Ma. Yolanda Salazar Olivares (XINEFEVA)
Ey tu! Si tu la que está
escribiendo, dime ¿cuánto dura el amor?,
el amor sin doler en el alma que
lo veas y sientas que te estrujen del pecho
por ahogar ese sentir que en
esta vida te toco experimentar
y el experimento fue mas allá de
la existencia de una vida pasada juntos
y por un beso de su boca
pudieras morir nuevamente.
Ey tu! La que escribe, que
tormento le estas dando a tu corazón,
a tu alma, a tu mente que no les
permites comulgar juntas y el amor
que es tuyo desde las épocas
donde existía la inquisición y los gladiadores.
Ey tu! La que es etérea por
naturaleza, ¿A donde deciendes? ¿Adonde
te elevas? Cuando te encuentras en sus brazos.-
-Me elevo al más hermoso paraje
que me da la vida, la vida que comparto con él en ese momento en el aquí y ahora y que después, no sabré si es
recordado por los dos o solo por mí-.
Ey tu! Es ahora de retirarse,
porque a veces sucede, aunque tu lema sea
¡Yo no me retiro nunca!,
creo que está llegando la hora y
el final de una historia más,
de una vida pasada en el
presente.
-Mi alma te dice que no, que aun
quiere seguir, que no importa cuánto más pueda existir esta sensación de amar
de los dos.
TEMPESTAD
Voy desnuda ante la tempestad
que embriaga a mi corazón
y penetra en mi alma como el
mástil
del más fuerte y temeroso navío,
acrecentado el devenir palpante
de las olas
que envuelven tempestivamente mi
cuerpo desnudo
atravesado por la insignia del
profano de los mares.
Así mismo me levanto y ergida!
Avanzo sobre las olas buscando
al dios de las fuertes y candentes aguas,
para que haga estragos mi vida y
funda mi cuerpo y mi corazón
en una roca que perdure por la
eternidad
en las profundidades del océano,
donde mi alma se vuelva etérea
en las aborazantes líneas
que marcan las olas en la arena.
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