Eliana Cervantes Castillo
Mujer rota
He arruinado el rostro que tanto ansiabas volver a mirar
he roto las piernas que tanto te fascinaban recorrer.
He Escatimado cada segundo en callar de mi boca tu nombre.
No hay nada en mí que puedas amar….
has acabado con este cuerpo que te llenaba de placer...
Las lágrimas han desfigurado mi rostro.
Las heridas en mis pies han dejado inválido a mi corazón para no seguirte más,
mis labios que antes se abrían para satisfacer cada uno de tus caprichos han sido castigados,
sellados para no romper de nuevo mi dignidad.
Estoy rota de pies a cabeza y en mi corazón ya no existe amor por ti
Amanecer
Tus piernas largas y delgadas que hacen parecer como si este cuerpo fuera el único que expusiera la belleza,
tú sonrisa atrevida que demanda mitigar a mi boca atención urgente para mis deseos indecentes.
Tus ojos seductores que como dos soles me queman y no puedo parar de imaginar que no existe destello más sublime que el de tu mirar,
tu vestido entallado combina perfecto con mis sabanas, déjame desnudarte y llenarme del perfume que emana de tu cuerpo cuando lo acaricio,
deja que nuestros cuerpos se hablen sin necesidad de una voz, eres la mujer perfecta para construir en tu vientre una historia que alumbre la luna y que contemple el cielo…
tocaré con las yemas de mis dedos todo tu cuerpo, me detendré en medio de los caminos que conducen al paradero de los sueños,
abriré esta cálida puerta con dulces besos y para el último acto de esta noche robaré tu aliento con un beso que haga amanecer tus ganas de verme otra vez.
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