Ledia Valdés Dehesa
Una vez estaba Gisell pintando
y pintando, trazando líneas y dando formas y su dibujo llegó a ser tan grande
que de súbito se vió dentro de él. Penetró en cada casita a uno y otro lado de
la calle y hurgando cada rincón contempló la misma tradición y familiaridad que
en su casa, pero al llegar al final no quiso continuar, le aprehendió el
presentimiento que no volvería a su hogar, dio la vuelta y emprendió una gran
carrera de regreso, entonces la calle y todo el dibujo se fue abriendo en
vértice detrás de ella, no por rasgadura sino en borrón blanco, de pronto
estuvo fuera de él y se dio cuenta que no había pintado nada.
1 comentario:
Hermosa forma de plasmar la restrospectiva de una ilusión.
Me encantó¡¡¡¡
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