jueves, 12 de mayo de 2016

Al maestro en su día.


La educación nacional víctima de la corrupción,La demagogia y la ineptitud

Hace unos días, nuestro actual presidente de la República declaró que “el problema más grave que enfrenta México es el de la corrupción”; fenómeno destructor que pervierte la conducta y las actitudes de las personas, daña severa e irremediablemente el funcionamiento de sus instituciones y hunde al pueblo en la desgracia, la miseria y la marginación.
Este mal social, congénito al régimen socioeconómico capitalista, originalmente endémico, se fue agravando progresivamente en los últimos cuatro decenios hasta convertirse en un padecimiento crónico y epidémico; consecuencia directa de la alineación de nuestro país con el régimen imperialista neoliberal, por obra y gracia de la clase social poseedora de los medios de producción, de cambio, de las camarillas retardatarias y explotadoras que detentan actualmente el poder económico, jurídico y político del estado mexicano.
Los periódicos, los noticieros radiofónicos y televisivos y de los demás medios de comunicación informan y dan cuenta diariamente de los actos criminales cometidos por delincuentes organizados, plagiarios, extorsionadores y narcotraficantes; así como de latrocinios, fraudes, contubernios, extorsiones, falsedades, abusos del poder, discriminaciones sociales y de género, declaraciones demagógicas, y otros delitos cometidos por políticos, funcionarios públicos, legisladores, banqueros, empresarios, comerciantes, líderes sindicales y otras personas e instituciones oficiales y privadas.
Debido a estas circunstancias adversas, los mexicanos estamos hundidos en una crisis total, motivo por el cual han tomado carta de naturaleza antivalores éticos, morales, sociales, cívicos, políticos, culturales y educacionales que se contraponen a los principios y a los ideales formativos y existenciales del tipo de mexicano que históricamente hemos deseado llegar a ser:
“un mexicano en quien la enseñanza estimule armónicamente la diversidad  de sus facultades de comprensión, de sensibilidad, de carácter, de imaginación y de creación.
Un mexicano dispuesto a la prueba moral de la democracia, entendiendo a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político , siempre perfectible, sino como un sistema de vida orientado constantemente al mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.
Un mexicano interesado ante todo en el progreso de su país, apto para percibir sus necesidades y capaz de contribuir a satisfacerlas, merced al aprovechamiento intensivo, previsor y sensato de sus recursos.
Un mexicano resuelto a alcanzar la independencia política y económica de la patria, no con meras afirmaciones verbales de patriotismo , sino con su trabajo, su energía, su competencia técnica, su espíritu de justicia y su ayuda cotidiana”.
Dr. Jaime Torres Bodet. Secretario de Educación Pública (1960-1966)
El sistema educativo federal y los de las entidades federativas están cada vez más distantes de lograr los fines de la educación consagrados en el Artículo 3° de nuestra Constitución Política y las aspiraciones legítimas de los alumnos, los padres de familia y la sociedad en general.
Comprueban esta apreciación las evidencias siguientes:
§  Las reformas introducidas al Artículo 3° Constitucional el 3 de Marzo de 1993 en favor de la privatización de la educación nacional se contraponen a los ideales, principios y conquistas del pueblo mexicano en sus luchas históricas de la Reforma Liberal de la segunda mitad del siglo XIX y la Revolución Mexicana iniciada en 1910.
§  Los actuales intentos de reformar el Art. 24 de nuestra Carta Magna, constituyen un retroceso histórico que afecta profundamente la esencia laica del estado mexicano y la del sistema educativo.
§  Después de 170 años de haberse establecido la Campaña Nacional Contra el Analfabetismo, el actual Secretario de Educación del Gobierno del Estado de Veracruz informó el 18/09/2011 que: “Aún existen en nuestra entidad federativa 650 mil adultos analfabetos”.
§  La SEP el 24/07/2011 emitió el boletín siguiente: “El 69% de los maestros que presentaron el examen nacional en el concurso de plazas para Docentes no tuvo ni siquiera la mitad de aciertos” y el 23 del mes en curso, leímos en los diarios informativos el siguiente informe oficial: “México, 22 julio (OEM-informex). La Secretaría de Educación Pública dio a conocer los resultados del Concurso Nacional para el otorgamiento de plazas docentes 2012-2013, en él concursaron 134 mil 705 personas mediante el Examen Nacional de Conocimientos, Habilidades y Competencias Docentes, donde (94440) el 70.1 por ciento de los participantes resultaron reprobados”.  
§  El informe oficial de la SEP emitido el 09/09/2011, dio a conocer que la prueba Evaluación Nacional de Logros Académicos en Centros Educativos (ENLACE 2011) reveló que en el aprovechamiento del español en el nivel de primaria, Veracruz ocupa el lugar 30 de los 32 estados de la República y el 19 en matemáticas.
§  El Dr. Juan Ramón de la Fuente, Ex Rector de la UNAM, en artículo publicado el 4/02/2011, dice: “En el Reporte Global del Foro Económico de Davos, Suiza; entre 142 países enlistados, México aparece en el lugar 107 en cuanto a calidad del Sistema Educativo.

Estos indicadores reflejan un estado trágico, caótico, corrupto, deplorable y vergonzoso. Para salir de él, es urgente la intervención inmediata, sostenida, responsable, honesta, sabia y solidaria de todos los sectores sociales de la nación mexicana; también es indispensable suprimir los slogans triunfalistas, demagógicos y de autoelogio que saturan actualmente nuestro ambiente social, a los que son proclives muchos políticos y funcionarios públicos.
La educación es un fenómeno sumamente complejo y delicado que por su enorme importancia en la existencia y en el desarrollo socioeconómico y cultural de todos los países, merece y reclama un tratamiento científico, técnico, profesional, serio y preferente.
Ojalá que todos los que estamos involucrados en el hecho educativo, retomemos y, si es posible, ampliemos el camino limpio trazado y recorrido, para bien de la Patria, por Ignacio Manuel Altamirano, Justo Sierra, Enrique Laubscher, Carlos A. Carrillo, Juan de la Luz Enríquez, Enrique C. Rébsamen, Rafael Ramírez, Moisés Sáenz, Gabriel Lucio, Raúl Contreras Ferto, Gonzalo Aguirre Beltrán y los demás paradigmas de la educación veracruzana y nacional.








Agresiones inicuas contra el Magisterio Nacional
Detrás de la aparentemente plausible y justificada “Reforma Educativa” promovida por el gobierno federal que tomó posesión el 1° de diciembre de 2012, de las reformas y adiciones  a los artículos que sobre la educación pública contiene la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, existen nuevos ordenamientos que agreden y lesionan severamente al magisterio del país en todos sus grados y niveles.    
Efectivamente, la educación nacional está en desgracia desde hace más de 30 años. Son pruebas evidentes e incontrastables de ello los bajísimos índices de aprendizaje que obtienen los alumnos en la mayoría de las escuelas federales y estatales. Las evaluaciones del aprovechamiento escolar que se han efectuado periódicamente por organismos especializados en la materia, sitúan al sistema educativo mexicano entre los de más bajo nivel de eficiencia entre los países de América Latina.
Son muy variados y complejos los factores causales determinantes de esta situación deprimente; por el motivo, antes de tomar y aplicar medidas correctivas era lógico, necesario e indispensable haber realizado estudios exhaustivos de dichas variables; así como de los contextos económicos, sociales, culturales, psicológicos y políticos en los que tienen  lugar las acciones educacionales.
Si las instituciones oficiales y privadas, los funcionarios públicos, los sindicatos magisteriales, los legisladores, las escuelas formadoras de docentes y los demás entes rectoras, administrativas y auxiliares de este servicio hubieran participado mancomunadamente y coaligado sus voluntades, esfuerzos y saberes en la búsqueda de los medios y los recursos racionales, prácticos y efectivos para resolver esta problemática, no se hubieran tomado decisiones unilaterales y equivocadas basadas en la presunción errónea de que el magisterio es el único causante de la debacle de la educación nacional y tampoco se llegaría al extremo de promover, por todos los medios de comunicación el enfrentamiento de los padres de familia contra los profesores de sus hijos.
El mal más grave y crónico que ha ocasionado daños severos y profundos a la educación escolarizada y también la extraescolar, es la corrupción galopante existente en casi todos los ámbitos de la vida del país desde hace más de 30 años. El maridaje y el contubernio entre gobernantes y funcionarios públicos con los líderes “charros” de las organizaciones sindicales del magisterio y de otros agrupamientos de trabajadores como el de los petroleros han llegado a tales extremos que han echado  por tierra a los principios éticos y democráticos que han sido los soportes históricos de la sana convivencia y plataformas del desarrollo económico, social y cultural de los grupos humanos civilizados.
¿Cómo explicar y entender que en nuestro país una lideresa se haya proclamado “Secretaria General Vitalicia” de su organización magisterial? ¿Quiénes fueron los beneficiarios de su gestión durante los veinticuatro años de su autocracia sindical? ¿Por qué ha sido ella únicamente detenida y enjuiciada por el desvío de fondos sindicales, en tanto que sus cómplices, los dirigentes estatales permanecen intocables y continúan gozando de la protección, el apoyo y las canonjías gubernamentales en la mayoría de las entidades federativas?
Es muy alentador que los trabajadores de la educación, haciendo a un lado siglas gremiales y contando con la simpatía y el apoyo de los padres de familia, el estudiantado y los sectores conscientes y progresistas del pueblo se estén uniendo sólidamente en un frente común de lucha contra sus agresores con el fin de lograr la restauración de sus derechos laborales y el mejoramiento sistemático del servicio educativo.
¡ADELANTE COMPAÑEROS!













MI ESCUELA DE GÁLVEZ
Mi escuela, aquella escuela, no tenía
ni nombre ni linaje, y ya no existe.
Si digo que la quise, mentiría.
Fue ella quien amó a su niño triste.

Para alegrarme abría su ventana
por donde entraba el campo con su aroma;
se ponía a reír en la campana
o se echaba a volar con la paloma.

Si digo que la quise no diría
que nunca le llevé ninguna cosa,
que siempre le quite lo que tenía.

Pudo llamarse escuela de la rosa,
porque daba su flor y sonreía,
abría su ventana y era hermosa.
JOSE PEDRONI  
ESPERANZA, 21 DE OCTUBRE DE 1962







SIGUE…
Puede ser que sufras, noble amigo,
Que falte a tu tristeza una sonrisa,
Puede ser que te oculten cuando busques,
Que detengan tu paso, yendo aprisa.

Puede ser que te insulten  y calumnien,
Y te llenen de piedras el camino.
Puede ser que encuentres en tu contra
Hasta aquellos que diste pan y abrigo.

Pero sigue con fe, como si nada
Turbara tu andar en la tormenta.
Sin odios en tu alma, ama y perdona
Y levanta, muy alto, tu cabeza.

Sigue firme en tu senda, sobre ortigas,
Sin que enfermen tú ser los desengaños.
Mantente digno y fiel a tus principios,
No cedas ante el mal ni los agravios.
PROFR.ANGEL JOSÉ HERMIDA RUIZ

EL CAMINO DE LA ESPERANZA
Del maestro LUIS TIJERINA ALMAGUER
Hay en la tierra un sendero:
Camino de la Esperanza,
Dicen que no tiene fin
esa vereda tan larga.

¡Vereda tenía que ser
Para perderse en la nada!

Está sembrada de espinas
Que se clavan en el alma,
Y no hay lugar al descanso
en tan penosa jornada;

¡De espinas tenía que ser
Camino de la Esperanza!

No hay un árbol que cobije
Del caminante la espalda,
ni un mal tronco, ni una piedra,
ni un barranco, ni una falda;

¡Tan hosco tenía que ser
Camino de la Esperanza!

Hay que emprender con valor
la doliente caminata,
sólo el amor y la fe
pueden salvar la distancia;

¡Amor y fe habrían de ser,
Camino de la Esperanza!

Medio perdido en el polvo
que con su paso levanta,
se ve a lo lejos un hombre
con la vereda a la espalda.

¡Un hombre tenía que ser,
Camino de la Esperanza ¡

Lleva un libro bajo el brazo,
brújula en turbia borrasca;
su faz es alegre y quieta,
justo retrato de su alma.

¡Un libro tenía que ser
Camino de la Esperanza!

Es un maestro de la escuela
quien por la vereda canta,
los pájaros lo saludan
y  hasta la tierra se ablanda;

¡Maestro tenía que ser,
Camino de la Esperanza!

A su paso en el sendero,
encinas y cedros planta,
esperando que una sombra
detrás de su sombra salga;

Ramos y nidos y sombras
Camino de la esperanza.

Es bello y corto el sendero,
la vereda ya no es larga
y hay una alfombra de flores
para el viajero que pasa;

¡De flores tenía que ser,
Camino de la Esperanza!





 LA BENDICIÓN DEL DISCÍPULO
Carlos González Núñez
Maestro: te bendigo, por tu vida modesta
porque pones las almas de los niños de fiesta.

Porque infiltras al mundo sentimientos más puros
porque inundas en llamas los recintos oscuros,

Porque incubas los altos ideales patricios,
porque tu vida entraña perpetuos sacrificios,

Porque en tu senda amarga son escasas las flores
porque eres el hermano de todos los dolores…

Te bendigo, maestro, porque cumples el sino
de caminar sembrando por el largo camino,
tanto en el surco fértil de la tierra abonada,
como en gris desierto que no produce nada.

Maestro: te bendigo, por la inquietud tremenda
que te agobia el espíritu cuando trillas tu senda,
o por la burla insana  que destruye o mutila
la justa recompensa de una noche tranquila.

Maestro: te bendigo en nombre de los padres,
en nombre de los hijos y en nombre de las madres.

Te  bendigo de cerca, lo mismo que de lejos
en nombre de los jóvenes y en nombre de los viejos.

Desde el Norte hasta el Sur, desde el Este al Oeste
desde el nadir profundo, a la altitud celeste.

En el nombre del huérfano que carece de abrigo;
y en el nombre de  todos, maestro: ¡Te bendigo!
 

La maestra rural
Gabriel Mistral
La Maestra era pura. «Los suaves hortelanos», decía,
«de este predio, que es predio de Jesús,
han de conservar puros los ojos y las manos,
guardar claros sus óleos, para dar clara luz».

La Maestra era pobre. Su reino no es humano.
(Así en el doloroso sembrador de Israel.)
Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano
¡y era todo su espíritu un inmenso joyel!

La Maestra era alegre. ¡Pobre mujer herida!
Su sonrisa fue un modo de llorar con bondad.
Por sobre la sandalia rota y enrojecida,
tal sonrisa, la insigne flor de su santidad.

¡Dulce ser! En su río de mieles, caudaloso,
largamente abrevaba sus tigres el dolor!
Los hierros que le abrieron el pecho generoso
¡más anchas le dejaron las cuencas del amor!

¡Oh, labriego, cuyo hijo de su labio aprendía
el himno y la plegaria, nunca viste el fulgor
del lucero cautivo que en sus carnes ardía:
pasaste sin besar su corazón en flor!

Campesina, ¿recuerdas que alguna vez prendiste
su nombre a un comentario brutal o baladí?
Cien veces la miraste, ninguna vez la viste
¡y en el solar de tu hijo, de ella hay más que de ti!

Pasó por él su fina, su delicada esteva,
abriendo surcos donde alojar perfección.
La albada de virtudes de que lento se nieva
es suya. Campesina, ¿no le pides perdón?

Daba sombra por una selva su encina hendida
el día en que la muerte la convidó a partir.
Pensando en que su madre la esperaba dormida,
a La de Ojos Profundos se dio sin resistir.

Y en su Dios se ha dormido, como un cojín de luna;
almohada de sus sienes, una constelación;
canta el Padre para ella sus canciones de cuna
¡y la paz llueve largo sobre su corazón!

Como un henchido vaso, traía el alma hecha
para volcar aljófares sobre la humanidad;
y era su vida humana la dilatada brecha
que suele abrirse el Padre para echar claridad.

Por eso aún el polvo de sus huesos sustenta
púrpura de rosales de violento llamear.
¡Y el cuidador de tumbas, como aroma, me cuenta, las
plantas del que huella sus huesos, al pasar!




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