miércoles, 3 de mayo de 2017

Los maestros rurales de educación básica como promotores culturales


Alicia Soto Palomino
Según datos  que proporciona Arturo Rodríguez García en la revista Proceso de este mes de febrero, en el país existen alrededor de 71 mil escuelas primarias generales con al menos un niño hablante de alguna lengua indígena, pero ningún maestro que hable su lengua. Esto significa que en la mitad de las escuelas del país hay 1  millón 46 mil niños indígenas que tiene al castellano como segunda lengua, pero son educados y evaluados como si ésta fuera la primera.
Por ese y otros factores la educación es precaria para las personas hablantes de las lenguas indígenas, tanto que 25% es analfabeta, apenas dos de cada 10 terminan la primaria, siete de cada 100 terminan el bachillerato y sólo el 3.6% obtiene el título universitario.
A casi 500 años de la Conquista sobreviven 68 lenguas indígenas con 364 variantes y 14 se hablan en Veracruz, estas son: huasteco, popoluca, mixe, zoque, chinanteco, zapoteco, mixteco, otomí, totonaca, tepehua, náhuatl de la huasteca, náhuatl de la Sierra de Zongolica, Nahua del Sur, según los datos del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), un organismo desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
El director del INALI, Javier López Sánchez, afirma que el sistema educativo debe ser un factor importante en la conservación de las lenguas indígenas.
Estoy de acuerdo que el sistema educativo puede tener una influencia decisiva para impulsar a los jóvenes para que sigan estudiando y para lograr que la eficiencia terminal aumente.
En Telesecundarias, donde la mayoría de los niños indígenas cursa la educación media básica, 30% de las escuelas no tiene laboratorio y 57% carece de internet y de mobiliario básico. Lo mismo sucede con Telebachillerato, pues en la mayoría de las ocasiones los centros que funcionan en la mañana como Telesecundaria por la tarde son utilizados como Telebachillerato y anteriormente se contaba con una señal para recibir los contenidos televisados, pero desde  hace varios años se dejó de transmitir por televisión.
En la actualidad existen centros todavía que aún no acceden a las nuevas tecnologías y a los medios necesarios para estar al día en los contenidos y los avances que requiere la educación actual.
La situación general de los niños indígenas en México es muy difícil y esto lo he logrado observar a través de ensayos en donde manifiestan ser objeto de discriminación por hablar o vestir diferente. Ellos no saben por qué las personas de las ciudades los señalan y los hacen sentir menospreciados.
Sylvia Schmelkes afirma que  “Las causas del rezago en la educación indígena son muchas, pero sobresale una: no existe una política integral que permita mejorar de manera sustancial la calidad de lo que aprenden los niños”.
 Una ruta importante que podemos seguir los docentes que trabajamos en educación Básica ya sea Telesecundaria y Telebachillerato es interesarnos por la preservación y fortalecimiento de las lenguas que se hablan en la comunidad en donde laboramos.
Es preciso crear un acervo histórico-cultural que dé cuenta de la formación y transformación de la lengua, costumbres, historias, leyendas que le dan riqueza a nuestro pueblo y sus tradiciones.
El rescate de la tradición oral es una de nuestras fortalezas y es preciso que cada uno de los docentes tome conciencia de ello y realice acciones de preservación y conservación de estas múltiples manifestaciones.
No debemos esperar que nos den una línea a seguir para comenzar a realizar acciones de preservación de nuestras tradiciones; solamente necesitamos interesarnos por nuestros orígenes, coordinar acciones y detonar en los niños, el amor por preservar sus raíces, valorar los vestigios culturales y darles el justo lugar que les corresponde.
Si desde las aulas nos interesamos por recopilar  la esencia delas historias, leyendas, mitos, gastronomía, elaboración de artesanías, de fiestas patronales con su significado explícito; veremos que las personas irán respondiendo poco a poco y esto será como una bola de nieve que irá creciendo hasta llegar a formar un gran volumen que será necesario colocarlo en algún lugar especial dentro de la cultura de la comunidad.

 Los docentes que trabajamos en zonas rurales en donde aún existen hablantes de alguna lengua indígena, tenemos el compromiso moral de hacer algo para preservarlas ya que son una riqueza que se está dejando perder; tampoco  podemos darnos el lujo de dejar que miles de niños no logren estudiar otros niveles más porque no buscamos estrategias para hacer que aprendan una segunda lengua como el español o tercera como el inglés. Necesitamos aprender su lengua y a enseñarles a solucionar problemas actuales utilizando las verdaderas habilidades del pensamiento para resolver problemas cotidianos y para relacionar lo que están aprendiendo con lo que viven y experimentan a diario, pues las nuevas competencias nos solicitan ser autónomos, creativos, autodidactas y resolver problemáticas reales que repercutan en nuestro entorno social.

No hay comentarios: