Olga Fernández
Alejandre*
Escritor, guionista,
burócrata y fotógrafo, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaino (Juan Rulfo)
nació el 16 de mayo de 1917 en Sayula (Jalisco), pero otros aseguran que fue en
Apulco, era el tercero de cinco hermanos, en 1924 falleció su padre y a los
pocos años su madre, por lo que pasó su infancia en un orfanato de Guadalajara
y en el campo. Incluso, de 1926 a 1929 le tocó vivir la guerra cristera. Para
1933 ya se había mudado a la ciudad de México, donde comenzó su primera novela
“Los hijos del desaliento”.
Trabajó como agente de
inmigración, en el Instituto Nacional Indigenista, y años después en la
Comisión del Papaloapan en Veracruz. Además, fue un excelente fotógrafo. En la
revista Pan de Guadalajara en 1945, aparecieron dos cuentos de él, “Macario y
Nos han dado la tierra” y lo mismo en la revista América. Se casó con Clara
Aparicio en 1946 y procrearon cuatro hijos.
La recopilación de
cuentos del “Llano en llamas” fue editada en 1953, y en 1955 se publicó su
novela “Pedro Páramo”, aquí en México la crítica más bien le fue adversa, pero
Mariana Frenk lo tradujo al alemán siendo un éxito y de ahí, al inglés,
francés, polaco, italiano, sueco, finlandés, noruego, chino, holandés,
portugués, griego, danés y checo. Con solo dos obras pasó a ser considerado uno
de los grandes de la literatura latinoamericana y universal.
Es tan importante su
obra que inauguró un nuevo lenguaje y una nueva forma de escribir. En sus
textos plantea una combinación de fantasía unida a la realidad, cuya acción se
desarrolla dentro de tierras mexicanas. Sus personajes reflejan a los
habitantes típicos del campo con sus problemas socio-culturales, aunados a un
mundo fantástico. Sobre todo la novela “Pedro Páramo” es el parteaguas de la
literatura en México, ya que se llevó a cabo al término de la novela de la
Revolución, lo que permitió nuevas experiencias narrativas en la generación del
52 a la que pertenecía Juan Rulfo, y poder incorporarse al boom
latinoamericano.
José Luis Borges
afirmó: “Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua
hispánica y aun de toda la literatura universal”.
De los aspectos
técnicos que se encuentran en la novela lo que más resalta es el entrecruce de dos
historias diferentes, en elipses de los relatos se encuentran varias
secuencias, se acentúa la ficción con la verdad, las descripciones sobrias y el
desorden cronológico. Pero tal vez, lo que más destaque sean los monólogos
interiores: pues los personajes expresan en una reducida síntesis sus pensamientos
tal como salen de la mente. En cuanto a estos monólogos se puede decir que sobresalen
los de Susana Sanjuan, o del mismo Pedro, y secundarios como los de Fulgor
Sedano o el padre Renteria.
Quizá sea una de las
novelas más trabajadas de la literatura hispanoamericana. Sus diálogos son
concisos y sobrios, su elaboración desemboca en una forma escrupulosa de
escribir empleando mexicanismos, que al usar el lenguaje del pueblo, añade
modismos y vocablos populares, dándole veracidad a los hechos ficticios.
La obra tiene muchos
personajes que giran alrededor de Pedro Páramo mujeriego, ladrón, asesino y un
hombre muy cruel; Juan Preciado su hijo lo va a buscar al pueblo de Comala,
pues cerca de ahí está la hacienda de la Media luna. El era hijo de doña
Doloritas la verdadera esposa de Pedro.
Juan Preciado se da
cuenta que a la única mujer que su padre amó en la vida fue a Susana Sanjuan
que estaba perturbada de sus facultades mentales, cuando ella muere Pedro
pierde el interés por todo y por todos. En la novela se incorporan planos
narrativos en primera persona (Juan Preciado), en tercera persona (la vida de
Pedro Páramo), todo esto es para desorientar al lector y se identifique con Juan
Preciado, pues él no puede distinguir entre el mundo de los vivos y los
muertos. Para muchos críticos es una novela llena de palabras, que en el fondo,
de lo que se trata es del silencio.
Otro de los aspectos de
Pedro Páramo es sensorial y metafórico, lleno de imágenes emotivas, lo cual
deriva en una connotación erótica de los personajes.
Concretando: se trabaja
con imaginación, intuición y una verdad aparente; cuando esto se consigue, entonces
se logra la historia que uno quiere dar a conocer”. (Juan Rulfo) La novela es
la precursora o primera piedra en el camino del realismo mágico, y se convierte
en la primera crítica del abuso de poder. Está atrapada en un momento
histórico, decadente e irremediablemente cíclico. Pedro Páramo es considerada
como la obra más importante de la literatura en el siglo XX.
Los temas que tratan
son: la soledad, el pecado, la ambigüedad y el realismo mágico, su visión no es
de este, sino de otro mundo.
Octavio Paz afirmó
respecto a la obra : “Juan Rulfo es el único novelista mexicano que nos ha dado
una imagen-no una descripción-de nuestro paisaje...”
En los cuentos del
Llano en llamas dentro de su microcosmos refleja universalidad; en su enorme
imaginación recrea un ambiente en estado de magia; el presente para los
personajes es infausto y el pasado está lleno de añoranzas. Estos cuentos
también están en primera y tercera persona. Se distinguió por expresar la
realidad del hombre mexicano, no narró la Revolución sino las consecuencias de
la historia: los pueblos destruidos, el campo en la miseria, la desolación en
todas partes, pero lo más desgarrador; la lucha de los que nada tienen, contra
los que no tienen nada, ya que el presente se une con el pasado.
Sus textos reflejan una
crítica social, la religión se une con la superstición o creencias populares, y
casi todos están conformados entorno a la muerte o a un hecho de sangre.
Los personajes
rulfianos surgen del anonimato sin tener prácticamente una descripción física,
generalmente son de extracción campesina. Rulfo muestra al mexicano después de
una lucha armada, ya que el presente se muestra incierto y el futuro... todavía
peor.
Frases de Gabriel
García Márquez después de leer el Llano en Llamas: “nunca, desde la noche
tremenda en que leí la Metamorfosis de Kafka, había sufrido una conmoción
semejante, al día siguiente leí el Llano en Llamas y el asombro permaneció
intacto”.
A lo largo de su vida
tuvo varios reconocimientos: Premio Javier Villaurrutia, premio Nacional de
Letras, premio Príncipe de Asturias, por la UNAM Doctor Honoris Causa,
Venezuela le otorga la presea Francisco de Miranda y lo condecora, la Academia
Mexicana de la Lengua lo hace miembro; aceptado como el número treinta y cinco,
premio Jalisco 1981 de su Estado natal. Se le rinde homenaje en el Palacio de
Bellas Artes gracias a su labor literaria y de guionista, quedando películas
magnificas como: Talpa, El despojo, El gallo de oro, Paloma herida, El rincón
de las vírgenes, Pedro Páramo, No oyes ladrar los perros, El imperio de la
fortuna.
Sus dos obras
configuran aportaciones esenciales, a la literatura latinoamericana y nos trasladan
con gran destreza de lo autentico a lo imaginario a través de un modo vigoroso
y lírico, hondamente arraigado en lo cotidiano. Las aportaciones escritas de
Rulfo, comunican fuerza emotiva del diario vivir y la realidad de un mundo
agresivo y bucólico
Falleció en la ciudad
de México el 7 de enero de 1986 de enfisema pulmonar, extinguiéndose una gran
luminaria del cielo literario de México, dejándonos una gran herencia; pequeña
en páginas pero grande en contenido.
Jorge Cepeda pone de
manifiesto: “el reconocimiento a ésta obra dentro y fuera de México ha sido
ininterrumpida y creciente”.
titama228@hotmail.com
*colaboradora
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