lunes, 16 de abril de 2012

De panzazo, un documental polémico.

Por : Manuel Gámez Fernández
De primera impresión, parece desafortunado que el documental “De panzazo” tienda a devaluar la educación mexicana. Y afirmo que tal vez en algunas acciones tomadas, incurre en faltas graves, por ejemplo, al manipular a los niños entregándoles cámaras para que filmaran a sus maestros , recurso policiaco que pudo ser sustituido con una simple entrevista con los niños y padres involucrados ¿bien hecho o mal hecho?¿buen ejemplo para el futuro de esos niños? Eso depende del criterio de cada uno.
Considero que sigue el mismo estilo del documental “Presunto culpable” donde se cuestiona con dureza el aparato de justicia mexicano, sin embargo, aún cuando salieron los trapitos al sol nada ocurrió, porque realmente no se trata de un análisis de fondo, sino de una cinta que por encimita muestra lo que todo mundo sabe, pero no propone nada efectivo para mejorar. De panzazo incurre en la misma dinámica amarillista, generalizando situaciones que no son generales, pero que sirven para propósitos que no son muy claros.
Recordemos que el joven Carlos Loret de Mola fue el único comunicador que defendió la ignorancia de Peña Nieto, no es necesario describir los hechos ya que se trata de una vergüenza sin precedente. Con lo cual exhibió su propia ignorancia y no pudo librarla ni de panzazo. Algunas de las cifras que se manejan en el documental no coinciden con las informadas por la SEP, por ejemplo, la eficiencia terminal, que las estadísticas oficiales reportan en un porcentaje de 95 % para primaria, mientras que la película expresa que de cada 100 niños que ingresan solo 64 terminan.
Tenemos un sistema educativo ineficiente y voluptuoso, es cierto. Don Jesús Reyes Heroles dijo con su clásico y fino humor que la SEP se parecía a un elefante reumático. Actualmente el elefante sigue existiendo, con un millón ochocientos mil maestros y más de 34 millones de alumnos, atendidos en doscientas cincuenta y tres mil escuelas, que forman el monstruo, sin embargo, muchos trámites administrativos se han mejorado, y las enfermedades han mutado hacia la indiferencia educativa, el control sindical y la politización de los quehaceres, tanto docentes como administrativos. Otros males lo han infectado.
Decisiones tomadas sobre las rodillas y cientos de programas inventados por la realeza intelectual del altiplano, unido a la parsimonia sindical que en sus truculentos trámites atrasa la impartición del servicio educativo y se opone sistemáticamente a las reformas , han acumulado durante más de 50 años muchos vicios y costumbres adversas al desarrollo sano de la educación.
Por otra parte, una descentralización educativa fracturada y parcial que no se cuestiona y que se acepta pasivamente, es la más clara señal de que el problema educativo es tolerado y asimilado por todos: gobiernos estatales y municipales, investigadores, intelectuales, padres de familia, docentes, sindicatos, medios de comunicación, etc. aceptando la inmovilidad y falta de autonomía para realizar transformaciones educativas de fondo en los estados, sin estar supeditados a la batuta del centro. Esta antigua llaga educacional tiene también su impacto en los resultados que se comentan. Porque en las escuelas, observamos nuevamente que el poder centralizado les impide moverse libremente y ser autogestivas e innovadoras ya que primero tienen que obedecer lo que se ordena desde las oficinas centrales, cerrándose así un círculo vicioso que se padece día con día.
No considero válido satanizar el trabajo de los maestros. En este aspecto el director Juan Carlos Rulfo y el codirector Carlos Loret de Mola demuestran su ignorancia del sistema educativo mexicano y de su enorme complejidad, no saben nada de la problemática de las escuelas unitarias, bidocentes o tridocentes,(aunque visitó una multigrupo no sabe que en primaria conforman más del 40 por ciento del total de las mismas), nada de las escuelas indígenas, nada de los servicios de CONAFE para la atención de microlocalidades dispersas y marginadas, nada del servicio de la telesecundaria, nada del telebachillerato, nada de la infraestructura de las escuelas mexicanas en particular de las que están en zonas marginadas rurales y urbanas, nada de los maestros que se están formando en las escuelas normales, nada de los programas educativos y libros de texto, nada de la educación para los adultos, nada de la problemática que enfrentan los maestros al ser ubicados muy lejos de sus hogares, y nada del problema socioeconómico de los padres de familia, que en gran parte son de escasos ingresos y de baja educación, pues así es nuestro pueblo mexicano, y así trabajan miles de maestros, en medio de la pobreza y la marginación.
En un artículo publicado hace cuatro años en un diario estatal expresé textualmente “…Ante este mensaje de la realidad veracruzana nos preguntamos ¿los maestros donde están? Y ¿en que condiciones trabajan?.
Para saberlo tomamos la estadística oficial del ciclo escolar 2006-2007 y obtuvimos el número de  maestros de educación básica que trabajan en municipios señalados con condiciones de marginación alta y muy alta y calculamos cuánto representan del total y como se distribuyen regionalmente.
De este breve análisis  llegamos al siguiente resultado: 32,400 maestros que laboran en escuelas de preescolar, primaria y secundaria, que representan el 34 % del total de docentes de educación básica, se encuentran trabajando en municipios de alta y muy alta marginación, en otros términos, un poco más de la tercera parte de los maestros se encuentran en esta agobiante situación...” esto pasa solo en Veracruz, a nivel nacional la problemática se multiplica por treinta y dos.
Para conocimiento del director e iniciado co-director de documentales, existen cientos de artículos publicados que abordan las contrariedades educativas de nuestro país, que obviamente, no los conocen. Desde hace veinte años, una compilación de Gilberto Guevara Niebla “La catástrofe silenciosa” presentó el diagnóstico crudo de la situación del sistema educativo mexicano. Apenas en el 2011, el mismo autor publica en la revista Nexos el artículo “El rumbo perdido”, donde hace un certero recorrido por la educación mexicana en las últimas décadas destacando el poder inaudito que ha adquirido el Sindicato, desarticulando decisiones educativas de la SEP y abarcando posiciones de poder público en diferentes ámbitos donde “actualmente controlan diputaciones, senadurías, secretarías estatales de educación, la dirección del ISSSTE, la dirección de la Lotería Nacional, etcétera, además de detentar un poder extralegal de co-gobierno sobre la educación nacional”.
Ni que decir de los textos e investigaciones de Pablo Latapí, Carlos Muñoz izquierdo, por citar algunos y la propuesta de cambios que en años recientes realiza el Doctor Eduardo Andere M. en diferentes estudios como : “La educación en México : un fracaso monumental ¿Está México en riesgo?” “México sigue en riesgo: el monumental reto de la educación”, “¿Cómo es la mejor educación en el mundo? Políticas educativas y escuelas en 19 países”,”El poder de aprender : escuelas que piensan”, “Finlandia : el éxito en PISA y más allá comienza en primaria y más atrás”, entre otros. Igualmente los centros de investigación educativa de mayor tradición, ubicados en el IPN, la UNAM y el Centro Latinoamericano de Estudios Educativos, tienen una gran producción de conocimiento sobre los problemas de la educación en el país.
Por supuesto que existen maestros deficientes, algunos agresivos y de malos hábitos, igual que en todos los medios profesionales, hay malos y hay buenos, bien preparados y mal preparados. Solo que los maestros se encuentran expuestos a la sociedad y son muchos, por lo cual se advierten más sus errores. Coincidimos en que los malos deben ser desterrados, aunque esta determinación debería de aplicar en los diferentes ámbitos de la educación y de toda la administración pública.
Nuestra mayor desgracia ha llegado al compararnos internacionalmente con los países miembros de la OCDE, los cuales, como se sabe, presentan desarrollos distintos al de México, incluyéndose de Latinoamérica únicamente Chile, (aunque para la prueba PISA se han agregado otros), lo cual evidentemente explica porqué nuestro país ocupa un último lugar en los resultados. Solo por dar algunos ejemplos, en el grupo de miembros se encuentran países como Alemania, Finlandia Francia, Suiza, Japón, Canadá, Reino Unido y Estados Unidos, alrededor de 33 países donde se cuentan algunos de los que México en diversas épocas adoptó o adaptó sus modelos educativos. Por supuesto que lo deseable sería tener un mejor desempeño en la prueba PISA y ocupar un mejor lugar en el ranking de los países participantes, pero eso parece ser que va unido al desarrollo económico y social, y la cultura de cada nación, lo cual no nos ayuda mucho y no es válido echarle la culpa a los maestros mexicanos por los desastrosos resultados. Es cierto que se puede aprender de estas experiencias internacionales, pero no deben ser un parámetro para calificar a los maestros.
Es importante romper el mito manejado públicamente con mucha frecuencia, de que los malos resultados en PISA significan baja calidad educativa, ya que esa prueba solo determina competencias y habilidades en tres campos disciplinarios (matemáticas, ciencias y lectura), no abarca la totalidad de las disciplinas que están incorporadas a la educación básica, tampoco representa como ya dijimos un referente válido para evaluar la educación mexicana, ni tenemos información sobre el carácter predictivo que pueda tener sobre el desempeño de los jóvenes al egresar de una carrera.
Mi opinión personal es que en los resultados que seguiremos obteniendo en PISA los avances serán graduales y pequeños. Aunque cabe reflexionar que tan benéfico es para nuestra educación que estemos fanáticamente empeñados en obtener mejor resultado en PISA, dedicando tiempos extraordinarios, dos meses antes, para preparar a los niños y jóvenes en esta prueba, lo que me parece un disfraz que oculta las verdades educativas comentadas en párrafos anteriores, y disimula el modelo de educación que realmente tiene el país. Mientras las otras naciones cuentan con los modelos educativos apropiados para obtener mejores resultados.
Cabe anotar que en otras mediciones del trabajo escolar los resultados son diferentes, sin que esto busque justificar los bajos desempeños; podemos encontrar en las estadísticas oficiales de los últimos 10 años que existe una sensible mejoría en los siguientes indicadores educativos de preescolar, primaria y secundaria: a) tazas netas de escolarización o atención a niños y jóvenes en edad para cursar los diferentes grados escolares b)deserción, lo que significa menor abandono escolar c) reprobación, menos niños y jóvenes reprobados y d) eficiencia terminal, culminación exitosa de la primaria y la secundaria en el tiempo establecido. Asimismo, los resultados de la prueba Enlace reportados por la SEP, indican que durante el período 2006-2011 tanto en primaria y secundaria como en media superior se obtuvieron incrementos, algunos muy considerables, en todas las pruebas aplicadas de matemáticas, español y habilidad matemática. ¿Esto tiene algún significado?.
Otro mito que la misma OCDE ha manejado y que se ha instaurado como una verdad, es que el aumento de presupuesto para la educación del país no corresponde con un aumento en su calidad o en el desempeño escolar de los niños. Por lo menos existen dos falacias encubiertas que pueden ser esclarecidas.
Primero, es necesario considerar el tiempo que se requiere para madurar un cambio en la maquinaria educativa, si bien, en un año se incrementa el presupuesto, su aplicación específica y los beneficios que se esperan no llegan de inmediato. No esperemos resultados de un ciclo escolar a otro, ya que esto no ocurre, en ocasiones los cambios son generacionales. En el caso de una reforma educativa y de otros programas sus impactos llevan varios años. Muchos programas se truncan porque se les reduce o termina el presupuesto y sus efectos no se concretan. Por eso es importante considerar el tiempo de maduración aún cuando se tenga asignado un presupuesto. Sin embargo, este hecho no es asimilado cuando a la ligera se critica que no hay mejora educativa a pesar del aumento de los recursos presupuestales. Pero lo más grave, y esto lo saben todos los maestros, pero no los directores del cortometraje en comento, es que el presupuesto que se asigna para la operación de las escuelas, su mantenimiento, equipamiento, reparación de espacios educativos, sanitarios, espacios deportivos, material didáctico, papelería, pago de limpieza etc. etc., para las cosas elementales de una escuela, siempre es INSUFICIENTE, de hecho las cuotas escolares que se colectan a través de las asociaciones de padres de familia son para cubrir este déficit permanente de recursos presupuestales.
El segundo aspecto está referido a la fracción del presupuesto que realmente impacta en el servicio educativo y sus resultados. Es verdad que se otorga un cuantioso presupuesto para la educación mexicana, pero también es verdad que más del 90 % se aplica en pago de salarios, otra parte en un conjunto programas establecidos centralmente y otra muy pequeña, para desarrollo de innovaciones educativas. Entonces ¿donde queda el impactante aumento de presupuesto? Seamos claros, sirve para cubrir otro déficit que tiene el país y que sigue siendo de cobertura desde el nivel preescolar hasta el superior, tenemos enormes lagunas en este aspecto y el problema crece cuando se vuelve obligatorio un año más para preescolar y tres de bachillerato, por lo cual, los recursos para educación seguirán aumentando hasta que se tenga la cobertura completa.
Un aspecto muy insistente del co-director Loret de Mola es la evaluación a los docentes, como si por arte de magia una evaluación produjera los cambios tan complejos que requiere el sistema educativo mexicano. Parte de la función evaluadora la deben realizar en forma permanente los directores de las escuelas, los supervisores escolares y los jefes de sector, tomando como eje de este proceso el cumplimiento de las responsabilidades asignadas a cada uno de los mencionados, en la medida que cada actor del sistema educativo cumpla su responsabilidad, en esa medida tendremos un avance en los resultados, y este proceso tendría que llegar hasta los mandos medios y superiores, donde tal vez mediante una contraloría educativa externa e independiente se pudiera observar su desempeño. Lo que me parece aterrador es esa persecución tan insistente para que se aplique una evaluación universal al magisterio, en lugar de pensar en otorgarles los medios suficientes para que se actualicen y se preparen profesionalmente de manera constante, aquí es donde se debería de aplicar el presupuesto en lugar de desviarlo hacia evaluaciones sospechosas, campañas políticas y otras barbaridades.
Es necesario mirar con atención hacia las leyes que rigen el campo laboral y hacer las reformas que se requieren para que el personal docente, administrativo y directivo realmente cumpla sus responsabilidades. Esto sin afectar derechos adquiridos al paso del tiempo, pero la norma laboral debe garantizar que también se cumplan las obligaciones y responsabilidades de los trabajadores.
Es cierto que no debe permitirse la suspensión de clases en las escuelas, ya que se producen daños irreparables en la formación de niños y jóvenes, sin embargo, consideremos que esto puede ocurrir, por ejemplo, para efectuar una junta sindical o para realizar un acto protocolario por la visita de algún directivo, o también porque el maestro debe salir a cobrar lejos de su comunidad, también es cierto que no se tiene un mecanismo formalmente establecido para recuperar estos tiempos, lo que se constituye en un fallo que incide directamente en el aprendizaje y la formación de los educandos.
Como puede apreciarse, los problemas torales de la educación se encuentran identificados, y no se limitan al trabajo de los maestros, tienen un conjunto de implicaciones y falsos conceptos que se han extendido por toda la sociedad mexicana y que es necesario corregir. El afanoso poder del sindicato solo puede ser acotado y redireccionado por el Estado, no considero que por su propia decisión el sindicato se autolimite, sin embargo, se requiere un Estado vigoroso, un Estado con autoridad y claridad política, con la lucidez suficiente para establecer nuevas reglas en el sistema educativo, para lo cual se tienen que aprovechar los conocimientos sobre la problemática educativa generados en instancias de prestigio académico como la UNAM, el IPN, la UPN, El Colegio de México, El Centro Latinoamericano de Estudios Educativos, El Observatorio Ciudadano de la Educación y por supuesto en las Universidades Estatales, para establecer un nuevo rumbo de la educación y una estrategia profunda de cambios a nivel nacional que sean factibles y secuenciados, como una cadena de impulsos que conduzcan a transformaciones ordenadas en los diferentes ámbitos del sistema educativo. Sin embargo, en esta dimensión de cambio, películas como “De panzazo” no son apropiadas, si bien exhiben debilidades del sistema educativo, lo cual tiene cierto valor, paralelamente empañan la imagen de los maestros, quienes son agentes operativos clave para una  transformación de la educación mexicana.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por dios amigo abre los ojos el documental de Loret no es para los bien letrados y estudiosos como vos, es para las masas para que abran los ojos a su realidad cotidiana y sepan que si sus hijos no son los grandes no es por cuelpa de ellos sino de todo el sistema educativo. Los datos especificos que proporcionas no le sirven a las masa sino para confundirlas y dejarlas aun mas sumidas en la ignorancia producto del mismo sistema, entiende que las palabras van dirigidas a quien puede entenderla sno a quien cree saberlo todo y no hace nada por su pais, si crees que escribir para un pequeño grupo de letrados es ayudar primero deberias pensar en la colectiva pobreza que impera en el pais y hacer una escritura tan sencilla como si le hablaras a un niño pequeño que ni siquiera sabe porque dicen que es ignorante.

Manuel Gámez dijo...

Gracias por el comentario, sin embargo difiero con su opinión de que el documental De panzazo está dirigido a "las masas" como usted lo denomina amigo, ya que a las "masas" no les interesan este tipo de contenidos. Seguramente es de interés para quienes trabajan para el sistema educativo, funcionarios, administrativos, técnicos, investigadores, ATPs y por supuesto maestros. También está claramente dirigido a los padres de familia.
Por otra parte, mi artículo no está dirigido a "las masas", para ello buscaría otro medio de difusión, está enfocado a un tipo de lector que tiene un cierto conocimiento del sistema educativo y su problemática, y que puede apreciar por ello un análisis crítico sobre el tema.