No al vandalismo sí a la dignidad nacional
Nadie defenderá lo que cada uno
nosotros no sea capaz de defender por sí mismo, ni en lo individual ni en lo
colectivo. Libertad y justicia se han erigido en ideales del ser humano y en
aras de alcanzarlos la sangre ha corrido alrededor del planeta. La nación,
nuestro México, se ha construido utilizando
a la gente más desvalida quienes dentro de su ignorancia ofrendaron su vida en busca
de la Independencia nacional hace más de dos siglos y participando en la
Revolución Mexicana en 1910 desprendiéndose de este último hecho histórico, la
Carta Magna que cumplirá un centenario este año de haber sido promulgada,
violada y modificada infinidad de ocasiones, adecuada a intereses mezquinos de
pequeños grupos de poder, quedando sólo algunos vestigios de los ideales que le
dieron nacimiento. Los beneficios de estos eventos heroicos, estoicos, significativos,
los hemos vivido, quizá también olvidado y con ese propósito se rescatan:
gozamos de libertad e independencia gracias e ellos.
Recursos naturales y servicios
han representado resultado de logros nada gratuitos. Negociaciones dolorosas
para expropiación petrolera, desprendimientos entre iglesia y Estado,
constitución empresas, patrimonio nacional: PEMEX –SE INSISTE-, Ferrocarriles
Nacionales, Comisión Federal de Electricidad han sido sin duda, instituciones
al servicio del pueblo, con alto costo social, político, económico, organismos
originados, visualizados en necesidades, reclamadas entre otras expectativas
para disminuir pobreza, marginación, ignorancia, creando niveles de vida
dignos. En ellos han invertido recursos naturales, humanos, económicos del
país. Las reservas no son inagotables requieren administración responsable.
Gobernados y gobernantes no son
ni deben ser antagónicos, debe converger el interés social hacia un desarrollo
económico, pero también un desarrollo social acorde a la situación
prevaleciente en la nación hoy más que nunca, cuando la amenaza del presidente
del país del norte establece el ejemplo: pugnará por políticas nacionalistas,
para muestra el caso Ford Motor Company, porqué en cambio México se vende al
mejor postor y lo peor vendido por aquellos que no son propietarios de él. La
unidad nacional a través de acciones pacíficas, certeras, inteligentes
posibilita mantener no únicamente la dignidad, también y lo más saludable:
independencia, libertad, en consecuencia mayor justicia social. No a la
violencia, no al vandalismo, no a estrategias pueriles, sí al aprovechamiento
de capacidades y recursos de los mexicanos.
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