miércoles, 16 de abril de 2014

El hombre de los hongos, una narración ambigua y extraña


 

 

                                                                                   Aurora Ruiz Vásquez

El hombre de los hongos, es una enigmática noveleta, donde su autor, Sergio Galindo,  veracruzano muy querido y admirado, originario de Xalapa, Veracruz (1926-1993). juega con la fantasía de un caso extraño. Nos relata la vida de una familia de hacendados que vivían en un paraje que podría ser cualquiera de los típicamente nuestros.  El libro de escasas noventa y un páginas, está hábilmente prologado por José Miguel Sardiñas.

Sergio Galindo empezó su vida literaria muy joven, abarcando cuatro libros de cuentos y nueve novelas, varias de ellas traducidas al inglés, al polaco, al francés y al alemán. Se ha considerado uno de los narradores más interesantes de la literatura nacional. Entre sus obras podemos apuntar: Máquina  vacía, Polvos de arroz, La justicia de enero, La comparsa, Nudo y otras más.

Se habla de una familia formada por Everardo, el padre y Elvira la madre con tres hijos: Emma, Sebastián y Lucila. La protagonista y narradora en primera persona es Emma. El recién llegado Gaspar, es un personaje que cobra gran importancia en la trama del relato que se estructura en 31 breves  capítulos, con ilustraciones  que hacen ágil la lectura.

Everardo tiene una mascota, como si fuera un gatito, un leopardo al que llamaban Toy, un capricho peligroso del señor al que todos evadían. Emma anuncia a sus hermanos Sebastián y Lucila, todavía niños, que su padre regresa de una cacería, con un niño desnudo envuelto en una capa, al que llama Gaspar, como el rey mago y se lo regala, “cuya mera presencia trastorna la vida de la familia, que más que acogerlo, lo recoge como un pariente pobre”. Su encuentro por Everardo fue algo maravilloso; se  describe una luz que “no parecía proceder del sol” en un ambiente misterioso y bello donde en ese lugar pantanoso crece toda  variedad de hongos como joyas preciosas;  un paisaje encantado, mágico; allí se encontraba Gaspar esperando que lo encontraran, algo inverosímil, maravilloso ¿quién era? ¿de dónde venía? . Se describe,  ”primero hay una brecha, después, una barranca extraña”… El arribo de Gaspar coincide con la muerte del primer hombre de los hongos; ellos se encargaban de probar los hogos antes que sus patrones. Si eran venenosos, morían dejando a sus familias el dinero que habían recibido por su sacrificio. El hecho era tan natural que no se calificaba como crueldad, sino como “un rito brutal.” insignificante.

Se observa en la lectura de la obra que hay cierta ambigüedad, no se aclaran los hechos, quedan cabos sueltos para el lector y una tensión permanente que hace la lectura interesante hasta el final. La muerte de Elvira se deduce que fue causada por el leopardo, pero no queda claro y el amor de Gaspar hacia Emma no se manifiesta, pero sí que Elvira busca la proximidad de Gaspar. Sebastián es alejado de la familia cuando quiso disparar a Toy un día en que lo desencadenó Everardo.  Elvira “acosaba a Gaspar de día y de noche pero mi padre por fortuna no se daba cuenta, y eso originó cada vez mi desprecio y el odio más profundo, apunta Emma. La fiera envejecía, se había vuelto irascible y quería atacar a los peones. Emma amaba a Toy como a cualquier animal, y tenía cierto control sobre él. Víctima de Toy fue Elvira, un día se le encontró en la terraza destrozada y Everardo no comprendió o no le dio importancia a la noticia. En esa época, Lucila también seducía  a Gaspar,  aún así, se atrevió a proponerlo como catador cuando los hombres de los hongos empezaban a escasear. Everardo fue incapaz de aceptar la propuesta, y Emma estalló en furia, sin embargo, pasa la prueba ayudado por la astucia de Emma, eso no se dice pero se intuye. Una serie de escenas dramáticas que desencadenan angustia y dolor.

Era una familia especial, el padre loco, la hija odia a la madre, la hermana seduce al novio de su hermana y cosas por el estilo.

Es una lectura fantástica de irrealidad sorprendente. Un relato extraño en una madeja literaria, donde se suceden toda clase de intrigas, falsedades, envidias, absurdos, amores y desamores hasta rayar en el odio, conductas increíbles descritas en  pocas páginas.

    Resalta el mito, la creencia y el cumplimiento de la costumbre ancestral,  del sacrificio.

Lo que no me queda muy claro es lo relativo al tiempo ¿Es Gaspar un bebé cuando lo encuentra Everardo, o ya se mueve por su propio pie? El tiempo pasó muy rápido para hacerse mayores. Esta y otras interrogantes pueden hacerse, en que el lector participa del libro para su deleite.

 La obra fue llevada al cine por Roberto Gavaldón está escrita con un lenguaje sencillo, directo, cadencioso, con varios silencios elocuentes, como una música lejana.

El hombre de los hongos, tiene un final sorprendente y profundo que hay que interpretar, pues en pocas líneas lo dice todo. Es una obra a la altura de Aura o Pedro Páramo, dentro de la literatura mexicana.

Tengo el vago recuerdo de la novela Cumbres Borrascosas de Emily Bronté donde también hay un niño recogido por la familia que pasa de compañero de juegos, a un amor apasionado con la hija de la familia, ocasionando tragedias.
GALINDO, Sergio (1973) El hombre de los hongos México: Universidad Veracruzana
 

   

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