Sándor
Márai
Venganza sin espadas
Aurora Ruiz Vásquez
El último encuentro es
la primera novela que he leído de Sándor Márai y me ha fascinado, él fue un
experto narrador y poeta de origen
húngaro cuya vasta obra fue traducida a cientos de idiomas; él hablaba alemán, inglés, húngaro… sin embargo, sus
obras aparecen escritas en español.
Nació en Kassa Hungría en 1900. Se quitó la vida en Estados Unidos, en 1989
pocos meses antes de la caída del muro de Berlín.
Sandor Márai en una prosa de estilo realista, con lenguaje
claro y preciso de tintes poéticos,
narra la historia de dos amigos en un ambiente ancestral. En un castillo de caza en medio de un bosque
espeso vivía el general, allí había nacido y vivido de sus recuerdos. En su
juventud tuvo un amigo íntimo inseparable que ha pasado mucho tiempo en Extremo
Oriente y él sigue en su señorial propiedad. Han pasado cuarenta y un años sin
verse; existe un abismo entre ellos que los separa. Después de todos esos años,
van a reunirse en una cita solemne, un duelo sin armas, para decirse lo que
no se han dicho, la verdad.
El general ha querido reconstruir el ambiente anterior donde
tanto habían disfrutado en su niñez y juventud. Ahora los recuerdos los
atormenta; aquella mujer inolvidable, esposa del general, que está presente en
sus vidas solitarias aún después de
muerta. El general y el coronel
convivieron con ella como si se tratara
de una familia; existe la posibilidad de
una aventura traicionando la confianza del general. Se prepara el gran salón de
la mansión donde antes Chopan la llenaba dando un toque de elegancia, poder y
señorío en aquella época ancestral. La misma sala, los mismos cuadros, la misma
vajilla, la misma nana de noventa años. Aparentemente todo está ahí, pero no es
así, con los años hay cambios, muchos han muerto.
Llega el coronel, el invitado. Por saludo, una caravana. Se
sientan en las cabeceras de la larga mesa, como se acostumbraba. La luz es mortecina
y proliferan las sombras como fantasmas. Los personajes permanecen cayados,
cenan sin hablar, solo se cruzan miradas,
toman vinos de lo mejor en abundancia. Terminan y pasan a tomar el café al salón
de música, donde se encuentra el piano de cola donde tantas noches tocaron la
mujer y el coronel, se sientan en cómodos sillones y el general empieza a
hablar a media voz aunque están solos, Te esperaba, dice, he esperado cuarenta
y un años, sabía que volverías. A partir de entonces se desata un monólogo pues
el coronel casi no interviene, sólo asiente o niega con la cabeza.
En forma emotiva y con gran sensibilidad, empieza a hablar
del valor de la amistad
del
amor, del amor entre un hombre y una mujer, pensamientos profundos sobre la
pobreza, la venganza, la vanidad, rememorando los años juveniles juntos.
Escenas que invitan a flexionar; se
habla modulando la voz, a veces casi en secreto y otras con voz de militar.
Abunda el lenguaje interior. Da gusto escuchar el lenguaje que emplea el
general para expresar su sentimiento y resentimiento al haber sido traicionado
por su mejor amigo. Le habla de su huida como un criminal.
Esta
es mi venganza, le dice, te hago una sola, pregunta, contéstala con la
honestidad de un hombre y un militar. ¿ Mi mujer fue tu amante?
Ahora son viejos y no les queda más que
esperar la muerte. Se despiden al alba sin palabras, solo con un apretón de
manos, y nosotros los lectores, quedamos con el deseo de escuchar nuevamente,
la maestría con que escribe Sándor Márai.
Entre otras de sus obras tenemos:
Diarios 1984-1989
La herencia de Eszter.
El divorcio de Buda.
Confesiones de un burgués
La mujer justa
La hermana…
Márai, Sándor 2014 El último encuentro Madrid, Salamandra
No hay comentarios:
Publicar un comentario