Jesús Jiménez Castillo
El libro que hoy presentamos: Tlanestli, Diálogo entre docentes, corresponde a un proyecto
editorial impulsado por un grupo de amigos interesados en la educación y la
cultura, en su sentido más amplio; y dirigido con gran interés y dedicación por
Víctor Manuel y Carlos Antonio Vázquez Gándara, director y editor
respectivamente. La columna vertebral del proyecto la constituye la revista Tlanestli, según los editores, vestida
de periódico, cuya afortunada aparición -impresa y virtual- se ha mantenido,
ininterrumpidamente, cada mes, desde el año 2010, es decir, un poco más de dos
años, lo que nos hace augurarle una larga existencia.
En relación con la publicación que
hoy nos congrega, quiero referirme a un aspecto que aprecio como una virtud de
la obra; y es la de reunir en el título y subtítulo varias ideas que se
complementan y nos sirven como referencia para explicar su naturaleza y
propósitos.
En primer lugar la palabra Tlanestli, que da nombre al documento, y
cuyo significado: “el amanecer o aparición de las cosas”, nos permite, de
manera metafórica, el acercamiento a las imágenes de ‘claridad’ y ‘lo nuevo’;
proponiendo y ofreciendo con ello un medio de comunicación alternativo, novedoso
y actual, abierto -ahora lo podemos decir- a miles de personas interesadas -a
través de Tlanestli- en la lectura, escritura, la información, el comentario, el
análisis crítico y la difusión de distintas formas de pensamiento que, sin
duda, amplían nuestro variado horizonte de conocimientos.
En segundo lugar, pero no menos
importante, el subtítulo: “Diálogo entre docentes”, que integra o relaciona dos
términos fundamentales que dan sentido al proyecto; me refiero a las palabras ‘diálogo’ y ‘docentes’. El primero, el diálogo,
que en su sentido conceptual hace alusión a una de las relaciones más intensas
que se dan entre los seres humanos, pues es una forma especial de comunicación
que nos permite, a través del lenguaje, el acceso al significado e
interpretación de la realidad percibida por cada uno de los interlocutores.
En otro sentido, la mención de ese
término nos conduce, inevitablemente, a rememorar la obra del pensador griego
Platón, el filósofo por antonomasia, formada por su epistolario –que se integra
con las XII Cartas de él conocidas- y sus famosos Diálogos, que constituyen, además del legado literario y filosófico
de su autor, una de las obras cumbres del pensamiento universal de todos los
tiempos. Y que hoy, justamente, nos sirve -proporciones guardadas- para simbolizar
y enfatizar la importancia del libro que hoy se pone a su consideración.
Finalmente, tenemos la palabra ‘docente’,
a la que da cobijo también el subtítulo, y que significa enseñar u orientar
sobre el camino a seguir. De esta manera, se forma una trilogía de conceptos que
nos guían, de manera simbólica, hacia la claridad y lo nuevo en un proceso de
comunicación caracterizado por el diálogo y la pretensión de servir de medio de
exploración del camino por el cual queremos transitar. De esta manera se puede sintetizar
el sentido, interés y propósitos del proyecto Tlanestli, que hoy se concreta en
este primer libro y que resume el gran trabajo de todos los que hacen posible
su existencia.
Muchas gracias
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