Aurora
Ruiz Vásquez
Cuando uno se dispone a leer un libro, lo
primero que hace es hojearlo y ojearlo para ver si lo encuentra de interés, si
nos abre sus páginas y nos recibe con empatía. Si nos lo han recomendado, surge
tal vez la curiosidad por abordarlo o desecharlo, según las preferencias.
Este
libro está estructurado en 65 capítulos o cápsulas narrativas muy cortas con silencios espaciados, y lenguaje natural
que le dan fluidez a la lectura. Se
narra una época antigua de Francia con las dificultades de comunicación entre
Europa y el oriente, expresamente Japón, que estaba “Siempre recto. Hasta el
fin del mundo”
Los
temas que trata son: la aventura, el amor, la traición, y el dolor. Resalta el
apoyo incondicional de la mujer. El lector se identifica con los personajes, se
adentra en el relato, lo vive, brotando sentimientos, emociones pensamientos y reflexiones.
Se
escoge un pueblo de Francia, Lavidelleu, como escenario para la narración en el
año 1853, donde actúan personajes bien caracterizados: el viejo Kara kei hombre poderoso residente en Japón, el
protagonista Hérbé Joncour y su esposa Hélene, dedicado a la compra venta de
huevos de gusanos de seda que proporcionaba gran riqueza. Compraba en Siria y
Egipto, pero debido a una plaga pensaron conseguir huevos sanos en Japón, cuna
de la seda más bella del mundo. Otro personaje es la mujer blanca llena de
magia y misterio que recostada en el pecho de Kara Kei clava su mirada en Herbé. Aparece Baldaviou
que como empresario, descubre al individuo ideal para atravesar el mundo y
llegar a Japón, completamente aislado, del que no se escuchaba hablar en
aquellos tiempos. Aplicando estrategias de comercialización, llega a comprar
huevos sanos.
El largo viaje a esas extrañas tierras era
peligroso y de alto costo. Después de atravesar Europa en tren, a caballo y en
barco por muchos meses, Herbé encuentra
a Kara kei que llevaba la cara tapada con un velo de seda negra, acompañado
de una preciosa mujer tendida a sus pies, de la que no conoce su idioma y no
tiene los ojos rasgados como las demás personas; intercambian miradas
significativas y nace el amor apasionado. Hérbé que “era por lo demás uno de
esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente
cualquier aspiración a vivirla”, altera su destino, emocionalmente. Los viajes
se suceden, la pasión aumenta desde lejos, en silencio secreto. La atracción
era mutua y la bella mujer le hace llegar a Hervé una nota en japonés que decía
“Si no vuelves, me muero”; él no la podía leer, pero buscó quien lo hiciera,
aumentando su pasión.
A
partir de 1869, llegar a Japón era más rápido, unos veinte días para llegar y
otro tanto para regresar. Hérvé, casi por cuenta propia hizo el cuarto viaje
con el deseo de ver aquella mujer. Kara key tal vez sospechaba la atracción del visitante por ella, cuando al encontrar la
pajarera abierta le dijo “volverán, no crees”
y cuando al encontrar al muchacho ahorcado le aseguró que “la ley en Japón castiga
al que lleva mensajes de su ama”. Sí hubo traición, pero con el pensamiento e
imaginación; ni siquiera se escucharon
sus voces.
Por
otro lado, la esposa refleja un amor diferente, seguro, profundo y fuerte que
demuestra hasta el final de sus días. Hérbé le dice cuánto la ama y ella lo
comprende plenamente al darle lo que necesita, resumido en la carta sensual y
erótica que como si fuera la otra mujer la escribe, la manda copiar en
caracteres japoneses y la envía en lugar de ella, donde le dice que se aleje.
Muy inteligente de parte de la esposa comprensiva y fiel.
Hérvé
ya tenía 33años, el negocio produjo buenas ganancias, se sintió rico y quiso
construir un parque que fuera su refugio silencioso.
Un
sentimiento de vacío lo invade, y lo acompaña la soledad cuando Herbé muere.
Se encontraba taciturno, contemplando las
aguas de la laguna. “Herbé Joncour bajaba hasta el lago y pasaba horas
mirándolo, puesto que, dibujado en el agua, le parecía ver el inexplicable
espectáculo, leve, que había sido su vida.” Herbé se da cuenta que su vida, desde joven no
ha sabido vivirla, la tomó como su destino monótono y frío. El período de
intensa emoción fue cuando conoció a la mujer blanca, pero cesó de golpe y
queda sin explicarse el misterio de la existencia.
Cuando leemos “Morir de nostalgia por algo que
no vivirás nunca” revela que al no poder
conseguir su obsesión, comenzaba a evadirse de su terreno pasional, que sí
estaba a su alcance con su esposa.
Pienso
que Héléne, la esposa tiene un papel muy importante en la novela al mostrar su
inteligente paciencia y comprensión al mandar a Hervé la carta que lo aleja de
su sueño para vivir la realidad, aunque con nostalgia. Me hace recordar a otras mujeres valientes y valiosas como las que muestra Laura Restrepo en su novela La isla de la pasión y Pearl
S. Buck en La buena tierra.
Después
de todo, termina la novela diciendo “se volvió hacia lo que había quedado de su
vida y empezó de nuevo a ocuparse de ello, con la inquebrantable tenacidad de
un jardinero en su trabajo la mañana siguiente a una tempestad”
Seda es una novela de escasas 125 páginas publicada en 1996 Editorial Anagrama,
trigésima quinta edición 2004. Su autor,
el italiano Alessandro Baricco (Turín 1958)
funda en Turín la escuela llamada Molden de (técnicas narrativas) en
honor a Salinger. Seda con otras de
sus obras le han dado renombre y éxito a traducidas a no menos de 17 idiomas,
entre ellas, novelas como Tierras de
cristal y Océano mar ensayos y
obras teatrales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario