miércoles, 16 de enero de 2013

SEDA Pasión secreta Alessander Bricoo


             
         Aurora Ruiz Vásquez
 Cuando uno se dispone a leer un libro, lo primero que hace es hojearlo y ojearlo para ver si lo encuentra de interés, si nos abre sus páginas y nos recibe con empatía. Si nos lo han recomendado, surge tal vez la curiosidad por abordarlo o desecharlo, según las preferencias.
Este libro está estructurado en 65 capítulos o cápsulas narrativas muy cortas  con silencios espaciados, y lenguaje natural que le dan fluidez a la lectura.  Se narra una época antigua de Francia con las dificultades de comunicación entre Europa y el oriente, expresamente Japón, que estaba “Siempre recto. Hasta el fin del mundo”
Los temas que trata son: la aventura, el amor, la traición, y el dolor. Resalta el apoyo incondicional de la mujer. El lector se identifica con los personajes, se adentra en el relato, lo vive, brotando sentimientos, emociones  pensamientos y reflexiones.
Se escoge un pueblo de Francia, Lavidelleu, como escenario para la narración en el año 1853, donde actúan personajes bien caracterizados: el viejo Kara kei  hombre poderoso residente en Japón, el protagonista Hérbé Joncour y su esposa Hélene, dedicado a la compra venta de huevos de gusanos de seda que proporcionaba gran riqueza. Compraba en Siria y Egipto, pero debido a una plaga pensaron conseguir huevos sanos en Japón, cuna de la seda más bella del mundo. Otro personaje es la mujer blanca llena de magia y misterio que recostada en el pecho de Kara Kei  clava su mirada en Herbé. Aparece Baldaviou que como empresario, descubre al individuo ideal para atravesar el mundo y llegar a Japón, completamente aislado, del que no se escuchaba hablar en aquellos tiempos. Aplicando estrategias de comercialización, llega a comprar huevos sanos.
 El largo viaje a esas extrañas tierras era peligroso y de alto costo. Después de atravesar Europa en tren, a caballo y en barco por  muchos meses, Herbé  encuentra  a Kara kei que llevaba la cara tapada con un velo de seda negra, acompañado de una preciosa mujer tendida a sus pies, de la que no conoce su idioma y no tiene los ojos rasgados como las demás personas; intercambian miradas significativas y nace el amor apasionado. Hérbé que “era por lo demás uno de esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla”, altera su destino, emocionalmente. Los viajes se suceden, la pasión aumenta desde lejos, en silencio secreto. La atracción era mutua y la bella mujer le hace llegar a Hervé una nota en japonés que decía “Si no vuelves, me muero”; él no la podía leer, pero buscó quien lo hiciera, aumentando su pasión.
A partir de 1869, llegar a Japón era más rápido, unos veinte días para llegar y otro tanto para regresar. Hérvé, casi por cuenta propia hizo el cuarto viaje con el deseo de ver aquella mujer. Kara key tal vez sospechaba la atracción  del visitante por ella, cuando al encontrar la pajarera abierta le dijo  “volverán, no crees” y cuando al encontrar al muchacho ahorcado le aseguró que “la ley en Japón castiga al que lleva mensajes de su ama”. Sí hubo traición, pero con el pensamiento e imaginación; ni siquiera  se escucharon sus voces.
Por otro lado, la esposa refleja un amor diferente, seguro, profundo y fuerte que demuestra hasta el final de sus días. Hérbé le dice cuánto la ama y ella lo comprende plenamente al darle lo que necesita, resumido en la carta sensual y erótica que como si fuera la otra mujer la escribe, la manda copiar en caracteres japoneses y la envía en lugar de ella, donde le dice que se aleje. Muy inteligente de parte de la esposa comprensiva y fiel.
Hérvé ya tenía 33años, el negocio produjo buenas ganancias, se sintió rico y quiso construir un parque que fuera su refugio silencioso.
Un sentimiento de vacío lo invade, y lo acompaña la soledad cuando Herbé muere.
 Se encontraba taciturno, contemplando las aguas de la laguna. “Herbé Joncour bajaba hasta el lago y pasaba horas mirándolo, puesto que, dibujado en el agua, le parecía ver el inexplicable espectáculo, leve, que había sido su vida.”  Herbé se da cuenta que su vida, desde joven no ha sabido vivirla, la tomó como su destino monótono y frío. El período de intensa emoción fue cuando conoció a la mujer blanca, pero cesó de golpe y queda sin explicarse el misterio de la existencia.
 Cuando leemos “Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca” revela que  al no poder conseguir su obsesión, comenzaba a evadirse de su terreno pasional, que sí estaba a su alcance con su esposa.
Pienso que Héléne, la esposa tiene un papel muy importante en la novela al mostrar su inteligente paciencia y comprensión al mandar a Hervé la carta que lo aleja de su sueño para vivir la realidad, aunque con nostalgia.  Me hace recordar a otras mujeres  valientes y valiosas como las que muestra  Laura Restrepo  en su novela La isla de la pasión y  Pearl S. Buck  en La buena tierra.
Después de todo, termina la novela diciendo “se volvió hacia lo que había quedado de su vida y empezó de nuevo a ocuparse de ello, con la inquebrantable tenacidad de un jardinero en su trabajo la mañana siguiente a una tempestad”
Seda es  una novela de escasas 125  páginas publicada en 1996 Editorial Anagrama, trigésima  quinta edición 2004. Su autor, el italiano Alessandro Baricco (Turín 1958)  funda en Turín la escuela llamada Molden de (técnicas narrativas) en honor a Salinger. Seda con otras de sus obras le han dado renombre y éxito a traducidas a no menos de 17 idiomas, entre ellas, novelas como Tierras de cristal y Océano mar ensayos y obras teatrales.

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