viernes, 10 de mayo de 2013

La Calidad de la Educación


 

 

Mario Jesús Hernández Pérez

Hablar de la calidad en la educación, es tema obligado cuando se hace referencia a la Reforma Educativa, pero sin embargo, hasta el momento poco se ha tratado este aspecto en lo que lleva de legislada y aprobada dicha Reforma.

Es importante entender que pareciera un tema obligado, pero en su esencia las modificaciones a los Artículo 3° y 73, nada ofrecen al respecto, lo que manifiesta que las modificaciones son más relativas a otros aspectos, como el laboral.

La calidad educativa es cierto que se relaciona con la evaluación, pero no debería verse solamente como parte de un proceso sumativo, sino la evaluación debería ser flexible dentro de todo el proceso educativo, y no únicamente relacionados con el conocimiento acumulado por los estudiantes, o medido por la deserción o reprobación escolar; además que la evaluación de los docentes, a partir de resultados cuantitativos del aprendizaje de alumnos al final de un ciclo escolar, muchas veces no son un reflejo objetivo que incorpore a la calidad como su referente.

Por esta razón, cuando se menciona que la Reforma Educativa nos lleva a mejorar la calidad de la educación, no podemos considerar a la evaluación como un indicador aislado, que ofrecerá los lineamientos necesarios para llegar a parámetros de calidad que nos permitan entrar en un mercado global que lleve a nuestro país, a convertir el conocimiento en un recurso productor de riqueza.

Un aspecto que es determinante para que la calidad educativa se desarrolle, es el currículo, ya que a través de éste, se genera la parte sustantiva del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Para Elena Quiroz (2007) Competencias Profesionales y Calidad en la Educación Superior en Reencuentro, diciembre, número 050, UAM-Xochimilco, México; expresa que “no hay un único componente de la calidad, porque el producto educativo de calidad presenta elementos diferentes y el valor asignado a cada uno de los mismos variará en función de los diferentes agentes que integran el sistema educativo de un país, de su poder, de las coaliciones y políticas”.

Por lo tanto, el currículum deberá incluir otro factor que también se considera importante y que influye en la calidad de la educación, las competencias. Quiroz (2007), expresa que “promover una educación más realista, que estimulara las capacidades de pensamiento y reflexión haciendo posible el impulso de la creatividad, la iniciativa y la toma de decisiones en contextos diferentes mediante un currículo más flexible”, dentro del cual las competencias integran una forma de conducir a la educación a la calidad.

Por estas consideraciones, manifestar que ahora sí, la calidad de la educación será una realidad en nuestro país, estará sujeto a las consideraciones que se observen en las leyes complementarias.

La calidad como su nombre lo manifiesta, se basa en aspectos cualitativos, que por lo general son medidos con un alto grado de subjetividad, de quien determina pero también de quien evalúa. La condición es simple, calidad es algo más que un concepto, y no es simplemente un discurso, porque al referirse a la Reforma Educativa como reforma constitucional, por simple añadidura la calidad no llegará sola.

Ni el Pacto más significativo signado por el gobierno federal y los principales partidos políticos, tendrá éxito si no se contemplan estos aspectos. Quizá ahí es donde está el meollo de la lucha que ha mantenido el SNTE cuando expresa que no está de acuerdo con algunos aspectos de la Reforma, porque entonces ésta se desvía del objetivo natural, y se torna en sólo un mecanismo coercitivo y político para justificar o validar una política social en materia educativa que no es acorde con las necesidades reales del país, sino únicamente de los grupos de poder económico y político. 

La calidad educativa debe de llegar para transformar el proceso ofrecido a los estudiantes, pero debemos ser muy inteligentes en la manera de aplicarlo. Una Reforma integradora de procesos sería un gran logro para todos los mexicanos, una Reforma parcial, será una gran derrota, no a los docentes ni a su sindicato, sino a todo el desarrollo de la educación y a las generaciones futuras.

El México del siglo XXI así lo exige, y sin dejar de reconocer que será muy difícil que el modelo económico cambie en un futuro inmediato, la educación deberá ser el antídoto de la globalización rampante.

Formar individuos completos capaces de romper el paradigma actual, con una visión holista, nos dará una perspectiva diferente de la educación. La calidad por lo tanto es una actitud, una práctica social. No puede circunscribirse en un concepto rígido que no conduzca al individuo a modificarse individualmente ni socialmente.

Las propuestas están en la mesa de la discusión, sólo esperar que los que participan en la elaboración y legislación de las Leyes Complementarias, conozcan el tema, que no lo ignoren, para lograr avanzar con paso firme y no con pasos frágiles por un parche de Reforma, en la que la calidad educativa sea sólo discurso y no realidad.

Quiroz (2007), considera que “la evaluación tendría entonces que reconocer la diversidad de contextos y no confundir la simulación de procesos y la aplicación de propuestas por la calidad educativa…la calidad implica ir más allá de la forma”.

Porque como señala Ratcliff (2005) en Quiroz (2007), “lo que se ve y no se ve en cuanto a la calidad en un programa o institución es el resultado de la filosofía educativa, pensamientos, valores, normas y poder, porque la calidad es un constructo individual y social que se pone en acción cuando los profesores desarrollan el currículo”.

Sencillamente la calidad, es algo complejo que en la educación deberá considerar el contexto y la razón de ser de las instituciones, así como, la opinión de los que en el proceso participan, su formación, la aceptación al cambio y la modificación de las prácticas educativas.

Finalmente, Quiroz considera que “es necesario que la calidad educativa se conciba de forma holística (perspectivas, programas, personas) y revise más allá de la simulación de procesos”. Por lo tanto la Reforma Educativa debe ser acorde al planteamiento que la calidad en la educación exige, ojalá así sea.

Comentarios y sugerencias: mariojesus@gmail.com

  

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