lunes, 7 de noviembre de 2016

Otoño ante un bosque citadino


Víctor Manuel Vásquez Gándara

Ha empezado a llover, en breve el agua corre por la calle, su caída opaca el silencio dominguero. Yo camino en alrededores de mi residencia hasta la colindancia con boscoso parque repleto de Hayas evitando resbalar o pisar secas hojas alfombrando banqueta estrecha.
Otoño fresco en espera de luna llena, la más espléndida de temporada. Grises nubarrones escapan sustituidos por algodones blancos delineados en resplandor plateado. Tonalidades infinitas del verde paisaje ilusión y esperanza se adueñan del alma.
Planeaba salir por el periódico semanal, sorber una copa de vino, interpretar, comprender poesía leída y escribir semblanza muy personal, no propia, de ser muy querido.
A cambio camino acompañado de cientos de ideas bullendo en el cerebro, incansable, hiperactivo piensas: la carne se marchita el cerebro desecha paradigmas. Aire frío, anuncia proximidad a Todosantos, alienta, mueve y conmueve. Saldar cuentas pendientes o imaginar realizar proyecto nuevo motiva esbozar sonrisa testificada por alambrada. El Todopoderoso único dueño de la verdad sobre tu estado de ánimo alegre, esperanzador enmedio de realidad social compleja, violenta, exasperante.
Un ron a la luz de la luna o de mi compañera lámpara de buró, permeará celebración del finiquito. Escribiré versos ideados entre párrafos de semblanza o insertaré estrofas musicales del romanticismo ido. Iniciaré mañana semana. Renovados bríos son requeridos.
Gotas de agua escurren de interminables follajes. Caen desde las alturas. Pequeñas ramas secas se esparcen adornando el tapete de naturaleza a lo largo de la calle libre de autos aparcados cotidianamente entre semana. La pesadumbre, intranquilidad quedaban atrás, un respiro, todo pasa nada es permanente: felicidad y tristeza son como día y noche, luz y sombra. La existencia, novela de final desconocido, afortunadamente. Sueños, pretensiones, ideales mueven cada una de innumerables neuronas, ejercitar cada musculo, levantarse, caminar y enfrentar, gozar, disfrutar. Somos constante renacer.
Consciente de la vida porque: creo en un artífice del universo, creo en el amor hacia todo y todo es todo, creo en la mujer, en la justicia divina  y en la injusticia humana, creo en la solidaridad y en la ingratitud, en la pasión y en la infidelidad, sin concordar y sin embargo existen.
Cubrir deudas, lluvia, verdor o próxima luna llena no lo es todo, es gratitud a la vida, al destino al Gran Constructor. Hay una presencia vigía en todo momento, en toda acción personalizada regalándote una sonrisa, una mirada, su intimidad sin exigir ninguna de tus promesas no solicitadas. Brillan miles de estrellas iluminando tu andar y al cerrar los ojos el sonido del silencio conduce a pensamientos. Miedo escapa, ahuyentado por ánimo, deseo de vivir, gratitud sin aspirar inmortalidad, ésta  reservada a los dioses.
He sido privilegiado, surjo de entorno intelectual restringido de hogar de valores firmes en honestidad, respeto, hambre formándome en cimientos capaces de valorar en toda su dimensión lo que gozo. Acepto: todo lo poseído ha sido recibido, iniciando con la vida, conocimiento, placer. Saciar el deseo tiene un precio, todo en la existencia tiene un precio. Aspirar al éxito es estar dispuesto a pagar su precio.
Beberé el ron en mi vaso favorito: corto, fondo de cristal grueso, al calor de la lámpara, del Caminante de Herman Hesse, instantes leyendo, otros más escribiendo. Evocaré imágenes de quien amo profundamente agradeciendo su existencia, dulces miradas, bellas sonrisas, hasta vencerme el sueño. Las horas de lluvia continúen rompiendo los sonidos del silencio. Desearé vivir para complacer, elevando mi plegaria por el placer de ser. El soplo divino ha permanecido, larga vida permitida por el destino, satisfactoria ya expresado plenamente por Nervo: vida nada me debes, vida estamos en paz.
¡Qué bella cada hoja, cada tronco, cada raíz!, imposibles de creación humana ¿Un sueño, espejismo o realmente se me concede el don de la admiración?

Atenas veracruzana octubre 16, 2016. 22:07

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