José Luis
Miranda Rosario
A Comala va
Preciado.
Va en búsqueda
de su padre.
Ante la muerte
de madre
prometió saldar
pasado.
Divisó con ojos
de ella
La Media Luna en
descuadre.
Ante Dyada, la
comadre,
quedó su cuerpo
sin huella.
Pedro, su padre,
está muerto,
de amor murió
por Susana.
Comala es más
que desierto,
almas en pena.
¡Hosanna!
dialogan cual
libro abierto:
del páramo, vida
emana.
Baja el verde de
los cerros
en ojos de agua
marina.
Cerca de Juan,
la madrina
oye ladrar a los
perros.
Páramo ha de
pagar yerros.
Susana suelta
más hilo,
retiene a Comala
en vilo
ya no suenan los
cencerros.
Ya no huele a
miel derramada,
ya el viento no
mueve espigas,
ya la muerte
avanza osada,
a Pedro no
otorga migas,
con el alma
destrozada.
yermo, su mal no
mitiga.
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