Aurora Ruiz
Vásquez
Soy arqueólogo,
me gusta mi profesión, es gratificante conectarse con el pasado y
civilizaciones inimaginables. Llevo más de treinta años trabajando y adquiriendo
experiencias inolvidables y atesorando descubrimientos impensables.
Actualmente estamos
trabajando en una zona arqueológica ubicada en las faldas del Iztaccihúatl,
volcán que se levanta entre Puebla y el Estado de México, zona a la que generalmente llegan
nevadas intensas que entorpecen las investigaciones.
Empecé a
organizar la expedición. No faltaron solicitudes de muchachos estudiantes, incluyendo
mujeres, que excluí de inmediato de la excursión, dadas las condiciones
difíciles de esta jornada, ellas se dedicarían en el campamento, a limpiar y
clasificar los fósiles encontrados en las excavaciones.
Salimos de madrugada un grupo de diez personas
con el equipo de trabajo completo. A media tarde, localizamos el lugar con
facilidad, valiéndonos de los planos respectivos, procedimos a armar las
tiendas de campaña y el centro de operaciones. Quedamos a unos cuantos
kilómetros del poblado más cercano.
Las
horas pasaron veloces y la noche se hizo presente, se sentía un frío intenso y
el cielo estaba iluminado por la luna. Ninguno tenía sueño a pesar del
cansancio del viaje. Fue Javier el que propuso:
─ Demos un paseo
por la montaña, todavía es temprano para dormir. La propuesta fue acogida con
gusto y eufóricos tomaron sus linternas de mano y emprendimos el ascenso. Javier era el que iba adelante,
caminó demasiado aprisa alejándose de nosotros, cuando se dio cuenta, estaba
sólo en esa inmensidad solitaria. Todavía caminó más, creyendo que sus
compañeros y yo lo seguiríamos, cuando volteó no sabía dónde se encontraba y
paró su marcha, retrocedió unos pasos y empezó a gritar con todas sus fuerzas
los nombres de sus compañeros, fue entonces cuando tomó conciencia de su
situación. El frío se intensificó unido a un viento que azotaba cada vez más
fuerte.
Cuando me di cuenta que me faltaba uno de los
muchachos, sentí estremecerme, pues conozco los peligros a los que se expone
uno y que los trabajadores inexpertos no saben afrontar. Mi responsabilidad era
grande, por lo que me alarmé, inmediatamente nos dispusimos a su búsqueda, empezaban a caer ligeros copos de nieve. Por
su parte, Javier empezó a sentir que se entumía por eso brincó, saltó y caminó en círculo hasta más no poder; ya desesperado, gritaba palabras de auxilio. Lo
único que escuchaba era su voz que devolvía la montaña en un eco y los aullidos
de los lobos que se acercaban al oler carne humana. ¿Qué podía hacer mientras
sus fuerzas respondían? Sintió muy cerca de sí, como si una persona se le
acercara cada vez más, el vaho caliente de una respiración lo seguía, corrió desesperado y se tendió a la
orilla de una oquedad cubierta con ramas, ahí se protegió y descubrió con
sorpresa una profundidad como caverna pero esa sensación de una presencia junto a él no lo abandonaba y
los lobos cada vez más cerca eran una amenaza segura contra su vida. Hubo uno
que rondó muy cerca de la caverna, Javier supuso que al descubrir algo extraño
en el ambiente y un olor especial debía alejarse olvidando su instinto cazador,
Amanecía
y la nevada había pasado. Los rayos del sol brillaron y el grupo y yo, después de mucho buscar, pudimos
descubrir la oquedad donde se asomaba Javier desmayado, nos acercamos y
descubrimos junto a él un esqueleto completo
que lo tenía cogido por un brazo Todos lo vimos y vimos también como se
esfumó con rapidez. Algo inverosímil, de no haberlo presenciado ahí mismo.
Visto Javier empezó a despertar sin
saber dónde se encontraba; cuando vio caras conocidas se sintió con vida, sólo
recordaba los aullidos de lobos muy de
cerca y su imposibilidad de moverse por estar entumido.
Encontrar a
Javier, significó una alegría enorme, descansó mi alma que se atormentaba con
la idea de su desaparición. Lo acogí con un prolongado abrazo y lágrimas en los
ojos, que brotaban de una emoción
intensa jamás sentida.
Pasado este
desagradable incidente, volvimos al campamento dispuestos a trabajar.
28-07-2014
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