domingo, 11 de noviembre de 2012

Alfabetización participante. Una alternativa para Latinoamérica




Una de las aspiraciones del Plan Decenal de Acción de la UNESCO es reducir, al mínimo minimorum, el analfabetismo en el mundo
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Puede afirmarse que la mayoría de las acciones sistemáticas que en América Latina se han desarrollado para abatir el analfabetismo, poco han logrado.
En las últimas décadas el monto de analfabetos en América Latina y el Caribe, no han disminuido significativamente.
Año
Analfabetos en América Latina
Tasa de analfabetismo
1970
43.000.000
26,2%
1985
44.600.000
17,7%
1990
43.900.000
15,3%
Fuente: Unesco, Compendio de estadísticas relativas al analfabetismo, 1990
Para algunos economistas de la educación, la tasa de alfabetización que favorece un proceso de industrialización nacional, es el 60%. A partir de este límite hacia la consecución de mayores tasas, opera una especie de ley de rendimientos decrecientes. Es probable que entre los múltiples factores que originan este espesamiento, los culturales sean de bastante peso en el curso de la alfabetización.
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Si se analizan detenidamente las estrategias seguidas hasta el momento se notará que en mayor o menor grado, las agencias alfabetizadoras están situadas dentro de una cultura occidental o cuando menos mestiza (cultura forastera).
Cultura extraña porque se ha impuesto, con distintos patrones de conducta, modos de ver la vida, actitudes y opiniones externas a los grupos indígenas.


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Las culturas originales de América se manifiestan en distinta gradación desde las culturas de comunidades indígenas hasta la población de las ciudades.
De más a menos tendríamos:
  • Comunidades indígenas
  • Comunidades rurales
  • Población periférica de las ciudades (lumpenproletariado, marginal, &c.).
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La acción alfabetizadora, aun en las poblaciones mestizas, ha tenido una raíz occidental más preponderante.
Ante lo anterior se adoptan de manera consciente (o no tanto) actitudes de rechazo o cuando menos de indiferencia, por parte de los receptores de una campaña.
Es posible una asociación entre problemática indígena y analfabetismo, tomando como unidades de análisis a los países de Latinoamérica. Se encontró un valor de correlación del 80% aplicando el método de Spearman (ver anexo 1).
Lo indígena y lo rural alimenta al ejército de reserva del analfabetismo.
5
Más que un proceso de aculturación, la alfabetización debe plantearse como una culturización mayor de los grupos y comunidades latinoamericanos, respetando su personalidad étnico-cultural.
La modernización no implica necesariamente dejar patrones culturales (al menos no todos) sino aplicar conocimientos y tecnologías que los ayuden a vivir mejor.
6
Una alfabetización participante dentro del contexto de la comunidad que se adapte a la raiz cultural y a los requerimientos de la misma que opere sobre demanda y dirección de las necesidades sentidas, deberá ser distinta a las estrategias hasta ahora operadas que han resultado infructuosas (parcial o totalmente)
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Base para una estrategia:
El alfabetizador debe inmergirse en la comunidad o grupo social hacia el cual esté dirigida la acción.
Deberán establecer ciertos indicadores que demuestren la asimilación recíproca del alfabetizador (educador) y la comunidad.
El alfabetizador (educador) orientará a la comunidad a través de sus líderes (planeación participativa)
La comunidad determinará dentro de su contexto cultural los cursos de acción a seguir, que serán guiados por el alfabetizador (educador).
La unidad de influencia y operación será una comunidad (pueblo, barrio etc) bien delimitada, susceptible de ser guiada por el alfabetizador (educador).
El trabajo dentro de la comunidad sólo se considerará terminado en su primera etapa cuando se haya alfabetizado funcionalmente a la misma y empiecen a operarse las acciones de una educación básica funcional.
El alfabetizador (educador) deberá tener mínimamente las siguientes cualidades:
  • Formación didáctico-pedagógica
  • Formación sociológica y/o antropológica
  • Edad media
  • Sagacidad e iniciativa
  • Entusiasmo para comprometerse con la encomienda.
Obviamente deberá pagársele bien, ya que esta inversión representa el paso operativo para desterrar el analfabetismo.
Anexo 1
Coeficiente de correlacion de rango de Spearman
Analfabetismo - Población no urbana
País
Analfabetismo
Población rural e indígena
x
y
(x-y)^ 2
Haití
63%
71%
1
2
1
Guatemala
45%
59%
2
4
4
Honduras
41%
57%
3
5
4
El Salvador
28%
60%
4
3
1
Bolivia
26%
50%
5
7
4
Brasil
22%
78%
6
1
25
Ecuador
18%
45%
7
10
9
Dominicana
17%
41%
8
11
9
Perú
16%
31%
9
12
9
Colombia
15%
31%
10
12
4
Venezuela
14%
12%
11
17
36
Nicaragua
13%
41%
12
11
1
Panamá
12%
46%
13
9
16
Paraguay
10%
54%
14
6
64
México
10%
28%
14
13
1
Costa Rica
7%
48%
15
8
49
Uruguay
5%
15%
16
15
1
Cuba
4%
26%
17
14
9
Argentina
4%
14%
17
16
1
Chile
3%
15%
18
15
9





257
Fuente: Guía del Tercer Mundo, 91/92.
Unesco, Compendio de estadísticas relativas al analfabetismo, Edición 1990
rs = 1 – 6Σ (xi – Yi)2 / n(n2 – 1)
r = 1 – 6 (257) / 20 (202 – 1)
r = 1 – 1542 / 7980
r = 1 – 0,19
r = 0,81
se advierte una fuerte concordancia entre las dos circunstancias socioculturales en América Latina (analfabetismo y población rural e indígena)
Coeficiente de correlacion de rango de Spearman
Analfabetismo - Población indígena
País
Analfabetismo
Población rural e indígena
x
y
(x-y)^2
Guatemala
45%
60%
1
1
0
Honduras
41%
12%
3
2
1
Bolivia
26%
60%
1
3
4
Ecuador
18%
40%
2
4
4
Perú
16%
40%
2
5
9
Colombia
15%
1%
6
6
0
Venezuela
14%
1%
6
7
1
Panamá
12%
6%
5
8
9
México
10%
9%
4
9
25
Costa Rica
7%
1%
6
10
16





69
r = 1 – (6*69) / (10*(99))
r = 1 – 0,42
r = 0,58
Bibliografía
George Canavos, Probabilidad y Estadística. Aplicaciones y métodos, MC Graw-Hill, México 1989.
Guía del Tercer Mundo 91/92
UNESCO, Compendio de estadísticas relativas al analfabetismo, Edición 1990.

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