TEPETOTOTL
El campo
Por Fernando Hernández Flores*
Hace unos días estuve platicándote que mis dueñas me dejaron abandonado y yo regresé al parque donde encontré a mis amigas, las ardillas. Sin embargo, al querer tener alguien que me cuidara, una persona dañó mi piernita trasera izquierda con las llantas de su automóvil. Mi alimentación fue muy mala por varios días, ya que tuve que alimentarme de los desperdicios y hasta con gusanos. Lo cual no es tan agradable. Sin embargo, lo hice y sigo vivo gracias a una señorita que me llevó a su hogar y durante estos días me ha estado curando junto con su pareja. A él también le caí bien y a su mascota que tienen, parece que sí porque ya no me gruñe y se pone a jugar conmigo de vez en cuando.
Hace unos días me sacó a pasear mi nuevo papá humano. Bueno todo indica que van las cosas avanzando y hasta recibí cartas donde me preguntaban si me habían adoptado. Pero les responderé eso al final de este relato. Sin embargo voy a contarles un poco más de mi vida canina.
Hace unos días me sacó a pasear al parque el novio de mi protectora y luego le preguntaron que me veía cada día mejor. En el idioma canino uno que otro amigo me volvió a cuestionar si ya tengo nueva casa y les respondo que por lo pronto, sí y ellos son muy buenos padres. En fin, ya no sufro de las inclemencias del tiempo.
Muchos hermanos como yo andan en las calles, son correteados y en lugar de darles de comer o de beber agua. Les avientan maldiciones y hasta los golpean. Eso no se vale, todos tenemos derechos a una vida sin violencia canina. Ni entre nosotros ni de los humanos contra nosotros, las cosas deben mejorar a futuro y para bien de los seres vivos.
Saben mi piernita va mejorando y ya no me arde, ni duele tanto. He tenido ganas de correr en el patio y lo he hecho bien gustoso. No hago de mis necesidades en cualquier lugar, tengo un lugar a donde ir o cuando me sacan a dar la vuelta y hago de mis necesidades, levantan mis heces con una bolsita para evitar contaminar. Ayer escuché que vamos a salir de paseo a un pueblo distinto a la ciudad. Allá encontraré muchos árboles y más amistades, porque es en el campo al aire libre y sin tanto carro que dañe más mis patitas. Ya no quiero que me vuelvan atropellar. Por favor, díganle a quienes manejan que se fijen y no nos lastimen más. También somos peatones aunque no seamos humanos.
Antes de terminar, les voy a decir la verdad. Mis nuevos papás por fin decidieron adoptarme y me llevarán a su pueblo por unos meses. Allá la pasaré súper. Si quieres saber mi nombre, envíame un mensaje y trataré de responderte a tiempo. Disfrutemos de la Primavera, cuidándonos los unos a los otros. Soy tu amigo que se fue al campo y tengo una maravillosa familia. ¡Hasta pronto!
(*) Escritor Veracruzano de un rincón del Totonacapan.
Correo: venandiz@hotmail.com Twitter: @tepetototl
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