Benito Carmona
Grajales.
La salud es la
más grande de las libertades; sin embargo, las estadísticas nos dan cifras
alarmantes de incapacidades totales o parciales que inhabilitan a gran parte de
la población al tratar de desempeñarse en las múltiples actividades cotidianas.
La artritis forma parte de esas
discapacidades. Por eso, al cumplir un aniversario más de esta publicación,
esperamos estar cumpliendo con la pretensión de llevar mensajes de salud.
Esperamos que así sea.
a.- Definiciones. Se le llama artritis a un conjunto de
enfermedades que causan dolor en las
articulaciones. La más importante es la inflamación, de ahí deriva su nombre.
Del estado de salud en que se encuentre el cartílago
dependerá la gravedad de este padecimiento. Las articulaciones se deterioran,
crujen, se ponen rígidas y producen
espolones a medida de que la persona envejece. Esa es la causa del dolor. El
problema está en que esta enfermedad la padece más del 10 % de la población en
algún momento de su vida.
El cartílago es un material cinco veces más
resbaladizo que el hielo; es esponjoso liso y brillante. Su composición es de
casi un 80 % de agua. Contiene sustancias como el colágeno, que es tejido
conjuntivo; otra sustancia la integran los
proteoglucanos, componentes fundamentales de la matriz extra celular y del
cartílago, además, constituyen la principal sustancia intercelular de los
organismos (estas moléculas retienen el agua y mantienen el cartílago húmedo y
resbaladizo). También contiene condrocitos, células que fabrican y reponen el
colágeno y los proteoglucanos.
b.- causas. Entre las
principales causas están el mal funcionamiento del hígado, lesiones y
traumatismos, la obesidad, y el descuido de la circulación de la sangre. Quizá,
lo que más repercuta en el organismo sea
un estilo de vida descuidado o inadecuado: El tabaco, por ejemplo,
estrecha los vasos sanguíneos y obstaculiza la llegada de oxígeno y nutrientes
a los huesos; el abuso de medicamentos esteroideos provoca la
desmineralización; el estrés tensa los músculos y altera el equilibrio
hormonal; los excesos de alcohol y café también aumentan la desmineralización,
como el magnesio y el calcio, que son vitales para el sistema óseo y, por
último, la falta de ejercicio moderado y la falta de nutrientes ricos en omega
tres. Recordemos que esta enfermedad es una inflamación. Remitimos al lector a
ese artículo.
c.- Modalidades
de la enfermedad.
La
osteoartritis. Esta
forma del padecimiento corresponde casi al 50 % de la artritis. Sucede cuando
el cartílago que protege los extremos de los huesos se deteriora. Con su
desgaste y, al rosar de los huesos, el sistema inmune lo detecta como una
lesión y, al acudir a su ayuda, provoca inflamación y con esto, el dolor. Este
mismo sistema, al tratar de reconstruirlo, no lo logra adecuadamente y surge
una deformación al lado del hueso dañado, principalmente en las manos, en los
pies, en el cuello, en la espalda, las rodillas y en las caderas; aunque puede
desarrollarse en cualquier parte del cuerpo. A esas deformaciones se les llama
espolones, cuyas prominencias también producen dolor.
La edad promedio para este
padecimiento es de los 45 años en adelante y se asocia a un desequilibrio de
las enzimas de la articulación que provoca que la regeneración del cartílago
sea más lenta que la degeneración. El dolor puede ser más intenso conforme pasa
el tiempo.
Artritis
reumatoide.
En esta forma de artritis tiene gran influencia la inflamación al liberar
sustancias químicas; éstas, disuelven el cartílago y dañan los tendones y
ligamentos de la articulación. Esto hace que la articulación poco a poco se
deforme.
Las partes más afectadas son las
articulaciones de las muñecas, manos, pies y tobillos; pero también se pueden
ver afectados hombros, codos, caderas, rodillas, cuello y mandíbula. Las
personas de entre 20 y 50 años, principalmente mujeres, pueden estar propensas
a esta enfermedad y sufrir las consecuencias como el dolor, la rigidez y la inflamación
que son las características de este mal.
d.- Alternativas
para su alivio.
Una terapia integradora sería la de
una nutrición adecuada a base de pescado, frutas, legumbres y vegetales. Tiene
gran importancia el consumo de suplementos como omega 3, para controlar la
inflamación; ginkgo biloba, para fortalecer el cerebro y la circulación. La
glucosamina, según el Dr. Atkins, “funciona porque proporciona los elementos
fundamentales para el cartílago nuevo, el acojinamiento protector de la
articulación que impide que los huesos se raspen entre sí…nos permite tratar
esta enfermedad de manera efectiva,… por primera vez en la historia“.
También son importantes las plantas
medicinales como el árnica, la valeriana, la consuelda, el cardo mariano, el apio,
la ruda la ortiga y el jengibre; pero, lógicamente, no hay que olvidar la
práctica moderada de ejercicio.
Para nutrir el líquido sinovial, que
es el encargado de lubricar la membrana que rodea las articulaciones, son
necesarias las vitaminas A, C, D, E y las del complejo B; además, calcio,
magnesio y cinc. También es necesario combatir el estrés, porque agota los
nutrientes del cuerpo.
La mejor medicina es la prevención y
ésta consiste en cuidar nuestro estilo de vida al adoptar una alimentación a base
de frutas y verduras, eliminando los carbohidratos refinados tales como pastas,
panes y azúcar y cambiar los aceites de semillas por otras grasas como el
aceite de oliva y la del aguacate.
La salud hay que razonarla en cada
momento de la vida. Por qué caer en razón cuando ya estamos en la cama del
hospital o cuando nuestras capacidades se ven disminuidas. Los
arrepentimientos llegan siempre un poco
tarde. La frase: “Lo juro que de aquí en adelante…” hay que sustituirla por una
pequeña acción como llevarse una manzana a la boca, tomar agua o caminar, entre
otras.
Amigo lector, por esta vez, quiero
que me regales un fragmento de tu voz para agradecerle a los directivos de este
periódico, Tlanestli; y sobre todo, a Dios, al Gran arquitecto del Universo, a
un Poder Superior, o como le llames a esa fuerza superior y creadora, por tener
la oportunidad de comunicar estos conceptos de investigación sobre la salud.
Los comentarios de quienes han rescatado parte de un bienestar que habían
perdido nos dan aliento para continuar con esta humilde labor humana.
Felicitémonos por un aniversario más de esta publicación.
benitocarmona52@hotmail.com
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