Gilberto Nieto
Aguilar
Imaginar,
interiorizar, simbolizar, analizar, reflexionar, comparar, crear, proyectar,
resolver problemas, recordar situaciones, son sólo algunas de las expresiones
de la inteligencia, que los especialistas de varias disciplinas aseguran que no
ejercemos en todas las posibilidades ni como individuos ni como grupo social.
En nuestro ambiente cotidiano y en la civilización tecno-científica actual, la
inteligencia suele ser incómoda, provocativa, fuera de lugar.
José Antonio Marina, «quien ha dedicado su vida a
comprender la inteligencia entendida como mezcla de sentimientos, razón,
habilidades, imaginación, memoria y otros misterios», dice que se refleja
también en la capacidad de «aprender a aprender en todo momento, no sólo de
libros, sino de la vida misma, de los sentimientos y de las emociones, de las
experiencias, de las relaciones con la realidad.» (“El vuelo de la inteligencia”).
Howard Gardner, en “Estructuras de la mente”, dice
que la prueba de inteligencia que mide el Coeficiente Intelectual podría
predecir la capacidad personal para manejar las cuestiones escolares, pero no
podría predecir el éxito en la vida futura. Afirma que hay «evidencias
persuasivas sobre la existencia de varias competencias intelectuales humanas relativamente autónomas» a las cuales
llama “inteligencias”, con la convicción de que existen varias de ellas.
Para Piaget, el adolescente es capaz de realizar operaciones formales, razonar acerca del
mundo no sólo a través de acciones o símbolos aislados, sino calculando las
implicaciones consecuentes de un conjunto de proposiciones relacionadas. El
joven se vuelve capaz de pensar en forma completamente lógica y ordena su
pensamiento. Mas Piaget ignoró «los pasos emprendidos para lograr otras
competencias: la de un artista, abogado, atleta o dirigente político» dice Howard
Gardner.
José Bargas Díaz, Doctor
en Ciencias, investigador del CINVESTAV y de la UNAM, en un artículo comenta las
conversaciones sostenidas con el doctor J. M. Bower, quien alcanzó prestigio
académico por sus estudios en neurocomputación y modelos matemáticos programados
en un ambiente de simulación. En cierta ocasión, hace algunos años, comenzó una
charla con la pregunta de Bower sobre cuál era el recurso natural más importante de un país. Bargas mencionó varios sin
acertar la respuesta correcta, y Bower contestó:
«la inteligencia humana … que para nosotros es una política de Estado». (http://ciencias.jornada.com.mx/
investigacion/ciencias-sociales-y-humanas/).
La inteligencia
no respeta clases sociales, ni niveles de ingresos, razas o credos. En cualquier
familia y donde menos se le espera, surge una muchacha o un muchacho
sobresaliente. El papel de la Secretaría de Educación debería ser que no se desaproveche
ese talento, que no se malogre, que sus vidas no sigan la ruta de la gente
común, que se les dé la oportunidad de desarrollarse, de convertirse en personas
útiles para la comunidad y el país.
Como todo recurso
natural, la inteligencia humana tiene que encontrarse y cultivarse. Bower reveló
a Bargas que él era uno de los encargados de efectuar un programa llamado “la minería
de la inteligencia”, Caltech Precollege Science Initiative (CAPSI), para
descubrir jóvenes inteligentes y literalmente “extraerlos” de su lugar de origen. ¿De dónde van a salir los futuros
científicos, tecnólogos, ingenieros innovadores, líderes políticos y emprendedores?
¿Por generación espontánea? ¿Al azar? Son cuestiones muy importantes para dejarlas
a la casualidad.
Muchos países
requieren gente preparada y capacitada para resolver su progreso, e importan inteligencia,
siempre creativa e innovadora, de cualquier parte del mundo. Es la “fuga de cerebros”
que se concentra en las grandes empresas, laboratorios de prestigio y centros
de investigación, especialmente cuando en sus países de origen no tienen
estímulos ni reconocen sus capacidades. Es “el recurso natural más importante”
y no aquello que todo mundo se disputa en el mundo de las grandes finanzas
internacionales: el petróleo, el capital, las inversiones, el litio y otras cosas
hoy en boga.
gilnieto2012@gmail.com
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