Presentación del libro Tlanestli.
Diálogo entre Docentes tomo I
Olga Fernández Alejandre
Me es muy grato compartir el presidium, con el maestro
Reynaldo Ceballos Hernández, el maestro Omar Piña y contigo Víctor Manuel.
Es para mí un honor, el tener el privilegio de
presentar el libro Tlanestli “Diálogo entre Docentes” tomo I, me dio mucho
gusto por la amistad que nos une. El volumen es una compilación basada en
artículos del periódico del mismo nombre. Por eso lo hace tan invaluable.
Me permito una pequeña reflexión
Desde que el homo erectus comenzó a merodear sobre la
faz de la tierra, muy pronto descubrió que podía hacer ciertos sonidos que más
tarde se convirtieron en palabras, por lo tanto su inquietud fue mucho más
fuerte, y descubrió la escritura. Desde los sumerios, con sus tablillas de
barro, los papiros de los egipcios, los códices prehispánicos, el papel y la
imprenta con tipos fijos de los chinos, hasta llegar al descubrimiento con la imprenta
de tipos móviles de Gutenberg; al ser humano se le abrió un abanico de
posibilidades, siendo uno de los logros más grandes de la humanidad, al poder
fabricar un libro; ya que la palabra escrita llegó a las masas y pudo educarse
mejor.
A propósito del libro, hay un proverbio hindú que
dice: “Un libro abierto es un cerebro que habla, cerrado, un amigo que espera;
olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”.
Quiero hacer hincapié en que se cumplen dos años de estar
saliendo a la luz el periódico Tlanestli. Tiene en español un nombre muy significativo
AMANECER, ya que es el principio de un nuevo día, y este libro es el inicio de
muchos éxitos. El proyecto se llevó acabó gracias a la tenacidad, contumacia y
esfuerzo de Víctor Manuel, la publicación necesitó de su audacia, dominio de
las letras, y al amor a la buena lectura. Y todavía más ¡loable!, por ser una
propuesta netamente cultural.
Nos llena de regocijo el que un tabloide con estas
características hayan tenido tanta acogida. A mí manera de ver, se debe a lo
disímbolo de sus conceptos, ya que abarca dentro de la cultura muchos temas
incluso, políticos, e históricos.
Con diferentes ideologías y multiplicidad de textos. Víctor
nos asegura: “La propuesta ha servido para el quehacer educativo que nace de la
comunicación”. Es cierto, ya que es una ventana donde diversas plumas tratan
diferentes temas; de los que aquí exponen; haciendo a la vez un aprendizaje de
quien lo lee. Teniendo el tino de fusionar diferentes escritores que conjugan
un todo.
Me viene a la memoria lo que Norman K. Mailer un día
expuso: “Con excepción de las creaturas no hay cosa más maravillosas que un
libro. Es un mensaje para nosotros de personas que nunca antes habíamos visto,
pero a pesar de todo nos levantan, nos asustan, nos enseñan, nos confortan, y
abren sus corazones cuando los leemos, como si fuéramos hermanos”.
Por lo que el hacedor de este libro, basado en el
periódico Tlanestli, conoce los riesgos de ésta aventura, donde los hechos
concretos son una enseñanza de la creación de cada uno de los exponentes, y
sirven de incentivo para el conocimiento geo-histórico-cultural, al contemplar
una serie de artículos que van dirigidos a una gama muy amplia de lectores;
sobre todo, aquellas personas deseosas del saber, pero que le son ajenas la
profesión literaria, y le pueden dar una interpretación subyacente a cualquier
texto.
Al leerlo, es un gran cofre del tesoro: basta abrirlo
para que salten las chispas de la erudición de que está repleto.
Parodiando a Emile Dickinsonn podemos afirmar:
“Ninguna otra fragata nos lleva a todas partes como un libro”.
Al abrir sus páginas podemos constatar al encontrarnos
de pronto el amor acendrado de Abelardo y Eloísa, que a pesar de que a ella le
tocó quizá el rol más difícil del cariño, siempre lo mantuvo incólume. Ya
Aristóteles explicaba: “Cada uno juzga bien aquello que conoce, de ahí la
importancia de conocer el amor. Del amor que no espera ser amado.
O nos damos un paseo de cómo y cuándo se formó en la
Nueva España la primera logia masónica que data del verano de 1791.
A propósito de la masonería en México, el masón más
famoso ha sido Benito Juárez; fue iniciado en el rito Nacional Mexicano, basado
en el rito escocés antiguo. Según algunos estudios historiográficos él nunca
pasó de aprendiz de masón, pues se asegura que fue debido a los movimientos que
hubo en la época de la reforma, ya que siempre estuvo ocupado.
No obstante para otros en 1847, Juárez fue nombrado
vicepresidente de la gran logia “La luz”. Y en 1862 se le dio el grado noveno
más alto del rito nacional mexicano.
Además, se le llegó a nombrar “gran maestro”, el honor
más elevado a que se podía aspirar, dentro de la masonería mexicana.
Otro texto nos remite a los pronunciamientos de
independencia de nuestro país, de una guerra que duró once años, dejando al
país empobrecido y endeudado.
Leemos con agrado como se introdujo la imprenta en la
Nueva España, y las primeras publicaciones fueron de tipo religioso y
filosófico. El primer impresor que hubo en México fue Giovanni Paoli más
conocido como Juan Pablos. Una de las anécdotas que se cuentan de él, es que no
sabía leer y escribir; pero tenía la virtud de copiar fidedignamente todo lo
que veía. Además, hizo varios ajustes a la imprenta e inventó varios diseños
florales, para libros. En esa época, a los libros tanto en las pastas, como en
su interior, se ponían adornos florales.
Tiempo después se ocuparon estos diseños en estampados
para telas.
En cambio cuando tratamos de definir a la ciudad de
Xalapa, es necesario decir que todo el territorio veracruzano, fue testigo de
choques tanto políticos como armados; en este entorno Xalapa se preparó para ir
poco a poco luchando por obtener un distintivo propio de una ciudad donde el
arte y la cultura, siempre estarán implícitos en su entorno.
En cambio, si leemos la poesía del príncipe poeta
prehispánico Netzahualcóyotl, ¡qué maravilla!, que el autor pueda expresar en
lengua náhuatl, una mini biografía de este gran poeta ó poder trasladarnos a
épocas más recientes cuando se trata de describir nuestro emblemático Veracruz;
puerta de entrada desde los conquistadores, pasando por aventureros,
intelectuales, comerciantes, una nueva fe religiosa, una cultura distinta, una
gama de diferentes personajes, y hasta invasores.
Abra usted el libro y encontrará, un hermoso cuento
llamado Zenobio, es tan gratificante que puede uno empaparse de una buena
historia, que finalmente deja un mensaje.
También nos es grato descubrir diversos matices, de
los textos, y descifrar la finalidad del quehacer educativo.
Con que habilidad varios autores colman las páginas de
este libro; al tratar el tema tan llevado y traído de la educación, afirmando
que entre educadores y educandos el hombre adquiere conocimiento, porque el
saber nunca es bastante. Como bien lo dice uno de los autores “el saber logra
una profunda transformación en nuestro sistema educativo”.
Hay muchísimos maestros, intelectuales, estudiosos,
investigadores y padres de familia preocupados por la educación en México,
sobre todo, la actual condición de los servicios de aprendizaje.
En otro de los artículos nos ilustra que el maestro Vasconcelos
fue el hombre que impulsó la cultura y la educación. Fue el único intelectual
en quien el gobierno revolucionario tuvo confianza; entonces nacieron las escuelas
rurales.
Estamos de acuerdo con uno de los exponentes, que el
maestro debe planear un programa para darlo a conocer a sus alumnos, y poder
afirmar con el correr de los días, que el programa verdaderamente funciona.
Una lección nos deja la historia de un abuelo con su
nieto al sostener un diálogo, por demás ameno entre estos dos seres, y que
alguien por curiosidad escuchó; para darse cuenta que no existen.
De pronto… leemos que la filosofía comienza al
plantearse la pregunta por el ser, y su esencia; que la autora traza en la magnífica
presentación de un libro.
Que emoción se siente si se recibe un volumen, que
alguien que bien te aprecia te lo regala, y descubrir entre sus páginas, a ese
poeta inigualable como fue Pablo Neruda.
Es tan interesante la lectura de este compendio, que
no se pudo dejar pasar por alto, un buen artículo; la conmemoración del
bicentenario, de la independencia y de cómo debería de celebrarse, explicando
lo que ha dejado a la nación, y lo que se ha hecho desde que el país es libre.
Yo los conmino a que lo lean, lo saboreen y aprecien,
este primer tomo de diálogo entre docentes, basado en los textos del periódico
Tlanestli.
Muchas felicidades Víctor Manuel por haber logrado un
gran volumen, que sigan los éxitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario