Piedad Hernández Bueno
Hace muchos
años, medio siglo aproximadamente, en la ciudad de las flores Xalapa, Veracruz;
Sucedió lo que voy a narrar, un 31 de Octubre de 1961.
Recién
egresada como auxiliar de enfermería a la secretaria de salubridad y
asistencia, actualmente servicios de salud de Veracruz, acordaron los
directivos de mandarnos a los auxiliares a realizar unas prácticas en el
hospital civil, durante el periodo de 3 meses; el horario era de las 6 de la
mañana a las 6 de la tarde. En aquel entonces yo vivía en la calzada del
cementerio, ahora llamada 5 de Febrero, con una tía enfermera, ya que mis
padres habitaban en una comunidad cercana a la ciudad de Xalapa.
Todas las mañanas
faltando 20 minutos para las 6, salía a esperar el camión del servicio urbano a
la avenida 20 de Noviembre, en la parada del cementerio antiguo. Algunas veces
me encontraba con el velador, que amablemente me daba los buenos días. Una
mañana mi tía me despertó diciéndome que ya eran las 5 y que el baño ya estaba
listo; caminé hacia el buró donde tenía el reloj despertador para confirmar la
hora pero, ¡oh decepción! Olvide darle cuerda y marcaba las once de la mañana.
Mi tía no dejaba de decirme que me apurara; me bañe y, todavía soñolienta le
conteste:
-
Ya
voy tía, ya voy.
Ella me
dijo:
-
¡Piedad
no te peines!, déjate el pelo suelto, ya en el hospital te haces el chongo.
Como hacia
frio me presto su capa de enfermera; al salir a la calle, ésta estaba desierta
y oscura; pasaron 15 o 20 minutos parada en la reja del panteón esperando el camión, cuando de
repente visualice en la esquina de 20 de Noviembre al señor velador silbando,
me dio gusto verlo y para preguntarle la hora caminé a su encuentro, pero él,
cuando me vio salir de la reja empezó a correry yo tras él; la capa y el pelo
largo flotaban el aire… Yo le gritaba:
-
¡Espérame,
espérame!
Él
contestaba aterrado:
-
¡Ave
María purísima! ¡Dios mío ayúdame! ¡Aléjate de mí llorona!
Yo sentía
los latidos del corazón muy acelerados y volteaba de reojo, sintiendo que la
llorona me alcanzaba y hasta se me hacía escuchar su grito “¡Ay mis hijos!”. Así
seguimos hasta que por fin, lo alcance a dos cuadras del mercado de San José,
el velador haciendo la señal de la cruz, pálido como la cera y desesperado
decía:
-
¡Apártate
llorona
-
¡dios
mío ayúdame me arrepiento
-
de todos mis pecados
Le toque el
hombro y le pregunté:
-
¿Cuál
llorona?
-
¿No
hay nadie?
Hasta
entonces se percató que era yo, y exclamó:
-
¡Válgame
dios por poco me muero de un infarto!
Enojado me
reprochó:
-
¿Pero
qué hace usted sola a las de la mañana saliendo de la reja del panteón?
Muy apenada
contesté:
-
No
puse el reloj despertador y me confundí con la hora.
Ya un poco
calmado me dijo:
-
¿Y
ahora qué piensa usted hacer? ¿Se va a regresar a su casa?
-
¡No!
Me voy al hospital- respondí.
-
¿Está
usted segura?
-
Sí.
-
Como
usted quiera, permítame acompañarla.
-
Muchas
gracias- contesté.
Al llegar al
hospital, afortunadamente, el policía se encontraba en la puerta; el velador le
explico mi confusión con el horario, para que me permitiera pasar, así fue como
me dirigí a la sala de ginecología en donde en una de las camas, estaba Amelia,
la paciente que había sido operada, dos días antes, de un aborto incompleto. Me
acerque a ella hablándole muy quedo al oído:
-
Amelia,
permite que me acueste contigo, tengo mucho sueño, después te explico.
No recibí
respuesta; concluyendo que se encontraba dormida, me acosté con mucho cuidado
para no despertarla y me quede semidormida, con la tentación de ser
descubierta. Cuando escuche pasos me levante apresuradamente; el médico de
guardia entro a la sala, lanzando un grito aterrador:
-
¡Auxilio,
la planchada, la planchada!- gritaba, señalándome.
Recobrándome
del sueño le dije:
-
¡No
doctor, míreme bien, soy la enfermera Piedad!
-
¿Piedad?
¡No entiendo qué hace usted a las 4 y media de la mañana acostada con la
muerte!
-
¿Amelia
está muerta?- pregunte titubeante.
-
Si
señorita, la paciente falleció a las 12 de la noche.
Un
escalofrío recorrió todo mi cuerpo; disculpándome, abochornada, me retire a
realizar mis labores cotidianas. El doctor Quiroz me fue a buscar para decirme
que tenía una amonestación y 2 días de expulsión por la falta cometida.
Realmente,
aunque no era lo correcto, me alegre del castigo, pues eso 2 días me sirvieron
para recuperarme de todo el estrés… ¡Se imaginan en una sola madrugada viví con
personajes tan controvertidos como la llorona y la planchada, y todavía dormí
con la muertita!
Mi promesa,
desde entonces, es no olvidar darle cuerda a mi reloj despertador.
LA NIÑA DESORDENADA…Todos los años semanas antes de la
llegada de la navidad, los niños empiezan a pensar en los regalos que desean
que les traigan los tres Reyes Magos.
Escribir la carta a
los Reyes Magos es un momento de enorme ilusión y fantasía para los más
pequeños.
En ella los niños
cuentan como se han portado a lo largo
del año y que regalos les gustaría recibir .El 6 de enero
los Reyes Magos acuden a la casa de los niños para dejarles sus regalos
del
mismo modo que llevaron oro, incienso y mirra al niño Jesús.
Es por ello que
En un pequeño y hermoso lugar veracruzano, vivía una niña
bonita pero floja y desordenada, se llamaba María Esther sus papás de cariño le
decían Teté
En cierta ocasión sus padres que eran médicos salieron de viaje de estudios a Canadá y dejaron a
Teté con su abuelita materna
Teté…¡ Qué gran trabajo! tengo flojera mi abuelita Licha me ordenó que arreglara mi
recamara, yo lo que quiero es jugar, cantar, y bailar, la noche es corta, me
fastidia tener que limpiar,¡yo nací para
cantar! ( Cantaybaila).
ABUELITA… ¿Qué haces Teté? Otra vez bailando hace tres horas
que te dije que limpiaras tu cuarto, vengo y encuentro todo igual que tristeza
me da que no me obedezcas debes tener en cuenta que el tiempo perdido jamás se
vuelvea recuperar, anda arregla tus cosas y veras que cuando las necesites
rápido las vas a encontrar si estan en
su lugar, recuerda que si no obedeces a la fiesta de tu prima Reyna no iras y
los Reyes Magos no te traerán tus regalos
Teté… ¡ Uf ¡ otra vez lo mismo mi abuela no se cansa de
regañarme ahora hasta me amenaza que a
la fiesta no me va a llevar y que los Reyes
no me van a traer lo que les
encargue tengo sueño, no puedo más,
Narrador… Teté empieza a soñar con un ángel que le dice
Ángel… soy tu ángel de la guarda que he venido para que
puedas encontrar tranquilidad y orden a tu alma duerme pequeña y que tu sueños traigan para ti un
mensaje que aprendas y cuando crezcas te
conviertas en una preciosa señorita duerme, duerme, duerme, duerme.
Narrador… Teté sueña
que se va arreglar para ir a la fiesta
Teté…¡ Hoy es el diaesperado,!para ir al cumpleaños de mi
prima Reyna, me pondré mi vestido rosado es el que más me gusta ¿ en donde
esta? No lo encuentro, bueno mi vestido verde es el mejor, que contrariedad no
me acordaba que está roto de la manga, ya se mi vestido blanco ¡oh! está sucio
de pastel y mis tobilleras ¿ donde
están? Yo aquí las deje, ya se me hizo tarde no voy a llegar ay en este cuarto
desordenado es imposible encontrar mis
cosas si nada esta en su lugar.
Ángel…No te desesperes ante
tanta desorganización que tienes hace tres horas que la fiesta ya terminó
Teté…¿ y tú quién eres?
Ángel… No te asustes Teté, soy tu ángel de la guarda que te cuida día y noche
Teté…¿cómo sabes que la fiesta ya se terminó?
Ángel…Puedo conocer el
presente y futuro de lo que acontece en la vida
(Teté llora
inconsolablemente)
Ángel…Con lagrimitas no remedias nada, lo que debes de hacer es
poner los zapatos en la zapatera, los libros en el librero, los vestidos en el
ropero y así cuando los necesites fácilmente los vas a encontrar.
Teté … Gracias ángelito de mi guarda de ahora en adelante te
prometo ser obediente y ordenada.
Narrador Teté sigue soñando que los reyes magos vienen en
camino. Melchor le dice a Baltazar
que cansado estoy y todavía nos falta visitar a la niña
bailadora Teté
Baltazar… Si vi su carta y me puse a pensar, será la misma
niñita que se ha portado muy mal, pero todos en la vida se merecen una segunda
oportunidad y desde ahorita te digo, que todo debes ordenar.
No pienses que por ser Rey Mago, te voy a complacer, cuando
todo el año no quisiste obedecer pero existe una ley que dice que para pedir
hay que saber dar y tú con mucho entusiasmo todo lo tienes que ordenar.
Por eso en este día mirra le doy a Jesús y a ti por ser buena niña complacida en tus
peticiones tus juguetes tendras
Gaspar...Mira chiquilla chocosa si piensas que me vas a engatusar con tus
elogios como lo cuentas en tu cartita que soy el mago mas guapo, el más
inteligente, que me parezco a Superman y que además vuelo, te equivocas tienes que pensar que nosotros
los Reyes Magos les damos regalos a los niños que se portan bien, sin embargo
como dice Baltazar te vamos a dar una segunda oportunidad para que modifiques
tu conducta que te daña a ti y a tu familia.
Melchor…Eres una niña muy lista por lo que le dijiste a
Gaspar y a Baltazar, bueno está bien borrón y cuenta nueva te vamos a entregar
tus juguetes con la condición de que te
portes bien sino para el próximo año no te dejaremos nada.
Narrador… Teté despierta y se da cuenta que solo era un
sueño.
Teté…¡ Oh ¡ que chido que era un sueño es temprano ahora
mismo me pongo a limpiar.
.
Narrador Teté pone todo en orden como le indico el ángel en
sus sueños.
Abuelita…Teté
hija que limpia y ordenada esta tu recamara que alegría me da, ahora todos nos
vamos a divertir, bañate mientras yo te hago el desayuno.
Narrador…Teté
busca y brinca de gusto al descubrir sus regalos que le dejaron los Reyes cerca
del librero.
Teté…El
Libro el principito, el oso de peluche, y la cajita musical es lo que yo les
pedí bueno soy una niña muy modesta.
NARRADOR
Teté en su imaginación cree ver al ángel
que le dice;
Ya veo que
seguiste mis consejos sigue siempre por el mismo camino y serás una joven
ordenada y hermosa, adiós Teté
Adiós ángel
de mi guarda.
Abuelita…¿
con quién hablas hija?
Teté…Con
nadie abuelita es que a veces me gusta hablar solita estoy muy contenta ven a
ver lo que me trajerón los Reyes.
Abuelita…
Felicidades Teté ahora vamos a desayunar
para irnos a la fiesta.
Narrador… ya
están en la fiesta de su prima Reyna donde hay música y alegría
No hay comentarios:
Publicar un comentario