lunes, 28 de octubre de 2019

Cinco pesos dejada


Por Carlos Bernal Romero

Para Oscar Pérez Aguilar
El más “in” de mis amigos

El  metro diversión de nuestro tiempo
Oído en Pino Suárez

         El  metro  diversión  de  nuestro  tiempo
Oído  en  Pino Suárez
         Muchas personas piensan que el Metro de la Ciudad de México es un medio de transporte lento y que la mayoría de sus trenes están viejos y en mal estado.
         Otros como el Abuelo Geno opinaba que daba buen servicio y que como todos los transportes públicos tenía sus contratiempos, obvios de su uso cotidiano.
         Tanto así que acuñó una frase que hoy es del “Dominio Público”
         “El metro es el transporte más rápido; hasta que se convierte en el más lento”
         Oscar Pérez Aguilar como chilango de crianza y  “Hasta el tuétano”, era usuario del metro dese muy joven, cuando empezó a salir a la calle sólo y sin la compañía de algún familiar.
         Con respecto a su funcionamiento, era de la opinión de Geno y pensaba que a pesar de:
         Cucarachas, ratas y vendedores ambulantes
resultaba el mejor medio de transporte del Gobierno en la Ciudad de México.
         Además como nunca había comprado ni tenido un automóvil, porque no le interesaba en lo más mínimo, el metro era lo que más usaba para trasladarse de un lugar a otro.
         Siempre les decía a las personas que lo quisieran escuchar:
         “Con todo y todo es barato, seguro y más rápido que cualquier otro. Además llega a casi todos los rumbos de la Ciudad de México”
         También pensaba:
         “El metrobús es quizá más rápido, pero cuesta seis pesos por viaje y no iba por toda la ciudad”
         Oscarín edra defensor “A capa y espada” del metro y cuando alguien hablaba mal de él, de inmediato lo defendía y le replicaba su comentario dando sus puntos de vista.
         El lunes 4 de noviembre se quedó de ver con su amigo Alberto en el “Vips Niza” para celebrar el cumpleaños de éste. La cita sería a las 12 del mediodía.
         Le calculó que de su casa al vips haría 30 minutos y salió con 40 de anticipación, para evitar cualquier contratiempo, como suelen ocurrir de vez en cuando.
         Para su mala fortuna, el tren en donde viajaba se iba parando a cada rato y se quedaba más tiempo del normal en cada estación y se tardaba en iniciar su recorrido.
         Corrió con mucha suerte porque arribó a las 12 del día al “Vips Niza” para festejar al mejor de sus amigos y se extrañó de no encontrarlo, porque era el hombre más puntual del mundo.
         Oscar Pérez Aguilar
         Llegó el martes 5 de noviembre.
Sala de la Casa de Dacne
22:00 – 23:00 p.m.
26/X/2019

Xantolo en Xalapa


Por Fernando Hernández Flores

Considerando que nuestros seres queridos en algún momento partieron de éste mundo, y sin embargo, nos vuelven a visitar. En estos días de reflexión y devoción, es digno de comentar que en cada región del país se realizan diferentes celebraciones por el día de los muertos, resaltando entre ellos el festival de Xantolo, mismo que es de la región huasteca.

Hace algunos ayeres, llegaron a la capital distintos jóvenes de la zona de Chicontepec, se reunieron y formaron un colectivo conocido como Archer (Asociación Regional de Chicontepecanos) que presidia Ramón Silva Montiel. Con el pasar de los años fueron sumando a más personas que se quedaban a vivir en la ciudad de Xalapa y sus alrededores, pero que provenían de la huasteca, que se identifican o aman tal región. Es así que nace Huastecos Unidos por un Progreso, que preside Crescencio Hernández Osorio. Ellos organizan distintas actividades culturales, tradicionales, revalorando siempre las costumbres de la región.

En esta ocasión, como cada año, el barrio de Xallitic se vistió de gala recibiendo a Huastecos Unidos por un Progreso, quienes con la autorización del ayuntamiento y el apoyo de la sociedad civil instalaron el altar de muertos, compartieron la deliciosa gastronomía, las artesanías, el huapango, el baile en forma de cuadrillas, las comparsas, entre otras, haciendo que se viviera la fiesta de Xantolo en la ciudad de las flores.

En el tercer festival, que fueron los días 19 y 20 de octubre se realizaron las siguientes actividades: participó el Ballet Folclórico de Xalapa Tének; la comparsa de Tempoal de la familia Flores-Alejandre; la comparsa de Chicontepec; el conversatorio: "El Xantolo en La Huasteca" con las participaciones de Nelly Iveth del Ángel Flores con su tema “Ajip Santorum: la fiesta de los vivos y sus ancestros”, Basilio Sánchez García “Todos Santos en la Cultura Tepehua”, María Elena De la Cruz Bautista con “La Fiesta Grande: Día de Muertos en Sasaltitla, Chicontepec, Ver.”, Nancy Correagrande. “Xantolo: Identidad cultural en Xalapa”, moderada por la joven escritora Yareli Anahí Martínez Martínez, se realizó la rifa de una canasta, siendo ganadora la señora Zenaida Moreno Flores, hubo huapango.

Al otro día, participaron el ballet Pasión Folclórica, la comparsa de Tempoal, la comparsa de Chicontepec, así como el levantamiento del altar. Se realizó la rifa del libro "Los Tepehuas" de Roberto Williams García, resultando ganador Ramón Silva Montiel, se leyó la obra de teatro "Siwakoatl", creación de su servidor, así como también Yareli Anahí Martínez compartió el cuento "Francisca y la muerte”. Fueron días de vivir, bailar y disfrutar el huapango y el colorido de las raíces huastecas. Es digno de mencionar a los músicos que amenizaron como fueron: Rafa, Fabián García, Élfego Villegas, Román Güemes, Víctor Ramírez, Arturo Fructuoso “Tocho”, Claudio Hernández Meza, Jorge Vera, entre otros.

Las fiestas como Xantolo en Xalapa deben seguir promoviéndose, revalorarse y ojalá se sumen más personas, organizaciones e instituciones para que vivan las costumbres y tradiciones que le dan sentido a nuestra mexicanidad. Huastecos Unidos por un Progreso organizará en el año 2020 diferentes actividades, estén pendientes, participemos y asistamos. Paxkatkatsini (Gracias).

venandiz@hotmail.com
Twitter @tepetototl

sábado, 26 de octubre de 2019

Uno más al estilo Monterroso

Acusó de recibido
Victor Manuel Vásquez Gándara
Con un primer atentado, solo a manera de aviso, estuve a punto de ser atropellado por motociclista a velocidad inmoderada en la calle de Guerrero entre Juárez y Altamirano. Lo testificó una persona del Colegio Motolinía. Aquí en Xalapa Veracruz México
Para conocimiento de autoridades.



Cultura de la paz y Derechos humanos



Victor Manuel Vásquez Gándara
Circular Tlanestli, desde hace más de nueve años ha brindado inumerables satisfacciones y entrega personalizada de ejemplar 110 correspondiente a octubre 2019 experimentamos otras experiencias;: cada ocasión es novedosa, expresando en plural debido observar en quien recibe, algunas emosiones. Recibí durante recorrido, en la dependencia correspondiente, ejemplar 1 y 2 de la revista CULTURA DE PAZ Y DERECHOS HUMANOS, ediciones donde implícitamente se expresa preocupación gubernamental por tema toral. Las revistas indudablemente justifican recursos públicos invertidos para hacer llegar a lectores temas de discusión, incluso de debate y encontrar unidos, gobiernos en sus tres niveles y sociedad civil, alternativas de solución. Quienes estamos involucrados en medios de comunicación, especialmente en impresos, y producción de los mismos, conocemos los diferentes esfuerzos para editar una revista como la citada. Desde esta última perspectiva, se observa labor de diseño, tipo de papel, calidad de impresión, formato... Respecto al contenido también es de valorar trabajo de convocatoria e invitar a exponentes prestigiados con amplio dominio de las diversas temáticas a tratar. La finalidad de la revista, visto desde esta óptica, constituye establecer un vínculo entre sociedad y autoridades gubernamentales y fomentar el desarrollo de una cultura de la paz y respeto a los derechos humano. Este objetivo principal y otros específicos, al reflexionar en cada uno de los artículos publicado en estos dos números, evidentemente, no sólo se cumplen sino auguran su periodicidad. Es de esperar Cultura de la paz y Derechos humanos despierte el interés deseado y juntos se construya el ambiente al que aspira gobernantes y gobernados. Entre contenido encontramos: ¿Cómo fueron elegidos los municipios con alerta de género?, Violencia feminicida en Veracruz, Protocolo para la prevención, atención y sanción del hostigamiento y acoso sexual en la administración pública Estatal. En ejemplar 2 aparece: La humanidad en la migración, Migración y hospitalidad Organización y atención de migrantes en tránsito por Veracruz, Migración internacional y sociología de las emosiones: apuntes sobre el reconocimiento y la empatía hacia las personas migrantes.










Otro cuento estilo Monterroso

Victor Manuel Vásquez Gåndara
Hurtan del acceso de mi domicilio recibo de agua potable CEMAS para "su expediente".

lunes, 21 de octubre de 2019

El joven agrarista Úrsulo Galván Reyes

TEPETOTOTL

Por Fernando Hernández Flores

Durante el 126 aniversario del natalicio del prócer del agrarismo veracruzano, Úrsulo Galván Reyes, María Guadalupe Flores Grimaldo, estudiante del CBTA 279 del municipio de Tlacotepec de Mejía expresó: “Cuando se creó el ejido a través de la lucha de Úrsulo Galván por entregarle un pedazo de tierra al campesino que carecía de ella, se creó también la esperanza y la certidumbre de quienes nada poseían.”

Posteriormente, Lupita Flores lanzó al público y al presídium, la siguiente pregunta: “¿Quién le ha fallado a los campesinos?”. Lo que piden los campesinos es solo una cosa, “apoyos reales para el campo, y ya dejar de escuchar la sarta de discursos insultantes de los líderes oficiales.”

Por su parte, el camarada Ferrer Galván Acosta resaltó el liderazgo de su bisabuelo Úrsulo, quien contó el respaldo incondicional de su madre, doña Amalia, una gran mujer que lo acompañó e impulsó para hacer de él, un honorable mexicano; defensor de las causas justas y sociales, campesinas, obreras e inquilinarias. Siendo el movimiento agrario con el cual destacó, convirtiéndose en una leyenda no sólo de Veracruz y México, sino internacionalmente. El camarada Galván perteneció a la Internacional Socialista de la Rusia, donde se dio la oportunidad para que dialogara con Lenin. Eso sucedió, después que fundara la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del estado de Veracruz con el apoyo del gobernador Sixto Adalberto Tejeda Olivares, en aquel marzo de 1923.

El joven Galván Reyes que había salido de la ranchería de Actopan, del municipio de Tlacotepec, quien había recorrido el norte, centro y sur del estado de Veracruz, formando Comités Particulares Agrarios. Junto con José Cardel Murrieta, Isauro Acosta, entre otros líderes, fueron haciendo de la lucha agraria, su eje rector para defender los derechos de los trabajadores del campo con la ley en la mano. Es decir, con la Ley Agraria del 6 de enero de 1915 y con lo que establecía el artículo 27 de la constitución de 1917, que era dotar de tierra a los campesinos.

A varias décadas de distancia, la lucha agraria sigue y la organización que fundó Úrsulo Galván en Veracruz, la Liga Agraria y en el país, la Liga Nacional Campesina tiene razón de existir. La Confederación Nacional Campesina que se constituyó en 1938 debe retomar los ideales de Úrsulo, hacia una revolución productiva, donde las ramas de producción participen e integren, donde los legisladores defiendan los presupuestos para el sector rural e indígena, donde no quede descobijado la persona que alimenta a los mexicanos, el verdadero campesino. Por su parte el representante de la CNC, Inocencio Mulato Santiago aceptó la invitación para que en el año 2023 se realicen los 100 años de fundación de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos.

En el evento del día 21 de octubre, en Tlacotepec dio la bienvenida el presidente municipal Ansberto Marino Espinoza Murillo, quien se hizo acompañar de la presidenta del DIF municipal, Susana Sedas Caiceros, participando la síndica María Isabel Paz Almanza, la regidora Beatriz Hernández Fuentes y el secretario Santiago León Flores; así como el comisariado ejidal Macario Mejía García. También hicieron acto de presencia, el alcalde de Coscomatepec, Serafín González Saavedra, regidores y alcaldes de la región; el Comité Regional Campesino, Antonio García, además de los cenecistas: Ignacia García López, Elena Molina Córdoba, Delfino Bautista Sánchez, Jorge Cano, María Martínez, entre otros. Reina Yareli Rincón Moreno y Edith Cruz Flores son las candidatas a reinas para la fiesta patronal que se avecina en noviembre.

Paxkatkatsini (Gracias)
venandiz@hotmail.com
Twitter @tepetototl

jueves, 17 de octubre de 2019

Hombre de sabiduría


GEORGES IVANOVICH GURDJIEFF

Joel Hurtado Ramón

Georges Ivanovich Gurdjieff nace poco antes o poco después de 1870 en Alexandropol, en el Cáucaso (hoy Leninakan, Armenia). Su padre, un griego, admirador de la sabiduría antigua; su madre, Armenia. Crece en una atmósfera de ritos, leyendas y tradiciones en la que lo milagroso es un dato más de la realidad. Su educación es cristiana ortodoxa oriental. La franja del Cáucaso, entre el mar Negro y el Caspio, es por entonces un hervidero de raza, religiones y culturas, sin que ninguna predomine; es un lugar excéntrico, de límites fundidos y fuentes interpenetradas: Cristianas, armenias, asirías, islámicas, zoroástricas; sede de organizaciones herméticas, ocultistas, filosóficas, políticas, místicas; muchas veladas a la persona común. En este contexto fértil para desentrañar indicios y para la emergencia de energías primordiales, se desarrolla Gurdjieff. 
Estudia para sacerdote cristiano en el seminario de Alexandropol. También estudia medicina. Su biografía permanece en el misterio; asoman algunos indicios por aquí y por allá dados por él mismo, aunque en forma más alegórica que autobiográfica; ciertos retazos de su vida son recogidos más o menos confiablemente por sus discípulos; su historia personal se cubre de un hábil mandato de niebla. Insatisfecho con los elementos a su alcance, emprende un viaje incierto de 20 a 25 años en busca de conocimientos acerca del sentido preciso de la vida. Recorre Asia central, Persia, el monte Athos, el norte de África, China, el Tíbet. Bebe de fuentes monásticas cristianas ortodoxas; convive con círculos esotéricos islámicos, derviches de distintas escuelas y comunidades Sufíes; investiga el Chamanismo Siberiano y el Budismo Vajrayana del Tibet; comparte prácticas lamaísticas en monasterios tibetanos donde se preservan enseñanzas antiquísimas. Según él mismo cuenta, es preceptor del Dalai Lama. 
Aparentemente, actúa como agente secreto ruso, por lo que se le abren muchas puertas, cuando los ingleses invaden el Tibet, prepara y acompaña la huida del Dalai Lama. A partir de entonces, Gran Bretaña siempre desconfía de él. Su astucia lo mantiene a salvo y jamás desaprovecha oportunidades para aprender vivencialmente. Para sobrevivir hace de médico, ingeniero, cocinero, químico, hipnotizador, comerciante, artesano, profesor de danza. Oculta sus fuentes, pero su meta es traducir métodos de ideas orientales acerca del desarrollo total y armónico del ser humano en términos evocativos para Occidente. Algunos lo consideran el primer emisario a Occidente de una sociedad secreta del Oriente Medio; otros dicen que trabajaba bajo sus propios auspicios; los más cercanos afirman que lo envía la comunidad de maestros de sabiduría sufí Kwajagan, reestructuración de una cultura superior destruida por Genghis Khan. En 1915 regresa a Rusia y comienza a formar adeptos en los cafés de San Petersburgo y Moscú. Allí conoce a Ouspenky, su principal discípulo, quien recoge minuciosamente sus enseñanzas. 
También conoce a Thomas de Hartmann, de cuyo diario se obtienen datos valiosos y a quien cita siempre en bares de reputación dudosa para poner a prueba su desapego a los convencionalismos sociales. Rusia está en plena guerra mundial y agitada por un clima pre-revolucionario. “En su nivel actual, el ser humano no posee alma inmortal, pero con cierto trabajo él mismo puede forjarla, de modo que el conjunto alma-cuerpo no esté subordinado a las leyes del cuerpo físico y continúe existiendo luego de la muerte de este.” El ser humano ordinario observa Gurdjieff se contenta con una vida tolerable. Olvida los terrores de su mortalidad, falta de voluntad y control. Racionaliza y miente. Su vida gira en torno de un conjunto de interés insignificantes. Es un autómata dirigido por voluntades contradictorias creadas por sus deseos, a su vez generados por influencias externas. Se estremece cuando un ratón cruza su cuarto y no siente terror ante la perspectiva de su propia muerte. 
La autorrealización, así, resulta extremadamente difícil, aunque no imposible. Es necesario que el individuo comprenda su condición actual y se esfuerce por conquistarla. El ser humano común es controlado de afuera hacia dentro; el trabajo sobre sí invierte la dirección. Es posible vivir de modo más consciente y armónico, reconciliar y unir las tres funciones humanas básicas: pensamiento, sentimiento y acción. Una cosa es saber intelectualmente y otra muy distinta comprender por experiencia directa. Por eso Gurdjieff alienta a sus oyentes a verificar personalmente cuanto les transmite. Sus enseñanzas se enmarcan en una peculiar visión del universo   y en una psicología propia. Ouspensky lo cita: “El ser humano es una máquina. Sus actos, palabras, pensamientos, sentimientos, convicciones, opiniones y hábitos son resultado de influencias externas. Por sí mismo no puede producir un solo pensamiento, una sola acción. Todo lo que dice, hace, piensa, siente, es algo que le sucede... Nace, vive, muere, levanta edificios, escribe libros, no como quiere, sino como le sucede. Ni ama ni odia ni desea; todo le sucede.” 
Al regresar a Rusia, Gurdjieff posee un conocimiento profundo de danza, música y doctrinas iniciáticas. Divulga de un modo alegórico para estimular la intuición y discute cuestiones básicas acerca de la relación del ser humano con el universo, la condición humana, los estados de conciencia, la inmortalidad y la posibilidad de autorrealización. Propone a sus oyentes un crecimiento aumentando su energía interior. 
De inmediato Ouspensky, su escriba y biógrafo, comienza a trabajar con él. En 1916 ya son varios los alumnos, entre ellos Hartmann, compositor conocido y oficial de la guardia del Zar, y su esposa Olga. Hartmann comenta la impresión que causan los ojos de Gurdjieff, de profundidad y penetración poco comunes. Ouspensky se encarga de la instrucción de algunos de los recién llegados. El grupo se reúne todas las noches a ejecutar gimnasias sagradas y trabajo interno. A dos o tres elegidos Gurdjieff los instruye en disciplinas especiales. También, en esta etapa, alternan períodos de ayuno y de silencio, en los cuales sólo se podían comunicar mediante un complicado sistema de contorsiones corporales ingeniado por el mismo maestro. Gurdjieff abre formalmente el primer instituto para el desarrollo armónico del hombre. 
La verdadera carrera pública de Gurdjieff comienza en el priorado de AVÓN. Su método, hasta entonces reservado a unos pocos iniciados, se abre a toda persona.

La gimnasia sagrada obliga a ser consciente del propio cuerpo. “Las experiencias espirituales sin conciencia del cuerpo son alucinaciones. Quien es consciente del propio cuerpo no enloquece.” Poco a poco Gurdjieff se va desinteresando del priorato de Avón. En 1934 se muda a parís. Con mucha rapidez se suman nuevos discípulos, pero esta vez deja la enseñanza en manos de instructores. El maestro se reserva para sí el trato con unos pocos aprendices avanzados que deben ir desligándose de todo maestro y grupo. Los orienta en concentración de la voluntad, control de la respiración y de la energía sexual y conexión con el guía interno. Les da otras instrucciones y les solicita guardarlas en silencio. 
Para ellos ya no habrá delimitación entre ejercicios y vida diaria; el cuarto camino será actitud interior manifiesta en cada ocasión. ¿MAGO? ¿PROFETA? ¿BRUJO? ¿SANTO? Enigmático y algo sobrenatural, mezcla de Buda y Charlatán de feria, demasiado deshumanizado para ser santo. En 1949 Georges Ivanovich Gurdjieff, el viejo bribón, fallece en París

Perspectivas éticas



Prólogo al libro 

Adriana Menassé Temple
Rubén Sánchez Muñoz


En algunos momentos específicos de la historia, las reflexiones sobre la ética se hacen más presentes que en otros. No es que los autores en general pasen desapercibidos los temas concernientes a cómo es preciso vivir o qué debemos hacer para ser felices o cómo vivir una vida digna, porque nos parece que son temas fundamentales de la existencia humana. Es más bien, que estos mismos temas y otros concomitantes se van tornando poco a poco en temas centrales que parecen responder a problemas capitales propios de la época en que se desarrollan. En el fluir de la historia vemos que en algunas épocas o periodos en concreto, unos temas o problemas son más importantes que en otras o que se les presta mayor atención. La ética, por ejemplo, aparece en ciertos momentos de coyuntura, en periodos de transición de una época a otra o de una “figura del mundo” a otra –como gustaba decir a Luis Villoro.[1] Cuando esta figura del mundo se halla consolidada y su sistema de creencias es sólido, la ética parece operar de manera implícita o como consecuencia de la estabilidad en que se fundan las creencias. Pero cuando estas creencias se desequilibran y su fundamentación se torna cuestionable, la duda y la sospecha del estilo de vida que esas mismas ideas producen, de los sistemas de valoraciones y prácticas en que se vive o ha vivido a partir de ellas, sus implicaciones, límites y consecuencias se vuelven un verdadero enigma.
Así, en las últimas décadas, las meditaciones en torno de la ética han venido ocupando un lugar central dentro de la filosofía, pero no solo dentro de ella, sino con especial énfasis en atender diversos problemas que surgen en múltiples sectores de la sociedad, en ámbitos públicos y privados, en las relaciones personales, interpersonales, nacionales e internacionales o las relaciones que tenemos y mantenemos con el medio ambiente y los animales. La reflexión nace dentro de la filosofía ciertamente, porque la ética es una parte de la filosofía y desde aquí el trabajo de los filósofos ha consistido en fundamentar una variedad de propuestas que intentan responder a estas cuestiones esenciales de la vida práctica que mencionamos antes. Es verdad que no se trata de un asunto sencillo y que resulta difícil ponerse de acuerdo y llegar a un consenso. De pronto nos encontramos frente a una variedad de propuestas que no siempre son confluyentes. Aunque no necesariamente los modelos éticos son antagónicos o excluyentes, resulta difícil tomar una postura cuando se tiene que evaluar a profundidad el alcance teórico y práctico de dichos modelos. En torno de estos problemas y dificultades se concentra una parte del trabajo filosófico. Después, vemos o nos encontramos en nuestro mundo circundante, en nuestro mundo más próximo y más allá en los mundos lejanos, una serie de prácticas detrás de las cuales hay bases teóricas que sustentan el comportamiento de los individuos. Muchos de esos elementos son preteóricos e inclusive prerreflexivos. Esto no quiere decir que no tengan sentido ni razón de ser. Quiere decir sencillamente que el contenido teórico que sustenta nuestro actuar, que orienta nuestro albedrío o que sienta las bases de nuestro trato con los otros, puede no estar clarificado para nosotros, que puede estar cimentado en un conjunto de creencias que requiere ser explicitado. Uno puede defender claramente los derechos humanos, sin que haya necesidad de que sepa el sustento teórico que tienen en la filosofía de Immanuel Kant; uno podría no haber leído nunca La crítica de la razón práctica o la Fundamentación de la metafísica de las costumbres y aun así ser defensor de los derechos humanos. Podemos saber también y estar convencidos que nuestra libertad llega hasta donde empieza la libertad del otro, sin saber nada del utilitarismo de John Stuart Mill, quien formuló esta expresión en su ensayo sobre la libertad.
 Pero lo relevante del asunto no es eso precisamente, sino más bien el hecho de que nuestra vida práctica tenga esta orientación ética y que de alguna manera podamos vivir en el esfuerzo de comportarnos éticamente en las circunstancias que el mundo nos ofrece. Si bien es cierto que el formalismo en la ética da sustento teórico a nuestra vida moral, no menos cierto tiene que ser que la vida práctica de los individuos se desarrolla de cara a unas circunstancias concretas. Parece ser que la ética llega en un momento determinado de la existencia, es decir, hay una especie de madurez ética o un despertar de la vida en un sentido ético y parece ser una vez más que la ética, como decía Husserl, le imprime a la vida un valor más alto. Esta es la razón por la cual depositamos en la ética cierta esperanza y cierto valor. Y esta es la razón por la cual también nos aventuramos a explorar diversas vías de acceso a ella, varias perspectivas sobre la ética, porque de eso se trata: de un conjunto de miradas que nos dan ciertos aspectos del actuar ético y del vivir éticamente. Estas perspectivas, luego, tienen ellas mismas que ser revisadas y analizadas a profundidad para, una vez más, valorar sus implicaciones, sus limitaciones y sus alcances sin desatender las condiciones materiales específicas en que se desenvuelve la vida personal y social de los individuos.
Lo cierto es que el discurso filosófico nos ha acostumbrado a hablar de la crisis de la modernidad como de algo que damos por sabido. Se han cuestionado sus narrativas de liberación, su vocación universalizante, su concepto de racionalidad. Desde múltiple ángulos se ha puesto en entredicho  la capacidad del ser humano para fincar en el mundo alguna verdad moral o especulativa; la subjetividad misma se disuelve, así como la primacía de su acción intencional. Después de la Primera, de la Segunda Guerra Mundial y su crueldad sin precedentes, de las posteriores y atroces guerras étnicas y nacionales, hablar del progreso moral del ser humano resulta cuando menos irrisorio. Por otro lado, el tan cantado progreso tecnológico, aunque parte obligada de nuestra vida, ha dejado ver también su aspecto brutal y depredador. Los sueños de la razón nos engendraron monstruos, como previera Goya. El humor de nuestro tiempo es un humor apocalíptico, si por eso entendemos una certeza difusa de ruina inexorable de aquella otrora celebrada civilización. Esto no comenzó ayer, claro: de las críticas románticas a la Ilustración cuando todavía razón y progreso estaban en su momento ascendente, pasando por la fe revolucionaria de los movimientos sociales que desembocaron en nuevas formas de opresión y esclavitud, hasta los vahos del escepticismo de la atmósfera que nos circunda expresa de todas las maneras un pesimismo tenaz. El universo simbólico del arte, la filosofía, el cine, los medios de comunicación y hasta la publicidad insisten en convencernos que la especie humana no es sino un error de la naturaleza, el más sonado fracaso de su pueril aventura.
Los textos reunidos en este volumen proponen repensar los retos de nuestro tiempo desde el horizonte de un pensamiento comprometido con la dimensión ética de la experiencia humana. Si bien el derrumbe de las convicciones que durante siglos sostuvieran a Occidente no puede detenerse con sólo un gesto de la voluntad, consideramos que hoy resulta ineludible afrontar dicho desafío desde una reflexión que examina la delicada estructura donde se articula el sentido.
Sin duda, la hermenéutica radical que atraviesa el pensamiento contemporáneo  nos advirtió contra la soberbia de la razón; ningún escepticismo, sin embargo, puede convencernos de que la crueldad y el abuso, el crimen o la arbitrariedad, son una opción entre otras equivalentes. Tal vez no sea posible desentenderse de las interrogaciones que se plantean a partir de cierto antihumanismo cercano a Heidegger, del pragmatismo de corte rortiano, o de ese nuevo ecologismo casi místico; el ser humano con sus determinaciones y su capacidad de orientarse en el mundo pierde la contundencia de su experiencia sensible, la certeza irreductible de una íntima vulnerabilidad. Y sin embargo, vivir humanamente parece implicar un espacio que afirma, ratifica y ancla una significación ética de la existencia que compartimos con los demás. El límite a la deriva de las interpretaciones y, en última instancia, al desfondamiento del sentido, son los actos de amor y de justicia que los seres humanos practican espontáneamente y aguardan en los demás. Pues son éstos los que abren los canales del lenguaje mismo. Así, de manera no unívoca sino a partir de perspectivas teóricas disímbolas, el hilo que atraviesa los ensayos que recogemos en estas páginas trenza la idea de que, a pesar de todo, la ética constituye el sustrato de todo filosofar, si por filosofar entendemos la vocación de bien y de justicia inscrita en esa forma de existencia que es la existencia vivida humanamente. El pensamiento y la libertad son capaces de hacer contacto con la experiencia en cuanto experiencia verdadera; ética y verdad soportan el entramado de nuestra subjetividad y de nuestra sociabilidad en la medida en que la relación con los otros seres nos impone límites últimos y nos intima a una apuesta radical por la concordia y el sentido. Este sentido es el que afirma el valor de la vida, el que inaugura la cultura y abre el espacio simbólico de la dignidad y el agradecimiento. Dentro de ese espacio se negocian, se depuran y acrisolan las orientaciones que conforman nuestra condición, pues acaso como apunta Walter Benjamin, algo es esperado, algo es exigido de nosotros[2], de ese ser capaz de perpetrar atrocidades, pero cuya existencia misma está anudada a una vocación de encuentro y a un imperativo moral.
Buscar respuestas en la tradición en una época en la que todo está diseñado para durar poco y tirarse pronto, como refieren Z. Bauman, G. Lipovetsky y B. Chul-Han, entre otros, podría acusar una actitud conservadora, cuando no escolar.  Más que respuestas, sin embargo, el esfuerzo filosófico que nos convoca consiste en refrendar ciertos ejes de gravitación que demasiado fácilmente se han querido disipar en la tarde de una   evanescencia sin asideros. Y es que, a pesar de la criminalidad sin freno que hoy avasalla nuestras calles, nuestros noticieros y nuestras pláticas, parece haber también, en la indignación colectiva, la convicción de que hay prohibiciones imposibles de transgredir si queremos sostener la confianza primaria y la posibilidad del amor. La virtud nunca está garantizada, es cierto; es sólo el movimiento del espíritu que se juega en buena fe el que, en última instancia, prevalece y ennoblece nuestros días y trabajos.  Ese trabajo nunca está terminado, pues más que un camino infinitamente largo pero continuo, consiste en la pequeña, ineludible y siempre renovada tarea de rectitud que conforma nuestras vidas.
Los ensayos que presentamos buscan, cada uno a su manera, acercarse al apremio de estas interrogantes desde el diálogo que establecen sus autores con el pensamiento de aquellos que, de alguna manera, han avanzado o cuestionado estos  presupuestos. De Hans Jonas a Edmund Husserl, pasando por las interrogaciones de todos los otros autores que aquí confluyen, este libro quisiera colaborar con el trabajo colectivo de pensar un orden en el que la vida humana, una vida capaz de intención moral, cifrada en los significados que compartimos con los otros, reclame su belleza y pueda hacerse eco, nuevamente, de su valía. 


Julio de 2018


[1] Luis Villoro, El pensamiento moderno. Filosofía del Renacimiento, México: FCE-El Colegio Nacional 2010.
[2] Citamos libremente de las Tesis sobre la historia,  particularmente la tesis II: “Éramos esperados en la tierra. También a nosotros entonces, como a toda otra generación, nos ha sido conferida una débil fuerza mesiánica a la cual el pasado tiene derecho de dirigir sus reclamos”, cf. Walter Benjamin, Tesis sobre la historia. Traducción y presentación Bolívar Echeverría, Ed. Contrahistorias: México 2005, p. 18.

Sobre Perspectivas éticas (1)



César González

En el contexto actual, con un devenir histórico que parece decirnos que el poder hacer siempre tiene más valor que las consecuencias que esto podría desencadenar, y con una realidad contemporánea en la que desde niveles gubernamentales hasta relaciones a ras de piso evidencian una falta de visualización del otro, hablar de ética parecería algo ya innecesario e incluso podría considerarse inocente. Vivimos en un mundo que cada vez se basa más en el “yo”, en la satisfacción personal sin importar el entorno y de preferencia a corto plazo, con un siglo XX marcado por las Guerras Mundiales, la Guerra Fría, Vietnam, Irak, Palestina y un enorme etcétera, que pareciera llevar cada vez más lejos de nuestra concepción de mundo la empatía y que nos enfoca cada vez más en el pesimismo posmodernista. Pero quizá por esto mismo, hablar de filosofía moral, de ética, es algo que no deberíamos descartar. Quizá bajo este contexto, comprender que determinados parámetros de pensamiento, que ciertamente tampoco son cánones de conducta, nos podría llevar a desarrollar el crecimiento de lo “humano” en nosotros mismos y en nuestro entorno. Construir una humanidad ética. En este sentido, se inserta un libro como el que estamos presentando, donde Adriana Menassé Temple y Rubén Sánchez Muñoz reúnen una interesante lista de voces que dialogan al respecto, generando una propuesta que en conjunto, como cualquier obra colectiva, nos muestra diferentes puntos de vista y nos abre el panorama sobre el tema. Perspectivas éticas plantea diversos ejes temáticos que nos pueden llevar a comprender mejor el devenir teórico sobre la materia y, en determinado punto, a desarrollar una postura sobre nuestro actuar ético. En palabras de los coordinadores

El contenido teórico que sustenta nuestro actuar, que orienta nuestro albedrío o que sienta las bases de nuestro trato con los otros, puede no estar clarificado para nosotros, puede estar cimentado en un conjunto de creencias que requiere ser explicitado.

En este sentido, una lectura como la que presentamos ahora, funciona no para decirnos cómo debemos conducirnos, sino para incitar el diálogo y la discusión al respecto. Para esto, la obra reúne doce trabajos que toman desde diferentes orillas el plano que intentamos dilucidar.
         Para ejemplificar esto, abordemos algunos de los ensayos aquí reunidos. En un primer texto, Alberto Sucasas nos habla sobre la relación de amistad entre Günther Anders y Hans Jonas, las interacciones de esta dupla con contemporáneos como Adorno, Benjamin o la propia Arendt, con Heidegger, su maestro, y el enfrentamiento con él después de su unión al partido nazi. Un punto importante aquí es la capacidad filosófica de ambos autores para ser profetas del apocalipsis. Fenómeno al que somos ciegos, según Anders, por lo que él denomina desnivel prometeico: “Somos capaces de perpetrar males descomunales sin experimentar culpa ni compadecernos de las víctimas, dado que nuestro sentir va rezagado respecto a nuestro actuar”, lo que nos lleva a otro punto de interés, el devenir de la técnica como facilitador del hombre como “inocentemente culpable”.
         Mauricio Beuchot nos propone una ética planteada desde un punto ya revisado por él, la hermenéutica analógica, lo que decantaría en una ética también analógica. Aquí, el autor trabaja varios puntos relevantes como las virtudes como fundamento ético, para lo cual nos habla del libro de Miguel Ángel Polo, Ética y razón práctica, donde se resalta sobre las demás virtudes a la sabiduría desde una perspectiva aristotélica, lo cual nos permite generar una versión de esta disciplina filosófica que va más allá de lo conductual o la praxis al reunir esto con la capacidad teórica y especulativa.
         Otro punto importante en este trabajo es el que Beuchot recoge líneas después, la ética de la hospitalidad, la cual se fundamenta en una responsabilidad que es manifiesta como responsabilidad por el otro, viendo a éste como nuestro análogo.
         Esta visualización del otro entrelaza con el siguiente texto, en el que Julio Quesada nos coloca con esta visión en un contexto de antisemitismo a partir de la defensa o dictamen público de Hermann Cohen ante un jurado de la Alemania nacionalista y de Paul de Legarde, teólogo, filósofo y profesor de lenguas orientales, quien influyó de forma decisiva en las creencias de una Alemania ultra conservadora en busca de su identidad nacional y religiosa. Este juicio se dio a partir de una demanda penal por difamación impuesta por el presidente de la Comuna Judía de Marburgo en relación a un artículo publicado en 1888, donde un maestro de primaria establece que el amor al prójimo de la ley de Moisés sólo era mandamiento para los propios judíos, ya que no sólo no podían ser buenos cristianos, sino que no podían ser buenos alemanes. Cohen no es un judío practicante, pero entiende que, en este caso, la defensa del Talmud es la defensa de lo humano, del prójimo. En este punto de la historia, se empieza a vislumbrar que, como señala Quesada, “el destino de los judíos marcaba, intrínsecamente, el destino de la humanidad”.
         En el siguiente texto, Rubén Sánchez Muñoz trae a la mesa la concepción de ética a partir de la fenomenología de Husserl, la cual tiene un principio básico en el imperativo categórico “Sé hombre verdadero. Conduce tu vida de modo que siempre puedas justificarla en la evidencia. Vive en la razón práctica”. Esto lleva a tomar conciencia y ser responsable de sí mismo, en primer término en puntos aislados y ocasionales, hasta llegar a la conciencia de sí mismo universal. En este proceso se genera un hombre nuevo, lo que lleva a elevarnos al nivel de la verdadera humanidad, lo que para Husserl es una exigencia ética absoluta.
         En el texto “La atadura amorosa del lenguaje”, Adriana Menassé realiza una revisión del concepto de sentido común en Franz Rosenzweig a partir de El libro del sentido común sano y enfermo, donde se nos habla de “especialista” a público en general de asuntos que nos interesan a todos como los apetitos, el amor, la muerte y la justicia. Como nos señala Menassé, para Rosenzweig el lenguaje no quiere ni puede ser esencia, es tan sólo la huella del hombre, y con esto se refiere a que el lenguaje no puede ser el recipiente, sino más bien puente. Como bien indica la autora, hablar supone una vocación de encuentro, y en sus palabras

La relación con el otro, el lazo que nos vincula a un tú, el puente de amor que soporta la significación misma, constituye el centro gravitacional a partir del que se organiza el pensamiento. Antes de la pregunta por el ser, se encuentra la pregunta por el otro.
        
En otro texto más adelante, Jacob Buganza nos presenta un comentario a la ética realista de Pieper, la cual, según Buganza, se contrapone a “las críticas excesivas que llevan al posmodernismo a diluir la ética encerrándola en el ámbito de cada individuo humano, como si no hubiera posibilidad de dar un paso fuera del sujeto para que encuentre asideros en la realidad a partir de la cual pueda normar su actuar moral”. Pieper busca establecer un realismo moral que pretende renovar la exigencia de objetividad ética. Para él, “deber” se fundamenta en el “ser”, lo que deviene en que la ética se fundamente en la realidad. En otras palabras, nuestra conducta moral va más allá de nuestro pensamiento y surge de nuestro entorno.
         En términos generales y en palabras de los coordinadores del libro, “la ética […] aparece en ciertos momentos de coyuntura, en periodos de transición de una época a otra” y quizá la realidad contemporánea nos está pidiendo retomar el tema, evaluar nuestra filosofía moral y nuestras interacciones con el otro, el grado de empatía que podemos desarrollar por nuestro prójimo. Aquí sólo hemos mencionado algunos de los trabajos que podemos encontrar en el libro y de forma bastante generalizada, pero sirve para ilustrar los ejes alrededor de la obra. El diálogo que se mantiene constante en el libro y que por la polifonía de autores se aleja y vuelve al pensamiento netamente filosófico. Retomando una imagen que utiliza Adriana Menassé en su texto, como el vaivén de las olas.
Como podemos observar con estos ejemplos, en sentido estructural se genera un tejido fino que va uniendo al libro alrededor del tema dándole tonalidades muy diferentes, pero, y esto es algo que se agradece en cualquier publicación, manteniendo un balance, una distribución que invita a continuar leyendo y, sobretodo, disfrutando la lectura.
Perspectivas éticas no pretende abarcar una visión absoluta en relación a la ética ni mucho menos marcar una línea de pensamiento específica. Como menciona Ortega y Gasset, citado en un trabajo más adelante del libro, “sería inmoral toda moral que no impere entre sus deberes el deber primario de hallarnos dispuestos constantemente a la reforma, corrección y aumento del ideal ético”. Lo que en este libro se busca es traer el tema a la mesa, generar discusión al respecto, comprender que la visión del otro, del prójimo, mencionada líneas arriba, es comprender la diversidad de voces aún en temas específicos, lo cual aquí se logra con creces. Esta pluralidad también nos sirve como lectores, ya que trabajos como el actual no debe quedar sólo como lectura académica para filósofos y especialistas, sino que libros como éste, en donde los autores toman mano de otras disciplinas humanísticas o fuera del área, incitan el interés en lectores que pueden ser ajenos al tema, por el simple hecho de ser personas y, como menciona Husserl, buscar la verdadera humanidad.


[1] Menassé Temple, A. y R. Sánchez Muñoz, 2018, Perspectivas éticas, Tirant editorial, México.

miércoles, 16 de octubre de 2019

Elige Academia Mexicana de la Educación Directiva 2019-2022





Victor Manuel Vásquez Gándara
El pasado 16 de octubre de 2019 se inicia nueva página en la historia de la AMEAC Capítulo Veracruz, fundada en 1993. El acto protocolario se efectuó en el Auditorio Gonzalo Aguirre Beltrán de la Casa de la Educación Ramón G. Bonfil, ubicada en calle Bocanegra número de la ciudad de Xalapa, Veracruz, México. Apoyados en plataforma coordinada por el Dr. Gilberto Nieto López y la maestra Gladys Paulí, se contó con participación virtual de miembros con sede en Tantoyuca, Ver. Posterior al pase de lista, lectura de Acta de Asamblea anterior y otros puntos de la Orden del día, se llegó a elegir a los directivos para lo que se solicitó a la maestra Dinora Lucien Blásquez Morales, propuesta para Presidente, presentara a integrantes de la Planilla única y plan de trabajo para su gestión durante el trienio 2019-2022. Finalmente la elección se efectuó aprobándose por unanimidad de votos congratulándose asistentes en su totalidad. Entre otros aspectos se reconoció labor de directiva saliente bajo la presidencia del maestro Rafael Mario Islas Ojeda. Asistieron presidentes de directivas anteriores: Reynaldo Ceballos Hernández, Jesús Jiménez Castillo, Ernesto Gerardo Fernández Panes, Mariano Ortiz Galván, Romeo Cuervo Téllez y Victor Manuel Vásquez Gándara. La Mesa Directiva quedó integrada por: Dinora Luciene Blásquez Morales en carácter de Presidente, vicepresidencia en Xalapa, Gilberto Nieto Aguilar, Orizaba, Rafael Mario Islas, Tantoyuca, Juan Martínez María, Veracruz, Juanita Pérez Vega; Vicepresidente Académica Themis Ortega Santos, Vicepresidente de finanzas Mariano Ortiz Galván, Vicepresidente Relaciones públicas Reynaldo Aguilar Castillo, Vicepresidente de comunicación social Gilberto Nieto López, Secretaria de Actas y acuerdos Virginia Cruz Mirón, Vocales: Eduardo Salas Zarate y Guadalupe Ceballos Alpuche. Al concluir la asamblea se felicitó a integrantes invitándose a próxima ceremonia de toma de protesta en lugar y fecha por definir.


martes, 15 de octubre de 2019

Primer Certamen de oratoria y debate

Tepetototl
en la Universidad Veracruzana
Por Fernando Hernández Flores

El día cuatro de octubre, tuve la oportunidad de asistir como Jurado Calificador del "Primer Certamen de Oratoria y Debate, 75 Años de Luz”, que organizó la Universidad Veracruzana, en las instalaciones de la USBI. Ante el talento, la calidad de la elocuencia y el vibrar especial de las distintas voces; podemos mencionar que hay preparación, formación, visión y capacidad en las juventudes del ahora, mismos que estudian y egresan de la gloriosa e histórica UV.

En un proceso distribuido en tres secciones que fueron: discurso preparado, debate a favor y en contra, así como debate presidencial. Los resultados quedaron de la siguiente manera: tercer lugar para María Yamileth Anell Peña, segundo lugar para Johnny de Jesús Esteves Aguilar y el primer lugar para Lucía Cortés Flores.

El joven orador, originario del sur del estado de Veracruz y dirigente del Ateneo de la Juventud, Capitulo Veracruz, Sergio Alcántara Chávez, quien a la vez es un destacado alumno de la UV, junto con la maestra Gloria Lira, fueron los emprendedores de éste certamen. Por lo que Sergio mencionó que: “La Dirección General del Área Académica de Humanidades, a cargo del Mtro. José Luis Martínez Suárez; y la Dirección de la Facultad de Derecho, presidida por el Dr. Alejandro de la Fuente Alonso, lo hicieron posible con el fin de incentivar en la Comunidad Universitaria habilidades respecto de comunicación y argumentación efectiva para entender a la oratoria como un medio de construcción de diálogo que finque un antecedente para la paz en nuestro país, y, al debate como el impulso para establecer una discusión ordenada entorno a determinado tema con el fin de consensar y llegar a propuestas efectivas e innovadoras.”

Para ser mejor en oratoria y debate hay que leer y releer, devorar libros, vaciar los anaqueles de las bibliotecas nutriéndose con el acervo de las distintas editoriales, sean del tema que sean, solo se requiere saciar el espíritu y crecer como seres humanos. La oratoria y el debate nos harán libre.

En aquel año de 1926, se escuchó una voz fuerte como el truene, firme como una montaña, consiente de su sabiduría y seguro de sí mismo. Ahí nació quien fuera el padre de la escuela del muñozcotismo, el maestro José Muñoz Cota, primer ganador del concurso nacional de oratoria que organiza año tras año el Universal.

Así mismo, surge el Certamen de Oratoria y Debate a través de la Universidad Veracruzana, que vengan muchos más concursos en sus regiones y en el estado. Que se propicien diplomados y talleres sobre la oratoria y el debate en la UV. Que en las escuelas de los distintos educativos se incursione en estas bellas artes de crecimiento humano. Que los legisladores y gobernantes aprueben las propuestas de los jóvenes oradores, porque es necesario y urgente que se escuche su palabra.

Paxkatkatsini (Gracias)
venandiz@hotmail.com
Twitter @tepetototl

lunes, 14 de octubre de 2019

San Francisco de Asís



Arnulfo Pérez Rivera
Sin exceder los alcances y los intentos del presente artículo, me permito ofrecer. De manera sucinta, el admirable perfil y el ejemplar modelo de uno de los grandes patrimonios espirituales de la humanidad; sobre todo ahora en que muchísimos hombres y pueblos se tornan envilecidos y soberbios, vendibles y alienados, materializados y ajenos a toda clase de valores que el mundo reclama inaplazáblemente.
En efecto, el santo Francisco de Asís es el el más auténtico cristiano. Es el ejemplo más digno y excelso de la empatía compasiva y del “eros místico” es el ínico humano que merece el título analógico de ser otro Cristo o sea el personaje más cercano a la imagen de Jesús de Nazareth.
“El noble, santo, y vigoroso hombre de Asís”, como lo llama Leobardo Soff, en su preciosa obra San Francisco, es el cristiano el que con sus grandes obsesiones, una contra la riqueza y la otra contra el poder, ha confrontado desde su esencia misma a la iglesia cristiana, a la que superó y pretendió cambiar.
Francisco nació en Asís, en Umbría, situada en una rocosa colina, el año 1181 ó 1182 (sus biógrafos no se ponen de acuerdo); el verdadero nombre de Francisco fue Juan, nombre con el que fue bautizado llamándose Francesco (el francés) por los viajes que realizaba con su padre (acaudalado vendedor de telas) a Francia.
En su juventud conoció lo natural y placentero de la vida, ya que su alta posición social y económica le permitieron gozar hasta los 20 años, de inmemorables vanidades y ventajas de toda índole. Mas el padecer de pronto de una penosa enfermedad y la posible muerte, su corazón se transformó para llevar una vida mística.
Según numerosos biógrafos, Francisco de Asís, a raíz de su cambio interior, con gran simbolismo en su acción, regaló sus cuantiosos bienes materiales. La necesidad del desprendimiento y desprecio de las riquezas y del dinero hace que asuma una actitud extraordinaria consistente en que frente al obispo de Asís, se despoja totalmente de su vestido, como señal de humildad.
Ante la iglesia petrificada de su tiempo, Francisco de manera insólita y visionaria promueve una ruptura con su presente, planteando un nuevo proyecto de vida religiosa sin boatos, auténticamente cristiana, pues desea crear y recrear una nueva iglesia a través de una vida que imite a Jesús que está basada en la pobreza, en el amor, en la paz y en el contacto de la naturaleza promoviendo así una verdadera transformación del ethos del hombre cristiano. Es de este modo como parece el “franciscanismo” como un nuevo estilo de vida. Su profundo amor a Jesucristo lo llevó a crear el primer nacimiento de la historia para festejar la Natividad de Cristo. Asimismo establece una relación profunda del hombre con la naturaleza y los animales a los que siempre protegió, base de una sana ecología.
San Francisco de Asís juzga a las mayores riquezas de la Tierra (el dinero), como despreciable basura, abrazándose de corazón con la santa pobreza y argumentando que es más fácil llegar al cielo desde una choza, que desde un palacio. En él se dio la ternura, el amor, la compasividad, la solicitud, la empatía, el respeto, la humildad y la solidaridad, como principios fundamentales de su sabiduría evangélica y naturalmente jumana.