Victor Manuel Vásquez Gándara
Te llama Juan Fernando a hora inusual y en día inusual. Desconoces su voz y sin saludar te dice ya estás enterado?, No, una mala noticia: se murió Chucho. ¡No me digas! A las 11 de la mañana en bosques del recuerdo, te expresa Juan Fernando, se despiden. Bajas, te detienes frente al altar, miras las imágenes, continuas caminando hacia el comedor. Transcurre tiempo entre desayuno, ducha......piensas, su ausencia deja la mesa sin una pata. Desde hace algunos años Jesús, Juan Fernando, Vitelio y yo acostumbramos reunirnos: tomar vino, degustar una chapata, ocasionalmente un café. Punto de reunión EL CORZO, las horas transcurría en diálogos interminables, sin acuerdos comunes, sin conclusiones, menos aún discusiones, una botella tras otra de vino iban agotandose más lentamente las chapatas, salvo algún comensal con apetito voraz. A últimas fechas se reunieron ustedes esporádicamente, ya por un achaque de uno u otro, o la no coincidencia en agenda. Pensabas la mesa a quedado coja y ya jamás será igual: hasta pronto amigo.
Saludos cordiales
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