Para Marlene Kalb
Por
su enigmática presencia
Estoy
orgulloso de La Lupita
Oído en la Valle
Gómez
Una costumbre muy mexicana que se nota más en barrios populares y en la llamada
Clase media, sobre todo del “Otrora Distrito Federal”, es anteponerle el
artículo o la palabra “La” cuando se refieren o preguntan por una muchacha.
Así cuando una mujer joven, no mayor de 25 años; que tenga un nombre “común” o
en español, es normal que se refieran e ella como por ejemplo:
“La Lupita”
Originaria de la muy “chilanga” Colonia Roma Marlene Kalb; que por su tipo
físico y su nombre en “La Alemanita” se empezó a dar cuenta de esta costumbre
en sexto de primaria y no le agradaba nada.
También había notado que sólo se lo decían las mujeres y nunca o casi nunca a
los hombres. Era bastante habitual que alguien en la escuela le preguntara:
“¿No has visto a la Teresa?”
y jamás:
“¿No has visto a el Ricardo?”
Cuando estaba en tercero de secundaria en el mismo colegio donde entró desde el
jardín de niños; y más inteligente que el promedio de sus compañeros: Pensaba
“Lo bueno para mí es que yo me llamo Marlene, mi nombre es alemán y nunca me
dirán
La Marlene”
Con un promedio de 10, como Nadia Comaneci En “Montreal 76”, su mamá le dijo
empezara a ver lo de su certificado porque iba a estudiar laa
preparatoria en otra escuela.
Como era la única Marlene en toda la secundaria; desde conserje, hasta la
orientadora y pasando por la directora; sabían que era sin tener que
decir sus apellidos.
El viernes 7 de julio a las 11:00 fue a la dirección a preguntarle a la
directora:
-Buenos días Licenciada ¿Ya estará listo mi documento?
-Buenos días. Déjame preguntarle a mi secretaria
Marlene Kalb
Fijo sus impresionantes ojos azules en la directora y la escuchó muy claramente
peguntar:
“¿Ya está listo el certificado de La Marlene?
Sala
de mi casa
22:30
– 23:30
8/VII/2017
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