Olga Fernández
Alejandre
Intentar una
definición concreta de que es periodismo
cultural, es quizá referirnos a la cultura misma; también el término cultura se
ha analizado desde diferentes disciplinas, pero sobre todo de posturas
ideológicas.
Edwar Taylor comenzó a
desarrollar la noción de cultura allá por 1871, donde fundió el conocimiento,
con creencias, moral, arte, leyes y hábitos del hombre en una sociedad.
Un buen número de
estudiosos, afirman que todo tipo de
cultura nos lleva a la educación y formación que recibimos en nuestra casa,
escuela, trabajo y hasta en la calle.
Para otros, está
estrechamente ligada con manifestaciones artísticas, y solo llegan a un
grupo un tanto elitista. Incluso, hay
quien dice, que es una actividad que
busca informar, interpretar, denunciar, criticar o reflexionar acerca de
nosotros,
y de la sociedad
abrevando de las letras, las humanidades, las ciencias y la cultura en general.
Igualmente aseguran varios observadores, que el periodismo
cultural es la rama del oficio
periodístico cubriendo todas las áreas del vasto concepto que abarca el término cultura; dándose día a día, en una
sociedad y aglutina el arte, teatro, cine, festividades y toda clase de
manifestaciones artísticas.
Pese a la amplia gama
de ideas sobre el periodismo de cultura, varios investigadores han tratado
de ofrecer una definición de ésta especialidad.
En 1995 Jorge Rivera
investigador argentino, lo definió como: “ Una zona compleja y heterogénea de
medios de géneros y productos que abordan con propósitos creativos ,
productivos o divulgatorios de las bellas artes, las corrientes del
pensamiento, las ciencias sociales y humanas, la llamada cultura popular y
muchos aspectos que tienen que ver con la circulación y consumo de bienes simbólicos.”
En cambio para Iván
Tubau lo define así: “Periodismo cultural es la forma de conocer y difundir los
productos culturales de una sociedad a través de los medios masivos de
comunicación.”
La periodista Silvia
Barei nos dice: “cualquier aspecto de la cultura, se convierte en una unidad
semántica, que los hombres van comunicando paulatinamente tanto más compleja,
cuando más se complica a vida social”.
Esta dinámica nos lleva
a considerar para su estudio a la “La teoría del Polisistema”, que plantea
grandes rasgos de la cultura, como una estructura abierta y uno de sus aspectos
es la eficacia con que se trata.
La pregunta obligada
es, ¿qué hay detrás del periodismo
cultural?, tenemos que precisar que
existen dos tipos de cultura:
1.- La actividad desarrollada dentro de una
sociedad, incluyendo conocimientos, creencias, moral, arte, leyes y costumbres.
2.- En cambio en esta corriente, corresponde más
a la concepción de cultura letrada e ilustrada, y cae dentro de las “Bellas artes” y las “Bellas letras”.
En términos generales,
las perspectivas anteriores, deberían tener en cuenta las prácticas
significantes y la construcción social, ya que es un fenómeno dinámico que debe
ser considerado desde el panorama de
las relaciones que se producen en un
momento histórico y dentro de una conformación social; donde el texto tiene una
importancia fundamental. Porque las teorías de la comunicación, las literarias
y la semiótica, (como símbolo evolutivo de una sociedad), hacen aportes muy
significativos, junto con la contribución de la antropología social.
En toda América Latina
como no hubo escuelas o facultades de periodismo sino hasta mediados del siglo
XX, los intelectuales eran quienes
colaboraban con los periódicos para abordar temas culturales.
Con la llegada de la radio y tiempo después la televisión,
entró como medio masivo a todo tipo de público allá por los años 40-50 , las
nuevas agencias informativas, por increíble que parezca nos; replantearon una novedosa forma de aglutinar esquemas
sociales inéditos como: Etnias minoritarias, hippies, ecologistas, feministas,
gays, afrodecendientes, migrantes etc. Es otra forma de ver la cultura.
Desafortunadamente el
periodismo cultural en la actualidad, enfrenta
dos problemas básicos; uno que se reduce a las bellas artes excluyendo
la riqueza cultural de una sociedad.
La otra nos remite a la
manera como los medios de comunicación en la sección cultural legitiman una
aleación entre la farándula, eventos sociales y lo propiamente cultural,
quedando reducido a la mínima expresión, porque no produce ganancias económicas
El hecho que la cultura
ocupe un mínimo espacio dentro del periodismo
o cualquier medio de comunicación, replantea una reflexión , pues pasa
por una etapa, un tanto difícil, ya que el periodismo cultural, de una u otra
manera se ha visto marginado y hasta cierto punto, se ve con un poco de
desprecio .
Muchas veces un autor
si tiene algún mecenas o un patrocinador, corre el riesgo de perder su
independencia. Ha esto, hay que añadir, la falta de especialistas con programas
académicos, para capacitar a alumnos de
las facultades de comunicación en estos menesteres.
Aquí en México el
sociólogo mexicano Jorge González lo concibe de la siguiente manera: “Un modo
de organizar el movimiento constante de la vida mundana y cotidianamente.”
En nuestro país los
temas culturales en los periódicos de mayor circulación, se dejan para
suplementos semanales, asegurando dos formas de ver la cultura, fijar una visión más mercantilista, ocupando el
género de la noticia, crónica, reportaje, entrevista. Y otro, dirigido a una minoría con más preparación y se basa
en el ensayo, reportaje y entrevista de fondo;
expresando ideas, valores, creatividad artística; ofreciendo además, información y análisis del
presente y el pasado de la historia.
Desgraciadamente en
nuestro país la cultura no vende y para muchos editores no vale la pena
impulsarla.
Hay que ser objetivos,
la cuestión económica es el fondo de todo, porque se supone en el periódico u
otros medios de comunicación, simple y llanamente no es rentable. Poco a poco,
tienden a desaparecer. Por lo que algunos tabloides ya no existe la sección
cultural en sus publicaciones. Y cae dentro de la cultura de masas y la
globalización.
Vende más el último
chisme de alguna estrella famosa, o que si fulanito es novio de perenganita, o
si alguien ya salió del closet, e
igualmente si se está filmando la cuarta entrega de Batman con Ben Afleck. En
cuanto a la llamada sociedad, nos entregan una página completa de si la boda de
Mariquita de los Cipreses fue la mejor del año, o sí Cuquis Palomino tuvo los quince años más
rumbosos de la temporada, es muy
importante que sepamos los pobres mortales que el pequeñín de los príncipes de
Inglaterra, ya montó su primer pony o sí fue de paseo con sus papis. Hace
muchos años hubo una publicación llamada Alarma completamente amarillista y
sangrienta, tenía un tiraje semanal de 2,000 000.oo de revistas.
En fin esto es lo que
vende; el grueso de los lectores está más interesado en este tipo de banalidades,
que en artículos de fondo.
Afortunadamente en esta
ciudad de Xalapa, contamos con un periódico que tiene una sección cultural.
Otro con un suplemento semanal. Tampoco podemos negar que hay varias revistas
culturales, que sacan con mucho esfuerzo
sus creadores, en torno a la cultura. Tenemos una revista que es Crónica
de Xalapa que trata que conozcamos la historia de Xalapa igualmente sale con
muchos esfuerzos.
Lo que sí, es muy
loable, el que salga un periódico
netamente cultural, y me refiero a Tlanestli, pues es una delicia leer sus
artículo .Dirigido por el Maestro Víctor Vázquez Gándara.
Por lo que decimos: con
tesón, amor a la cultura y sin pensar en las ganancias, se puede llevar a cabo este
tipo de publicaciones.
Paradójicamente, la
cultura, se siente desplazada en el recinto del periodismo cultural, siendo que
éste se sirvió para levantar los tabiques del mismo; pues nació de un mundo
ilustrado, y creció a partir de la imprenta. Además se hizo a la sombra de
grandes literatos y escritores.
Con el tiempo, fue
decayendo su importancia, ante en el amarillismo, que impera hoy en día.
Prevaleciendo los intereses de quien se anuncia, ya que los dueños de los
tabloides, el radio y la televisión viven de la publicidad, lo que poco o nada
tiene que ver con la cultura. Pero tampoco podemos criticar porque muchas veces
es como sobreviven los editores.
Estamos conscientes que
hoy más que nunca es necesario un periodismo especializado para tener más
posibilidades de ser competitivo. Asimismo, podemos decir que cuando se hace
este tipo de cultura, donde verdaderamente reside ese en la riqueza de los
textos. Para eso hace falta muchas veces que el periodista, sepa leer y
escribir con calidad.
Por eso hay algunos
artículos que en este contexto han sido leídos y releídos muchas veces de
verdaderos escritores, teniendo en México una gran raigambre como: Carlos Monsiváis,
José Rafael Calva, Víctor Hugo Rascón Banda. Y en algunas épocas José Emilio
Pacheco, Salvador Novo, Carlos Fuentes. En fin, no acabaría de enumerarlos.
En cambio en la
actualidad a las personas les gustan los chismes, la página roja o los
comentarios de sociedad o los deportes.
Nos preguntamos para
elevar la calidad de la cultura periodística, ¿qué se puede hacer? Muchos
analistas opinan: Sería necesario encontrar fórmulas de categoría para que este
tipo de periodismo llegue a las masas.
¿O será necesario que el Estado intervenga con subsidios para aumentar la
cultura por el interés social?
Muchos investigadores
aseguran no ser difícil encontrar lectores, pues muchas veces estos se ríen de
lo que supuestamente publica la Prensa Cultural y señalan fallos y erratas de
las barbaridades que se escriben en este tipo de escritos.
Como conclusión,
podemos afirmar que la cultura periodística se da en cualquier texto, siempre y
cuando vaya bien escrita, y mejor cimentada.
Jamás será tarde para
regresar al respeto que nos merece el lector y aumentar su conocimiento
intelectual; por el simple hecho de que merece una buena y primordial
información.
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