ALZHEIMER. Enfermedad que borra la esperanza de vida en los adultos.

Benito Carmona Grajales

Al perder la memoria se pierde la noción de lo que somos.

            Nuestro país avanza en el deterioro de su salud. Desde mediados del siglo pasado, a medida que avanza la industrialización y el bombardeo publicitario que ofrece sus productos en   los medios audiovisuales de comunicación y el paulatino abandono del campo por buscar la ciudad, la agricultura de autoconsumo desaparece y aumentan las importaciones de alimentos no orgánicos y refinados. Esto coincide con el aumento de los cánceres, diabetes, cardiopatías, estrés, Párkinson y, entre otros padecimientos más, la enfermedad de Alzheimer.

            Este padecimiento va en aumento en todos los países,  sobre todo, en los más industrializados. En Norteamérica, incluyendo a México, alrededor del 5% de los adultos mayores de 65 años la padecen. Toda enfermedad hace sufrir, lo mismo que al enfermo, a la familia y a la sociedad; pero, en el caso del Alzheimer, cuando la familia la descubre en alguno de sus miembros, comienza un verdadero infierno; sobre todo, si no se toman todas las medidas pertinentes, como pedir ayuda médica y una orientación a instituciones o profesionales con capacidad y conocimiento para prevenirla, detenerla o curarla.

            Además del paciente, los familiares que lo atienden también necesitan cuidados. Es probable que los que conviven con un enfermo de Alzheimer terminen enfermos. Recordemos que el estrés es fuente de otros males. Debemos tener en cuenta que el paciente termina dependiendo totalmente de quien lo cuida ya que, al perder el autocontrol, necesitará de la ayuda para su supervivencia: alimentación, aseo, traslados, entro otros. Por eso es importante prever un cuidado extensivo a toda la familia.

Un intento para definir la enfermedad.

            El Doctor Barry Sears dice que el Alzheimer “es una enfermedad penosísima que les roba a los pacientes sus facultades mentales y que con el tiempo los mata”. Para Mireille Peyronnet y Jean-Loup Dervaux, se trata de “una enfermedad degenerativa del cerebro ligada a la precipitación de ciertas sustancias proteicas que se presentan comúnmente a partir de cierta edad…” Estos autores afirman que las células y circuitos nerviosos de ciertas zonas de la corteza cerebral sufren un rápido empobrecimiento. Esto trae como consecuencia problemas de memoria y de comportamiento.

            Al producirse una alteración en la química del cerebro el paciente va perdiendo sus facultades; lo primero que experimenta es la pérdida de memoria, sobre todo, la más cercana; pero, como la enfermedad progresa, termina por perderla en su totalidad. Pierde la noción de las cosas hasta no saber de su propia existencia.

            La ciencia todavía no tiene una explicación precisa del origen de la enfermedad. Hay sólo acercamientos al definir sus posibles causas; por lo que tampoco se puede hablar de una curación certera con medicamentos.

Alternativas.  

            Cuando un adulto comienza a tener olvidos, problemas de lenguaje, dificultad para la realización de algunas tareas y alteraciones de la personalidad, por leves que sean, ya nos debemos poner en alerta; puede tratarse de esta enfermedad.

            La ciencia médica cuenta con medicamentos que ayudan a detener los síntomas de la enfermedad; sin embargo, como nuestra finalidad es la de aportar alternativas naturales para detener la enfermedad, mencionamos sólo experimentos realizados por médicos e investigadores que han obtenido resultados clínicos sin provocar daños colaterales.

            En Alemania y en Francia, bajo prescripción médica, se ha recomendado el extracto de ginkgo biloba en sinergia con los medicamentos alópatas. Se dice que este producto de origen oriental “protege las neuronas del hipocampo de los fenómenos de muerte neuronal programada, lo mismo que la actividad metabólica de la mitocondria, elemento en la célula que tiene por misión la respiración”.  

            La Organización mundial de la salud, en el año 2000 ha clasificado el extracto del ginkgo biloba (EGb761) entre las terapias para prevenir la demencia. En Los Estados Unidos, en el año 2005, se hicieron estudios parecidos a los realizados en Francia  y en Alemania. Cabe también citar aquí, que paralelamente a los estudios del ginkgo biloba, también se han hecho experimentos con las vitaminas del complejo B, por lo que se recomienda el consumo de éstas con el ginkgo.

            En 1999, Dan Ward y el doctor Barry Sears, en El Centro Integral de Rehabilitación  y Cuidados River Oacs, en Crystal River de Florida, incluyendo en una dieta dosis progresivas de uno a tres gramos de ácidos grasos de omega 3, hasta llegar a la dosis de 25 gramos diarios, lograron avances espectaculares en los enfermos de Alzheimer. Después de haber perdido casi todas sus facultades de movimientos voluntarios, como caminar, hablar y alimentarse, los enfermos recuperaron estas facultades y lograron conversar con sus familias, caminar y bailar. Esta reintegración de los pacientes a algunas actividades familiares fue una sorpresa inesperada y marcó una nueva esperanza en la medicina contemporánea.

            Tomando en cuenta la experiencia de los investigadores que han dedicado su vida buscando alternativas menos invasivas para la salud, se   recomienda el consumo de omega 3 de aceite de pescado, con un mínimo de tres gramos al día, en sinergia con ginkgo biloba, para prevenir el Alzheimer y el mal de Parkinson. Esos productos fortalecen también el cerebro y el corazón.

            El Dr. Atkins, en su libro “Los Vitanutrientes”, recomienda el consumo de los suplementos: Vitamina B1, B6, colina, lecitina, inositol, silicio, carnitina y fosfatidil serina para ese padecimiento.

            También el investigador, Andrew Saul, aconseja eliminar en el cuerpo del enfermo algunos metales, como el plomo y el aluminio, consumiendo altas dosis de vitamina c, acompañadas con suplementos de calcio y magnesio. El paciente de Alzheimer casi siempre presenta carencia de vitamina B12 debido al estrés, al consumo de algunos fármacos y a la degeneración de las funciones digestivas, por lo que recomienda reponerlo con suplementos de esta vitamina.

Recomendaciones.

            La ciencia médica avanza día con día. El esfuerzo de los investigadores lleva consigo una actitud heroica, marcada con una sobredosis de humanismo. Cuántos de ellos han perdido su empleo, su reputación y sus bienes al proclamar sus descubrimientos, al publicar sus experiencias y sus éxitos; al salvar vidas. La crítica de los aprendices de ciencia,  de los que cobijan sus conocimientos en la tradición, de los ignorantes, de los mediocres, de los envidiosos, hace eco en una sociedad atávica que no mira más allá de lo que se ha visto siempre. Los que no se atreven a romper barreras son los primeros que apedrean las marcas de una nueva ruta de progreso.

            Por todo esto, es aconsejable que la población que aún está sana y la que ya padezca los estragos de la enfermedad, que lea, que se cultive, que aproveche las verdades de estas investigaciones ¡Quién va a pensar que, escondida entre la belleza y la aparente inocencia de la harina blanca, de la azúcar, de los aceites de semillas; de los pasteles, galletas y los panes de mesa, se oculte tanta inflamación! ¡Cómo es posible que todos ellos, junto a los refrescos que complementan la alegría de la fiesta, de la comida, del día de campo y toda una vida social, alteren las funciones del hígado, de los riñones y sean la causa de tantos padecimientos y muertes en el mundo! ¿Quién va a detener esa carrera que nos lleva al precipicio?

_Todos, con conocimiento, con moderación, con cultura: El empresario produciendo harinas integrales; el hombre de campo, practicando agricultura orgánica; el pueblo, desterrando las margarinas y los hornos de microondas; aprendiendo a comer sano y a suplir las deficiencias alimentarias y aprovechando las horas libres para leer y a hacer ejercicio moderado.

            La enfermedad de Alzheimer y muchos otros padecimientos podrán irse borrando en el mapa de los dolores si todos así lo decidimos. Partamos de una decisión personal; de un cambio de actitud hasta que se haga una cultura popular de progreso y bienestar. 

                                   benitocarmona52@hotmail.com