lunes, 5 de noviembre de 2018

Entre lo sublime y lo ridículo no hay más que un paso: Charles Nodier


 Víctor Manuel Vásquez Gándara

Leyendo en Italian Cofee, después de permanecer larga jornada en Cafetería Moretto asentada muy cerca al Club de Yates del bello y caluroso puerto de Veracruz, inevitablemente necesidad de escribir aflora. Y al hacerlo, paralelamente nace otra pasión: compartir alguno de los párrafos, compartirlos con persona amada, admirada. Atrapa placer, esa sensación de encontrar letras conmovedoras en amplio sentido y difundirlas en reconocimiento y homenaje al escritor, aquel, para una infinidad anónimo, de quien, expresa Pitol, “se lee con agradecimiento en ocasiones hasta con estupor”. Transcribo:
-Qué ha sido de la edad de oro de los libreros a la intemperie -dijo- Porque es ahí donde mi ilustre amigo Barbier coligió tantos  tesoros que llegó a construir una bibliografía especial de varios miles de artículos. Por aquí prolongaban durante horas y horas sus doctos y fructíferos paseos el erudito Monmerqué, de camino al palacio de justicia y el también erudito Labourderie, al salir de la metrópoli. De aquí se llevaba todos los días el venerable Boulard un metro de rarezas, calibrando con su bastón medidor, que no hallaba cabida en ninguna de sus seis casas atestadas de volúmenes. ¡Hay cuantas veces anhelo en semejante ocasión el modesto angulus de Horacio o la cápsula elástica de pabellón de hadas que habría poder dar cobijo a los ejércitos de Jerjes u que se llevaba al cinto con la misma facilidad que la vaina de los cuchillos del abuelo de Jeannpr... Es evidente, coincidimos en bibliomanía
“...esa literatura moderna que nunca llegará a ser antigua, cuya vida es efímera en veinticuatro horas, como la de las moscas del río Hypanis:... (Pp.32)
“...el noble in-folio tres veces centenario que ha alegrado la vista a diez generaciones con sus tapas de piel de cerdo y sus cierres de bronce.
"...curiosas insignificancia literarias y bibliográficas...
"...la vida del hombre no es más que un tránsito y ni siquiera el mundo se asienta en cimientos eternos.[1]  Ha de tener un fin como todo lo que ha tenido comienzo.
"Como iba desmejorando a ojos vistos, mandaron llamar a su médico, que casualmente era filósofo y hombre agudo. El médico se percató de la congestión cerebral era inminente y publicó en la Revista de Ciencias Médicas un bonito informe sobre esa enfermedad que se denominó <<monomanía del tafilete o tifus del bibliómano>> Mas la Academia de las Ciencias no se hizo con del trastorno, por considerarse que competía con el cólera morbo. (Pp.30)
Controvertidas sensaciones asaltan al dejar, en lugar de espera El aprendizaje del escritor obra de Jorge Luis Borges adquirido compulsivamente en Sanborns Plaza Américas de Boca del Río editado por Lumen colección Narrativa y adentrarme en libro de viejo adquirido allá por Los Sauces.
Robando minutos a seres querido queridos, al tedio, a la inactividad. Probablemente existen expresiones indicativas de vejez o decadencia, por ejemplo, pensar o creer que lo apreciado en cierto momento constituya lo mejor. Eso experimenté al leer el artículo -así lo define autor del escrito- El Bibliómano en la obra El amante de los libros de Charles Nodier: Metafóricamente, juzgo, el mejor final leído en últimos tiempos. Transcribo otra parte de contenido y así compartir alegría vivida al adentrarme en libro circunstancialmente adquirido
Epitafio
A Théodore -personaje central de la narrativa. 
AQUÍ YACE
ENCUADERNADO EN MADERA
UN EJEMPLAR IN-FOLIO
DE LA MEJOR EDICIÓN
DEL HOMBRE
ESCRITA EN UNA LENGUA
DE LA EDAD DE ORO
QUE HOY YA
NADIE ENTIENDE.
ES AHORA
UN LIBRO
AJADO
MACULADO
DESCABALADO
FALTO DE FRONTISPICIO
PASTO DE GUSANOS
Y HARTO ENMOHECIDO.
NO CABRÍA ESPERAR PARA ÉL
LOS TARDÍOS E INÚTILES
HONORES
DE LA REIMPRESIÓN.
Puerto de Veracruz, octubre 5, 2018.
Charles Nodier. (2015) El amante de los libros. Traducción de Alicia Herrero Arreola; Trama. España.



 [1]

No hay comentarios: