una evaluación produjera los cambios tan complejos que requiere el sistema educativo mexicano. Parte de la función evaluadora la deben realizar en forma permanente los directores de las escuelas, los supervisores escolares y los jefes de sector, tomando como eje de este proceso el cumplimiento de las responsabilidades asignadas a cada uno de los mencionados, en la medida que cada actor del sistema educativo cumpla su responsabilidad, en esa medida tendremos un avance en los resultados, y este proceso tendría que llegar hasta los mandos medios y superiores, donde tal vez mediante una contraloría educativa externa e independiente se pudiera observar su desempeño. Lo que me parece aterrador es esa persecución tan insistente para que se aplique una evaluación universal al magisterio, en lugar de pensar en otorgarles los medios suficientes para que se actualicen y se preparen profesionalmente de manera constante, aquí es donde se debería de aplicar el presupuesto en lugar de desviarlo hacia evaluaciones sospechosas, campañas políticas y otras barbaridades.
Es necesario mirar con atención hacia las leyes que rigen el campo laboral y hacer las reformas que se requieren para que el personal docente, administrativo y directivo realmente cumpla sus responsabilidades. Esto sin afectar derechos adquiridos al paso del tiempo, pero la norma laboral debe garantizar que también se cumplan las obligaciones y responsabilidades de los trabajadores.
Es cierto que no debe permitirse la suspensión de clases en las escuelas, ya que se producen daños irreparables en la formación de niños y jóvenes, sin embargo, consideremos que esto puede ocurrir, por ejemplo, para efectuar una junta sindical o para realizar un acto protocolario por la visita de algún directivo, o también porque el maestro debe salir a cobrar lejos de su comunidad, también es cierto que no se tiene un mecanismo formalmente establecido para recuperar estos tiempos, lo que se constituye en un fallo que incide directamente en el aprendizaje y la formación de los educandos.
Como puede apreciarse, los problemas torales de la educación se encuentran identificados, y no se limitan al trabajo de los maestros, tienen un conjunto de implicaciones y falsos conceptos que se han extendido por toda la sociedad mexicana y que es necesario corregir. El afanoso poder del sindicato solo puede ser acotado y redireccionado por el Estado, no considero que por su propia decisión el sindicato se autolimite, sin embargo, se requiere un Estado vigoroso, un Estado con autoridad y claridad política, con la lucidez suficiente para establecer nuevas reglas en el sistema educativo, para lo cual se tienen que aprovechar los conocimientos sobre la problemática educativa generados en instancias de prestigio académico como la UNAM, el IPN, la UPN, El Colegio de México, El Centro Latinoamericano de Estudios Educativos, El Observatorio Ciudadano de la Educación y por supuesto en las Universidades Estatales, para establecer un nuevo rumbo de la educación y una estrategia profunda de cambios a nivel nacional que sean factibles y secuenciados, como una cadena de impulsos que conduzcan a transformaciones ordenadas en los diferentes ámbitos del sistema educativo. Sin embargo, en esta dimensión de cambio, películas como “De panzazo” no son apropiadas, si bien exhiben debilidades del sistema educativo, lo cual tiene cierto valor, paralelamente empañan la imagen de los maestros, quienes son agentes operativos clave para una  transformación de la educación mexicana.




Las experiencias áulicas

Por: Raúl Hernández Viveros
La presente reflexión es una aproximación a las experiencias áulicas de lo que se observa, y forma parte de la necesidad de evaluación sobre la práctica docente. Por medio de la lista de verificación de los alumnos, se permite analizar la formación continua y profesional de los alumnos, quienes frente al docente tienen en muchas ocasiones fuertes dificultades en establecer diálogos con la cultura y la sociedad.
Es conveniente analizar los fundamentos antropológicos sobre los que se sustentan las relaciones dentro del salón de clase. A través del diálogo se pretende que el conocimiento brote como un saber nuestro de todos y cada uno mismo dentro de la búsqueda de la verdad. Resulta imprescindible alcanzar el lenguaje propositivo que trasmita los valores y la conciencia humanística. 
El docente es un facilitador y  se trata de un trabajador de la transmisión de la cultura y los saberes. Por lo cual es necesario que las problemáticas de la enseñanza y el aprendizaje vayan de acuerdo con el currículum. La idea de la enseñanza, promueve formar docentes. Desde luego hay que comenzar por saber quiénes son los alumnos; advertir y examinar la vinculación con sus problemas sociales y afectivos. A través de la articulación de saberes se puede, aprender a conocer, hacer, a vivir, y a ser.
La perspectiva del alumno  ayuda a esclarecer el ambiente de respeto en el aula, y por el trabajo en  grupo de pares se recurre al compañerismo. Dentro del  papel del alumno en el aula, es de vital importancia rescatar el dominio previo de las categorías de pensamiento, actitudes y aspiraciones. Entre otras habilidades que le permitan una trayectoria escolar exitosa o deficiente.
El aula se reúnen las opiniones entre compañeros que favorecen el espacio de interacción. También se descubren los motivos del aprendizaje. Con la participación de los estudiantes se vinculan historias personales para construir y formar la historia de vida de un grupo que se entrelaza en el espacio conocido como aula.
En esta unidad de interacción se atienden las instrucciones del profesor. Aunque a veces se recurre a la simulación, porque en algunas situaciones los estudiantes fingen aceptar el conocimiento transmitido por el docente, y aparentan no tener dudas en la clase y menos hacia las materias. El interés se transforma en negociación, ya que algunos alumnos y alumnas van condicionados a la idea de negociar las calificaciones, y obtener dichos objetivos.
¿Cómo detectar lo implícito, lo invisible, lo cualitativo? Detrás de la adquisición de hábitos, habilidades, actitudes, aptitudes, valores, se vislumbran los proyectos personales. Con el apoyo del currículum oculto incluimos a los valores en la formación áulica. Desde la formación familiar, el sujeto llega a la escuela con una carga axiológica.
Los valores se encuentran escritos en las normas de los reglamentos escolares, e involucran los derechos y obligaciones de los trabajadores académicos como de los alumnos. Es el deber ser. La práctica social y las relaciones establecidas al interior del aula, representan una elección individual y es la toma de decisión de cada estudiante, que es el sujeto impulsor de la convivencia cotidiana y factor en la transmisión e internalización de los valores.
Es indispensable respaldar la cultura de trabajo en equipo. También sustentar la reflexión sobre la práctica en la que se respeta el desarrollo personal e individual junto con la evaluación y desarrollo colectivos. Por lo que se necesita una mayor destreza, eficacia y satisfacción en la profesión docente para saber: ¿Qué ciudadanos queremos formar? ¿Qué ciudadanos estamos realmente formando?  ¿Qué ciudadanos somos los docentes?  ¿Cómo ejercemos nuestra ciudadanía?
Para Aristóteles el saber lleva al descubrimiento de la capacidad de producir. El descubrimiento de Platón de que el navegante con su experiencia siempre va a plantear el mejoramiento en la construcción de los barcos. También los antiguos griegos igual que nuestros antepasados prehispánicos comprendieron que la bóveda celestial mantiene un ordenamiento y representa el asombro de las cosas más hermosas del mundo. 
Entonces el profesor debe explicar  en forma amena; mantener y estimular la atención acerca del tema. Con la finalidad de que los alumnos entienden el sentido de lo que se está enseñando, y sean capaces de relacionar lo nuevo con los conocimientos previos, que reflejan a los indicadores de una cultura escolar productiva
La práctica docente está centrada en el mejoramiento continuo de altas expectativas y actitudes colaborativas en búsqueda de la producción académica.  Bajo el sentimiento de pertenencia se logra el  involucramiento de los estudiantes frente a la planificación de un fuerte liderazgo pedagógico relacionado con la comunidad.
            En la valoración cualitativa interactúan diversas actividades mentales. Es necesario reconocer que las palabras, después del significado de cada una de ellas, identifican el nivel de significado o significados.
El lenguaje crea cultura y  se reconoce como algo fundamental entre los estudiantes porque conforma al pensamiento y el conocimiento. La escuela favorece las relaciones e interacciones necesarias para que se desarrolle la comunicación interpersonal y puede potenciar el desarrollo del lenguaje. El cual es un factor determinante en la función de impartir conocimientos y favorecer el pensamiento.
En este proceso se  conoce, comprende, juzga y razonan los objetivos y hechos. Estas acciones producen el pensamiento, que se define como un fenómeno psíquico, racional, objetivo y externo derivado del pensar para la solución de problemas. A través del lenguaje y la expresión del pensamiento en forma oral y escrita se logra la comunicación y el entendimiento entre el docente y los estudiantes:.
La operación del pensar del concepto, abarca en un solo acto del pensamiento las características esenciales de una clase, implica las operaciones de abstracción, comprensión y generalización. El juzgar es la operación del pensar que consiste en elaborar juicios. El juicio es el acto por el cual el sujeto expresa su postura ante el objeto, por lo tanto se afirma o rechaza algo.
Razonar es la operación del pensar por la cual se produce el raciocinio que es el recurso del pensamiento que cubre la relación esencial y general entre las cosas por medio de juicios hasta llegar a una conclusión.  El pensar lógico se caracteriza porque opera mediante conceptos. El pensar siempre responde a una motivación, que pueda estar originada en el ambiente natural, social o cultural, o desde el mismo  sujeto pensante.
El pensar es una resolución de problemas. La necesidad de razonar exige satisfacción, donde el papel del docente, la familia y los estudiantes es vital pues actuarán como divulgadores y promotores del conocimiento. Saberes que posteriormente serán interiorizados por el alumno a fin de darles un significado, un pensamiento como parte integral y fundamental sobre nuestra formación y desarrollo de un aprendizaje significativo.
De acuerdo con los indicadores de la Lista de verificación de los alumnos se realiza la valoración cualitativa sobre la interacción en el aula. Destacándose el compañerismo, el ambiente de respeto, y las opiniones de los colegas. Se reconocen los motivos del aprendizaje, la atención de las instrucciones docentes y la participación en el salón de clases. Se advierte acerca de la realización de comentarios y si existen dudas de la clase o tema.
En particular destaca el reconocimiento sobre el interés de los estudiantes, si respetan el reglamento, hay disposición para el trabajo en pares; realizan trabajo en equipo, o proponen temas. Finalmente se busca la solución y enfrentamiento con los problemas que se presentan en el salón de clase.
Las configuraciones del ser y estar conducen a la experiencia aúlica del deber ser. Las palabras anticipan la reflexión del pensamiento. Después de “aprender a ver todo junto en lo uno”, que señaló Platón, se ofrece la posibilidad del encuentro con las demás personas, y principalmente con el hecho de respetar siempre el espacio y la voz de nuestros semejantes.    

Los medios y la paz

Dinora Luciene Blásquez Morales
Hoy en día hablar de paz es un tema primordial. Todos la anhelamos, pero siempre que hablamos de la paz que debe existir en nuestra sociedad lo ligamos  al tema de los secuestros, extorsiones, levantamientos, balaceras, hombres y mujeres muertos etc…
Habría que reflexionar sobre dos puntos importantes: uno, siempre se han presentado hechos violentos tan frecuentes o ahora los acontecimientos violentos son más difundidos, o bien, realmente estamos viviendo una época de violencia que antes el país no tenía. Dos, qué tanto la sociedad requiere o demanda ser informada sobre asuntos de este tipo.
Y además recordemos, como señala Julio Cabero, que los medios de comunicación informan pero también educan.
¿Qué hacer, entonces, ante la violencia que existe en nuestro país? ¿Ante la difusión de los acontecimientos? ¿Podemos desde los medios generar o propiciar una serie de cambios o conductas que nos lleven a tener un país pacífico? ¿Cuál debe ser nuestra actitud frente a estos hechos? Todas estas interrogantes giran alrededor de generar una cultura de paz en donde los medios jueguen un papel importante.
Reflexiones
Vivimos, como ya todos sabemos en un mundo globalizado y esto trae como consecuencia el cambio de paradigmas, formas de ser, de pensar, de actuar, de relacionarnos, de vivir y convivir con las nuevas tecnologías, y con ello  se ven transformados muchos aspectos del ser humano: pensamientos, valores, acciones, prioridades materiales y afectivas.
Años antes nuestros medios de comunicación básicos eran dos: el periódico y la radio. La televisión se introduce con mucho más lentitud en el seno de nuestras familias.
Ahora tenemos el internet, los teléfonos celulares con todas las aplicaciones habidas y por haber; entonces los medios tradicionales se incorporan a las redes digitales y con ello al internet y a los celulares digitales, que logran que en cada paso que demos, estén presentes los medios tecnológicos y con ellos los informativos.
Hay que reconocer en la información la rapidez con la que se recibe actualmente en cualquier parte del orbe, si una de las características de la radio y de la televisión era la inmediatez (presentar los acontecimientos casi en el momento en que están sucediendo), con el internet  y todo lo que éste conlleva  ha superado el concepto, al transmitir los sucesos violentos por cuentas de twitters y facebook en tiempo real, superando incluso a la prensa digital.
¿Qué hacen los medios ante este oleaje de información que se da en forma inmediata? Se obligan a difundir la información, porque si no lo hacen reciben señalamientos como mal medio, que ya no informa, que esconde los acontecimientos, que son unos vendidos, que tapan todo lo malo, o simplemente que siempre informan tarde.
Pero si son los primeros en informar, entonces nuestros comentarios se encaminan a que difunden hechos violentos, no tienen la precaución o la responsabilidad que implica el manejo de la información ¿Quién nos entiende? ¿Qué es lo que realmente queremos? Información o desinformación.
Creo que lo que realmente queremos como sociedad es que los hechos violentos no sucedan.
George Malthus, en su artículo “Hacia medios de comunicación éticos para la paz” nos señala que:
 “Nuestro destino debe estar en unos medios de comunicación que apunten a la ética, donde se respete su derecho a la libertad de información y nuestro derecho a la seguridad, a la paz, ya que no olvidemos que a diferencia de la libertad de opinión, la libertad de expresión no es un derecho absoluto sino que se encuentra regulado y limitado en su propia libertad, en su propio ser.”
Difícil respetar el derecho a la libertad de información, hacia la seguridad, hacia la paz; influyen tantas cosas que no podríamos abordarlo todo. Pero allí está y lo dejamos para la reflexión.
También Malthus señala algo que habíamos mencionado al principio de este escrito y que me gustaría que lo retomáramos:
 “Vivimos en un mundo moderno, una era moderna; por lo tanto nuestra perspectiva de ética debe ser también moderna, pues la ética moderna está basada en valores y principios modernos: libertad, igualdad, dignidad, y salud, básicamente; por lo tanto los medios de comunicación que se apoyan en lo que llamamos libertad de expresión, deben también convivir con valores modernos”
Es verdad, la modernidad es importante nos ha dado tanto: comodidad, bienestar, información, investigaciones avanzadas, curas de enfermedades, adelantos tecnológicos, etc… pero también creo que nos ha llevado precisamente a la violencia, ya que la modernidad va ligada a la abundancia económica y esa no la obtenemos tan fácilmente o trabajamos duro para lograrla, y a veces ni así la alcanzamos, o nos involucramos con actividades poco lícitas que provocan precisamente la violencia, que deja a un lado la paz.
La UNESCO en su Proyecto Transdiciplinario “Hacia una Cultura de Paz”  señala que:
“La cultura de paz supone ante todo un esfuerzo generalizado para modificar mentalidades y actitudes con ánimo de promover la paz. Significa transformar y prevenir los conflictos que pueden engendrar violencia, hasta restaurar la paz y la confianza en poblaciones que emergen de la guerra. Pero su propósito trasciende los límites de los conflictos armados para hacerse extensivo también a las escuelas y los lugares de trabajo del mundo entero, los parlamentos y las salas de prensa, las familias y los lugares de recreo”.
Precisamente esas deben ser nuestras prioridades para vivir en un mundo moderno pero pacífico, algo difícil de lograr porque desde la antigüedad hemos observado que la humanidad ha pasado por muchos proceso violentos para desarrollarse, sin embargo es necesario seguir luchando por ello y eso es una tarea de todos, donde los medios adquieren el compromiso de siempre estar presentes en nuestras actividades cotidianas, es más, los llevamos con nosotros a través de nuestro teléfonos, laptops, tablets electrónicas y no se cuantas cosas más.  Estoy convencida de que debemos sumarnos a lo que también señala la UNESCO en el proyecto mencionado:
“Hacer que los niños y los adultos comprendan y respeten la libertad, la justicia, la democracia, los derechos humanos, la tolerancia, la igualdad y la solidaridad.”
Dicha institución también menciona que para promover la cultura de la paz, la educación debería ser el punto de partida para desarrollar actividades de fomento por la paz. Que exigen el diseño de programas especiales de enseñanza, tolerancia y no violencia. Contenidos propicios para el desarrollo de una cultura de la paz.  La educación nos da conocimiento, con ello civilidad, valores, pensamiento crítico que en teoría deberían erradicar la violencia, y por lo tanto, nos llevaría a una cultura de paz.
Junto con la educación escolarizada, encontramos la educación familiar que también es necesaria  en la promoción de acciones en pro de una cultura de paz, porque lo que aprendemos en la casa es casi siempre un reflejo de lo que vamos hacer en otros lados e influye en gran medida en nuestro desempeño como adultos y seres humanos que al vivir en sociedad debemos desarrollar todos aquellos valores que nos permitan una convivencia sana y responsable de nuestro actuar y pensar.
Aunado a ello encontramos, precisamente, a los medios de comunicación e información que de acuerdo con la UNESCO:
“Los medios de comunicación ejercen una poderosa influencia sobre las mentalidades y las normas de conducta en sociedad, y contribuyen decisivamente al ejercicio de la libertad de opinión y de información. El acceso a una información clara y exacta es fundamental para la promoción de una cultura de paz.”
Pero también dice que debemos apoyarlos a alcanzar ese propósito. Sin olvidarnos que no solo en nuestro país, en las ciudades está presente la violencia. Existen conflictos armados o lugares en donde se puede detonar un conflicto.  
De acuerdo con esto y con la reflexión que hemos venido desarrollando lo importante es estar atentos a una cultura de prevención, para evitar desencadenar problemas que nos lleven a la violencia.
Claro que esto no es sencillo aquí aparecen aspectos políticos, económicos y  sociales que nos llevan muchas veces a crear conflictos mayores, pero tampoco podemos seguir creciendo con una sociedad violenta, debemos luchar por una sociedad donde podamos vivir en paz, no solo en nuestro país si no en todo el mundo, y no solo ir en contra de los vicios que han existido todo el tiempo y  a partir de los cuales se han desarrollado los grandes grupos delictivos, sino también luchar contra el hambre, la pobreza, la desigualdad, los gobiernos dictatoriales que hacen que los países no avancen.
En fin, debemos tener presentes cada uno de los importantes aspectos mencionados y que al mismo tiempo son tan complicados e incluso  en muchas ocasiones nos llevan a la desespernaza.
No queremos que los medios se callen, queremos estar informados pero también queremos países libres de violencia y para ello debemos realizar proyectos reales y verídicos, que se puedan realizar para promover y ejecutar una cultura de paz a través de estrategias con los medios de comunicación, con las escuelas, con los padres, con las iglesias, con la sociedad en general.
Aprovechar las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación para el desarrollo de proyectos y de estrategias, así podremos compartir experiencias que nos lleven a buscar un mundo  de paz.
 Es necesario crear las condiciones necesarias para que suceda una buena cultura de paz en todos los ámbitos señalados.
Naya Guillermo en entrevista a Sheldon Himelfarb, señala que debemos aprovechar la modernidad y a los tan poderos medios para realizar estrategias de paz y señala:
“Precisamente uno de ellos (refiriéndose a la información que proporcionan los medios) será el área de los grandes volúmenes de datos y las nuevas analíticas que produce.”
 Por lo tanto debemos aprovechar esto para desarrollar una actitud y comportamientos en pro de la paz con miras a cambiar formas de pensar y de actuar de la gente que provoca la violencia.
Finalmente
Es necesario que todos colaboremos con las estrategias para desarrollar una cultura de paz:
Los medios con información veraz, inmediata y con propuestas de información para generar un cambio de actitud.
La familia, con el desarrollo de valores en los niños que hoy son el presente y mañana el futuro del país, inculcando la tolerancia, los límites, el derecho a decidir qué ver, oír y cómo actuar ante circunstancias que pongan en riesgo su integridad como seres humanos y esto implica a los vicios como iniciadores en todo proceso violento. 
El gobierno tomando decisiones bien planeadas para el desarrollo del país en todos los aspectos: sociales, culturales económicos, educativos, de salud, de seguridad etc. con transparencia y legalidad, evitando la corrupción.
La sociedad en general permitiendo abrirse al cambio de una actitud positiva para el desarrollo de la comunidad y del país.
Todo ello a través de proyectos y estrategias bien pensadas para fomentar la no violencia y permitir la democracia y la paz.





Referencias:
Malthus, George. “Hacia medios de comunicación éticos para la paz” en Revista vinculando. 18 de febrero 2009 en http://vinculando.org./articulos/sociedad_america_latina/hacia_medios_de_comunicacion_eticos_para_la_paz.htlm
Naya Guillermo. Medios de comunicación: Tendencias en 2011 y perspectiva de cara a 2012  Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria. 3 de febrero 2012-03-13tomado de  http://www.iecah.org/web/index.php?option=com_article&view=1834:medios-de-comunicación-tendencias-en-2011-y-perspetiva-de-cara-a-2012
OMCIM: Medios cultura de la paz yla legalidad. Observatorio de Medios UIA en http://culturadelalegalidad.wordpress.com/2008/09/17/el-papel-de-los-medios-en-tiempos-de-crisis-de-seguridad/
Proyecto Transdiciplinario “Hacia una Cultura de Paz” UNESCO en http://www.unesco.org/cpp/proyectos/cppinfo.htm consultado 13 de marzo 2012