Gilberto
Nieto Aguilar
¿Cuál es el objeto de pelear por credos y razas si al
fin de cuentas lo que está en juego es la supervivencia del hombre?...
Bertrand Russell
“Es a las
posibilidades del hombre [y la mujer] a lo que debemos nuestra lealtad entera”,
continúa diciendo Russell en esa frase inclusiva, atrayente, interesante y
seductora, que todos aquellos que gobiernan o dirigen núcleos humanos, debieran
tener siempre presente. Los corchetes son míos, pues en la época de oro en que
vivió el británico filósofo, matemático y escritor Premio Nobel de Literatura,
no surgía el dilema de la equidad e igualdad de género.
La
administración se dirige hacia las cosas y a la protección de intereses, por lo
que el que conduce le resta importancia en ocasiones a los recursos humanos. Afortunadamente
desde hace unas décadas están siendo objeto de reconocimiento y estudio en su
conjunto y como agregado de varias individualidades. Las transnacionales bien
podrían ser el macro ejemplo.
Un caso
aparte, valioso porque incide en el desarrollo socioeconómico, cultural e
integrador de un pueblo, es el gobierno que dirige en forma directa a las
personas, en un intento de hacer la vida de los individuos tan buena como sea
posible, a través de satisfactores reales de necesidades, distribución del ingreso
y la creación continua del orden y el derecho.
Gobernar
es una ciencia y un arte, en cuanto a que se rige por ciertos principios
legales y sociales aplicados bajo la perspectiva de un hombre o de un equipo de
trabajo, en el mejor de los casos, dentro del ámbito cultural de un pueblo,
región o país, en un juego de variantes, reglas y alternativas. Un arte, una
habilidad maravillosa de poder realizar proyectos y generar oportunidades para
mejorar las condiciones de los gobernados.
Hay
personas muy efectivas para orientar, asesorar, estructurar proyectos, proponer
agendas y planes de trabajo; pero en el terreno de la acción directa se
achican. Llegan a representar el poder tras el trono. Para otros, por el
contrario, la acción es su elemento. Les gusta encarar los problemas, tratar
con gente diversa, resolver problemas y tener una visión prospectiva. Hay
quienes tienen liderazgo moral y saben aprovechar la inteligencia y talentos de
quienes le rodean, mientras otros pretenden hacerlo todo solos, en un proceso
de centralización espantoso.
Hay
quienes tienen la visión de comprender a los demás e interpretar su sentir y
sus necesidades más apremiantes; quienes interpretan realidades sociales
importantes por su prioridad; quienes analizan el presente para enfrentar el
futuro bajo condiciones de cierta seguridad. Unos se interesan por cuidar su
imagen y otros por captar opiniones significativas. También hay quienes pugnan
por embellecer las ciudades, mejorar las carreteras, promover la industria,
apoyar al campo, elevar la calidad de la educación, impulsar el turismo y la
cultura, sanear la economía interna, fortalecer las políticas, combatir la
corrupción, el narcotráfico, etc.
Russel
tuvo la convicción de que con los adelantos de la ciencia y la tecnología del
presente siglo, las necesidades elementales de los seres humanos podían ser
satisfechas. Lo que lo impide es la ambición y la enajenación del poder.
gnietoa@hotmail.com
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