Marco Antonio Figueroa Quinto*
Antes de comenzar a compartir gratas experiencias
educativas durante mis más de cuatro décadas en los distintos niveles
educativos, es menester definir que es la intergeneracionalidad, la que debemos
conceptuarla como las relaciones de cualquier tipo entre distintas generaciones
que convivan en una misma época. Desde la vez primera que me dieron la
responsabilidad de conducir la instrucción de una comunidad serrana en el norte
de nuestra entidad, tuve dentro del aula un grupo con características muy
especiales; ya que las edades de mis educandos fluctuaban desde jóvenes de
veinte años, hasta niños de seis años (la educación para los adultos no
abarcaba aun zonas marginadas). Un grupo de más de veinte personas con un solo
objetivo, aprender y uno con la misión de enseñar e instruir de la mejor
manera. Por supuesto tome esta escuela unitaria ya iniciado el ciclo escolar,
continuando con la planeación y trabajo de mi antecesor, que dejó a un alumno
en sexto, tres en quinto, dos en cuarto, siete en tercero seis en segundo y
seis en primero. Desde esa fecha aplique la premisa que siempre me acompañaría
en mis labores docentes: Disciplina y Amor. Implementando esos dos conceptos
intramuros, los que fueron factor esencial del proceso enseñanza-aprendizaje y
obtener de ello buenos resultados. Después de esta
experiencia, la población a mi cargo fue casi homogénea, donde los grupos
tenían características similares; lo que no hizo que desdeñase la relación con
los mayores, que tuvieron y tienen gran importancia en toda labor educativa
seria y trascendente.Con lo anterior puedo afirmar que la educación intergeneracional
como los procesos y procedimientos que se apoyan y se legitiman enfatizando la
cooperación y la interacción entre dos o más generaciones cualesquiera,
procurando compartir experiencias, conocimientos, habilidades, actitudes y
valores, en busca de sus respectivas autoestimas y personales
autorrealizaciones. El objetivo es cambiar y transformarse en el aprendizaje
con los otros. Por otro lado, la entendemos como un diálogo entre culturas, que
partiendo de campos motivacionales comunes, intenta descubrir los valores
simbólicos conducentes a enriquecer los proyectos de vida de los diferentes
grupos, así mismo podemos destacar que la educación intergeneracional se basa,
por tanto, en el encuentro mutuo entre dos o más generaciones, donde una de
ellas coincide con las personas mayores o personas de edad. Para conseguir este
acercamiento, es necesario potenciar la comunicación entre ambos grupos o
generaciones, basándose en el diálogo. Este diálogo intercultural consiste en
la aproximación cultural entre diferentes edades, buscando, para ello, motivaciones
comunes que hagan factible esta comunicación. Donde a su vez se establezca una
relación de igualdad entre ambas generaciones, basada en el respeto, la
tolerancia, la solidaridad y la aceptación hacia las otras personas.Las
características que lleva consigo la educación intergeneracional se transforman
enuna serie de beneficios para ambas generaciones. Así, podemos señalar que
para las personas mayores este encuentro intergeneracional les ayuda a: Dar
continuidad a los valores culturales, sobre envejecimiento, ya que contribuyen
a ser una fuente de transmisión de experiencias y conocimientos pasados,
estableciendo una conexión con lastradiciones. Fomentar el envejecimiento
activo, al hacer factible la participación de los mayores en la sociedad. Desarrollar su capacidad de seguir
aprendiendo, contribuyendo, con ello a hacer realidad el concepto de educación
permanente. Acercarse y a conocer mejor a la población joven, destacando los
aspectos positivos de los mismos. Favorecer la integración social.
Mientras que para la generación joven, los principales
beneficios que llevan consigo estas
relaciones con personas mayores, son: Aprenden con y de
los mayores a través de las experiencias, conocimientos y habilidades que éstos
les aportan, descubriendo temas e historias contados de primera mano.
Contribuyen a valorar y respetar a las personas mayores, eliminando la visión
negativa que tienen sobre la vejez. Después de analizar las importantes
ventajas que lleva consigo este encuentro entre dos generaciones diferentes,
llega el momento de plantearse cómo elaborar estos programas para que tengan
éxito y no supongan un fracaso, que impida mejorar el conocimiento de ambos
grupos, así como favorecer las relaciones sociales. Diseñar programas
intergeneracionales no es tarea fácil, ya que partimos de grupos con ideas,
intereses y valores a veces muy diferentes, como consecuencia de la generación
y de la etapa de la vida en la que se encuentran. Por ello, debemos ser muy
precisos y realistas en el momento de su elaboración y su posterior puesta en
práctica. De ahí que se imponga la necesidad de diseñar programas que sean
adecuados y se ajusten a las necesidades de cada grupo, así como a la realidad
social y cultural de las personas participantes en el mismo. Por tanto, no
podemos diseñar programas ideales, iguales para todos, sino que debemos
elaborar programas que se adapten a las personas que van a formar parte del
mismo. La experiencia me hizo entender esto, porque estando en l misma
comunidad y la misma escuela, las condiciones cambian de un ciclo a otro. Para ello, se debe partir de un estudio y
análisis previo dónde se indague acerca de las necesidades e intereses de todas
las personas implicadas en dicho encuentro intergeneracional, así como las
carencias, limitaciones y recursos tanto materiales como humanos con los que
contamos para poner en práctica dicho programa. Lo que puedo garantizar es, que
dichos encuentros, aun los más esporádicos y espaciados, siempre darán óptimos
resultados y grandes satisfacciones a los involucrados, haciendo más placentera
y significativa la enseñanza ¡Estamos! alodi_13@hotmail.com
*Maestro Emérito de México
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