Andrea Leticia Ramírez Campos
Número 73 de Tlanestli, correspondiente al mes de
septiembre, número especial enriquecido con 24 colaboraciones dedicadas a
rendir un homenaje a nuestra querida maestra Aurora Ruiz Vásquez.
Fue una mujer con gran carisma e inteligencia, que desde
pequeña se esmeró por hacer las cosas bien. En su amor por la enseñanza
encontró la libertad para construir un mundo personal caracterizado por el amor
y la pasión hacia el trabajo y el estudio, dispuesta siempre a desarrollar
una continua preparación. Aprendió todo cuanto quiso
construyendo una especie de laboratorio mágico donde descubrió cómo ser feliz;
disfrutó con entusiasmo lo que ella llamaba “los divinos detalles” y el arte de
la pintura, hasta dar vida por sí mismas a esas manos famosas que aparecían en
la televisión.
Acogió la literatura en la recta final de su vida, y fue
tras un horizonte donde las letras habían permanecido latentes, convirtiéndose
en una lectora refinada y cuya escritura se convirtió en la forma a través de
la cual quiso estar cerca de todos nosotros. En dicha empresa mostró
constancia, compromiso y una desmesurada pasión por leer y escribir en
consecuencia.
Centró su aprendizaje en el método hasta que alcanzó
fluidez, espontaneidad y naturalidad. Fue un ángel del amor que en su
correspondencia epistolar halló cómplices fieles, y en sus largas
conversaciones sobre un sinfín de temas y relatos hizo entrañables amigos de
viaje. En sí, fue una transformadora social que aprendió de todo, incluso,
aprendió a morir en paz…
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