Mario
Jesús Hernández Pérez
Que
interesante se torna el análisis de los procesos mentales, cuando buscamos una
explicación de la mente y el cerebro, éste último considerado como el
instrumento dentro del cual surgen las ideas, las imágenes, símbolos y formas
que le van a dar una estructura a todos los aspectos de la vida de los
individuos, que se realizan de manera particular y los que se llevan a cabo
socialmente.
Y
es que las principales corrientes que han tratado de explicar los procesos que
desarrolla el cerebro, van desde aquellas que consideran a este órgano como un
instrumento independiente del cuerpo, hasta otras en las que el cerebro es
parte integral del cuerpo y de otros sistemas fisiológicos de los seres
humanos.
Por
eso, es importante preguntarse: ¿cómo debería estudiarse la mente?, a partir de
este cuestionamiento estaremos en la posibilidad de ir descubriendo una serie
de elementos y facetas de la mente y el cerebro, que se presentan en el
desarrollo de las personas, dentro del cual el proceso cognitivo que realiza el
cerebro nos conduce a través del pensamiento a un grado de concientización, que
no siempre los individuos realizan de manera razonada. Ya que también la
irracionalidad puede aparecer como un acto instintivo que refleje la parte
visceral del hombre, que pone en práctica en su cotidianidad social, y que
forman parte de su conducta.
De
esta manera, entendemos que no es determinante que la razón o la racionalidad
sean elementos primordiales para el desarrollo mental de los individuos, por
eso nos debemos cuestionar: ¿el pensamiento determina la conducta?, ya que
parece que antes de que un sujeto lleve a cabo una acción, éste tiene una
imagen o un símbolo predeterminado en su cerebro que posteriormente efectuara.
De
hecho la conducta de los hombres ha sido estudiada históricamente para tratar
de determinar las acciones que éstos han llevado a cabo bajo determinadas
circunstancias de su vida particular, también en la relación con la sociedad, y
de manera especial dentro del proceso educativo, con la finalidad, en esta
última situación de precisar cómo los hombres han aprendido a socializar, a
modificar sus acciones y conductas a
través de la enseñanza.
Y
es así que surgen teorías que van a buscar dar una explicación a los asuntos de
la mente y el cerebro. Una de ellas es el pensamiento cartesiano, que trató de
diferenciar a la mente y el cuerpo, y que nos lleva hasta la introspección y la
inconciencia como parte sustantiva para encontrar una explicación lógica a
través de la psicología a estos fenómenos mentales.
Posteriormente
en un afán de encontrar una respuesta distinta al cartesianismo, surge el
conductismo como una corriente que a través de la psicología y posteriormente
de otras ciencias como la lingüística, la filosofía o la antropología, buscó
explicar estos procesos mentales en los que el estudio de la conducta fue el
que tomó el papel preponderante en el desarrollo mental de cada individuo.
Los
mentalistas, por medio de la Gestalt, el estructuralismo de Saussure o de
Claude Lévi-Strauss, o la epistemología de Jean Piaget, con conceptos más
complejos se han dado a la tarea de encontrar una explicación lógica de los
procesos mentales. Además, destaca también, el auge que ha tenido la psicología
cognitiva con los trabajos eclécticos de algunos psicólogos británicos, como
Frederic Bartlett, o las corrientes en contra del conductismo de Lashley,
Chomsky y Miller.
En
un plan teórico encontramos infinidad de propuestas que se han dedicado a
explicar y estudiar al cerebro, la mente, las ideas y la cognición, sin
embargo, no se han encontrado respuestas que finalmente satisfagan a los
estudiosos de estos temas, y esto dio origen al surgimiento de una forma
diferente de explicar estos procesos. Estos teóricos inician el estudio de los
procesos cibernéticos como instrumento o herramienta que de manera lógica
explica el funcionamiento del cerebro comparado con una computadora o un
procesador de información. Es importante entender que esta analogía de cerebro
y computadora ha sido necesaria para encontrar una explicación lógica,
científica y funcional del cerebro.
Sin
embargo, a pesar que la computadora ha llevado un desarrollo acelerado y a
penetrado en todos los procesos que llevan a cabo los seres humanos, sigue
siendo su condición la de un instrumento o herramienta que por medio de una
concepción mecánica, realiza miles de funciones en poco tiempo y que cualquier
individuo llevaría a cabo en periodos de tiempo más largos; pero que no logra
desarrollar la conciencia, como lo ha hecho el hombre, que en muchos casos, lo
ha llevado a trascender como especie.
Generalmente,
la cognición busca que los individuos se transformen y esa transformación lleva
dos caminos: el individual y el social. Y ese cambio sustantivo en la toma de
conciencia deberá darse o encontrase a través del proceso educativo, que es el
mejor de los medios para traspasar la frontera entre la ignorancia y el
saber.
Pero
¿hasta que punto pueden conocer las personas las razones de su comportamiento?,
si encontramos que todos los procesos cognitivos son determinantes en el
comportamiento humano, y que es por
medio de la conducta como trasciende en
el devenir histórico de las sociedades.
Es
entonces que la cognición humana se vuelve importante y trascendente porque
cada una de las acciones que desarrollen las personas irán siempre determinadas
por un proceso de pensamiento, que a través de imágenes se presenta en el
cerebro de todos los que intervienen en el proceso. Cada imagen que se presente
en la mente, será posteriormente una acción a realizar.
Por
ello, se debe privilegiar a la educación, aunque en la actualidad exista un
debate importante sobre el rumbo que deberá tomar este proceso en un futuro
inmediato, con resultados tangibles ante la sociedad de parte de los actores
directos que intervienen en él, puesto que estamos inmersos en una crisis que
ha generado el Estado para llevar a la educación en una espiral privatizadora,
aunque el discurso diga otra cosa. La educación guiará el aprendizaje de las
personas, para llevarlas a la modificación de las conductas, en un proceso que
iniciará en el cerebro.
Es
así como diríamos que el cerebro no es sólo mente, aunque en alguna parte de él
se encuentre ella, la mente. Y aunque el cerebro determine nuestras acciones,
será la práctica social la que determine la experiencia y las vivencias de los
individuos, los cuales tendrán la posibilidad que de acuerdo a su libre
albedrío las vuelvan a generar o repetir como parte de su cotidianidad.
Así
en ese complicado proceso de entender al cerebro y a la mente, la computadora
se convierte en la mejor aliada de los dos, pues les da un sustento lógico y
racional cuando se trata de encontrar explicaciones objetivas y precisas de lo
que representan. Sin embargo, la diferencia sustantiva que tendrían al final
del análisis es que los seres humanos se conducen hacia un proceso irreversible
de concientización, que no puede ser soslayado y que le da históricamente a las
sociedades la generación de la cultura, si concebimos a ésta como todo lo que
el hombre ha creado.
Y
solamente cuando no sea posible encontrar una explicación a situaciones o
procesos que se encuentren dentro de los patrones culturales que el hombre a
generado a través de la línea del tiempo, desde el momento mismo del
surgimiento del ser humano como especie, entonces la misma cognición buscará
encontrar explicaciones metafísicas o sobrenaturales, para tratar de entender
todo lo que el hombre a desarrollado.
Finalmente,
es una bella analogía comparar el cerebro humano con el cerebro artificial de
una máquina procesadora de información, sin embargo el hombre siempre tendrá la
puerta abierta para modificar su medio social y natural con conciencia social
que lo transforme en un ente crítico y revolucionario capaz de romper los
paradigmas que lo atan a la inmovilidad.
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y sugerencias: mariojesushp@gmail.com
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