martes, 6 de octubre de 2015

“Las raíces culturales, base que nos enriquecen”

Alicia Soto Palomino


No puede enseñarse lo que se ignora, ni puede estimularse lo que se desconoce.
Gustavo Pereira[1]

Durante mi trayectoria como docente de Telebachillerato he experimentado la riqueza de ser docente en un centro escolar rural y logré apreciar la belleza de la vida comunitaria.
He trabajado en el área técnica como encargada del área de lenguaje y comunicación, como instructora de Taller de lectura y redacción y soy fundadora de los círculos de lecturas en esta institución. Al estar a cargo de la recepción de materiales provenientes de todo el Estado, me percaté de la riqueza del lenguaje que poseen los alumnos de varias regiones de Zongolica, por ejemplo y en ellas expresaban que el hecho de ser indígenas les ocasionaba vergüenza, pero que ellos no tenían la culpa… A través de sus textos me di cuenta del amplio mosaico de culturas, tradiciones, historias que podemos rescatar desde nuestra intervención como docentes frente a grupo.

En esta ocasión les hablaré de mi experiencia como docente de Telebachillerato y de las etapas por las cuales he ido transitando hasta llegar a ser una promotora de lectura y escritura que pretende rescatar los valores y tradiciones de nuestro pueblo. Además de demostrar que si es posible editar libros y hacer algunos proyectos que impulsen la gestión cultural.
Eran los años 80’s cuando movida por la invitación de un compañero  de la carrera de Letras Españoles fuimos a pedir trabajo como guionistas en el área técnica de Telebachillerato.  Durante dos ocasiones nos  dijeron que no necesitaban nuestra colaboración  y decidimos  ya no regresar por tercera vez, pues nos sentíamos rechazados.
Pero la vida da muchas vueltas  y después de ejercer  la docencia durante seis años en una escuela particular, decidí consolidar mi situación laboral y decidí presentar un examen para formar parte del grupo de docentes de Telebachillerato. Bueno, ya había estado realizando  a través de la importación de  talleres lúdicos de promoción a la lectura y la literatura en  el Telebachillerato de Totutla, uno de los maestros me pidió ir a su centro y tratar de hacer que los jóvenes se enamoraran de la lectura y la literatura, posteriormente asistí a otro centro escolar situado en la comunidad de Chiltoyac.   Ahí además de compartir mi amor por la lectura, compartí mi amor por la danza y les impartí de forma gratuita clases de danza folklórica.  Como les iba contando,  pasaron los años y presenté examen para obtener una plaza  en esta institución y el 10 de marzo de 1995, hace 20 años, logré ser aceptada y logré formar parte de esta formidable institución.
Llegué al centro escolar  Pinoltepec, situado a  18  kilómetros de Xalapa, la capital del Estado,   era formidable llegar a la comunidad que lleva el mismo nombre del centro escolar. Mi  primera impresión al llegar a este lugar  fue ver las casas  de color café o gris, el suelo  árido y las personas casi siempre estaban dentro de sus casas,  parecía un pueblo fantasma, como salido de un cuento de Juan Rulfo “En el centro había un árbol. Cuando me encontré en medio de la plaza, me di cuenta de que aquel pueblo, en apariencia fantasma, en realidad estaba habitado”[2].  En cambio al conversar con los habitantes eran amables, sencillos trabajadores y estaban muy entusiasmados por tener en su comunidad un centro escolar de este nivel, pues los   primeros profesionistas de  esa comunidad nos contaban que ellos habían tenido que irse a estudiar fuera, pagar sus estancias y sufrir lejos de casa.
Recuerdo los nombres  de algunos de los señores del patronato: Don Carlos, don Nacho, doña Claudia, doña Chepa, en fin eran hombres y mujeres que siempre nos recibían con un fuerte apretón de manos y una gran sonrisa en sus caras… Ellos con sus esfuerzos fueron a gestionar  junto con nosotros todo lo relativo a los materiales para hacer las aulas, los alumnos aportaban la mano de obra para hacer bloques, echar colado, pintar, chapear y a diario se les asignaba hacer el aseo del salón para tener una escuela limpia.
El Telebachillerato de Pinoltepec comenzó solamente con una mesita de madera y después se logró comprar un televisor, el cual fue extraído por los rateros que acosaban la región. Así, con carencias de todo tipo comenzamos a echar a andar este centro escolar, el primero en llegar fue el maestro Roberto Peralta, luego el maestro David Reyes, por un tiempo corto estuvo la maestra Leticia Barradas y yo  llegué a suplirla. En ese tiempo nos invadieron unas  fuerzas que solamente tienen los titanes comenzamos a construir nuestro centro escolar, sin importar los inconvenientes.
El maestro Alberto siempre había predicado con el ejemplo y el esfuerzo, decía que los maestros nos debíamos acoplar a la comunidad   “la presencia de un telecentro también promueve el ahorro, pues los jóvenes ya no se ven obligados a salir de su comunidad para continuar con sus estudios … y que el maestro logre ejercer una labor de auténtica cooperación social”.[3] Así lo hicimos. Mi compañero y yo, nos fuimos s a vivir a Pinoltepec. Rentamos una casa situada en una loma y  desde ahí se contemplaba parte del poblado, Se apreciaba el camino principal, el panteón y por ahí pasaban las personas que a diario iban a tomar el camión.
El calor era insoportable, no había manera de dejar de lado las actividades académicas y de asesoría casi de tiempo completo, pues los padres de familia acudían a nuestra casa cada vez que tenían un problema o requerían de alguna asesoría.
Nuestra biblioteca se convirtió en la biblioteca secreta del poblado, pues cada vez que salíamos a comparar algo a la ciudad, la chica que se quedaba en casa  que era nuestra ayudante, dejaba pasar a todo mundo y a veces hasta revisaban documentos propios de la familia, claro esto lo supimos años después.
Nuestra casa y nuestras vidas ya no eran nuestras, ahora se habían incrustado a una dinámica diferente, ya éramos parte de la comunidad y de su entorno.
Era muy satisfactorio saber que nuestras decisiones, opiniones y consejos eran relevantes en sus vidas. Creo que ahí radica lo esencial de ser un maestro tebano, no solamente éramos maestros de grupo, que impartían sus materias y conocimientos a los jóvenes, sino que nos habíamos convertido en habitantes y vecinos de esta comunidad, es más ya éramos parte de ella.
Varias veces tuvimos que ser padres, amigos, consejeros, psicólogos y asesores jurídicos o incluso gestores para mejorar desde la construcción de la escuela, buscar a personas que nos dieran dinero o materiales para hacer de ésta nuestra segunda casa.
En este lugar dejé los mejores años de mi vida y de mi vocación como promotora de lectura se afianzó, pues al llegar a  la escuela  solamente había unas rejas con libros que pertenecían a la telesecundaria y que no debíamos tocarlos, pues se enojaban de sobremanera si se extraviaba algún libro. Era como el tesoro prohibido, porque los libros eran bellos y no podíamos tomarlos, usarlos y disfrutarlos.
Con mis alumnos procedimos a hacer una compilación de textos, algunos fotocopiados, otros los llevaba en ediciones  sencillas y otros  eran libros con imágenes bellas y atractivas, de todas ellas nos fuimos apropiando, logrando hacer   de la lectura una actividad necesaria y divertida.
 Tuvieron que pasar algunos años para lograr consolidar un ejemplar muy extenso de obras literarias. Con el pasar del tiempo y contando con la orientación del maestro Alberto Ruíz Quiroz y de Isabel Domínguez, se logró transformar en un Manual práctico de lecturas[4] el cual fue editado por la  Dirección General de  Educación Media Superior y Superior (DGEMSyS), posteriormente se digitalizó y actualmente la  llegado a las  manos de muchos docentes  del Estado de Veracruz que jubilosos lo han aprovechado.
Regresando a la búsqueda de libros y de material didáctico para mis clases de taller de lectura y redacción y literatura implementé varias estrategias didácticas como: lectura silenciosa, lectura modulación de voz, acompañada con música, pintura, diseño de objetos reciclados, danza, teatro, creación literaria, contando con una intervención didáctica y expositiva ante la comunidad y otros espectadores de niveles escolares de primaria y kínder. Desde 1996 comenzamos a acercar a los jóvenes con su entorno y como parte de su evaluación era compartir sus conocimientos ante un público diverso e intervenir en el rescate de las tradiciones de su comunidad. Sin saberlo, ya estábamos poniendo en acción lo relativo a las competencias.
Recuerdo que a los alumnos les encantaba leer a la orilla de la laguna, también escribían textos y posteriormente los representaban en una obra teatral. Por esa época inicié mis estudios de maestría y decidí que mi objeto de estudio sería la utilización de estrategias didácticas para abordar los textos literarios y que se pudieran desarrollar en un ámbito lúdico y ameno.[5]
Después de cinco años de hacer observaciones, ejecutar diversas estrategias, compilar evidencias, sistematizar y fundamentar la teoría y confrontar con la práctica, logré presentar mi examen profesional y obtener el grado de maestra, pero seguía sintiendo que un reto aún mayor era necesario iniciar y el 21 de noviembre de 2005  inicio el  proyecto de Círculo de lectores en Telebachillerato, con 14 compañeros que asistieron y que  a lo largo de estos años han hecho actividades importantes cada uno en sus centros de estudio.
Cada seis meses les impartía talleres a los docentes provenientes de todo el Estado de Veracruz. Durante tres días se les proporcionaba material cuyos contenidos eran de gran relevancia teórica, pues eran tomados de los conocimientos adquiridos en la maestría. Los docentes se llevaban cd’s, fotocopias y muchas ideas para compartir con sus alumnos y compañeros de centro .Ellos se pagaban todos los gastos y eso era un compromiso más fuerte para mí. Pues debía  brindarles un excelente curso. Cada vez que nos veíamos reforzábamos nuestro interés por mejorar las prácticas de lectura y escritura así como los lazos de amistad, ayuda y solidaridad  dentro de este proyecto. Estos eventos se efectuaron durante tres años de 2005 a 2008. Luego surgió La Red Independiente de promotores de Lectura y Divulgación Científica coordinada por una servidora y esta red es una extensión de actividades, eventos, talleres y trabajos en los cuales sigo vinculando a los docentes de Telebachillerato. Gracias a esta red hemos logrado vincularnos a programas  como Salas de Lectura, Casas de la cultura, y proyectos de rescate  cultural  en donde los docentes han sido los gestores.
Como  ejemplo cito la compilación de leyendas de Mesa de Calcote Veracruz[6] en donde hemos participado un grupo enorme de personas, comenzando por un docente de Telebachillerato que laboraba en esta comunidad y me envió los trabajos de 13 jóvenes alumnos quienes  fueron a hacer entrevistas a las personas mayores de la comunidad y escribieron algunas historias del origen de su comunidad y leyendas en su lengua original el náhuatl y español, luego intervine como  correctora de estilo y coordinadora de una serie de traducciones y posteriormente se hizo la traducción al inglés y francés.
Este proyecto me hace pensar que nuestras raíces vertidas en lengua náhuatl son tan importantes y debemos hacer que prevalezca, se valore junto con el español, el inglés o francés; que los lectores podamos apreciar su riqueza y amplitud de concepciones que muestran la riqueza cultural que guardan los habitantes de las comunidades rurales en este caso de Mesa de Calcote Veracruz.
La sabiduría popular puesta en manos de los lectores hace que nuestra labor haya visto reflejado el interés por rescatar una parte esencial del Telebachillerato: rescatar, respetar y compartir nuestra cultura sin perder la esencia.
Los docentes tebanos somos agentes de cambio en las comunidades en donde laboramos, pero sobre todo somos promotores culturales, cuya principal misión es defender nuestro idioma y cultura.
La antología de Mesa de Calcote Veracruz, es un testimonio fiel de este proyecto y junto con los compañeros Saúl, David, Elissa, María, Florence, Virginie, Nick, Alicia Sevilla y todos los alumnos que participaron del Telebachillerato de  Mesa de Calcote  y los informantes de la comunidad, realizamos este proyecto con un solo afán: conservar nuestras tradiciones y hacerlas extensivas para que puedan ser entendidas en otros idiomas y lograr alcanzar un carácter cosmopolita, objetivo primordial que se exige en la educación actual.
Quiero recordar que este proyecto fue hecho desde una iniciativa independiente y con el apoyo altruista de todos los colaboradores, no hubo pago alguno, solamente se obtuvo el agradecimiento en forma oral y la satisfacción de haber colaborado en un proyecto colectivo de divulgación de la tradición oral.
Necesitamos realizar más proyectos como este, en el que se refuercen las intenciones sociológicas y pedagógicas de los docentes tebanos por lograr rescatar los orígenes y raíces de las comunidades en donde laboran. Necesitamos cada vez más de la profesionalización en toda la extensión de la palabra.
Es preciso desplazarnos a nivel Nacional e Internacional pero con productos que sean el reflejo de nuestro trabajo producto del esfuerzo, dedicación y constancia.
A partir de mi experiencia como docente en el Telebachillerato Pnoltepec, en donde no había bibliotecas, libros, clima fresco, ni instalaciones adecuadas, logré efectuar varios proyectos que han sido muy significativos y que han tenido repercusión en la institución.
Si soy lo que soy hoy en día y todo lo que he realizado a lo largo de estos 20 años que llevo laborando en este subsistema es porque nació en mí ese amor por compartir con los otros las bondades de leer y escribir, de soñar por un mundo mejor, ese mundo que posiblemente pensaron los maestros Alberto, Thomás y Vicente, ese mundo es el que necesitamos volver a reconstruir, edificar y fortalecer, pero no con palabras, sino con hechos, con actitudes, con testimonios que nos permitan alzar la frente y decir que somos maestros tebanos, que hemos estado sembrando semillas en los lugares más alejados del Estado de Veracruz  y ahora con mucho más énfasis, llevar estas experiencias a otros estados de la República Mexicana en donde realmente lo necesitan y lo están esperando. Creo que en ese aspecto, la modalidad es muy adecuada llevarla, compartirla y enseñarles que es posible cambiar, crecer, hacer realidad los sueños, aun estando lejos de las grandes urbes.
Hoy festejamos 35 años de permanencia de este proyecto, que  es una realidad que va cubriendo a la República mexicana y en pocos años estará en todo el País.
Es como una nube de esperanza que nos permite confiar en el futuro, en los jóvenes, en los docentes que estamos luchando por la creación y  consolidación de un mundo mejor.
Yo creo que si es posible  construirlo, fortalecerlo, consolidarlo.
Creo en los sueños, creo en los esfuerzos de los verdaderos maestros tebanos.
Confío en que estos mensajes serán transmitidos a los nuevos docentes del Telebachillerato y espero que dentro de sus mentes y corazones, surja esa inquietud de unirse a la comunidad en donde laboren y que se conviertan en habitantes de esa comunidad  en donde les brindarán refugio, confianza y afecto. Los invito para que se integren a ella y se conviertan en gestores que abran senderos y logren construir nuevos campos de conocimiento, pues solamente así, viviendo en armonía y empatía se puede fortalecer desde la raíz el amor por la educación, por la identidad local y nacional.
¿Cómo podemos dar lo que no tenemos? No es posible, y si logramos fragmentarnos en partes diferentes y dividir nuestro esfuerzo se debilitará, por eso los invito a ser una unidad entre la vocación, a esforzarnos por alcanzar una  profesionalización y el amor por enseñar, aprender y compartir los conocimientos y aprendizajes de manera responsable, siempre cuidando la calidad como personas.
Me despido deseando que este festejo lo podamos seguir efectuando durante muchos años más y los que hemos recorrido este camino  con gusto les enseñaremos los caminos por los que deban transitar.
En hora buena y les deseo el mejor de los éxitos a los que están convirtiéndose en compañeros y colegas de esta gran institución.

La experiencia se va construyendo día a día con el paso del tiempo se convierte en un cúmulo de saberes que nos permiten transitar por un camino más confiable que seguramente nos conducirá al éxito.
Mis experiencias giran en torno a la promoción de la lectura y escritura. Comencé esta trayectoria haciendo un Manual práctico de lecturas, luego la tesis de maestría, posteriormente un proyecto de círculo de lectores vigente aún en Telebachillerato. Más adelante hice guías de Taller de Lectura y Redacción I y II,  Literatura II y Etimologías. Es importante recalcar que en Internet he encontrado trabajos publicados que han tomado con seriedad mis indicaciones y han logrado realizar excelentes productos, lo cual me ha proporcionado una gran satisfacción.
En la actualidad estoy dirigiendo varios proyectos editoriales y promoviendo la escritura de textos que rescatan la tradición oral de varias comunidades aledañas a la ciudad de Xalapa.
Mi propuesta es la creación de un departamento que realice actividades de gestión y promoción cultural en los centros de Telebachillerato vinculando acciones con los Municipios, Programas de rescate de las tradiciones a nivel Federal, Estatal e incluso Internacional, a partir de fundaciones que impulsan el desarrollo cultural de nuestro Estado.
Bibliografía

 Castañón  A. (1999)"El evangelio de Juan Rulfo según Julio Ortega",  -en una conferencia dictada en el I Seminario de Crítica Literaria celebrado en Manizales, Colombia, IV-1999- Recuperado el 27 de agosto de 2015, de http://www.educ.ar/dinamico/UnidadHtml__get__f550d18b-cf32-420a-9efe-f993bccab61c/14906/data/42873986-c84e-1

 Logros de una Utopía Telebachillerato de Veracruz, (1999) material fotocopiado año 2015 Xalapa, Ver. Edit. Producción Gráfica Artes Gráficas  año 1999.
Pereira G. (2015) Artículo: Espantosa gramática. Publicado el 17 de agosto de 2015 publicado en la tinta invisible revista de literatura en https://latintainvisible.wordpress.com/2015/08/17/espantosa-gramatica/
Ruíz Q. A. (1992) El Telebachillerato de Veracruz, Departamento de Telebachillerato de la Dirección General de Educación Media Superior y Superior, Xalapa, Ver. México.
Soto P. A.  (1996). Manual práctico de lecturas, publicado por la Dirección General de Bachillerato  en Xalapa Ver.
--------------- (2004).  Diseño de estrategias  didácticas para el fomento de la lecto-escritura   lúdica y placentera de los textos literarios, realizada en el Telebachillerato “Pinoltepec”. El caso de los alumnos de las generaciones 1998-2001 y 2000-2003. Tesis de maestría  de la   Universidad Pedagógica Veracruzana .
-------------- (2015) Antología de Mesa de Calcote Veracruz. Xalapa, Ver.  Edit, Red Independiente de Promotores de Lectura de Ver.

Concurso de ensayo “Telebachillerato, 35 años de servicio educativo”
Tema: Mi experiencia como docente en el Telebachillerato
Participante:
Alicia Soto Palomino
Clave del centro de trabajo: 30ADG2620E
Mail: aliciasoto31@hotmail.com
Tel: 22 88 40 21 23




[1]
No puede enseñarse lo que se ignora, ni puede estimularse lo que se desconoce.
Caso contrario, quienes en su infancia y adolescencia tuvieron padres o preceptores que a su vez fueron lectores y, por serlo, avivaron en ellos poderes creadores e imaginación, no aburrirán ni atosigarán a nadie con falsos saberes y ejercerán a plenitud el compartir y disfrute del conocimiento.
 Cita de Espantosa gramática de Gustavo Pereira publicado 17 de agosto de 2015 publicado en la tinta invisible revista de literatura.

[2] "Un día llegué de noche a un pueblo. En el centro había un árbol. Cuando me encontré en medio de la plaza, me di cuenta de que aquel pueblo, en apariencia fantasma, en realidad estaba habitado. Me rodearon y se fueron acercando hasta que me amarraron a un árbol y se fueron. Pasé toda la noche ahí. Aunque estaba algo perplejo, no estaba asustado pues ni siquiera tenía ánimo para ello. Amaneció y poco a poco aparecieron los mismos que me habían amarrado. Me soltaron y me dijeron: «Te amarramos porque cuando llegaste vimos que se te había perdido el alma, que tu alma te andaba buscando, y te amarramos para que te encontraras.»”.   "El evangelio de Juan Rulfo según Julio Ortega", transcripción hecha por Adolfo Castañón de las palabras de Julio Ortega -en una conferencia dictada en el I Seminario de Crítica Literaria celebrado en Manizales, Colombia, IV-1999-, al referir una anécdota que le había contado Juan Rulfo.

[3] la presencia de un telecentro también promueve el ahorro, pues los jóvenes ya no se ven obligados a salir de su comunidad para continuar con sus estudios. Así, el subsistema contribuye a frenar la migración temprana hacia los centros urbanos…El Telebachillerato se propone lograr una verdadera vinculación entre la escuela y la comunidad. Se trata de que docentes y alumnos se involucren en el desarrollo de la comunidad donde se encuentran, en una labor  de auténtica cooperación social” pp.91-94
[4]  Soto palomino Alicia: Manual práctico de lecturas, publicado por la Dirección General de Bachillerato 1996 en Xalapa Ver.
[5] Soto Palomino Alicia . Tesis de maestría : Diseño de estrategias  didácticas para el fomento de la lecto-escritura   lúdica y placentera de los textos literarios, realizada en el Telebachillerato “Pinoltepec”. El caso de los alumnos de las generaciones 1998-2001 y 2000-2003. Dirigida por el Doctor Efrén Ortiz Domínguez, presentada en la Universidad Pedagógica Veracruzana en 2004.

[6] Soto Palomino Alicia : Antología de Mesa de Calcote Veracruz.  Compilación de 12 leyendas provenientes de la comunidad de Mesa de Calcote y que han sido publicadas en náhuatl, español, inglés y francés de forma independiente.

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