miércoles, 12 de agosto de 2015

Vivir en armonía con la naturaleza



Víctor Manuel Vásquez Gándara
Escribir un libro y publicarlo es como tirar una botella al mar.
Mónica Lavín
Refiero otra cita creyéndola pertinente
¿Qué aprendemos de la ficción? Parece obvio que adquirimos, de las  novelas y cuentos que leemos, creencias tácticas (o factuales) acerca del mundo en que vivimos. Estas creencias -creencias que son propuesta acerca de nuestra realidad -, por estar en forma de proposiciones, pueden ser correctas o incorrectas. Las correctas, nadie lo puede negar, nos dan un conocimiento  verdadero de nuestra realidad. Las incorrectas contienen información errónea, son equivocaciones, pero no son diferentes de las afirmaciones" científicas" equivocadas.
Gerald Nyenhuis
Soy apasionado de la literatura, escribo y publico, el destino y mis actividades académicas y laborales me han conducido a constituirme en promotor de lectores y escritores a través de la práctica docente, edición de la revista Tlanestli y la empresa editorial Foro fiscal. Son innumerables las satisfacciones encontradas en estas privilegiadas labores: servir y conocer creadores literarios, noveles y consagrados. Una de las evidencias de lo anterior es el motivo de estar aquí presente. Conocí al profesor Lorenzo Montero Ramírez, padre de la autora del libro a presentarse hoy y editarle Naranjos, historia de un pueblo que aspira a su grandeza. Él me fue recomendado por Doña Rosa Galindo editora de la revista Bitácora del Golfo, publicación semanal maquilada en nuestra editorial durante varios años. El profesor Lorenzo conoció los trabajos y ahí continuó la historia.
Derivado de ese oficio he aprendido a valorar en toda su dimensión la creación literaria, desde la generación de la primera idea hasta terminar la obra, su publicación y difusión.
Es un muy satisfactorio para mí participar en la presentación de El petirrojo y el Cristal Mágico, de la autoría de la Lic. Ana Marcela Montero Aldana, por diversas razones: mi amor a la literatura, apreciar el tema central compartido en la novela, el ejemplo de Ana Marcela  tanto para jóvenes como adultos de lo que puede hacerse literaria y socialmente.
Al leer El petirrojo y el Cristal Mágico inevitablemente me traslada a un entorno cada vez más ajeno a una cotidianeidad citadina, y a su vez al ambiente científico, vinculádolos a través de la investigación de la problemática social y la academia.
La autora nos dirige haciendo uso de algunos recursos para su creación literaria como el del iceberg, compartiendo con el lector algunas ideas sin concluir dejándole al lector pendientes, esperando... Otro elemento, la complicidad, propiciando infiera del lector.
Expresé como una de las razones de mi satisfacción de participar aquí, mi amor a la literatura y éste surge por diversas causas: la literatura debe mirarse como: conocimiento, aprendizaje, entretenimiento y culturización, entre otras visiones.
El Petirrojo y el Cristal Mágico nos lleva a conocer el enorme bosque mesófilo de Mesoamérica; aprendes "...lo más que podemos de la naturaleza", cita Marcela, el proceso de investigación y el celo profesional; la entretenida historia desarrollada en la que la problemática existencial respecto al amor aflora, la relación de pareja, ofrece evidentemente una óptica femenina y desde luego, implícita la cultura ecológica, cada día más necesaria de aprender y promover.
Es aquí en donde encuentro la mayor relevancia, el tema central, mensaje fundamental en todo proceso de comunicación. Ana Marcela bajo la  expresión de su personaje principal, Meredith cuestiona: "...qué habría sido de todos los humanos si hubiéramos dedicado nuestra existencia a vivir en armonía con la naturaleza..." respondiéndose de inmediato "...todo sería más sencillo y por supuesto más sano" sentenciando "...pero la realidad es otra y el camino escabroso en donde no sabemos cuándo llegaremos a destruirnos"
Parte de lo expuesto en El Petirrojo y el Cristal Mágico recuerda en mi memoria otra cita de Nyenhuis:
“...más bien me refiero a dos tipos de habilidades... habilidad de estrategia... Intelectualmente la novela nos puede ofrecer estas estrategias.
Un segundo tipo de habilidad práctica no meramente amplía nuestro pensamiento sino que radicalmente lo altera. La lectura de la ficción puede darnos habilidades que se pueden llamar conceptualizantes o cognoscitivas. Son habilidades que ofrecen nuevos caminos para nuestra realidad y nuevos armazones para percibirla.”.
Es evidente la necesidad de referirse también a la autora, además de su creación literaria, y en esa perspectiva observo en el aspecto axiológico, entre otros factores, la ética profesional de la cual está convenida y nos comparte en las páginas de El Petirrojo. También para mí es relevante su énfasis en el valor de la familia, institución que transita por una crisis impactando en la sociedad, en consecuencia en todos los entornos, académicos, políticos y económicos. ¿Dónde encontramos esta convicción de Ana Marcela?, en sus agradecimientos. No únicamente incluye a sus padres, sino a toda su familia. Uno más, la amistad, como valor es tratado en su obra…
Antes de concluir resalto una de las ideas principales compartidas en el prólogo por el profesor Lorenzo Montero Ramírez referida a la función actual a desarrollar por las instituciones educativas, como un desafío ante la problemática social, entre otras el desarrollo tecnológico y la abstracción en la que viven niños, jóvenes y adultos. El profesor Motero subraya la “imaginación creativa” imaginación creativa utilizada por la autora en su obra.
Coincido con el profesor Montero cuando él cita, que el libro: “…es una invitación a la reflexión de que en el planeta tierra somos una aldea global donde cada grupo humano y los distintos ambientes y ecosistemas estamos interrelacionados para coexistir.”.
Concluiría mi participación citando un aforismo contundente de Volpi:
No quiero exagerar: leer cuentos y novelas no nos hace por fuerza mejores personas, pero estoy convencido de que quien no lee cuentos y novelas -y quien no persigue las distintas variedades de la ficción- tiene menos probabilidades de comprender al mundo, de comprender a los demás, de comprenderse a sí mismo."


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