Alberto Rafael León Ramos
El
medio de comunicación en más auge en nuestros días es sin duda la televisión,
ella transmite por medio de imágenes muchas ideas aunque a veces estas no
correspondan con la realidad, los programas televisivos, las caricaturas, los
noticieros, han roto esa relación de la persona con su entorno por el cual
conocía la realidad y lo confinan a un
mundo centrado en imágenes muchas de las cuales no tienen contenido.
“La televisión puede
mentir y falsear la verdad, exactamente igual que cualquier otro instrumento de
comunicación”[1]
Los
programas que se transmiten por la televisión combinan muchas veces la fantasía
con la realidad y la hacen parecer como si esta fuera cierta en la vida real,
hacen que cosas tan pueriles se tomen como la panacea e inducen a una creencia
actitudinal falsa de primer orden. Es bien sabido de las
telenovelas juveniles inculcan un comportamiento muy irreverente, imponen modas
estilísticas así como modos de hablar
que contemplan no más de cincuenta palabras y numerosas muletillas: palabras
como wey, osea, que onda, que pex, ok,
cero que ver, no te azotes, etc., son las favoritas en estos tipos de
programas más que inculcar algo bueno son un óbice para la conformación de un
hombre completo que pueda desarrollar un lenguaje cabal con capacidades
naturales optimas para la vida, lo único que logran es acotar la relación que
se gesta en la vida.
La
televisión es totalmente visual, es decir, enseña y persuade por medio de
imágenes. Trata de enseñar conceptos que son abstractos tales como: amor, alegría, miedo, tiranía,
violencia, sexo, etc., para ello lo que hace es transmitir alguna imagen relacionada con el concepto con
lo cual tratan de persuadir que esta es la mejor forma de explicarlo lo que
provoca que se acostumbren a aprender por medio de imágenes y no de conceptos
abstractos, lo cual degenera su capacidad para discernir y abstraer.
Esto
se ve más patente en los tan concurridos IRC (chats) o en las redes sociales, en estos se ha ido
generalizando la escritura de las palabras cortando y quitando ciertas vocales
o “abreviando” palabras para ahorrar
espacio, ejemplo de ello son:
K
tal à
por à¿Qué
tal?
Tkm
àpor
à
te quiero mucho,
stan
d vkcions à por à están de vacaciones,
ntc
à
porà
no te creas.
Se
pueden objetar que los hombres tienen todo el derecho de escribir como les
plazca, que este tipo de escritura es una “evolución” del lenguaje, que son
juegos del lenguaje y demás razones.
Pero estas no son nada convincentes y pienso que esto no se gestó
espontáneamente, sino, que a raíz de los medios de comunicación este tipo de escritura incorrecta se ha ido
generalizando y llegando a parecer hasta <<normal>>. Esto es de
tomar muy en serio.
La
televisión es la primera educadora de la casa
– por cierto no muy buena- pues en nuestro mundo <<moderno>>
no hay hogar que no tenga una televisión, podrá faltar todo lo necesario para
vivir pero la televisión se erige como la reina absoluta de la
<<educación>> primaria de estos sujetos. Con razón suficiente decía
Aristóteles que somos animales que
aprendemos por imitación[2]
“Los
niños ven y ven la televisión antes de aprender a leer y escribir”[3]
No
solo los niños sino también los adultos aquellos homo sapiens en potencia se han convertido gracias a los medios de
comunicación , y en especial la televisión –como educadora fatua-, en homo videns; en hombres que sólo se limitan a ver y no a pensar, no desarrollan su
capacidad de crítica, objetiva, reflexiva y de abstracción.
Si
se es un homo videns se pierde la
capacidad de pensar primeramente, también la capacidad crítica y reflexiva
sobre cualquier tema presentado en los
programas televisivos. Se aprende por medio de imágenes y no de conceptos, la
escritura y la oralidad se están olvidando (recordando a Benjamín se han perdido también los narradores, las nuevas
generaciones no tienen la capacidad de narrar lo que les sucede o simplemente
no saben cómo hacerlo) lo que degenera
en estulticia y estragamiento intelectual.
“La
televisión produce imágenes y anula los conceptos, y de este modo atrofia nuestra
capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender”[4]
La
televisión no se contenta con corromper y envilecer la capacidad por la que
“según” se distingue el hombre de las bestias, la inteligencia, sino que
llega aún más lejos corrompiendo la
oralidad y escritura de los individuos. En los ejemplos antes mencionados se
hacía ver como escritura y la oralidad son viciadas por los programas televisivos, es a causa de estos
programas que el lenguaje se ha ido empobreciendo llegando a ser ínfimo,
insulso y simplón. Además de ser la imagen una nueva forma, pienso, en que la
tradición se está transmitiendo.
“podemos deducir
que la televisión está produciendo una permutación, una metamorfosis, que
revierte en la naturaleza misma del homo sapiens. La televisión no es sólo
instrumento de comunicación, es también, a la vez, paideía (proceso de
formación del adolescente)”[5]
En
este texto se ha venido analizando como
se ha entendido la oralidad y la escritura en la tradición. Ahora en este apartado
se introdujo lo que G. Sartori llama Homo videns, porque pienso es de
importancia.
En
nuestra realidad tanto la oralidad como la escritura se están perdiendo, eso lo
podemos ver como ya dije en la forma tanto de escribir como hablar de las
nuevas generaciones. Se está perdiendo la capacidad de escribir y hablar, lo
que tradicionalmente se suponía importante. Se han relegado para darle paso a
la imagen, ¿es acaso que estamos cayendo en lo mismo que le fue pasando a la
oralidad en contra posición de la escritura? Creo que sí, pero ahora en vez de
relegar solamente a la oralidad también la escritura no importa.
La
supremacía con que se erige la imagen en nuestros tiempos es escalofriante. El
texto de G.Sartori advierte bien este
cambio y no habría que dejarlo de lado porque podría abrir un campo teórico
fecundo para la reflexión tanto filosófica como literaria.
Sin
conclusiones
En
el presente texto se hicieron entrar en juego autores y conceptos. Por un lado
el de tradición, como apunta bien su
definición es transmisión de conocimientos. Este puede ser de manera escrita u oral, yo anexe otro más, la imagen, ahora la tradición encuentra
otro vehículo de transmisión y ese se da por los mass media. Aunque muchas de las veces el contenido que se
transmite no es el óptimo, se tendría que analizar profundamente este suceso.
Se cuestiona la forma en que ese medio accede a las personas y les da la
información.
Si
bien el concepto de tradición por un lado puede ser discriminante porque solo
trata de conservar lo que supone es valioso. Por otro es importante para la
conformación de las nuevas culturas emergentes. La tradición está ligada con
autoridad que muchas de las veces no se puede cuestionar. ¿Pero no es acaso que
al cuestionar la misma tradición se está conformando una nueva visión sobre ella misma? ¿Qué sería
de la propia tradición sino se cuestionara? ¿Es acaso que tradición solo se
puede presentar en oralidad, escritura?¿La imagen es una nueva forma en que la
tradición se está presentando y que no se puede cuestionar?
Bibliografía.
·
Lienhard, Martín, La
irrupción de la escritura en el escenario americano, texto en pdf.
·
Ong, Walter, La
oralidad del lenguaje, texto en pdf.
·
Sartori, Giovanni, “Homo
videns; la sociedad teledirigida”, edit. Taurus
·
Zumthor, Paul, La
performance: oralidad y escritura, texto en pdf.
·
Arendt, Hannah, Qué es
la autoridad, texto en pdf.
[1]
Sartori, Giovanni, Homo videns; la
sociedad teledirigida, pág., 103
[2]
Cifrado de Poética, para el Estagirita el hombre aprende por imitación, así
justifica como los pintores, escultores, artistas, reproduzcan, imiten la
naturaleza o ciertos comportamientos.
[3]
Sartori, Ibid., pág. 41
[4] Ibid.,
pág., 51
[5] Ibid.,
pág., 40
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