En Novedad de la narrativa mexicana II. Contra las tentaciones de la nueva
crítica, artículo publicado en la revista Nexos, la autora, Valeria
Luiselli, subraya tres marcas subyacentes en textos elaborados por
escribidores. Primero, que debe ser despiadada; segundo, la decantación por la
estética, y; por último, la “… que tiene que ver con la vuelta a un discurso
–ya obsoleto que vincula producción literaria con cierta idea de la identidad
nacional o regional…”.
Análogamente, al análisis de
Luiselli, sucede con el tema educación, en donde hay una infinidad de personas
involucradas –y quizá-, de esas, una minoría con visión clara de las
condiciones pasadas y presentes.
Desde lo externo del Sistema
Educativo Nacional (SEN) los medios a través de comunicadores, algunos de ellos
sin el conocimiento profundo de las causas que originan la situación actual de la edcucación nacional, opinan,
sugieren, critican sin sustento ni rigor científico, constituyendo criterios
tendenciosos en diversos casos, encaminados a denostar directa o indirectamente
a uno o más actores de las contiendas electorales vinculados con la educación.
La libertad de expresión,
garantía constitucional irrenunciable de los medios –como miembros de esa
comunidad desde aquí se defiende tal derecho-, no se cuestiona cuando exponen a
la opinión pública los diferentes problemas, denuncias necesarias, obligadas, y
si Luiselli apela a la estética en el caso de la crítica literaria, en el
tratamiento del tema de la educación se invoca a la ética.
La corresponsabilidad externa
al SEN compete a padres de familia, presentes en la formación informal incial
del individuo, estableciendo las primeras bases, pero también a los medios,
influyendo de forma determinante en la educación–sin regulación alguna.
Al interior del SEN la
responsabilidad, respecto a la situación actual de la educación nacional, se
diversifica y parte del Artículo 3º Constitucional, fundamento de la política
educativa.
En la ejecución de la política
educativa las autoridades en todos los niveles jerárquicos de la Secretaría de
Educación Pública, instituciones educativas públicas y privadas, docentes y
educandos, adquieren corresponsabilidad de los resultados de la educación, así
también se enfatiza la que corresponde a padres de familia y medios.
La situación actual de la
educación constituye en parte, nuestra identidad nacional, en consecuencia
debemos preguntarnos ¿qué aportamos cada uno de los críticos para solucionar la
problemática educativa?
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